labo3!

sindominio.net

Existen servidores telemáticos sin ánimo de lucro que se ofrecen como proveedores de conexiones a Internet para los colectivos, organizaciones y personas del ámbito de la izquierda social y política, y que pueden así publicar sus contenidos sin depender de un servidor comercial o institucional. En ese terreno han hecho un gran trabajo, dando acceso a Internet y permitiendo su visibilidad a bastantes organizaciones y colectivos, bien es cierto que la mayoría del ámbito de las ONG. Apostar por ofrecer conectividad es una opción, pero no es la única opción. Es más, algun@s pensamos que la reivindicación de la libre conectividad y el "acceso para tod@s" va perdiendo trascendencia en la medida en que aumenta el interés estratégico del capital en ofrecer servicios a través de Internet y necesita que la ciudadanía esté conectada. Evidentemente, hablamos del Norte rico, en el llamado Tercer Mundo la situación actual es muy diferente (sólo 1 de cada 5 personas dispone de línea teléfonica), pero la tendencia neoliberal del "acceso para tod@s" es global e imparable.

¿Contenidos versus conectividad? ¿Política versus tubería? Por la inteligencia colectiva

Eso no quita que sigamos promoviendo el acceso libre para tod@s (por ejemplo, desde centros sociales okupados y otros espacios autogestionados), pero con eso no queremos decir "acceso a la parte material" -la simple conexión técnica, que cada vez es más barata y más universal-, ni tampoco "acceso al contenido" -consumo de informaciones o de conocimientos difundidos unívocamente-. Más bien queremos decir un acceso para todo el mundo a los procesos de inteligencia colectiva, es decir, al ciberespacio entendido como sistema abierto y cooperativo de expresión de las singularidades, de determinación de los problemas, de toma de decisiones, en fin, de recomposición de vínculos sociales a través del aprendizaje recíproco y de la libre circulación del saber.

Y es que el ciberespacio tiene una potencia que sobrepasa en mucho la posibilidad de publicar contenidos más o menos alternativos o críticos, y nos ofrece de lleno la posibilidad de la comunicación horizontal y de interconectar redes, proyectos, luchas, deseos y realidades. Es decir, no sólo es un lugar donde difundir aquellos mensajes que en otros medios son totalmente silenciados, sino que en sí mismo permite llevar a cabo prácticas políticas que hasta ahora sólo precariamente y a nivel muy local eran posibles. Porque el ciberespacio -digámoslo una vez más- no es una herramienta, no es una infraestructura: es un determinado modo de utilizar las infraestructuras existentes, en suma, el ciberespacio es un tipo particular de relación entre personas, un verdadero movimiento social que se ha desarrollado al margen de Estados y multinacionales sobre una base de funcionamiento cooperativo. Pero que de ninguna manera se entienda esto como un intento escapista de que la gente abandone sus territorios y sus luchas para perderse en un "mundo virtual" (tampoco deseamos que un mundo imite al otro), sino más bien que se use la virtualidad para habitar mejor el territorio, para comunicarnos y construir socialidad autodeterminada y no mediada por el Estado ni por las instituciones. El ciberespacio nos debe servir también para coordinarnos mejor, para impulsar debates, campañas y acciones conjuntas, en fin, para poner en concierto la diversidad y experimentar formas de cooperación, de escucha mutua y de democracia inéditas hasta ahora.

¿Qué pretende sindominio?

Sindominio pretende sumergirse en todo ese multiverso que se autoorganiza y se mueve por la red, hacer visibles y potenciar las realidades antagonistas que ahora se encuentran dispersas o fuera de la red y aportar lo que pueda a ese espacio de cooperación y de comunicación, y también de conflictos y luchas, donde ya hay puestos en pie proyectos autogestionados de unas dimensiones extraordinarias, como es por ejemplo el que ha dado lugar al sistema operativo GNU/Linux, el mayor exponente -junto a la propia red Internet- de construcción colectiva a través del ciberespacio. Necesitamos una máquina GNU/Linux donde probar con herramientas libres y cooperar, investigar e intercambiar conocimientos con las comunidades virtuales en el estratégico campo del software.

Sindominio también pretende coordinarse y cooperar a fondo con proyectos similares al nuestro, como es el caso de la ECN italiana, donde la relación y la implicación entre el proyecto telemático y las realidades que se coordinan en él es total y donde la cuestión de competir con otros servidores en servicios, tarifas, etc. es superflua porque no ofrecen conectividad: necesitamos que quien participe en sindominio no se convierta en un cliente o en un simple usuario a quien hay que dar un servicio a cambio de su dinero. Sindominio es un proyecto militante y debe sostenerse con aportaciones económicas, sin asalariad@s, liberad@s o personas que deban dedicarse a tiempo completo. Ello obliga a generar una cultura diferente, menos pasiva, en el uso de los ordenadores entre la gente que se mueve con criterios alternativos en otras cuestiones, romper con la idea de "dar servicios", dotar de elementos de juicio para situarse críticamente ante los usos banales, comerciales o despolitizados de Internet y aprender todo lo bueno de las comunidades virtuales y de su apuesta por la inteligencia colectiva.

Pero sobre todo sindominio sólo es viable e interesante si se utiliza como un recurso del movimiento antagonista. O sea, como herramienta de la comunicación alternativa y para la coordinación y cooperación de aquellos colectivos y personas que luchan por la autogestión y promueven la autonomía de lo social en los ámbitos más diversos.

¿En qué consiste sindominio?

Una máquina conectada las 24 horas del día a Internet, y visible por tanto desde cualquier lugar del mundo con acceso a la red de redes. La máquina alberga un dominio -sindominio.net-. Un dominio es una dirección fija en Internet representada por un nombre que cualquier máquina desde cualquier parte del mundo puede localizar, por ejemplo para enviar un correo electrónico o para solicitar ver el contenido de una página web. En concreto, el nombre de dominio se suele corresponder con la parte derecha de la arroba de una dirección de correo electrónico.

Sobre nuestra máquina GNU/Linux funcionan toda una serie de servicios: servidor de páginas web, servidor de correo electrónico, listas de correo, news (grupos de debate), buscadores, archivo y centro de documentación, mirrors (o sea, copias de servidores que protegen de secuestros y alivian el tráfico en la red)... No hay más límite que el de nuestro conocimiento, no hay más límite que el de nuestra imaginación y nuestras ganas de aprovechar esos recursos: quien participe en sindominio tendrá plena disponibilidad de la máquina, es decir, no existe la típica división estrictamente mercantil entre contenidos y servicios (y que se resume así: "cuelga tus informaciones, que nosotros te facturamos los servicios").

GNU/Linux permite una administración remota completa y hace del todo indiferente la localización física de la máquina, que puede ser administrada y gestionada desde varios lugares simultáneamente.

¿Cómo participar en el proyecto?

Si quieres informarte mejor o participar en ella, escríbenos a sd@sindominio.net

El modo "monetario" de apoyar a sindominio es con una aportación de 30 euros al año, aunque para empezar estaría bien que quien pueda ponga más dinero, independientemente del uso que piense hacer de la máquina en un primer momento. Este dinero sirve para afrontar dos gastos: el de la máquina y el del alquiler anual a un proveedor de una línea dedicada (entrada y salida a Internet) y el espacio físico donde poner la máquina (housing).

El número de cuenta es: 2100 2235 13 0200117895