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Título artículo: Dos ciudades de Ecuador pararon para exigir medidas contra la violencia y abuso militar en la frontera con Colombia
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Las provincias ecuatorianas de Sucumbíos, fronteriza con Colombia, y Orellana retornaban el sábado a la normalidad tras suspenderse una huelga de tres días para exigir carreteras, electricidad y un plan de desarrollo y seguridad al gobierno nacional.
Luis Bermeo, prefecto de Sucumbíos, al noreste, en la selva, dijo que las actividades se restablecían paulatinamente en esa jurisdicción y en la vecina Orellana, a su vez limítrofe con Perú.
El ejercito del Ecuador como los de toda américa están yendo a Colombia ¿para qué será?
Añadió que las labores volvían a su estado natural una vez que el gobierno y un comité del paro en las petroleras Sucumbíos y Orellana firmaron un acuerdo la noche del viernes, mediante el cual el Ejecutivo se comprometió a atender las demandas de los huelguistas.
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Unos 124.000 habitantes de Sucumbíos y Orellana paralizaron todas las actividades desde el pasado miércoles para reclamar obras viales y eléctricas, además de planes de desarrollo y seguridad ante la violencia que se registra en el fronterizo territorio colombiano.
La mayores pérdidas del paro las sufrió el propio Estado ecuatoriano, pues los manifestantes ocuparon estaciones petroleras y provocaron una disminución de la explotación de crudo.
Según la empresa estatal hidrocarburífera Petroecuador, las pérdidas alcanzaron los 7,8 millones de dólares dejarse de explotar cerca de 390.000 barriles de energético sólo hasta las 06H00 locales (11H00 GMT) del viernes.