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Título artículo: El problema racial afroperuano - Artículo sobre el racismo contra la mujer negra en el Perú
Mensaje/Artículo:
"DICEN QUE ESTOY BRILLANTE..."
Por Mónica Carrillo
“Si así como caminas lo haces “, gritó un tipo desde su auto
mientras cruzaba la pista. “Me han dicho que las negras son buenas
para curar los riñones”, dijo otro creyendo halagarme con el cumplido.
“A las chicas de tu “color” no les queda el pantalón rojo,
se les ve muy escandalosas “ comentó una vendedora de ropa al ver que
me probaba una prenda roja. Es cierto que todas las mujeres estamos
expuestas a agresiones sexuales en lugares públicos, privados y
entornos
familiares. Pero además de esta carga, la mujer negra lleva sobre sus
hombros ( y su trasero) el mito de tener una hipersexualidad teñida de
exotismo en el sentido más primitivo de la palabra. Para las mujeres
afrodescendientes de las Américas la lucha contra el machismo ha sido
triplemente difícil por la larga historia de opresión que antes de
negar sus
derechos como mujeres, negó sus derechos como ser humano y además como
persona libre.
RESISTENCIA DE LAS MUJERES ESCLAVAS
Fernando Romero en su clasificación de afronegrismos dice que “el
vocablo negra tuvo siempre entre nosotros la acepción racial de
carácter
despectivo que fue muy común aunque se utilizó también en términos
afectivos...” Remontémonos al siglo XVII para entender el proceso que
vivieron las mujeres esclavas. Desde la pubertad muchas eran
prostituidas
y/o obligadas a tener relaciones sexuales con los patrones. Además
utilizadas como reproductoras de esclavos, es decir las “cruzaban
“ con un esclavo “semental “ sano y fuerte para tener mano
de obra de primer nivel y elevado precio.
Hubo varias formas de resistencias. Tradiciones orales que se conservan
hasta hoy en día, cuentan que algunas abortaban sin que en patrón se
diera
cuenta o se suicidaban en casos extremos de depresión. Estas drásticas
medidas eran para ellas la mejor demostración de amor a sus hijos
porque les
evitaban la condena y el sufrimiento de una vida esclava. Otro grupo
compró
la libertad de sus niño/as en una dramática lucha contra el tiempo.
Mientras
más años pasaran el precio de la criatura se elevaba y el dinero
juntado era
insuficiente. En otros países de América también hubo importantes
resistencias. Es el caso de la esclava brasileña Anastacia que vivió
durante
muchos años con una máscara en el rostro parecida a un bozal para
animales,
que sólo era retirada para comer. Su pecado: rechazó tener relaciones
sexuales con el hijo de su patrón. Las mujeres afroperuanas también han
sido
símbolo de lucha contra la opresión esclavista y el régimen patriarcal
generalizado en todas las clases sociales durante el siglo pasado. En
un
ensayo sobre la vida cotidiana urbana de los esclavos en 1800, Cristine
Hunefeld cuenta la historia de la familia Lasmanuelos que generación
tras
generación hizo denodados esfuerzo para comprar la libertad de sus
miembros.
“Las personas que ayudaron a Manuela en sus primeros contactos con la
ciudad fueron las mujeres, negras y esclavas, con diferentes niveles de
independencia relativa de sus amos. Los hombres están incorporados en
esta
ayuda como parte lejana” dice Cristine.
Es decir, quienes se involucraron en la lucha de Manuela y su esposo
Manuel
fue el sector menos diferenciado de la sociedad esclava: las mujeres.
La
decisión familiar sobre quién debía comprar primero su libertad
favoreció
mayormente a las mujeres. La razón: ellas podían mantener el vínculo
con el
esposo y los hijos si eran separadas del entorno, actitud que siempre
resultaba más difícil en los hombres.
REDESCUBRIR LAS FUENTES DE PODER
Resulta difícil hablar sobre identidad, entendida como el conjunto de
características específicas, comunes, que sirven como elemento
aglutinante
para que las personas encajen dentro de determinados grupos. El tema de
las
identidades étnicas interactúa estrechamente con las identidades
sexuales y
de género.
Para las mujeres afrodescendientes de las Américas trabajar sobre esto
ha
significado una triple tarea.
La discriminación por género está acompañada de la discriminación
racial y
la marginación que causa la pobreza. Creemos importante rescatar “lo
erótico como poder”, como dice la escritora Audre Lordre. Es necesario
convencerse de que lo erótico entendido como un recurso profundamente
femenino y espiritual significa la afirmación de una energía creativa
que
permite compartir el goce físico, emocional, espiritual o intelectual,
es
decir, es el disfrute de la vida misma. Esta característica es una
fuente de
poder conservada fuertemente por las mujeres negras de las Américas a
pesar
de los vejámenes sufridos. Ha sido vulgarizada, corrompida y satanizada
a lo
largo de los años por la sociedad, los medios de comunicación e incluso
confundida por las propias mujeres que no han descubierto su real
significado.
* El empoderamiento debe pasar entonces por redescubrir y revalorar
esta
arma que puede ser utilizada en nuestros discursos sobre identidad
femenina
e identidad negra. Será además un importante elemento para enfrentar
las
cotidianas agresiones sexuales a las que estamos expuestas en diversos
entornos. Cuando toquemos esa fuente llegará el día en que
mirándonos al
espejo digamos lo mismo que María teresa Ramírez, poeta dominicana,: “
Me dicen que estoy brillante. Habrá que ver lo que quieren decir”.
* “Para perpetuarse toda opresión debe distorsionar las fuentes
de poder en el interior de la cultura del oprimido”., Audre Lodre,
especial Fempress1995
tomado de INVASIÓN ACRATA #1