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Después de Génova. Radio Varsovia

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1.
1.1 Génova fue Varsovia. El Imperio eligió el camino del golpe de Estado, porque no fue capaz de promulgar una constitución global y regular los mercados con sus instituciones en vías de creación. Las oportunidades de mediación fueron aplastadas, de nada sirve refugiarse en la ilusión de que todo se debió al carácter fascista de un gobierno y de sus manejos. Por el contrario, esta situación ha sido producida por los mejores expertos con los que cuenta el Imperio para controlar y eliminar a los movimientos sociales. Son muchos los detalles que conectan entre sí Quebec, Goteburgo y Génova. Todo ello se vincula con una fase autoritaria, cuya realización es fruto de la decisión del poderoso grupo que está produciendo y utilizando tecnologías militares de destrucción en Estados Unidos. Cabe verificar esto último sin caer en una cómoda paranoia o en las tentadoras teorías de la conspiración.

1.2. Hablar de una fase autoritaria en una sociedad de control puede parecer paradójico. Si la libre expresión de la subjetividad es condición previa de la acumulación capitalista, ¿por qué es brutalmente reprimida esta misma subjetividad? Aparentemente, hemos llegado a un punto crítico. Al mismo tiempo, hay que añadir que la estrategia del Imperio no se basa tan sólo en la actividad de la policía y en la negación de los derechos, sino que se basa asimismo en distintas tecnologías de control: desde el control mediático al dominio de la vida cotidiana, de la pérdida de la seguridad económica a la distribución de ilusiones de éxito social. Sin embargo, es razonable pensar que la negación de los derechos constitucionales y la actividad policial ocupan una posición central. Se trata de un biopoder, que puede tornarse en poder de matar en cualquier momento. Esto explica la contradicción a la que hemos asistido recientemente: se tratará de saber qué prepondera entre los momentos de diálogo/mediación y represión/asesinato.

En la sociedad posmoderna el control intenta hacerse invisible, intocable, a la par que se esfuerza en hacer posible que la libertad sea un factor productivo. Sin embargo, todo ello puede ser aplastado una vez que se alcanza un determinado umbral crítico. Cuando los movimientos de la cooperación social y de las multitudes comienzan a escapar del control imperial, la represión violenta entra en escena. En el «momento azul», cuando la libertad relativa realizada en el ámbito del control se torna en éxodo fuera del sistema, encaminándose hacia una desterritorialización constitutiva. Así, pues, no hay de qué sorprenderse porque los procedimientos más violentos de represión del Imperio se centraran sobre todo en la multitud pacífica en Génova y Goteburgo. Ésta era el verdadero objeto de la violencia.

1.3. La fase autoritaria sigue la táctica del golpe de Estado. Cuando la libertad crece y se acumula, cuando pueden verse signos de éxodo en el horizonte, de repente las constituciones nacionales dejan de ser válidas. Lo paradójico de la situación es que al mismo tiempo que el Imperio es incapaz de escribir su propia constitución global formal, se ve obligado a suspender temporalmente las constituciones válidas en el ámbito nacional o los acuerdos internacionales. En la práctica esto se traduce en que en el momento de la represión ninguna constitución es válida. En que el Imperio no se basa en ninguna constitución. Es poder en su forma más nítida. Es fascismo posmoderno (sin ánimo de ofender a nadie). La tendencia queda expuesta por completo si reflexionamos sobre el golpe de Estado llevado a cabo durante la elección presidencial en Estados Unidos por Bush y por el grupo encabezado por los sectores ligados a la producción militar. A resultas de este golpe de Estado, está construyéndose un escudo antimisiles y vuelven los llamamientos en favor de la energía nuclear a la vez que prolifera la venta de servicios de consultoría durante las cumbres para las fuerzas de policía de las provincias imperiales.

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2.1. El ciclo de luchas que comenzara en Seattle ha sido capaz de deslegitimar completamente el esfuerzo de creación de instituciones encargadas de gobernar el mercado global. Lo que ha obligado al Imperio a recurrir al uso de la fuerza en vez de buscar su legitimación. Las razones del éxito del movimiento de Seattle consisten en su capacidad de anticiparse al Imperio en el ámbito de la globalización y sobre todo en su capacidad de reconocer el carácter estratégico de determinadas instituciones en el proceso de gobernabilidad global. Todo ello antes incluso de que el Imperio mismo haya comprendido que tal vez fuera posible gobernar los mercados con los organismos creados en Bretton Woods o durante los años de la crisis del petróleo.

2.2. El movimiento de la multitud, que se ha expresado durante los veinte meses anteriores, ha señalado explícitamente a su vez cuáles son sus defectos. Principalmente ha atacado políticamente a las instituciones imperiales, pero no ha sido capaz de insertar las fuerzas de la cooperación social productiva en el campo de lucha. De esta suerte, el movimiento se ha visto obligado a expandir su base de apoyo con los métodos de la mediación. Se ha incluido a nuevos sujetos mezclando confusamente las temáticas. Por tales motivos el movimiento se ha visto obligado a apoyarse en el espectáculo y en determinadas técnicas de comunicación de las que el Imperio se ha apropiado sin grandes dificultades. Desde un punto de vista táctico, la elección de la visibilidad ha sido inteligente, pero debería haber estado respaldada por una contribución más sólida a las temáticas de la producción social.

2.3. En estos momentos, parece que el movimiento está dotándose de estructuras permanentes en forma de Social Forums. Éstos consisten en una especie de círculos de coordinación entre diferentes grupos. Los Social Forums conllevan el peligro de que las fuerzas puestas en juego en su formación peleen unas con otras por la hegemonía o por métodos de acción homogéneos y no estén preparadas para hacer frente a la nueva situación, que exige comenzar de nuevo desde el principio. Por añadidura, las corrientes mayoritarias de los Social Forums están ahuyentando a las nuevas y jóvenes subjetividades que han constituido el motor principal del ciclo de luchas. Cabe preguntarse asimismo si los Social Forums pueden representar la riqueza de la multitud productiva, su diversidad y su carácter subversivo insertándose en los tejidos de la producción metropolitana.

2.4. Génova supuso un punto de ruptura porque la multitud sorprendió a todo el mundo. La capacidad de movilización de las fuerzas de la cooperación social fue una sorpresa. Una sorpresa mayor si cabe si pensamos que se trataba de los primeros pasos indecisos de un niño. Sin embargo, algo en el ambiente nos hizo presentir lo que podría ser: bello y aterrador. Génova fue como Varsovia y Dresde, exordios de revoluciones que lograron destruir los horrores del socialismo. Docenas y docenas de miles de personas en las calles sin un gran partido o sindicato. El ingreso en un nuevo modo de tomar las decisiones, que no está predeterminado ni determinado desde arriba y que no se hunde en la memoria de los movimientos, sino que es una toma de decisión que se realiza en el acontecimiento real, en el momento en que el acontecimiento proyecta la multitud en un futuro posible.

Una democracia directa sin representación. Subjetividad en el mejor sentido de la palabra. Génova ridiculizó y tornó completamente ineficaces todas las lógicas a las que estábamos acostumbrados y que creíamos que eran apropiadas para la posmodernidad: desde los bloques de todos los colores a los Social Forums. La incapacidad estructural de las tradiciones y las ortodoxias para comprender lo que está ocurriendo es tan evidente que casi no vale la pena mencionarla. Si en Génova la multitud hizo entrar en crisis todos los modelos de acción concebibles en el ámbito del conflicto (desde la desobediencia civil espectacular a los carnavales pacifistas), ¿alguien cree que las soluciones de unos charlatanes decimonónicos podrían ser reales? Cuando la multitud productiva entra en escena todo debe cambiar.

2.5. Asimismo, Génova y Goteburgo introdujeron un elemento que debería haber estado claro desde hace mucho tiempo. En lo relativo a las formas del conflicto, es hegemónico aquel que utiliza la fuerza. De nada sirve negarlo. Aquel que estaba preparado para utilizar la fuerza y la utilizó definió el curso de los acontecimientos. La vieja verdad leninista. Sin embargo, desde un punto de vista técnico y político, la utilización de la fuerza era una opción perdedora. Estaba condenada a la derrota porque era incapaz de reducir la masacre de los manifestantes, que por supuesto se habría producido en cualquier caso, con independencia de que los manifestantes utilizaran la fuerza o no. De tal suerte, la utilización de la fuerza no se basó en la lógica leninista de la hegemonía ¾una lógica que nos es ajena pero cuya eficacia está probada¾ sino en un completo desorden, cuyos efectos repercutieron duramente sobre todo el mundo. La violencia fue una derrota también en el plano político, porque dio pie a contradicciones y denuncias y porque fue incapaz de englobar a todo el mundo bajo el modelo de acción propuesto. Sin embargo, esto no significa que el problema relativo a la autodefensa de la multitud esté resuelto. Tal vez sea más acuciante que nunca. Debemos comprender cuáles son las formas de autodefensa que todo el mundo comparte y utiliza para defender a la multitud, sin volver, no obstante, a la mediación entre grupos diferentes (en la que los métodos y los símbolos se intercambian como peces en la lonja), sustrayéndose tanto a la hegemonía de tipo leninista como al caos anarquista.

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3.1. La propuesta de «volver a la fábrica» puede parecer un paso atrás. Sin embargo, no es éste el caso, si por ello entendemos el tejido de la producción inmaterial en la metrópoli en su conjunto. La propuesta puede dar la impresión de ser un paso atrás, pero en realidad es un avance de calidad considerable. El movimiento ha avanzado hasta ahora sin plantearse la cuestión relativa a cómo es posible romper la capacidad capitalista de apropiarse en todo momento de los nudos de la cooperación social y de controlar la producción de valor. Una vez que las fuerzas de la producción y la cooperación sociales han aparecido tímidamente en el movimiento, la represión ha sido despiadada y ha intentado destruir completamente las posibilidades de expresión de la multitud en términos de decisión política. Debemos utilizar a más no tardar los resultados de la investigación, que ha identificado en la pérdida generalizada de seguridad del proletariado metropolitano el medio de control social y productivo mas importante de la era imperial. La indicación que se desprende a partir de estas cuestiones lleva a poner inmediatamente en el centro de la teoría y de la acción las formas de trabajo y la pérdida neoliberal de seguridad, así como la investigación en torno a la renta básica.

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4.1. En Estados Unidos ya se ha llevado a cabo el golpe de Estado. Europa seguirá siendo ¾sin embargo¾ un campo abierto en el que abrir una ofensiva para crear un nuevo espacio político. Europa será el ámbito inicial de la actividad de la multitud. Tal vez esto parezca también un paso atrás. ¿Por qué un movimiento que definimos como global habría de encerrarse en un espacio restringido? El problema no es si creemos o no en Europa, si creemos en la dimensión global de los movimientos o si queremos secundar las opciones de Fischer o Chirac. El problema consiste en reconocer un espacio constitutivo para la actividad material de la multitud.. A estas alturas sigue habiendo un vacío de poder en Europa, un vacío constitucional, profundas contradicciones que se extienden a todo el mundo institucional. Sobre todo porque esta Europa puede ser una vía rápida para la ofensiva contra el poder imperial, sin que sea preciso desenterrar viejas teorías de cadenas y eslabones débiles. Por esta razón, anticiparse al Imperio en el ámbito de la definición del espacio político europeo presenta una enorme importancia. Es tan importante como la citada capacidad de anticiparse al Imperio en la tendencia a formalizar instituciones que habrían debido servir para garantizar la gobernabilidad del mercado global. Dicho de otra manera, Europa como un espacio mínimo en el que desarrollar luchas sociales en favor de la renta básica y llevar a cabo encuesta metropolitana.

5.
5.1. La vuelta a las temáticas de la encuesta, el trabajo, los medios de existencia y las áreas metropolitanas no significa abandonar la ofensiva contra las instituciones imperiales. Sin embargo, debemos comprender que asistimos al final de un determinado ciclo. Uno de cuyos resultados es una considerable extensión hacia las subjetividades de las organizaciones políticas, las organizaciones civiles no gubernamentales, el trabajo voluntario y determinadas organizaciones sindicales. Hoy nos falta un arraigo lo suficientemente fuerte en las áreas del proletariado productivo metropolitano. Éste es el primer nudo que hay que resolver, la primera prioridad a la que hay que responder, abriéndose a la investigación sobre el trabajo y a la lucha por la renta básica. La segunda prioridad está incluida en la primera. La vuelta a las temáticas del trabajo y de la renta básica ya no pueden darse dentro de los límites de los Estados nacionales, sino únicamente en el ámbito europeo, siguiendo las concatenaciones productivas. Lo que no se traduce sino en la propuesta de dar comienzo a una investigación y a una lucha por los medios de existencia en Europa. La tercera prioridad levanta acta de las estrategias de golpe de Estado y al desarrollo imperial tendente a una mayor militarización. En este tercer área es importante poner sobre el terreno las fuerzas con las que contamos.

5.2. Sólo es posible dar una respuesta suficiente a estas tres prioridades (trabajo/medios de existencia/espacio político europeo y militarización de la producción) planteando la cuestión de la organización simultánea de la multitud, naturalmente sin dar más prioridad a esta cuestión por encima del contenido de las luchas y recordando que hoy toda propuesta de partido está fuera del orden del día. Se trata tan sólo de la necesidad de conectar ligeramente unas partes con otras. Si atendemos a la complejidad de las temáticas y a la amplitud de las áreas, resulta evidente que ya no puede seguir evadiéndose la cuestión organizativa. Es preciso que discutamos de todo ello.

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