No a la Guerra
:: Artículos

El Gobierno de Ibarretxe hace campaña por la paz mientras subvenciona a empresas vascas de armamento
Exportación de armas a EEUU, Israel e Iraq, Kalegorria nº20

MIENTRAS LA MAYORÍA DE LAS EMPRESAS ARMAMENTÍSTICAS DEL ESTADO ESPAÑOL TIENE SEDE EN EUSKAL HERRIA Y RECIBE SUBVENCIONES DEL GOBIERNO DE LAKUA, EL EJECUTIVO DE IBARRETXE (PNV, EA, IU) TRATA DE DISTANCIARSE DEL PAPEL DE AZNAR EN EL LIDERAZGO DE UN NUEVO GENOCIDIO CONTRA EL PUEBLO IRAQUÍ CON UNA CAMPAÑA PÚBLICA ANTE LA ONU EN LA QUE MUESTRA SU APARENTE RECHAZO A LA GUERRA. TRAS ESTA MANIOBRA SE OCULTAN ADEMÁS LAS OSCURAS CONEXIONES DE LAS AUTORIDADES DE LA CAV CON EL PODEROSO LOBBY JUDÍO DE LOS EEUU –VERDADERO INSTIGADOR DE LA ESCALADA BÉLICA CONTRA IRAQ–, MEDIANTE ACUERDOS ECONÓMICOS Y CULTURALES (EMISIÓN AL MERCADO ESTADOUNIDENSE DE 150 MILLONES DE DÓLARES DE DEUDA PÚBLICA VASCA, FRANQUICIA DEL MUSEO GUGGENHEIM PARA BILBO...) Y OPERACIONES FINANCIERAS QUE HAN PROPICIADO CONTRATOS MULTIMILLONARIOS ENTRE EMPRESAS AFINES AL PNV Y FIRMAS ESTADOUNIDENSES, ENTRE ELLAS LA PROPIA US NAVY.

Los criterios del Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo establecen que un Estado se considera militarizado cuando los gastos militares sobrepasan el 2% del Producto Interior Bruto. Durante 2002, el Estado español destinó 16.000 millones de euros, un 2,02% del PIB, en concepto de presupuesto para la guerra. Mientras tanto, el Partido Popular ha desatado una campaña a favor del intervencionismo a través de trípticos encartados en diversos medios de comunicación españoles. El panfleto, a color y de 12 páginas, lleva por título “Por la paz. Por nuestra seguridad”. El Gobierno de Lakua tampoco se ha quedado corto en gasto militar: más de un billón de pesetas entre 1996 y 2002. Obviando estos datos y en un hipócrita ejercicio de compen-sación, la página web oficial del Gobierno de la CAV puso en marcha en febrero una iniciativa de adhesiones a favor de la paz y en contra, supuestamente, de la guerra en Iraq. En la dirección www.bakea.euskadi.net se encuentra un texto de seis escuetas líneas dirigido a la ONU, en el que no se cita el conflicto de Iraq.

El Gobierno español y los medios de comunicación (controlados en gran parte por BBVA y SCH) han evitado tratar los temas relacionados con la industria de armas española, que ante el escenario de una nueva escalada bélica, desarrolla una intensa actividad y se prepara para hacer su agosto. Pero, volviendo a Euskal Herria, tampoco se han prodigado investigaciones en torno a las actividades de grupos industriales cpmo Mondragón Corporación Cooperativa (ligada al PNV y al Opus-Dei) y el clan de Neguri Delclaux-Zubiria (con intereses en las empresas armamentísticas Sener y Gamesa). Todos ellos poseen lucrativos negocios en sectores industriales utilizados para el desarrollo del sector armamentístico en países como Iraq, Israel, Estado español, EEUU e Irán. Éste último país fue relacionado por George Bush con el terrorismo internacional y con el llamado “Eje del Mal”.

Estados imperialistas regionales como Israel y el Estado español y los intervencionistas como EEUU comparten intereses en la construcción de aviones militares, bombas y armas que utilizarán en el ataque militar contra Iraq. Al mismo tiempo, Sadam Hussein compró equipos industriales a empresas vascas con los que en su día construyó, asesorado por firmas como Danobat, Trebelan, Expal, Zayer e International Technology of Intallanza (todas ellas con domicilio social en la CAV), cañones para misiles y armas nucleares y químicas. Otras empresas vascas como Astra, Star, Nueva Ecia y Trust Eibarrés han facturado cientos de millones de pesetas gracias a sus exportaciones de armas cortas al Ejército y la Policía iraquí, y a lucrativos negocios de contrabando de munición junto a agentes desestabilizadores anti castristas ligados a las actividades terroristas de la CIA.

PNV y PP, compañeros de armas
Cuando el Partido Nacionalista Vasco y el Partido Popular se unieron en 1999 para votar contra un estudio del sector de la industria vasca de armas, el parlamentario nacionalista Xabier Ormaetxea llegó a afirmar que “las armas en sí no matan, mata quien las usa”. Nunca una frase se ajustó tanto al trasfondo de las actividades de varias empresas con sede en la CAV. Cuando se trata de operaciones comerciales en el sector de las armas, el Ejecutivo español y el Gobierno de Lakua dejan de lado sus rencillas y se respaldan para exportar material bélico a aliados y “enemigos”.

El ejemplo más claro de cooperación entre el PNV y el Estado español en materia armamentística lo constituye Explosivos Alaveses (Expal), empresa con sede en Gasteiz fundada por la familia vasca Orbea y que fue adquirida por la sociedad pública estratégica española Unión Española de Explosivos, dependiente del grupo Ercros (propiedad de la multinacional petrolera kuwaití KIO). Posteriormente, el entonces ministro de Industria Joseph Piqué vendió Expal a la instrumental luxemburguesa Pallas Investments, en una operación que suscitó una gran polémica y que fue objeto de una investigación parlamentaria por comisiones ilegales.

Hasta el momento no han trascendido las medidas de seguridad laboral y los planes de riesgo que debe aplicar el Gobierno de la CAV para prevenir accidentes químicos en la factoría de Expal en Gasteiz, a pleno rendimiento estos días. Lakua no se está cuestionando el riesgo del transporte de estas armas químicas a las bases del Ejército estadounidense. Uno de los productos fabricados en Euskal Herria que interesan especialmente a la Secretaría de Defensa estadounidense son las bombas de penetración BPG-2000 y ER501 de Expal. Los aviones Mirage F1 y los Eurofighters ya han adquirido estos artículos de destrucción guiados por láser que, según los militares norteamericanos, mejorarán la eficacia de la munición empleada en los bombardeos con uranio empobrecido sobre la ex Yugoslavia.

Bombas para la base de Morón
Explosivos Alaveses ha recibido pedidos del Ministerio de Defensa español para facilitar proyectiles a los aviones B-52 estadounidenses destacados en la base de Morón con la intención de atacar Iraq. Este tipo de bombas desarrolladas por Expal se emplearon en el genocidio contra el pueblo kurdo contando con el asesoramiento técnico del alto mando de la US Navy Donald Rumself (actual secretario de Defensa de EEUU), por entonces asesor de Sadam Hussein en su guerra contra Irán. La complicidad del Gobierno español y del PNV en materia armamentística tenía su contraprestación hipócrita en el Parlamento vasco en febrero de 1999. En esta ocasión el Ejecutivo de Ibarretxe donaba cerca de 800 millones de pesetas a las autoridades kurdas en el exilio en concepto de subsidio por la catástrofe producida por bombas de Expal. La maniobra tenía como objetivo tratar de maquillar los nuevos contratos de Expal, exportaciones de armas químicas para el Gobierno turco.

Existe documentación que señala que ya en 1976 Expal exportó bombas a Iraq. A principios de los 80 la mercantil alavesa vendió material bélico a este mismo país por valor de 1.000 millones de pesetas. Pero otra empresa vasca, Gamesa, comenzó a despuntar en este negocio gracias a la venta de contenedores para el transporte de la iperita o gas mostaza, armas químicas fabricadas por Expal con destino a Iraq. Tras el accidente de un avión Boeing en la base militar de Getafe en 1985, varios grupos antimilitaristas destaparon que el aparato iba cargado de Napalm y gas mostaza de la fábrica de Expal en Gasteiz.

Otra firma con sede en Gasteiz, International Technology of Intallanza (IT), exportó a Iraq más de 5.500 toneladas de municiones y explosivos por valor de 5.100 millones de pesetas. En 1990 vendió a Iraq armamento que alcanzaba los 2.000 millones de pesetas, saltándose la legislación del momento y utilizando Jordania como país interpuesto. Actualmente la empresa vasca trabaja en el programa de Defensa de la OTAN en Europa. Pero IT y Expal no son las únicas empresas con sede en la CAV que exportan tecnología punta para el Ejército norteamericano y a su vez mantienen relaciones comerciales con Iraq en materia de equipamientos para desarrollar armas atómicas, químicas y misiles.

Gamesa y MCC trafican
Como hemos citado antes, Grupo Auxiliar Metalúrgico (Gamesa) había facilitado contenedores para el transporte de armas químicas a Iraq en 1984. Con la cobertura de ventas de equipamientos siderúrgicos, la firma getxotarra de aeronáutica fabrica vainas de proyectiles de artillería, granadas para morteros y componentes para vehículos militares. De hecho, el origen del despegue de esta empresa familiar controlada por Iberdrola, BBVA y el clan de oligarcas de Neguri (Bizkaia) Delclaux-Zubiria coincidió con la guerra Iraq-Irán, momento en el que Gamesa disparó su producción y comercialización de armamento a través de dos sociedades del grupo, Mecanusa y Tornusa.

Gamesa recibe importantes subvenciones del Ejecutivo vasco y está inmersa en un gran conflicto laboral debido a despidos masivos. Sin embargo esto no ha sido obstáculo para que participe en la construcción del carro de combate europeo Leopard, en el programa C-295 para CASA (Compañía Aeronáutica SA, propiedad del Ministerio de Defensa español) y en el desarrollo del helicóptero militar Sikorsky de la US Navy, entre otros. También es subcontratista de Industrias Aeronáuticas de Israel en la construcción de aviones y proveedor de la multinacional Embrear, grupo participado por firmas ligadas a la industria militar aeronáutica de EEUU, Corea del Sur e Israel. La Secretaría de Defensa israelí trabaja en la construcción de equipamientos para el Boeing 707 del Ejército español a cambio de tecnología española para aviones militares sin piloto israelíes (UAV) que están siendo utilizados para incursiones en Palestina. Para completar el círculo de negocios armamentísticos entre Israel y el Estado español, recientemente la empresa de seguridad Sinla, controlada por el Mossad (Servicio Secreto isarelí), ha sido la adjudicataria de los sistemas de seguridad y control de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Interior español.

El 19 de diciembre de 2002 el diario berlinés “Tageszeitung” publicaba parte del contenido de un informe iraquí de más de 12.000 páginas remitido a la ONU que contenía una larga lista de empresas extranjeras que habían vendido material para desarrollar misiles, armas atómicas y químicas en aquel país. Entre ellas cabe destacar la presencia del Ministerio de Defensa, Energía, Comercio y Agricultura de EEUU, además de los laboratorios de armas nucleares Lawrance Livermore, Los Álamos y Sandia en EEUU. El informe señalaba que firmas inglesas, francesas, chinas, rusas y alemanas habían comerciado con bacterias para la producción de armas biológicas.

Respecto a firmas del Estado español, el diario berlinés citaba a tres, todas ellas con sede en la CAV. Una es la gasteiztarra Trebelan, que en abril de 1990 embarcó dos remolques articulados con destino a Bagdad en un avión de transporte soviético (Antonov- 124). Los remolques, de 56 toneladas cada uno, fueron utilizados para el transporte de cañones “Manjón” y “Al-Fao” durante la Guerra del Golfo de 1991.

Subvenciones vascas a la guerra
Otro rotativo, en esta ocasión el diario británico “Financial Times”, llegó a asegurar que la firma vasca vendía material a Bagdad para la construcción de dos supercañones. Un año antes, en 1989, la empresa dedicada a la fabricación de estructuras metálicas recibió un pedido de 500 obuses por parte de Iraq. El Estado español aprobó el envío después de asegurar que los obuses no serían “adaptados para contener armas químicas”.

Trebelan, del grupo International Manufacturing Group (participado por el kuwaití KIO), había comerciado en Iraq con vainas de bombas por valor de 25 millones de pesetas y 500 vasos de munición artillera. En marzo de 1990 fue encontrado en Bruselas (Bélgica) el cadáver de un ingeniero involucrado en la fabricación de un supercañón con la ayuda de Trebelan.

Asimismo, la empresa Zayer, con sede también en Gasteiz, era señalada por el citado informe iraquí como proveedora de equipamientos nucle-ares para Iraq. La empresa vasca suministró 100 máquinas fresadoras y de centros mecanizados utilizados en la industria aeronáutica. Un 80% de sus exportaciones van dirigidas sobre todo a Irán y Corea del Sur. Allí compite con los hermanos Arceiz, industriales ligados a Unión del Pueblo Navarro (UPN) y propietarios de la fac-toría zaragozana de válvulas para centrales nucleares Walthon, con una fuerte implantación en Arabia Saudí y que ahora vive un grave conflicto laboral que ha provocado numerosos despidos. En 2000, Zayer volvió a ser relacionada con Iraq, cuando un ingeniero desertor del proyecto atómico de Hussein señaló a la empresa vasca como una de las fabricantes de maquinaria de alta tecnología utilizada por el Gobierno iraquí en su programa nuclear. Ese mismo año, la Consejería de Industria del Gobierno de Lakua subvencionó a Zayer con cerca de dos millones de pesetas para “actividades de investigación, desarrollo e innovación tecnológica en la comunidad autónoma”.

El informe iraquí publicado en parte por “Tageszeitung” también señalaba que Danobat, generosamente subvencionada por el Gobierno vasco, había vendido equipamientos con los que Hussein habría desarrollado misiles. La empresa del Grupo Mondragón (MCC) vendió máquinas a Iraq hasta el verano de 1990. Actualmente, MCC mantiene un agente comercial en Irán, un país acusado por George Bush de estar involucrado en los atentados del 11-S. De hecho, MCC tiene importantes intereses en Asia, hasta tal punto que el 12 de febrero de 2002 cuatro directivos de la firma Fagor, del grupo MCC, fallecieron en un accidente aéreo ocurrido al suroeste de Irán. Los fallecidos eran el director de calidad en Investigación y Desarrollo, un gestor de proyectos, el director comercial del área asiática y un empleado.

Contrabando de armas cortas
Durante la década de los 80 varias empresas vascas de armas cortas fueron seleccionadas para proveer con armas a Iraq, el entonces mejor aliado de EEUU contra Irán. Sin duda, el material exportado a Iraq por Esperanza y Cía (3.500 millones de pesetas en armas) constituyó un importante negocio para la buena marcha de la empresa, entonces administrada por el máximo mandatario del PNV en Gipuzkoa, el diputado general Eli Galdós. Para finales de los noventa, en medio de una gran recesión en la industria de armas en la CAV, Esperanza y Cía sufría una regulación de empleo que afectó al 75% de la plantilla, si bien a primeros de 1991 volvió a alcanzar pleno rendimiento gracias a un suministro de morteros de 81 milímetros para Arabia Saudí, tras la invasión de Kuwait por parte de Iraq.

Tras la debacle del sector vasco de armas cortas en la década de los 90 (fuertes restricciones en las ayudas multimillonarias del Gobierno de Lakua, quiebras técnicas en Astra de Gernika, Llama Gabilondo de Gasteiz y Star de Eibar) y debido a la mala imagen pública por exportaciones a países con embargo, las cooperativas de trabajadores y nuevos empresarios al frente de la industria de munición se vieron forzados a realizar operaciones de contrabando de armas.

La firma vasca Astra comenzó a ser investigada por tráfico de armas a mediados de los 90 tras destaparse una operación que involucraba a la compañía con un cargamento de armas cortas enviado a Nicaragua durante el Gobierno de Violeta Chamorro. Según las investigaciones militares del país sudamericano, el Ejército español había colaborado en una compra-venta que triangulaba el envío de armas cortas para la Policía nicaragüense a cambio de alijos de armamento de la guerrilla ocultos en Nicaragua y que Astra posteriormente vendería a grupos armados colombianos. Estas maniobras de contrabando localizadas en Sudamérica fueron objeto de investigaciones periodísticas que destaparon otros negocios entre Astra y las autoridades iraquíes.

El ultraderechista anti cubano ligado a la CIA Luis Posada Carriles, miembro de la Fundación Nacional Cubano Americana y reconocido autor de atentados mortales contra intereses cubanos, era el destinatario de otro cargamento que partió de la CAV y fue descubierto en El Salvador en marzo de 2001. La firma Trust Eibarrés había fletado un container con 380.000 cartuchos que oficialmente iban dirigidos a la Academia Nacional de Seguridad Pública de El Salvador y a Talleres Moldtrok, propiedad de un testaferro del ultra Luis Posada, Ramón Sanfeliú.

Repsol en alza
Por su parte, la multinacional Repsol espera que el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney (vinculado a la mercantil del crudo Halliburton y correa de transmisión del lobby pro israelí en el Gobierno de Bush), reparta las migajas del petróleo iraquí con Alberto Cortina, uno de los mejores clientes de la firma petrolera Marc Rich Co.

Ante el inminente saqueo de Iraq y la constitución de nuevos mercados, la posición de las compañías españolas, que cuentan con el aval del multimillonario judío, se está viendo afianzada. Por ejemplo, a medida que crece la tensión en Oriente Medio, el valor en Bolsa de Repsol aumenta considerablemente, superando en varios puntos los índices de crecimiento de las petroleras de EEUU.

El influyente lobby judío internacional extiende sus influencias en las áreas de guerra y está forzando a Bush y Aznar (finaciados y asesorados por el lobby sionista) para que apoyen la agenda bélica israelí en Oriente Medio. Los “halcones” pro israelíes han logrado que las autoridades norteamericanas bloqueen las iniciativas de la Unión Europea a favor de la mediación internacional, el Plan Mitchel (conversaciones de paz palestino-isarelíes en Camp David) y el envío de observadores internacionales a los territorios ocupados.

Otra compañía española, Iberdrola, pretende conseguir lucrativas concesiones para modernizar centrales eléctricas en Israel y a lo largo y ancho de toda Asia.


F U E N T E S:
Secretaría de Defensa de EEUU, Ministerio de Defensa español, Gobierno de Lakua, Boletín Ofiacial del País Vasco, Registro Mercantil de Bizkaia, Gasteizkoak Talde Antimilitarista, Euskal Etxeak, “Crónica de una seducción: el Museo Guggenheim de Bilbao” de Joseba Zulaika, “Tageszeitung”, “Washington Post”, “Ardi Beltza”, “Egin”, “Gara”, KALEGORRIA...