23 de abril
23 Apr 2020
Hoy 23 de abril. Día del libro, día de San Jorge, o San Jordi, o Saint George, y por ello día de Aragón, de Cataluña, de Inglaterra. También aniversario de la derrota de Villalar y por ello día de Castilla y León. Que desde entonces ya Castilla … desde un balcón en la cercanía empieza el verso cantado, “mil quinientos veintiuno, en abril para más señas”. Que pienso yo, forma rara de celebrar un levantamiento, conmemorando el día de la derrota.
Pero sigo pensando, y el día del levantamiento lo celebran en Castilla La Mancha, que es donde ocurrió, y para elegir un día que fuese distintivo de Castilla León tendría que ser algo que ocurrió en el territorio, y ese algo, pues fue lo de Villalar. Este año la celebración se limita a que el vecino ponga la canción una y otra vez, amenazando con cansar. A la tercera vez que la oigo ya estoy pensando en cómo nos hemos cansado del resistiré.
La canción la vengo oyendo desde mi niñez y desde entonces, ahora quizás ya no tanto por la costumbre, me ha puesto un poco los pelos de punta. Igual porque me acordaba de las lecciones de historia; la profesora nos contaba más que lo que ponía en el libro de texto. Por ejemplo que revueltas en la Edad Media hubo pocas y eso que las condiciones de vida eran aún peores que un par de siglos más tarde. Y luego nos añadió que una represalia común era cortarles las manos y los pies a los rebeldes vencidos. Para luego explicarnos, porque éramos niñas, que en aquella época alguien sin pies ni manos era solo una carga, alguien a quien alimentar, sin posibilidad de contribuir a la familia que tenía que mantenerlo.
Las penas ‘por rebelión’ son diferentes hoy en día. Te multan, y pagas, o la carga a la que hay que contribuir de por vida es el estado. Si recurres, o si te somete a proceso judicial el estado, tu vida se queda hipotecada mientras dure, porque no te puedes negar a acudir a las vistas a las que te citen y a ver en qué trabajo precario te guardan el puesto si faltas dos veces durante tu contrato. Si ganas pierdes solo esos años de tu vida; si pierdes has de pagar las costas del juicio con tus ganancias y bienes presentes y futuros.
“Desde entonces ya Castilla no se ha vuelto a levantar”. La primera vez que oímos esto mi hermana y yo ya habíamos adquirido nociones básicas de la “Historia de España”. Nos miramos y asentimos en silencio; ella movió los labios “es verdad”; la canción seguía.
A la profesora que nos contó lo de los pies y las manos no le preguntamos por qué no hubo más revueltas.