Opinions

Interesantísimo artículo de N. Chomsky de Enero de 2004 (publicado el 20-01-2004)Gentileza de Pako Morote

Sadam Husein y los crímenes de estado

  • Un juicio justo del dictador debe incluir los testimonios de los gobernantes de EEUU por el apoyo que ofrecieron al expresidente iraquí incluso cuando cometía las peores atrocidades

NOAM Chomsky Profesor de Lingüística en el Massachusetts Institute of Technology. Autor de '11-09-2001' y 'Poder y terror'.

Los prolongados y tortuosos lazos entre Sadam Husein y Occidente plantean interrogantes acerca de qué temas y situaciones embarazosas podrían emerger en un tribunal. En un proceso justo a Sadam (algo imposible de imaginar), un abogado defensor podría llamar a prestar testimonio a Colin Powell, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Bush padre y otros altos funcionarios de los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush, que ofrecieron destacado apoyo al dictador, inclusive en sus peores atrocidades.

Un proceso justo debería al menos aceptar el elemental principio moral de universalidad: los acusadores y el acusador deben ser sometidos a las mismas normas. En tribunales de crímenes de guerra, los precedentes son turbios. Inclusive en Nuremberg, el menos defectuoso de ese tipo de tribunales (y con la peor colección de gánsters procesados nunca), la definición de "crimen" fue algo que los alemanes cometieron, y los aliados no.

" Husein, como Milosevic, tratará de avergonzar a Occidente hablando del anterior respaldo que recibió su régimen. Tal vez sea irrelevante desde el punto de vista legal, pero es algo que crispará los rostros de Jacques Chirac y de Donald Rumsfeld", señaló hace poco en The Boston Globe Gary J. Bass, profesor de la Universidad de Princeton y autor de Stay the Hand of Vengeance: The Politics of War Crimes Tribunals .

UN PROCESO justo demostrará, como lo indican abundantes registros del Congreso y de otras fuentes, que Washington hizo un sacrílego matrimonio de conveniencia con Sadam durante la década de los 80. El pretexto inicial fue que Irak podía conjurar el peligro de Irán, país al que atacó con respaldo norteamericano, pero el mismo apoyo continuó después de concluir la guerra. Ahora, aquellos que fueron responsables por la política de compromiso están llevando a Sadam ante los estrados de la justicia.

Rumsfeld, como enviado especial de Reagan a Oriente Próximo, visitó Irak en 1983 y 1984 para establecer relaciones más firmes con Sadam (al mismo tiempo que el Gobierno criticaba a Irak por usar armas químicas).

Powell fue asesor nacional de seguridad de Bush padre entre diciembre de 1987 y enero de 1989, y algunos meses más tarde se convirtió en jefe del estado mayor conjunto de las fuerzas armadas. Cheney fue secretario de Defensa de Bush padre. Por lo tanto, Powell y Cheney ocupaban altos cargos en la época en que Sadam cometió sus peores atrocidades, la matanza con gases letales de los kurdos en 1988 y el aplastamiento de la rebelión shií de 1991 que podría haberle derrocado.

En la actualidad, bajo Bush hijo, Powell, Cheney y otros mencionan de manera constante esas atrocidades para justificar la destrucción del demonio. Y eso está bien, aunque no se habla del elemento crucial del respaldo estadounidense a Sadam durante ese periodo. En octubre de 1989, Bush padre emitió una directiva de seguridad nacional declarando que "las relaciones normales entre Estados Unidos e Irak servirán a nuestros intereses a largo plazo y promoverán la estabilidad en el golfo Pérsico y en Oriente Próximo".

Estados Unidos ofreció subsidiar el envío de alimentos que el régimen de Sadam necesitaba tras la destrucción de la producción agrícola kurda, junto con tecnología avanzada y agentes biológicos destinados a armas de destrucción masiva. Después de que Sadam se pasase de la raya e invadiese Kuwait en agosto de 1990, la política y los pretextos variaron, pero un elemento permaneció constante: el pueblo de Irak no debía controlar su propio país.

En 1990 las Naciones Unidas impusieron sanciones económicas a Irak, que fueron administradas en buena parte por Estados Unidos y Gran Bretaña. Esas sanciones, que continuaron durante la época del presidente Bill Clinton y siguieron con Bush hijo, son tal vez el legado más lamentable de la política norteamericana hacia Irak.

NO HAY occidentales que conozcan a Irak mejor que Denis Halliday y Hans von Sponeck, que sirvieron de manera sucesiva como coordinadores de ayuda humanitaria de la ONU entre 1997 y el 2000. Ambos renunciaron en protesta por las sanciones, que Halliday calificó de "genocidas". Tal como Halliday, Von Sponeck y otros han señalado, durante años, que las sanciones devastaron a la población iraquí y fortalecieron al régimen de Sadam y a sus secuaces, aumentando la dependencia del pueblo del tirano, como única forma de sobrevivir. "Nosotros amparamos (el régimen de Sadam ) y negamos toda posibilidad de cambio", dijo Halliday en el 2002. "Creo que si los iraquís hubiesen recuperado su economía y restablecido su forma de vida, si se hubieran encargado del tipo de gobierno que consideran adecuado para su país".

No sabemos si se permitirá que esta historia sea divulgada en un tribunal. Pero el tema de quien se hará cargo de Irak en el futuro sigue siendo crucial, y es muy disputado en los actuales momentos.

Además de este asunto central, aquellos a los que preocupaba la tragedia de Irak tenían tres objetivos básicos: primero, derrocar al tirano; segundo, poner fin a las sanciones que afectaron al pueblo, pero no a los gobernantes; y tercero, preservar cierta apariencia de orden mundial.

No puede haber desacuerdo entre la gente decente sobre los dos primeros objetivos. Haberlos conseguido es motivo de celebración, especialmente por parte de aquellos que se opusieron al apoyo de Estados Unidos a Sadam y luego al régimen de letales sanciones. Esas personas pueden aplaudir sin hipocresía. El segundo objetivo podría haberse alcanzado, y posiblemente también el primero, sin socavar el tercero.

El Gobierno de Bush ha declarado de manera abierta su intención de desmantelar lo que queda del orden mundial y gobernar al mundo por la fuerza. En ese sentido, Irak es un proyecto de exhibición. Esa intención ha causado miedo y con frecuencia odio en todo el mundo, así como desesperación entre aquellos a quienes les preocupan las posibles consecuencias de ser cómplices de la actual política estadounidense de agresión a voluntad. Por supuesto, la alternativa a esa política es una opción que descansa en gran parte en las manos del pueblo estadounidense.

Distribuido por The New York Times Syndicate. Traducción de Xavier Nerín.

 

Comunicat sobre la guerra del Líban

Els comunistes llibertaris del Líban (Al Badil Al Chououii al Taharouri) davant l'atac d'Israel, Líban s'enfonsa altra vegada en una guerra que no veu final. Els libanesos de Hezbollah, moviment polític religiós xiïta, segresten a dos soldats israelians els quals són traspassats el 12 de juliol de 2006 dins de les fronteres del del Líban. Israel va posar en execució el seu pla d'atac preparat segons tots els indicis amb antelació, igual com
havia ocorregut en 1982 quan va envair al Líban sota pretext de
l'assassinat de l'ambaixador d'Israel a Londres. Però aquesta vegada l'atac de l'exèrcit israelià, és d'una escala sense igual, mai abans vista en el Líban, ja que són atacs aeris i marítims per tot arreu al Líban: l'aeroport, els districtes dels suburbis meridionals de Beirut, bastió de Hezbollah, els camins principals que uneixen les ciutats i les àrees del país, els ports, els districtes residencials, etc. L'objectiu de l'atac és paralitzar el país totalment i sembrar la por, cosa que no pot ser realitzada sense morts civils, contant-se per centenars. Tot indica que el final del conflicte és lluny, ja que els països occidentals contacten als Estats Units per a requerir dels israelians (!) el permís per a l'evacuació dels seus milers de ciutadans cosa què no va ocórrer amb tal rapidesa, ni tan sols en la guerra civil de 1975.…Aquest atac s'ha de considerar sota una perspectiva més general: aquesta intervenció, en la nostra opinió, s'emmarca en el projecte nord-americà sobre Orient Mitjà. George W. Bush desitja crear una gran zona que seria favorable per a ell, incloent diversos països àrabs i Israel, que podria posar fi a mitjà termini al conflicte existenta la regió. Iran i Síria s'oposen a aquest projecte, el que és una bona cosa, per descomptat. Però l'inconvenient és que aquests països que donen suport Hezbollah i que lluiten contra el projecte de Bush i del govern israelià són francament reaccionaris en tots els seus plans.A més Hezbollah (partit de Déu!!) és un partit que, malgrat tot el que va fer per a expulsar a Israel del sud del Líban i a pesar del gran nombre de màrtirs lliurats per a complir el seu deure religiós, en un viatge directe cap al Cel, “el paradís de la mel i les dones”, no ha assolit satisfer, des de fa molts anys, les expectatives del poble libanès. L'obediència a Iran del “partit de Déu” és clara i obstinadament contrària a la llibertat. És simple: un no pot viure en els districtes de Hezbollah. En els llogaters on aquest domina, s'aconsella baixar el so de la música i no posar cançons per a ballar la dansa el ventre. Aquest partit de la resistència i del sacrifici, el partit “del Déu” és ara un partit insuportable: les dones des de petites es veuen obligades a vestir de negre, prohibeix la venda d'alcohol, són còmplices indirectes de les intrigues de Síria (corrupció, domini sirià en totes les institucions libaneses, etc.).Així Hezbollah ha creat contra si mateix una forta reación popular. Per alguns mesos, els grans caps polítics libanesos han buscat en el parlament (a través de reunions per al diàleg nacional) una solució als problemes crucials del país, dintre dels quals es troben les armes que té Hezbollah. Hezbollah rebutja de fet lliurar les seves armes a l'exèrcit libanès i pretén constituir-se així en un estat dintre de l'estat. Amb gran arrogància el cap de Hezbollah, Hassan Nasralla, llança amenaces violentes i medievals de tallar cap i braços a qui intentessin prendre'ls les armes. No obstant això, no ha fet res contra Israel des de fa alguns anys, excepte demanar la propietat libanesa dels camps de Chebaa. Hezbollah és temut pel seu fanatisme però també per la seva fama en certs sectors de la societat libanesa, a causa de la política dels “màrtirs per a la pàtria” que aquest promou. Però sense Síria i Iran (especialment sense el finançament iranià) no hi hauria Hezbollah. Des de la retirada humiliant de Síria del Líban, dos corrents polítiques grans van ser constituïdes: la del 14 de març (data de la manifestació immensa que va ocórrer després de l'assassinat del ex-primer ministre Rafic Hariri), i la del 8 de març, favorable a Siria, qui s'han unit al corrent cristià del general Aoun tan bon punt es fa mereixedor de la presidència de la república. El corrent del 14 de març constituïx de fet en la nostra opinió un moviment relativament “revolucionari”, mentre que en el del 8 de març trobem solament corruptes sota la supervisió siriana i dels nostàlgics del passat negre del Líban. L'actitud escandalosa és la del partit comunista libanès. Amb cert grup de gent, nostàlgics en la seva majoria del nasserisme àrab (nacional populisme), va constituir un tercer corrent sense pena ni glòria i de molt baix perfil. Una escisió d'aquest corrent, anomenada Intifada dels Comunistes, és molt propera a Al Badil Al Chououii Al Taharouri (alternativa comunista llibertària).Així, de nou, la posició política que ha de ser adoptada ha de ser clara, més enllà de la denúncia dels atacs israelians. Diem No a Hezbollah per ser un partit reaccionari, religiós, pro-Iranià; diem No al projecte de Bush, de Blair i de Chirac, que consideren que aquests atacs desproporcionats contra el Líban són una autodefensa legítima en nom d'Israel; diem No a l'actitud del consell de seguretat de l'ONU, tímida i ambigua; diem No al govern libanès incapaç, feble, contradictori que perd el seu temps suplicant ajuda, contant les pèrdues, i mirant cap a les corts internacionals.Per als comunistes llibertaris libanesos una gran reunió d'una nova esquerra, que va començar a formar-se amb el corrent del 14 de març, és l´'unic que pot, en la nostra opinió, fer avançar les coses. A l'espera d'això, es fa necessari trobar aliments i especialment medicaments per a prop d'un milió de libanesos que aquesta guerra ha desplaçat. Per mentre, és necessària molta força per a intervenir a favor d'un indispensable alto al foc, que pot produir-se solament amb la pressió en contra d'aquestes dues forces bel·ligerants contra les quals tot el món crida: no els volem.Al Badil Al Chououii al Taharouri-----------------------------------------------------------------------Nota: aquest article de Al Badil Al Chououii Al Taharouri (Alternativa Comunista Llibertària del Líban) va ser escrit el 17 de juliol de 2006. Aquesta organització libanesa, que manté vincles amb l'organització francesa Alternative Libertaire, té un espai web a http://flag.blackened.net/revolt/inter/albadil.html

DEBATE SOBRE DROGAS EN LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN BARCELONA

no todos vivimos exentos de responsabilidad en el mundo de la mercancía

“Hablando en términos psicológicos, en la actualidad existen tranquilizantes, alucinógenos y estimulantes baratos. Es evidente que un dictador podría, si quisiera, hacer uso de esos productos con fines políticos. Podría protegerse contra la agitación subversiva modificando la química del cerebro de sus súbditos, y logrando que se sintieran satisfechos de su condición servil. Podría utilizar los tranquilizantes para calmar a los excitados, los estimulantes para reavivar el entusiasmo de los indiferentes, los alucinógenos para distraer de su miseria a los desgraciados. Pero tal vez se pregunten: ¿cómo lograría el dictador’ que sus súbditos ingirieran las
píldoras?, es posible que tal vez baste con poner las píldoras a su alcance.”(Aldous Huxley, 1958).

I. La ausencia de crítica

Desierto viene de desierto, no de desertar

Nos suelen salir bocanadas de críticas e improperios contra esta sociedad... refiriéndonos en muchos casos al resto de la gente, a esa que reproduce los mecanismos dominantes y cuya sumisión nos esclaviza. Sería demasiado sincero reconocer que de la idiotización generalizada no se salva ni dios, que la podredumbre también se pega a nuestros comportamientos y ambientes “liberados” sin ningún escrúpulo.
La ausencia de oposición al consumo de drogas en nuestros terrenos políticos es el exponente más evidente de la gravedad del problema... que llega a ser endémico. La falta de reflexión o la poca valentía para encarar este tema entre la mayoría de la gente que conforma los así llamados movimientos sociales es el síntoma más claro de que nos atrae la putrefacción tanto como a ellos.
Desde estas líneas hacemos una llamada urgente a esas personas y asambleas que se atreven a repensar dinámicas en pos de una crítica real a todo tipo de enajenación.

II. Barcelona aquí y ahora

Tú hipotécate con el 121 TAE que yo lo haré con mis rulas

Fármacos, plantas, compuestos sintéticos, químicos y la mayoría de los alimentos pueden ser considerados drogas; incluso la civilización como tal si el discurso trasciende. Pero sabemos que ese no es el objeto de discusión. Ni el café ni el tabaco nos conducen al bochornoso espectáculo de cada fin de semana.
Sólo hay que pasearse por muchos centros sociales ocupados a las cuatro de la mañana para observar el desolador ambiente de la caverna. Parece que hemos conseguido a la perfección la situación insana a la que nos aboca el orden establecido. Mierda en el suelo, mierda en la barra, mierda en los baños, mierda en las narices, mierdas en las cabezas.

Este teatro podría escribirse con nombres de cualquier otro contexto o “tribu urbana” que no imaginamos enarbolando ninguna posición ideológica; es entonces lamentable el pretender hacernos creer que quien frecuenta los autodenominados espacios liberados posee una actitud crítica y antagonista. Excepto el decorado, la estética y la música, reproducimos miméticamente lo mismo que cualquier ambiente festivo en la ciudad capitalista. Nosotros, que teóricamente nos intentamos replantear todos los ámbitos de la vida cotidiana, ¿por qué aquí nos escaqueamos? Hacemos un abuso de la droga tan brutal como en cualquier otro sitio. Evitando profundizar en los comportamientos deplorables y desesperanzadores que de ello se deriva.
La presencia de la droga en los movimientos sociales hace ya tiempo que está omnipresente, pero ha tenido altos y bajos... y nos alerta avisar que ahora se está viviendo una recaída. En los espacios sociales la droga corre irreflexivamente como cualquier otro producto de la sociedad de consumo. A pies de sus camellos.
El abuso y el consumismo más vil se han aposentado en nuestros lugares y no consentirán marcharse si no les hacemos frente.
Resulta aburrido apelar a otros contextos históricos y sociales que nos demuestran como el “poder” hizo de la droga su arma más sofisticada. En Italia, en los 70’, la heroína preparaba bien el terreno mientras la represión político-policial destrozaba cualquier intento de autonomía obrera y popular. En los 80’ en el estado español, el caballo se llevó una generación por delante mientras se hacían las perfectas maniobras de reconversión capitalista. En Euskadi, en los EEUU... son conocidos ejemplos de cómo se desarticulan los movimientos incómodos y radicales con golpes maestros y transparentes subterfugios. “Es posible que tal vez baste con poner las píldoras a su alcance”.
Es profundamente preocupante como estamos dejando que haya esta invasión que nos somete aún más que el trabajo, que nos condiciona y nos esclaviza aún más que los ritmos de la economía de mercado o nos adormece en un colocón permanente.


III. Posibles causas

“No hay árbol que el viento no haya sacudido”

Las condiciones de vida que nos impone el sistema son similares para todas las que no quedamos gratamente integradas en el capitalismo. La inestabilidad, la precariedad mental y física, la miseria no tienen por qué ser factores de una rebeldía consciente y política. La mayoría de los problemas que sufrimos en nuestro camino los resolvemos con la evasión momentánea que permite relajar las tensiones acumuladas. Una especie de tiempo muerto que nos carga las pilas para poder seguir sufriendo. Un narcótico para seguir con la vida que te invita a
tomar narcóticos: televisión, speed, fútbol, rulas, compras...

De la posmodernidad no se escapa ni dios, ni tan solo aquellos que pretenden ser críticos con el orden dominante. Velocidad, hedonismo, felicidad inmediata, fragmentación, decadencia o el rechazo al esfuerzo se han apoderado de nuestras prácticas e ilusiones. En vez de esforzarnos (que no sacrificarnos) en mejorar nuestras vidas desde perspectivas sinceramente “en la contra y al margen”, con continuidad y esmero, huimos apresuradamente, con el rabo entre las piernas, del asqueroso presente... asesinando el futuro. “Lo siento, no me acuerdo de nada, llevaba un pedo que lo flipas”.

Ante las ocho horas aguantando a los desgraciados del curro, ante la impunidad jurídico-policial, ante la organización espectacular de barrios, ante las infames avalanchas de guiris capitalistas... ¿El putrúm putrúm como única oposición posible?


IV. Ni moral ni moralizantes

Las casas son lo que son, y no lo que deberían ser

Desde aquí no se pretende una crítica evangelizadora, reaccionaria o purista; no son esos los derroteros. No se pretende mirarnos las caras en vistas de justificaciones baratas, excusas, culpabilidades ni razones absurdas. El paternalismo no es nuestro fuerte.
Este texto huye de valoraciones antropológicas del uso de las drogas en otros contextos, territorios o latitudes. Parte del reconocimiento de unas circunstancias de “combate” contra unas realidades asfixiantes que están siendo mermadas a causa de unas prácticas descerebradas e infantiles.
Se nos antoja abordar la cuestión desde una perspectiva comunitaria, no de responsabilidad individual, sino de todos aquellos que dicen estar dedicándose como grupo o asamblea a la crítica social. Somos nosotros los que vertebramos esos antagonismos, somos nosotros los que le hemos otorgado un pedestal incuestionable a la fiesta ...y no a la estrategia.

V. El gran negocio

“Euros, euros, euros...”

VI. La pastilla roja

“Mira, yo soy así, excepto los sábados por la noche”

Si el hecho fuera que la droga sólo repercutiera al individuo y a su estado alterado de conciencia, poco tendríamos que discutir; pero como se ha citado anteriormente, no es ésta la realidad.
Las relaciones que se establecen entre esos individuos drogados distan un abismo de los planteamientos que defendemos y manifestamos a la sociedad...y además, en supuestos espacios arrebatados a la violencia urbanística o capitalista. Guerreamos por vidas auténticas, sinceras y respetuosas; por relaciones transparentes, directas y naturales. Nos echamos a la calle amenazando que aún quedan valores críticos, sentimientos revoltosos, ojos veraces, ideas insumisas. Pero a la mínima de cambio, nos sumergimos inocentemente en lo más profundo del lodazal ... nos convertimos en la peor “beautiful people”.


VII. La inevitable responsabilidad

“Vivo dentro de la fantasía heroica del fin del mundo y no sólo no quiero salir de ella sino que pretendo que los demás entren”

La política del antagonismo siempre ha creado a su alrededor una especie de red, más o menos extensa, de personas, lugares, ideas, etc. que al final constituyen un cuerpo coherente. Representante simbólico de la política que se está llevando a cabo a ojos de la sociedad y, lo que es aun más importante, a ojos de todas aquellas personas que se muestran interesadas por esas formas de contestación política. Todo eso que hacemos es el punto de unión, en muchos casos, con esas personas inicíáticas, con esas que se acaban de dar cuenta que no todo era como se decía. Por tanto, la gente que gestiona los “espacios libres” ha de tener en cuenta que con sus actividades y actitudes transmite un modo de hacer a los que se integran en la “lucha”, que supondrán el cambio generacional.
Cuando nosotros ofrecemos espacios donde básicamente se repite la alienación de fuera del gueto, el consumo compulsivo de droga (o no) y la única posibilidad de sociabilización es a través de la fiesta, estamos ofreciendo mierda. De ahí la inmensa importancia de reconstruir nuevos espacios donde el predominio sea la conciencia y no la evasión.

El proceso (Centre d’Iniciatives per la Desinserció) se percata de que una crítica específica a la droga como tal podría quedar parcial si no se analizan aspectos imprescindibles que conllevan a la lapidada situación actual: ya sea la crítica a los modos de urgente financiación o a la falta de estrategia en los golpes ofensivos. Así, anunciamos que tras el presente debate sobre drogas se intentará establecer otros para llegar, si se puede, a vislumbrar las causas internas de nuestra parálisis de acción.