De la huelga salvaje a la autogestión revolucionaria, Ratgeb (1974)
Capítulo I
La sociedad de supervivencia
1. ¿Has sentido al menos una vez el deseo de llegar tarde al trabajo, o de abandonarlo antes
de hora?
En tal caso has entendido que:
- a) El tiempo de trabajo cuenta doble pues es tiempo perdido dos veces:
- como tiempo que sería más agradable emplear en el amor, en el ensueño, en los
placeres, en las pasiones; como tiempo del cual disponer libremente.
- como tiempo de desgaste físico y nervioso.
- b) El tiempo de trabajo absorbe la mayor parte de la vida, pues determina asimismo el tiempo
llamado "libre", el tiempo de dormir, de desplazamiento, de comida, de distracción. Afecta
también al conjunto de la vida cotidiana de cada cual y tiende a reducirla a una sucesión de
instantes y de lugares, que tienen en común la misma repetición vacía, la misma ausencia
creciente de vida auténtica.
- c) El tiempo de trabajo forzado es una mercancía. En todas partes donde hay mercancía hay
trabajo forzado, y casi todas las actividades se asemejan progresivamente al trabajo forzado:
producimos, consumimos, comemos, dormimos para un patrono, para un jefe, para el Estado,
para el sistema d ella mercancía generalizada.
- d) Trabajar m s es vivir menos.
En realidad, ya est luchando, conscientemente o no, por una sociedad que asegure a cada cual el
derecho a disponer por sí mismo del tiempo y del espacio; de construir cada día su vida como la
desea. (Ver III, 49).
2. ¿Has sentido al menos una vez el deseo de dejar de trabajar (sin hacer trabajar a los otros
por ti?)
En tal caso has entendido que:
- a) Aunque el trabajo forzado produjera únicamente bienes útiles como ropas, alimentos,
técnica, comodidad..., no por ello resultaría menos opresivo e inhumano pues:
- el trabajador seguiría desposeído de su producto y sometido a las mismas leyes de la
carrera tras el beneficio y el poder.
- el trabajador seguiría trabajando diez veces m s del tiempo necesario en una
organización atractiva de la creatividad para poner a la disposición de todos cien veces
m s de bienes.
- b) En el sistema mercantil, que domina por doquier, el trabajo forzado no tiene el objetivo,
como se nos pretende hacer creer, de producir bienes útiles y agradables para todos; tiene el
objetivo de producir unas mercancías. Independientemente de su empleo útil, inútil o
contaminante, las mercancías no tienen otra función que la de mantener el beneficio y el
poder de la clase dominante. En dicho sistema, todo el mundo trabaja por nada y cada día
adquiere mayor conciencia de ello.
- c) Al acumular y renovar las mercancías, el trabajo forzado aumenta el poder de los patronos,
de los burócratas, de los jefes, de los ideólogos. Se convierte así en un objeto repulsivo para
los trabajadores. Todo paro es una manera de volver a ser nosotros mismos y un desafío para
quienes nos lo impiden.
- d) El trabajo forzado produce únicamente mercancías. Toda mercancía es inseparable de la
mentira que la representa. Así pues, el trabajo forzado produce mentiras, produce un mundo
de falsas representaciones, un mundo al revés en el que la imagen sustituye a la realidad. En
este sistema espectacular y mercantil, el trabajo forzado produce sobre sí mismo dos mentiras
importantes:
- la primera es que el trabajo es útil y necesario, y que a todos nos interesa trabajar;
- la segunda mentira es hacer creer que los trabajadores son incapaces de emanciparse
del trabajo y de la condición asalariada, que no pueden edificar una sociedad
radicalmente nueva, basada en la creación colectiva y atractiva, y en la autogestión
generalizada.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que la conclusión
del trabajo forzado deje espacio a una creatividad colectiva regulada por los deseos de cada cual,
y a la distribución gratuita de los bienes necesarios para la construcción de la vida cotidiana. El
final del trabajo forzado significa el final del sistema en el que reinan el beneficio, el poder
jerarquizado, la mentira general. Significa el final del sistema espectacular-mercantil e inicia un
cambio global de todas las preocupaciones. La búsqueda de la armonía de las pasiones,
finalmente liberadas y reconocidas, suceder a la carrera tras el dinero y las migajas de poder.
(Ver III, 59 a 74.)
3. ¿Te ha sucedido sentir fuera del lugar de trabajo la misma repugnancia y el mismo
cansancio que en la fábrica?
En tal caso has entendido que:
- a) La fábrica está en todas partes. Es la mañana, el tren, el coche, el paisaje destruido, la
máquina, los jefes, la casa, los diarios, la familia, el sindicato, la calle, las compras, las
imágenes, la paga, la televisión, el lenguaje, las vacaciones, la escuela, los trabajos caseros, el
aburrimiento, la cárcel, el hospital, la noche. Es el tiempo y el espacio de la supervivencia
cotidiana. Es la costumbre de los gestos repetidos, de las pasiones rechazadas y vividas por
delegación, por imágenes interpuestas.
- b) Toda actividad reducida a la supervivencia es un trabajo forzado; todo trabajo forzado
transforma el producto y el productor en objeto de supervivencia, en mercancía.
- c) El rechazo de la fábrica universal está en todas partes puesto que el sabotaje y la
desviación se extienden por doquier en los proletarios y les permiten seguir sintiendo placer
en pasear, en hacer el amor, en encontrarse, en charlar, en beber, en comer, en soñar, en
preparar la revolución de la vida cotidiana sin descuidar lo más mínimo los placeres que
todavía no están totalmente alienados.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que las pasiones lo
sean todo, el aburrimiento y el trabajo nada. Sobrevivir nos ha impedido hasta ahora vivir; ahora
se trata de poner el mundo al revés; de apoyarse en los momentos auténticos, condenados a la
clandestinidad y a la falsificación en el sistema espectacular-mercantil: los momentos de dicha
real, de placer sin reservas, de pasión. (Ver III, 47 a 58.)
4. ¿Ya has tenido la intención de servirte de tu máquina para fabricar un objeto que puedas
utilizar fuera de la fábrica?
En tal caso has entendido que:
- a) La máquina produce unos efectos opuestos según que sea utilizada en beneficio de un
patrón o del Estado, o según que sea utilizada por el trabajador para su beneficio inmediato.
- b) El principio de la desviación consiste en dirigir contra el enemigo las técnicas y las armas
que utilizan contra nosotros.
- c) Lo contrario del trabajo forzado es la creación individual y colectiva. Los proletarios
aspiran a crear sus propias condiciones de vida para dejar de ser proletarios. A excepción de
unos pocos momentos revolucionarios, esta creatividad ha permanecido hasta ahora
clandestina (uso de las máquinas, bricolage, experimentación, búsqueda de pasiones y de
sensaciones nuevas).
- d) La pasión de la creatividad quiere ser total. Como destrucción del sistema mercantil y
como construcción de la vida cotidiana, es la pasión que contiene a todas las demás. La
desviación de las técnicas en favor de la creación hecha por todos es, por consiguiente, la
única manera de acabar con el trabajo y las separaciones que crea por doquier
(manual-intelectual, trabajo-ocio, teoría-práctica, individuo-sociedad, ser-aparentar...)
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que los almacenes,
los centros de distribución, las fábricas, las técnicas pertenezcan a las asambleas de huelga, y
después al conjunto de individuos agrupados en asambleas de autogestión. (Ver III, 1 a 20)
5. ¿Te ha sucedido el sabotear voluntariamente unas piezas en fabricación o ya almacenadas?
En caso afirmativo has entendido que:
- a) La lucha de los obreros contra la mercancía es el auténtico punto de partida de la
revolución. Evidencia claramente cómo el placer de ser uno mismo y de gozar de todo pasa
por el placer de destruir de manera total lo que nos destruye cada día.
- b) La mercancía es el corazón de un mundo sin corazón; es la fuerza y la debilidad del poder
jerarquizado, del Estado y de su burocracia. La libertad y la felicidad individuales de todos no
sólo exigen que se le asesten golpes sino fundamentalmente su aniquilación definitiva y total
(por ejemplo, el mero sabotaje de las mercancías no basta puesto que el deterioro prematuro
de los productos lanzados al mercado ayuda a fin de cuentas al capitalismo privado y al
capitalismo de Estado - URSS, Cuba, China...- a acelerar la renovación de las compras y la
renovación de las ideologías; mejora de este modo la acumulación de la mercancía y la
acumulación de sus representaciones y de las actitudes sociales que impone).
- c) En la medida en que el sabotaje es una manera de atrabancar el trabajo, tiene el valor de
ahorrar energía y de estimular a dejar de trabajar.
- d) Por insuficiente que sea, el sabotaje de los productos acabados es una reacción sana.
Traduce el desprecio del obrero por la mercancía y por el rol de obrero, es decir, por la
actitud que acompaña las ideas de trabajo necesario, de trabajo bien hecho y demás
estupideces, que la sociedad dominante le impone.
- e) El rechazo del rol del obrero corre paralelo con el rechazo del trabajo y de la mercancía.
Tiene todas las posibilidades de extenderse al rechazo de todos los roles, de todos los
comportamientos que nos llevan a actuar no en función de nuestros deseos y nuestras
pasiones sino en función de imágenes, buenas o malas, que nos son impuestas y que son la
mentira a través de la cual se presenta la mercancía. Calcula lo que queda de ti cuando
acumulas durante el día los roles de padre de familia, de esposo, de obrero, de automovilista,
de militante, de telespectador, de consumidor...
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que las
separaciones desaparecen a medida que desaparece el trabajo; en la que cada uno de nosotros
pueda ser al fin totalmente auténtico porque deja de producir la mercancía y su mentira (el
mundo al revés en el que los reflejos son más importantes que lo auténtico). (Ver III, 69, 90).
6. Mientras saboreas la producción, ¿sientes el deseo de divertirte en sabotear las redes
represivas (aparato burocrático, policía, mandos intermedios, información, urbanismo?
En tal caso, has entendido que:
- a) El sistema mercantil está perfectamente dotado para recuperar en su propio provecho el
sabotaje parcial de la mercancía. El sabotaje limitado al sabotaje de los productos no destruye
el sistema mercantil pues la mala cantidad obtenida se limita a aumentar el deterioro
prematuro ya previsto por los patronos para provocar la renovación acelerada de las compras.
Además, el sabotaje, como acto terrorista, renueva el stock de imágenes del espectáculo
aportando a él las indispensables imágenes negativas (el odioso-saboteador, el
horrible-incendiario-de almacenes...).
- b) Lo que permite la transformación de un producto en mercancía y la extensión del proceso
mercantil a todas las actividades sociales, es el trabajo forzado y las fuerzas que lo protegen,
y lo mantienen: el Estado, los sindicatos, los partidos, la burocracia, el espectáculo, es decir,
el conjunto de las representaciones al servicio de la mercancía y mercancías ellas mismas
(ideologías, cultura, roles, lenguaje dominante).
- c) La destrucción de la mercancía por la liquidación del trabajo forzado es inseparable, por
tanto, de la liquidación del Estado, de la jerarquía, de la obligación, de la incitación al
sacrificio, de la mentira y de quienes organizan el sistema de la mercancía generalizada. Si no
ataca al mismo tiempo la producción de la mercancía y lo que la protege, el sabotaje no pasa
de parcial e inoperante; se convierte en terrorismo, que es la desesperación de la revolución y
la fatalidad autodestructora de la sociedad de la supervivencia.
- d) Todo lo que no puede ser desviado en favor de los revolucionarios debe ser destruido por
el sabotaje. Todo lo que dificulta la desviación debe ser destruido.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que el Estado y
cualquier forma de poder jerarquizado habrán desaparecido, sustituidos por unas asambleas de
autogestión que dispondrán de las fuerzas productivas y de los bienes a distribuir gratuitamente,
y que acabarán con todo peligro de reconstruir el sistema mercantil. (Ver III, 27 a 39)
7. ¿Ya has sentido el deseo de dejar de leer periódicos y de romper tu televisor?
En tal caso, has entendido que:
- a) Los diarios, la radio, la televisión son los vehículos más groseros de la mentira. No
solamente nos alejan de los auténticos problemas - del "¿cómo vivir mejor?" que se plantea
concretamente cada día -, sino que además nos empujan a identificarnos con unas imágenes
prefabricadas, a situarnos de manera abstracta en el lugar de un jefe de Estado, de una
vedette, de un asesino, de una víctima, en suma, a reaccionar como si fuéramos otro. Las
imágenes que nos dominan es el triunfo de lo que no somos y de lo que nos expulsa de
nosotros mismos; de lo que nos convierte en objetos a clasificar, etiquetar, jerarquizar, según
el sistema d ella mercancía generalizada.
- b) Existe un lenguaje al servicio del poder jerarquizado. No está solamente en la información,
la publicidad, las ideas preconcebidas, las costumbres, los gestos condicionados sino también
en todo lenguaje que no prepare la revolución de la vida cotidiana, en todo lenguaje que no
esté al servicio de nuestros placeres.
- c) El sistema mercantil impone sus representaciones, sus imágenes, su sentido, su lenguaje
cada vez que se trabaja para él, es decir, la mayor parte del tiempo. Este conjunto de ideas, de
imágenes, de identificaciones, de conductas determinadas por la necesidad de acumulación y
de renovación de la mercancía constituye el ESPECTÁCULO en el que cada uno de nosotros
desempeña el papel de lo que no vive realmente y vive falsamente lo que no es. Ello se debe a
que el rol es una mercancía viviente y la supervivencia un malestar interminable.
- d) El espectáculo (ideologías, cultura, arte, roles, imágenes, representaciones,
palabras-mercancías) es el conjunto de las conductas sociales por las que los hombres entran
en sistema mercantil, participan en él en contra de sí mismos convirtiéndose en objetos de
supervivencia - mercancías -, renunciando al placer de vivir realmente para sí mismos y de
construir libremente su vida cotidiana.
- e) Sobrevivimos en un conjunto de imágenes a las que nos sentimos obligados a
identificarnos. Cada vez actuamos menos por nosotros mismos y cada vez más en función de
abstracciones que nos dirigen según las leyes del sistema mercantil (beneficio y poder).
- f) Carece de gran importancia que los roles o las ideologías puedan ser favorables u hostiles
al sistema dominante puesto que permanecen dentro del espectáculo, del sistema dominante.
Sólo lo que destruye la mercancía y su espectáculo es revolucionario.
En realidad, ya está harto de la mentira organizada, de la realidad al revés, de las muecas que
imitan la vida auténtica y acaban de empobrecerla. Ya estás luchando, conscientemente o no,
por una sociedad en la que el derecho de comunicación real pertenezca a todos, en la que cada
uno de nosotros pueda dar a conocer lo que le interesa gracias a la libre disposición de las
técnicas (imprentas, telecomunicaciones), en la que la construcción de una vida apasionante
liquide la necesidad de desempeñar un rol y de conceder más importancia a la apariencia que a
la auténtica vida. (Ver III, 40 a 46.)
8. ¿Te sucede que sientas la desagradable sensación de que al margen de escasos momentos
no te perteneces y te conviertes en extraño a ti mismo?
En tal caso, has entendido que:
- a) A través de cada uno de nuestros gestos - mecanizados, repetidos, separados entre sí - el
tiempo se desmigaja y, pedazo a pedazo, nos saca de nosotros mismos. Y estos tiempos
muertos se reproducen y se acumulan al trabajar y al hacernos trabajar para la reproducción y
la acumulación de mercancías.
- b) En la actualidad, el envejecimiento no es otra cosa que el aumento de los tiempos muertos,
del tiempo en que la vida se pierde. Es por dicho motivo que ya no hay jóvenes ni viejos sino
unos individuos más o menos vivos. Nuestros enemigos son quienes creen y hacen creer que
el cambio global es imposible, son los muertos que nos gobiernan y los muertos que se dejan
gobernar.
- c) Trabajamos, comemos, leemos, dormimos, consumimos, tomamos vacaciones, absorbemos
cultura, recibimos cuidados, y de este modo sobrevivimos como plantas de interior.
Sobrevivimos contra todo lo que nos incita a vivir. Sobrevivimos para un sistema totalitario e
inhumano - una religión de cosas y de imágenes - que nos recupera prácticamente en toda
ocasión y lugar para aumentar los beneficios y los poderes desmigajados de la clase
burocrático-burguesa.
- d) Nos limitaríamos a ser lo que permite el sistema mercantil si en ocasiones no volviéramos
a ser bruscamente nosotros mismos, si no nos sintiéramos invadidos del deseo de vivir
apasionadamente. En lugar de ser vividos por delegación, por imágenes interpuestas, los
momentos auténticamente vividos y el placer sin reservas, aliados al rechazo de lo que lo
obstaculiza o lo falsifica, son otros tantos golpes asestados al sistema espectacular-mercantil.
Basta con darles mayor coherencia para extenderlos, multiplicarlos y reforzarlos.
- e) Al crear apasionadamente las condiciones favorables al desarrollo de las pasiones,
queremos destruir lo que nos destruye. La revolución es la pasión que permite todas las
demás. Pasión sin revolución sólo es ruina del placer.
En realidad, ya estás harto de moverte entre tiempos muertos y obligaciones. Y ya estás
luchando, conscientemente o no, por una sociedad cuya base ya no será la carrera tras el
beneficio y el poder sino la búsqueda y la armonización de las pasiones a vivir (ver III, 75 a 92).
9. ¿Ya has sentido el deseo de prender fuego a una fábrica de distribución (supermercado,
gran almacén, depósito)?
En tal caso, has entendido que:
- a) La auténtica contaminación es la contaminación por la mercancía universalizada,
extendida a todos los aspectos de la vida. Cada mercancía expuesta en un supermercado es el
cínico elogio de la opresión salarial, de la mentira que hace vender, del intercambio, del jefe
y del policía que sirven para protegerlas.
- b) La exposición de las mercancías es un momento de la supervivencia y la glorificación de
su miseria: elogio de la vida perdida en horas de trabajo forzado; de los sacrificios
consentidos para comprar mierda (alimentos adulterados, gadgets, coches-ataúdes, jaulas
habitables, objetos concebidos para descuajaringarse...); de las inhibiciones; de los
placeres-angustia; de las imágenes grotescas propuestas a cambio de una ausencia de vida
auténtica y compradas a modo de compensación.
- c) El incendio de un gran almacén sólo es un acto terrorista. En efecto, puesto que la
mercancía está concebida para destruirse por sí misma y ser sustituida, el incendio no
destruye el sistema mercantil sino que participa en él añadiéndole un exceso de brutalidad.
Ahora bien, no se trata de que la mercancía nos destruya destruyéndose a sí misma. Es
preciso destruirla totalmente para construir la autogestión generalizada.
En realidad, ya estás harto de los decorados del tedio y del voyeurisme; de un mundo en el que lo
que se ve impide vivir y en el que lo que impide vivir se presenta como caricatura abstracta de la
vida. Y ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que el final de la
mercancía reside en la libre disposición de los productos creados por el final del trabajo forzado.
Contra el trabajo que impide la abundancia y produce únicamente su reflejo falaz, queremos la
abundancia que invita a la creatividad y a las pasiones.
10. ¿Ya has sentido el deseo de llevarte de la fábrica o del almacén tal o cual objeto, por el
simple motivo de que has participado en su producción o por el motivo, aún mejor, de que lo
necesitas o lo deseas?
En tal caso, has entendido que:
- a) Recuperar el propio bien no es robar. Los únicos ladrones son los servidores del sistema
mercantil y los ejecutivos del Estado: patronos, burócratas, policías, magistrados, sociólogos,
urbanistas, ideólogos. Y como tardamos en condenarles prácticamente a la desaparición
siguen atreviéndose a condenar legalmente a un obrero que se apodera en una fábrica o en un
almacén de algo que necesita.
- b) Un producto industrial o agrícola sólo tiene interés si sirve libremente a las satisfacciones
de cada uno de nosotros. Es un crimen contra el derechos al goce convertirlo en mercancía,
en elemento de intercambio y de espectáculo.
- c) La condición necesaria para que un objeto sustraído al sistema mercantil no vuelva a él es,
evidentemente, que no sea revendido, ni apropiado a título privado, ni intercambiado por una
cantidad de dinero o de poder (robar para jugar al jefe de banda, para desempeñar un rol,
sigue siendo reproducir el proceso espectacular-mercantil, esté o no tolerado por el estado).
- d) La condición para que un objeto, o una actitud, no sea recuperada por el sistema mercantil
es emplearlo contra él, dirigirlo contra la mercancía entendida en su propio movimiento (el
movimiento que transforma un producto en mercancía corre del objeto concreto a su
representación abstracta, y su representación abstracta aparece a su vez concretada en
diversos condicionamientos de actitudes sociales - los roles).
- e) La destrucción completa de la mercancía sólo puede conseguirse mediante la desviación
colectiva de los bienes industriales y agrícolas en favor de la autogestión generalizada y por la
autogestión generalizada.
En realidad, estás harto de someterte al dinero y a los roles para obtener a cambio los bienes
necesarios para una apariencia de vida. Ya estás luchando, conscientemente o no, por una
sociedad en la que la gratuidad y el don sean las únicas relaciones sociales posibles (Ver III, 54,
55, 56).
11. ¿Ya has participado en el saqueo de una fábrica de distribución (supermercado, grandes
almacenes, discount)?
En tal caso, has entendido que:
- a) La recuperación individual de los bienes robados por el estado y por la patronal recae en el
sistema mercantil si no se transforma en una acción colectiva y en una liquidación total del
sistema (por simpático que resulte el gesto, no basta con retomar los bienes, es necesario
retomar también el tiempo y el espacio robados).
- b) El saqueo es una reacción normal a la provocación mercantil (recuerda las inscripciones
"oferta gratuita", "libre-servicio", etc.). Al igual que el incendio llamado criminal, no es más
que uno de los avatares del sistema. De la misma manera que el sistema mercantil se aviene a
un cierto porcentaje de hurtos en los grandes almacenes y las fábricas, también se avendrá a
un cierto porcentaje de saqueos, y calculará su autorregulación en función de estos
"accidentes" previsibles y programables. El hecho es tan evidente que un representante de la
ley, el juez Kinnard, juez único del tribunal correccional de Lieja se negó, el 12 de septiembre
de 1973, a castigar penalmente unos hurtos en grandes almacenes, con los notables
considerandos siguientes: "Los hurtos en los almacenes organizados en libre-servicio son la
consecuencia ineluctable y, por añadidura, prevista en las cargas de explotación de este tipo
de comercio en el que la publicidad escandalosa y las múltiples tentaciones científicamente
exhibidas constituyen para los consumidores una provocación a comprar muy superior bien a
sus necesidades bien a sus posibilidades adquisitivas. Dichos hurtos no denotan generalmente
en la mente de su autor una mentalidad o una actitud digna de ser sancionada penalmente".
Sentencia que, sin duda, creará jurisprudencia..
- c) Si, en el saqueo, cada cual se apropia los bienes como si fueran su propiedad privada, la
mercancía reaparece y el sistema se renueva (en tal caso, es mejor destruirlo todo: al menos
se asegura la desaparición de un 90 % de mierdas).
- d) Sin la conciencia de la autogestión generalizada, el saqueo no es, en el mejor de los casos,
más que un modo de distribución incoherente. Es un acto separado de las condiciones
revolucionarias en las que la colectividad, que crea los bienes, los distribuye directamente a
sus miembros. A partir de ahí, y al desembocar en la escasez y en la falta de productos útiles,
corre el peligro de engendrar la confusión en las mentes y de provocar un retorno a los
mecanismos de la distribución mercantil.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que la producción
no asalariada y la distribución gratuita de los bienes estén facilitadas por la supresión d ella
propiedad y el reagrupamiento de los productores en asambleas de autogestión. Ahí es donde la
voluntad de cada cual se manifiesta por la voz de los delegados controlados y revocables a cada
instante. Estos delegados establecen el balance de los bienes disponibles y armonizan las ofertas
de creación productivas y las demandas individuales, de manera que la abundancia se instale de
manera progresiva e irreversible (Ver III, 1 a 10).
12. Llegado el caso, ¿tienes la intención de partirle la cara a tu jefe o cualquiera que te trata
de subordinado?
En caso afirmativo, has entendido que:
- a) Convertirse en jefe es dejar de ser humano. El jefe es el embalador, y el embalaje de la
mercancía. Fuera del sistema mercantil carece de uso. Al igual que las mercancías, se
reproduce y se acumula; se mide en cantidad de poder, de arriba a abajo de la jerarquía. Y su
poder procede del poder que el espectáculo ejerce como voluntad económica y como
representación social en la mayor parte de la vida cotidiana.
- b) Cuanto más se desmigaja y extiende por todas partes el poder, más se refuerza y debilita.
Cuanto más jefes hay, más impotentes son. Cuanto más impotentes son, más gira en el vacío
la máquina burocrática, más impone a todos la apariencia de su omnipotencia, y más
aprenden las personas a rechazar globalmente la servidumbre.
- c) En todas partes donde hay autoridad, hay sacrificio, y viceversa. El jefe y el militante son
el mismo escollo de la revolución, el punto en el que se invierte y se convierte en lo contrario
de la emancipación.
- d) El acto terrorista que consiste en liquidar, codo contra codo, del mismo tiro, burócrata y
patrono no modifica en nada las estructuras y no hace más que acelerar la renovación de los
cuadros dirigentes. Para liquidar el Estado y las organizaciones jerarquizadas, que tarde o
temprano lo reproducirán, hay que aniquilar el sistema mercantil.
- e) El Estado es el regulador, el centro nervioso y la red protectora de la mercancía. Se
esfuerza en equilibrar las contradicciones económicas, en ordenar políticamente el trabajo
social en derechos y deberes del ciudadano, en organizar el bombo ideológico y los
mecanismos represivos que transforman a cada individuo en servidor del sistema mercantil.
- f) La colusión del Estado y de la mercancía puede apreciarse a primera vista por la rapidez de
intervención de la policía (y de las milicias patronales y sindicales) tan pronto como estalla
una huelga salvaje.
En realidad, ya estás luchando por una sociedad sin obligaciones ni sacrificios, en la que cada
cual sea su propio amo, y viva en tales condiciones que jamás tenga que tratar a otro hombre
como esclavo; una sociedad sin clases, en la que el poder delegado a los consejos se ejerza bajo
la mirada permanente y por la voluntad de cada individuo en concreto. (Ver III, 28, 29).
13. ¿Te alegras de pensar que llegará un día en que se podrá tratar como seres humanos a los
policías que no haya sido necesario eliminar de antemano?
En tal caso, has entendido que:
- a) El policía es el perro guardián del sistema mercantil. Allí donde la mentira de la mercancía
no basta para imponer el orden, surge el policía cubierto con un casco del muslo de la clase o
de la casta burocrática dominantes.
- b) Sin hablar del desprecio que siente hacia sí mismo, el policía es despreciado como asesino
a sueldo, como lacayo de todos los regímenes, como esclavo profesional, como mercancía de
represión, como cláusula represiva del contrato económico-social impuesto por el estado a los
ciudadanos.
- c) En todas partes donde hay Estado, hay policía. En todas partes donde hay policías -
comenzando por el servicio de orden de las manifestaciones contestatarias - está el Estado o
sus inicios.
- d) Toda jerarquía es policíaca.
- e) Matar a un policía es un pasatiempo para candidatos al suicidio. Sólo debe hacerse en la
autodefensa, en el movimiento general de liquidación de todo poder jerárquico.
- f) La felicidad sólo es posible allí donde el estado ha dejado de existir; donde ninguna
condición de jerarquización prepara su regreso.
En realidad, estás harto del control y d ella opresión, del policía que te recuerda que no eres nada
y que el estado lo es todo, del sistema que crea las condiciones del crimen ilegal y legaliza el
crimen de los magistrados que lo reprimen. Ya estás luchando por una armonización de los
intereses personales (por la desaparición de los intereses económicos y espectaculares) y por la
organización de las relaciones entre individuos mediante la abundancia de los encuentros y la
libre difusión de los deseos (Ver III, 11 a 18).
14. ¿Ya has sentido el deseo de estampar la hoja de salario en la cabeza del cajero?
En tal caso, has entendido que:
- a) La condición asalariada reduce al individuo a un volumen de negocios. Desde el punto de
vista capitalista, el asalariado no es un hombre, sino un índice en el coste de producción y una
cierta tasa de compra en el consumo.
- b) La condición asalariada es la base de la explotación global de manera tan clara como el
trabajo alienado y la producción de mercancías son la base del sistema
espectacular-mercantil. Mejorarla equivale a mejorar la explotación del proletariado por la
clase burocrático-burguesa. Sólo cabe suprimirla.
- c) La condición asalariada exige el sacrificio de más de ocho horas de vida por ocho horas de
trabajo, a cambio de una cantidad de dinero que sólo cubre una minúscula parte del trabajo
ofrecido, constituyendo el resto el beneficio del patrono. Y esta cantidad debe ser
intercambiada a su vez por productos contaminados y adulterados, por electrodomésticos
pagados diez veces su precio, por gadgets alienantes (el coche que permite trabajar,
consumir, contaminar, destruir el paisaje, ganar tiempo vacío y matarse); sin contar los
tributos al Estado, a los especialistas, a las rackets sindicales..
- d) Es falso creer que las reivindicaciones salariales pueden poner en peligro el capitalismo
privado o de Estado: la patronal sólo concede a los obreros el aumento que necesitan los
sindicatos para demostrar que sigues sirviendo de algo; y los sindicatos sólo exigen de la
patronal (que dispone, además, del aumento de los precios en el consumo) unas cantidades
que no pongan en peligro un sistema del que son los beneficiarios secundarios.
En realidad, estás harto de vivir la mayor parte de tu tiempo en función del dinero, de estar
reducido a la dictadura de lo económico, de sobrevivir sin tener el tiempo necesario para vivir
apasionadamente. Ya estás luchando, conscientemente o no, por una distribución de los bienes
útiles que ya no deba nada a la carrera tras el beneficio y que responda a las necesidades reales
de las personas (Ver III, 31, 34, 35, 40, 51, 52).
15. ¿Has escupido sobre un cura que pasa? ¿Has tenido ganas de prender fuego a una iglesia,
un templo, una mezquita, una sinagoga?
En caso afirmativo, has entendido que:
- a) La religión es el opio de la criatura oprimida.
- b) Toda religión invoca el sacrificio, todo lo que invoca el sacrificio es religioso (los
militantes, por ejemplo).
- c) La religión es el modelo universal de la mentira, la inversión de lo real en favor de un
mundo mítico, que, una vez desacralizado, se convertirá en el espectáculo de la vida
cotidiana.
- d) El sistema mercantil desacraliza; destruye el espíritu religioso y ridiculiza sus gadgets
(papa, corán, biblia, crucifijo...) pero, al mismo tiempo, lo conserva como una incitación
permanente a preferir la apariencia a lo real, el sufrimiento al placer, el espectáculo a lo
vivido, la sumisión a la libertad, el sistema dominante a las pasiones. El espectáculo es la
religión nueva y la cultura es su espíritu crítico.
- e) Los símbolos religiosos demuestran la permanencia del desprecio que los regímenes
jerárquicos de todos los tiempos han sentido por los hombres. Por tomar únicamente un
ejemplo, Cristo...
En primera fila de las sucursales de productos divinos, las Iglesias cristianas han adoptado bajo
la presión del proceso mercantil una exhibición contorsionista que sólo concluirá con la
desaparición total de la marca de fábrica publicitaria, el camaleón Jesús. Hijo de Dios, hijo de
puta, hijo de virgen, fabricante de milagros y de panecillos, pederasta y puritano, militante y
miembro del servicio de orden, acusador y acusado, peón y astronauta, no hay ningún papel que
no esté al alcance del sorprendente títere. Se le ha visto de mercader de desgracias, de viajante
de gracias, de sans-culotte, de socialista, de fascista, de antifascista, de staliniano, de barbudo,
de reichiano, de anarquista. Ha estado bajo todas las enseñas, bajo todas las banderas, con todos
los autodesprecios, a ambos lados del juego, junto a la mayoría de las ejecuciones capitales,
donde aguanta tanto la mano del verdugo como la del condenado. Tiene su lugar en las
comisarías, las cárceles, las escuelas, los burdeles, los cuarteles, los grandes almacenes, las áreas
guerrilleras. Ha servido de pendiente, de poste indicador, de espantapájaros para mantener a los
muertos en paz y a los vivos de rodillas, de tortura y de régimen adelgazador; servirá de
consolador cuando los mercaderes de santos prepucios hayan rehabilitado comercialmente el
pecado. Pobre Mahoma, pobre Buda, pobre Confucio, tristes representantes de firmas
competidoras y sin imaginación ni dinamismo, Jesús vence en todos los frentes. Jesucristo
super-droga y super-star: todas las imágenes del vendido a dios en promoción-venta de dios.
La piel del testículo del abuelo anónimo pinchada por tres alfileres y montada en amuleto es el
símbolo más perfecto del hombre como mercancía universal.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que habrá
desaparecido la organización del sufrimiento y de sus compensaciones, en la que al ser cada cual
su propio dueño la idea de dios carecerá de sentido, en la que sobre todo los problemas de la
vida auténtica y de las pasiones a satisfacer dominarán definitivamente sobre los problemas de la
vida al revés y de las pasiones a rechazar (Ver III, 75 a 92).
16. ¿Estás horrorizado por la destrucción sistemática del campo y del paisaje urbano?
En tal caso, entiendes que:
- a) El urbanismo es la apropiación del territorio por el sistema mercantil y sus policías.
- b) La miseria del decorado espectacular es el decorado de la miseria general.
- c) Urbanista = sociólogo = ideólogo = policía.
- d) Para el sistema dominante, ya no hay paisaje, ni naturaleza, ni calle para pasear sino
rentabilidad del metro cuadrado; plusvalía del prestigio para el mantenimiento de un marco
de verde, de árboles o de rocas; expulsiones y reagrupaciones jerarquizadas de la población;
rastreos policiales de los barrios populares; hábitat estudiado para obligar al aburrimiento y la
pasividad.
- e) El poder ya no intenta ni siquiera disimular el hecho de que la ordenación del territorio
está principal y directamente concebida en función de una próxima guerra civil; las carreteras
están reforzadas en previsión del paso de los tanques; las torres y los conjuntos recientemente
construidos abrigan unas cámaras que transmiten a la jefatura de policía, a lo largo de
veinticuatro horas del día, una visión panorámica de las calles; en los edificios modernos,
están previstas unas "cámaras de tiro" para uso de los tiradores de élite de la policía.
- f) La mirada que el sistema dominante dirige sobre todo convierte todo en mercancía. La
ideología es el ojo artificial del poder, el que permite ver en vida lo que ya está muerto, lo
que ya está convertido en mercancía.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que tu voluntad de
escapar al urbanismo y a las ideologías se traducirá por la libertad de organizar de acuerdo con
tus pasiones el espacio y el tiempo de tu vida cotidiana, de construir tus propios lugares de
habitación, de practicar el nomadismo, de hacer las ciudades apasionantes y lúdicas. (Ver III, 93
a 98).
17. ¿Sientes el deseo de hacer el amor - no por rutina sino apasionadamente - con tu pareja,
con el primer o la primera recién llegado/a, con tu hija, con tus padres, con tus amigos y
amigas, con tus hermanos y hermanas?
En tal caso, has entendido que:
- a) Es necesario acabar con las reservas impuestas al amor, trátese de tabú, conveniencias,
apropiación, obligación, celos, libertinaje, violación, de todas las formas de intercambio que,
del escandinavismo a la prostitución, convierten el arte de amar en relaciones entre cosas.
- b) Estás harto del placer mezclado de angustia; del amor vivido de manera incompleta,
deformada o inauténtica; de hacer el amor por delegación e imágenes interpuestas; de la
fornicación melancólica; de los orgasmos débiles; de las relaciones higiénicas; de las
pasiones obstruidas, rechazadas y que emplean en destruirse la energía que emplearían en
realizarse en una sociedad que favoreciera su armonización.
- c) Todo el mundo busca, confiéselo o no, el amor-pasión múltiple y unitario. Queremos crear
socialmente las condiciones históricas de una permanente aventura pasional, de un goce sin
más límite que el agotamiento de las posibilidades, de un juego en que el placer y el disgusto
redescubrirán su positividad (por ejemplo, en el nacimiento y en el final de una relación
amorosa libre).
- d) El amor es inseparable de la realización individual, de la comunicación entre los
individuos (de las posibilidades de los encuentros), de la participación auténtica y pasional en
un proyecto común. Es inseparable de la lucha por la autogestión generalizada.
- e) No hay placer que no descubra su sentido en la lucha revolucionaria; y, de igual manera, la
revolución no tiene otro objetivo que el de realizar todos sus placeres en su libre desarrollo.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad que dispondrá del
máximo de posibilidades para multiplicar las reagrupaciones libres y mudables entre personas
atraídas por las mismas actividades y los mismos placeres; en la que las atracciones basadas en
el gusto d ella variedad, del entusiasmo, de los juegos tendrán tan en cuenta los acuerdos como
los desacuerdos y las diferencias (Ver III, 75 a 92).
18. ¿Te has sentido alguna vez a disgusto en tu cuerpo siempre que las circunstancias
dominantes te obligan a desempeñar un rol?
En tal caso, has entendido que:
- a) Sólo existe placer total en convertirse en lo que uno es, en realizarse como hombre de
deseos y de pasiones.
- b) Estás harto del placer mezclado de angustia; del amor vivido de manera incompleta,
deformada o inauténtica; de hacer el amor por delegación e imágenes interpuestas; de la
fornicación melancólica; de los orgasmos débiles; de las relaciones higiénicas; de las
pasiones obstruidas, rechazadas y que emplean en destruirse la energía que emplearían en
realizarse en una sociedad que favoreciera su armonización.
- c) Todo el mundo busca, confiéselo o no, el amor-pasión múltiple y unitario. Queremos crear
socialmente las condiciones históricas de una permanente aventura pasional, de un goce sin
más límite que el agotamiento de las posibilidades, de un juego en que el placer y el disgusto
redescubrirán su positividad (por ejemplo, en el nacimiento y en el final de una relación
amorosa libre).
- d) El amor es inseparable de la realización individual, de la comunicación entre los
individuos (de las posibilidades de los encuentros), de la participación auténtica y pasional en
un proyecto común. Es inseparable de la lucha por la autogestión generalizada.
- e) No hay placer que no descubra su sentido en la lucha revolucionaria; y, de igual manera, la
revolución no tiene otro objetivo que el de realizar todos sus placeres en su libre desarrollo.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad que dispondrá del
máximo de posibilidades para multiplicar las reagrupaciones libres y mudables entre personas
atraídas por las mismas actividades y los mismos placeres; en la que las atracciones basadas en
el gusto d ella variedad, del entusiasmo, de los juegos tendrán tan en cuenta los acuerdos como
los desacuerdos y las diferencias (Ver III, 75 a 92).
19. ¿Sientes una instintiva desconfianza hacia lo que es intelectual y lleva a la
intelectualización?
En tal caso, has entendido que:
- a) Junto a la función manual, la función intelectual es el resultado de la división del trabajo.
La función intelectual es una función del amo, la función manual una función del esclavo.
Ambas son igualmente despreciables y las aboliremos al abolir la división del trabajo y la
sociedad de clases.
- b) En la lucha de la burguesía revolucionaria contra la clase feudal y el espíritu religioso, la
cultura ha sido un arma de liberación parcial, un arma de desmitificación. Cuando la
burguesía se ha convertido, a su vez, en una clase dominante, la cultura ha conservado
durante un tiempo su forma revolucionaria. Intelectuales como Fourier, Marx, Bakunin han
extraído de las reivindicaciones proletarias, expresadas en las huelgas y en los disturbios, una
teoría radical que, asumida conscientemente y practicada por los obreros, habría podido
liquidar rápidamente la burguesía. .
- c) Por el contrario, los intelectuales especializados del proletariado - intelectuales obreristas y
obreros intelectualizados - al jugar a los tribunos, a los hombres políticos, a los guías de la
clase obrera, han convertido la teoría radical en ideología, es decir, en mentira, en ideas al
servicio de los amos. El socialismo y las variantes del jacobinismo (blanquismo,
bolchevismo...) han sido el movimiento que anuncia la dictadura burocrática sobre el
proletariado, tal como aparece en todos los partidos llamados obreros, los sindicatos y las
organizaciones izquierdista.
- d) Los intelectuales son el ejército de reserva de la burocracia, trátese de intelectuales
obreristas o de obreros intelectualizados.
- Actualmente la cultura es la forma de integración intelectual en el espectáculo, la marca de
garantía que hace vender todas las mercancías, la iniciación al mundo invertido de la
mercancía. Bajo pretexto de la necesidad de instruirse, la cultura recupera la necesidad de
conocimiento práctico y la convierte en saber separado; impone una plusvalía de saber
abstracto, una compensación al vacío d ella existencia cotidiana, una promoción en la
burocracia de los especialistas. Puesto que es un saber que no aspira a ninguna utilización,
acaba siempre por servir al sistema espectacular-mercantil.
- f) En especial, el supuesto saber económico es un engaño burocrático-burgués. Sólo tiene un
sentido, ¡y aún!, en la organización capitalista de la economía. Una vez abolida ésta,
cualquier obrero está más preparado para organizar la nueva producción que el más sabio de
los economistas. (Sin llegar a superar el nivel del reformismo, los trabajadores de Lip han
demostrado que eran capaces de hacer funcionar la fábrica y prescindir de los cuadros.)
- g) El rechazo de la intelectualización no tiene sentido fuera de la lucha por la liquidación de
la división del trabajo, de la jerarquía y del Estado.
- h) Los intelectuales obreristas son una pandilla de idiotas y de cerdos. En tanto que
intelectuales, aceptan, de manera vergonzante o no, el mantenimiento de una misión
dirigente. Bajo el rol y la función de obrero, perpetúan el engaño del rol y una función de
esclavo que todos los obreros rechazan. Al elegir trabajar en las fábricas mientras que los
obreros están obligados a hacerlo y sólo esperan el momento de liberarse definitivamente del
trabajo, son ridículos y contrarrevolucionarios (pues el llamamiento al sacrificio es siempre
contrarrevolucionario):
- i) Los obreros que están orgullosos de serlo son unos idiotas serviles. Los obreros
intelectuales son tan cerdos como cualquier candidato dirigente, que apunta sobre el
servilismo de los "buenos obreros".
- j) La teoría radical, surgida de las luchas de emancipación del proletariado, pertenece
actualmente, bajo su forma más clara y más simple, a quienes son capaces de practicarla, a
los obreros revolucionarios, es decir a todos los proletarios que luchan por el final del
proletariado y de la sociedad ce clases. Pertenece a todos aquellos que combaten por la
autogestión generalizada, por la sociedad de amos sin esclavos.
En realidad, ya estás luchando por una sociedad que se organice de tal modo que las
separaciones desaparezcan, que la diversidad se incremente en la unidad del proyecto
revolucionario, que el conjunto de los conocimientos aprisionados en la cultura sea devuelto a la
práctica de enriquecimiento de la vida cotidiana; que el saber esté por doquier esté el placer; que
la pasión y la razón sean inseparables; y que la supresión de la división del trabajo, llevada a sus
últimas consecuencias, cree realmente las condiciones de armonización social. (Ver III, 47 a 58).
20. ¿Sientes un idéntico desprecio hacia aquellos que hacen política y hacia aquellos que no
la hacen pero que dejan que los demás la hagan por ellos?
En tal caso, has entendido que:
- a) Es tradicional considerar a los políticos como los payasos del espectáculo ideológico. Eso
permite despreciarles sin dejar de votar por ellos. Nadie se les escapa totalmente porque
nadie escapa totalmente a la organización espectacular del viejo mundo.
- b) La política siempre es la razón de Estado. Para acabar con ella es preciso acabar con el
sistema espectacular-mercantil y su organismo de proyección , el Estado.
- c) No existe un parlamentarismo revolucionario, de la misma manera que tampoco existirá
jamás un Estado revolucionario. Entre los regímenes parlamentarios y los regímenes
dictatoriales, sólo existe la diferencia entre la fuerza de la mentira y la verdad del terror.
- d) Como toda ideología, como toda actividad separada, la política recupera las
reivindicaciones radicales para dividirlas y transformarlas en su contrario. Por ejemplo, en
manos de partidos y de sindicatos, la voluntad de cambiar la vida se convierte en una
reivindicación de salario, una exigencia de tiempo libre y otros mejoramientos de la
supervivencia que no hacen sino aumentar el malestar haciéndole más o menos confortable
de momento.
- e) Las grandes ideologías políticas (nacionalismo, socialismo, comunismo) han perdido su
atractivo a medida que las conductas sociales impuestas por el imperialismo d ella mercancía
multiplicaban las "ideologías de bolsillo". A su vez, las migajas ideológicas (las luchas sobre
la contaminación, el arte, el confort, la educación, el aborto, los mapaches) se politizan en
reagrupamientos groseros hacia el derechismo o hacia el izquierdismo. Sólo es una manera de
alejar a cada cual de la única ocupación que realmente le interesa: cambiar su propia vida
cotidiana en el sentido del enriquecimiento y de las aventuras pasionales.
- f) No hay nadie que no luche por sí mismo y que no llegue casi siempre a luchar en contra de
sí mismo. La acción política es una de las causas principales de esta inversión del resultado
buscado. Sólo la lucha de la autogestión de todos sobre todo responde al deseo real de cada
individuo. Ello se debe a que no es política ni apolítica sino social y total.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que la decisión
corresponde a todos; en la que las divergencias entre los individuos y los grupos se dispongan de
tal manera que no concluyan en mutuas destrucciones sino que, por el contrario, se refuercen y
beneficien a todos. Es preciso que la parte lúdica aprisionada y atascada en la política se libere
en un juego de relaciones entre los individuos y entre los grupos de afinidad, mediante
relaciones equilibradas y armonizadas de acuerdos y de desacuerdos. (Ver III, 75 a 92)
21. ¿Has roto desde hace tiempo tu carnet sindical?
En caso afirmativo, has entendido que:
- a) Es falso considerarse traicionado por los sindicatos. Estos constituyen una organización
separada de los trabajadores y que se convierte necesariamente en un poder burocrático que
se ejerce contra ellos al tiempo que organiza el espectáculo de su defensa.
- b) Creados para la defensa de los intereses inmediatos de un proletariado super-explotado,
con el desarrollo del capitalismo, se han convertido en los agentes de cambio y bolsa titulares
de la fuerza de trabajo. Su objetivo no es abolir la condición asalariada sino mejorarla. Así
pues, son los mejores servidores del capitalismo que impera, bajo la forma privada o estatal,
en todo el mundo.
- c) La idea anarquista de un "sindicato revolucionario" ya significa la recuperación burocrática
del poder directo que los trabajadores pueden ejercer directamente reuniéndose en asambleas
de consejos. Nacida de un rechazo de lo político en nombre de lo social, vuelve a caer en la
trampa de la separación y de los líderes (aunque algunos de los no quieran comportarse como
jefes).
- d) Los sindicatos son la burocracia paraestatal que completa y perfecciona el poder que la
clase burguesa ejerce sobre el proletariado.
En realidad, ya estás luchando en cada huelga salvaje para afirmar directamente el poder de
todos contra toda representación que signifique una separación. No queremos más delegados
sindicales sino unas asambleas en las que las decisiones sean tomadas por todos y aplicadas en
beneficio de todos. En lugar de discutir sobre la vuelta o no al trabajo, queremos pronunciarnos
acerca de la utilización que haremos de las fábricas y de nosotros mismos. Queremos traducir
nuestra voluntad en los hechos eligiendo un consejo, en el que todos sus miembros sean
revocables a cada instante, y que esté encargado de aplicar las decisiones tomadas por la
asamblea (Ver III, 27 a 39).
22. ¿Sueles sentirte harto de tu mujer, de tu marido, de tus padres, de tus hijos, e los trabajos
caseros, de las obligaciones familiares?
En tal caso, has entendido que:
- a) La familia es la más diminuta unidad de opresión social, la escuela de la mentira, el
aprendizaje del rol, el condicionamiento a la sumisión, el camino de la inhibición, la
destrucción sistemática de la creatividad de la infancia, el asiento de la estupidez, del
resentimiento, de la rebelión teledirigida.
- b) La autoridad familiar no ha dejado de disminuir y de ser contestada a medida que el
sistema mercantil disminuye el poder de los hombres en favor de mecanismos opresivos en
los que los poderosos no son más que engranajes. Así pues, el sistema mercantil mantiene a la
familia vaciándola de sus significados antiguos casi humanos; no consigue otra cosa que
hacerla más insoportable.
- c) La familia es el lugar en el que todas las humillaciones por haber sido tratados como
objetos en la sociedad de supervivencia confieren el derecho de humillar y de convertir en
objetos a quienes forman parte de ella.
- d) La emancipación de las mujeres es inseparable de la emancipación de los niños y de la
emancipación de los hombres. La abolición de la familia es inseparable de la liquidación del
sistema espectacular-mercantil. Toda reivindicación separada del conjunto (Movimiento de
liberación de la mujer, Movimiento de liberación del niño, Frente homosexual de acción
revolucionaria...) no es más que reformismo y no hace más que mantener la opresión.
- e) El imperialismo mercantil, que destruye la familia tradicional, la convierte en el lugar de
pasividad y de sumisión al sistema (y de su contestación en torno a cuestiones de detalle).
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que cada cual
disponga libremente de sí mismo sin depender de nadie, sin estar sometido a un sistema
opresivo, planteándose únicamente los problemas de la armonización de sus deseos. Una
sociedad que se preocupe prioritariamente de la supresión de las tareas domésticas y que deja la
educación de los niños a unos voluntarios, comenzando por los propios niños. (Ver III, 35, 38,
44, 76, 83, 89, 90)
23. ¿Tienes a menudo la sensación de estar en un mundo al revés, en el que las personas
hacen lo contrario de lo que desean, pasan el tiempo en destruirse y en reverenciar lo que las
destruye, obedecen a unas abstracciones a las que sacrifican la vida real?
En tal caso, has entendido que:
- a) El trabajo alienado es la base de todas las alienaciones. Está en el origen histórico de la
división social entre amos y esclavos y de todas las separaciones que se desprenden de ella
(religión, cultura, economía, política), de todo lo que destruye al hombre adoptando un rostro
humano.
- b) Los productos, las relaciones sociales, las imágenes y representaciones creados por los
productores, en tales condiciones que, además de desposeídos de ellos, los ven alzarse contra
sí, ocultan su hostilidad y su inhumanidad bajo unas apariencias diversas a lo que son
realmente (el amo se llama el servidor de los esclavos, los explotadores del proletariado
pretenden estar al servicio del pueblo, las imágenes de lo vivido se presentan como la única
realidad auténtica, etc.).
- c) La diferencia cada vez más sensible y cada vez más insoportable entre las miserias
cotidianas de la supervivencia, las representaciones engañosas que de la nos proponen y la
aspiración común a todos de vivir una vida auténtica muestra cada día con mayor claridad
que ha comenzado la lucha entre el partido de la supervivencia y de la descomposición y el
partido d ella vida y de la superación; que la lucha final por la sociedad sin clases,
históricamente inevitable hoy, levanta al proletariado, que está harto de su esclavitud y que
reclama la autogestión sobre todo y de todos, contra el sistema mercantil y sus servidores,
burguesía y burocracia, ambas bajo el mismo casco protector del Estado.
- d) La búsqueda de la felicidad es la búsqueda de lo vivido auténtico, no falsificado, no
invertido, no sacrificado. Aceptarse tal como uno es, en su especificidad concreta, es una
conquista que supone la liquidación del sistema mercantil y la organización colectiva
armonizada de las pasiones individuales.
En realidad, estamos hartos de una existencia dominada por lo contrario de la búsqueda de la
felicidad individual; dominada por unos sectores separados (economía, política, cultura y todos
los elementos del espectáculo) que absorben toda nuestra energía y nos impiden vivir. Luchamos
por el derrocamiento del mundo invertido, por la realización de los deseos y de las pasiones en
unas relaciones sociales liberadas d ellos imperativos de rentabilidad y de los poderes
jerarquizados (Ver III, 11 a 18)
24. ¿Te parece ridículo y odioso establecer una distinción entre trabajador inmigrado y
trabajador autóctono?
En tal caso, has entendido que:
- a) El antiguo principio "los proletarios no tienen patria" sigue siendo perfectamente cierto, y
es preciso recordarlo sin cesar ante las estupideces nacionalistas y racistas.
- b) De igual manera, hay que recordar incesantemente que la emancipación del proletariado es
una tarea histórica e internacional. Sólo la práctica de los obreros revolucionarios en el
mundo entero creará en realidad la internacional de los consejos de autogestión generalizada.
- c) La clase dirigente y sus servidores hacen cuanto está en su mano para imponer una
distinción entre trabajadores inmigrados y trabajadores autóctonos. Hacen creer a estos, a los
que desprecian como instrumentos de producción, que todavía existen otros más despreciados
que ellos.
- d) La participación de los inmigrados en las luchas más duras es también una lucha contra su
propia burguesía, que les vende en la mejor tradición de la trata de esclavos. También en
dicho sentido, forman con todos los demás obreros revolucionarios la base de una auténtica
internacional de la autogestión generalizada.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que las diferencias,
sean de raza, de sexo, de edad, de carácter, de pasiones, de deseos, ya no creen una barrera sino
que, por el contrario, contribuyan a la armonización para el máximo incremento de placer y de la
felicidad de todos. Estás luchando por la realización de la autogestión individual y colectiva
sobre unas bases internacionales, liquidando los prejuicios imbéciles de los nacionalismos, de
los regionalismos, de los vínculos geográficos. (Ver III, 19 a 26)
25. ¿Sientes la necesidad de hablar con alguien que te entienda y actúe en el mismo sentido
que tú (rechazo del trabajo, de las obligaciones, de la mercancía y de la verdad de las mentiras
que constituye el espectáculo?
En tal caso, has entendido que:
- a) La costumbre de hablar para no decir nada, de perderse en falsos problemas, de prestar
atención a los que hablan de una manera y actúan de otra, de dejarse arrastrar por el deterioro
de las estupideces cotidianas y de lo repetitivo, es una manera más de impedir que cada cual
reconozca en sus pasiones y en sus anhelos de vida auténtica (lo contrario de los deseos de
apropiación privada inventados por el comercio) sus reales intereses.
- b) Toda intervención que no culmine en unas medidas prácticas es pura palabrería, de manera
de dar largas. Toda medida práctica que no culmine en el mejoramiento de la vida de cada
cual no hace más que reforzar la opresión; y nada puede mejorar realmente la vida que la
destrucción del sistema mercantil.
- c) Toda asamblea debe llegar rápidamente a una decisión o, en caso contrario, ser saboteada.
- d) Durante las huelgas o antes de empezarlas, la discusión debe tener por objeto la verdad
práctica: difundir la conciencia de la lucha emprendida y llegar a unas certidumbres en
cuanto a las acciones a emprender.
- e) Lo que permanece aprisionado en el lenguaje pronto se convierte en ideología, es decir, en
mentira, al igual que todo lo que cuentan los miembros de los aparatos burocráticos (partidos,
sindicatos, grupos especializados en la mejora del ganado obrero.
- f) Contra el lenguaje dominante y falso, la mejor garantía de las asambleas de huelga es elegir
inmediatamente un consejo de delegados que sean los únicos capacitados para seguir las
directrices de los huelguistas, bajo pena de destitución inmediata, y de traducirlas en actos sin
pérdida de tiempo.
- g) Ya no queremos hombres de labia ni oradores grandilocuentes, sino el lenguaje de los
actos, de las proposiciones concretas y de los planes de acción bien elaborados por nosotros
mismos. Ya es hora de que el esfuerzo de perfección no se ejerza en las palabras sino en los
actos.
En realidad, ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que las palabras ya
no sirvan para disimular sino para prolongar realmente nuestros deseos, para ser los fieles
portavoces de lo que queremos. (Ver III, 40 a 46)
Ratgeb: De la huelga salvaje a la autogestión revolucionaria
II. ABCD de la revolución
III. La autogestión generalizada
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