EN LA OTRA CAMPAÑA,
AHORA TODOS SOMOS ATENCO
IV Congreso Nacional Indígena
5-6 de mayo del 2006
DECLARACIÓN DE N’DONHUANI
POR
LA AUTONOMÍA EN LOS HECHOS Y LA
RESISTENCIA INDÍGENA
Reunidos en la comunidad
indígena de N’donhuani-San Pedro Atlapulco, Estado
de México, los delegados y delegadas representantes de los
pueblos indígenas nahua, zapoteca, wixárika,
mazahua, amuzgo, cuicateco, kumiai, kikapu, purhépecha,
tlahuica, chocholteco, chinanteco, ñu saavi, hñahñu,
rarámuri, ch’ol, tzeltal, guachichil chichimeca,
zoque, matlatzinca, mixe y popolucas de veinticinco estados del
país para celebrar el Cuarto Congreso Nacional Indígena
y considerando que:
Desde la traición de los tres
poderes de la Unión en 2001, cuando el Estado Mexicano
decidió no reconocer los derechos de los pueblos indios,
comprendimos que estábamos solos y que teníamos que
ejercer nuestros propios derechos y nuestra autonomía en
los hechos.
Haciendo eco de los acuerdos tomados en Nurío
en el III Congreso Nacional Indígena comenzamos la
regionalización de la casa de todos.
No todas las
regiones pudieron hacerlo.
La guerra de exterminio
planteada contra los pueblos y comunidades fragmentó a
pueblos y comunidades y la represión y la coptación
desarticularon muchos espacios.
Sin embargo, no nos
pudieron exterminar. Nos han golpeado pero aquí estamos,
aquí seguimos. Aquí nos reunimos y nos juntamos las
palabras y las historias de muchos para gritarle al poder, a las
empresas, a la clase política que no nos van a vencer.
Nuestra luz está viva.
Hoy entendemos que de todos
los rincones del país nuestro corazón late y que
desde San Pedro Atlapulco en este IV Congreso Nacional Indígena
reprobamos con toda nuestra energía y nuestra rabia la
represión, el asesinato y el encarcelamiento contra
nuestras comunidades y pueblos por el puro y vil interés
de quedarse con nuestros recursos, despojarnos de nuestros
territorios y convertirnos en obreros asalariados y alejados de
nuestras propias comunidades para ser fantasmas sin futuro en las
ciudades.
Por eso San Salvador Atenco es un espejo. Porque
sus problemas son nuestros problemas. Porque también ellos
están defendiendo su tierra, también ellos son
campesinos, también ellos defienden sus siembras, porque
también ellos están empeñados en defender su
vida y su derecho, su razón y su destino contra las
grandes empresas que quieren acabarnos.
Al igual que los
compañeros de San Salvador Atenco en muchas regiones del
pais los pueblos ejercen ya su autonomia en los hechos.
Hacemos
reuniones, talleres, encuentros, pero también fortalecemos
nuestras asambleas, nuestras autoridades agrarias y
tradicionales, la lucha en defensa de nuestros maices, la defensa
de nuestros bosques y agua, la lucha contra la certificación
de nuestras tierras y los servicios ambientales, ejerciendo una
educación cada vez más autónoma.
Así
lo hacemos en Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero,
Yucatán, Puebla, Oaxaca, el Estado de México,
Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Veracruz, Campeche, Quintana Roo,
Durango, Nayarit, Baja California, Morelos, Coahuila, Chiapas,
Guanajuato, San Luis Potosí y el propio Distrito
Federal.
Así lo hacemos luchando contra las
mineras, las madereras, los acaparadores de la tierra, contra los
grandes empresarios acaparadores de alimentos como la cadena wal
mart, contra la privatización de nuestras aguas, contra
las leyes estatales que quieren legitimar la contrarreforma del
2001. En la práctica de la autonomía y defensa de
nuestros derechos hemos comprendido que los grandes intereses que
hoy dominan el mundo globalmente han coptado al sistema de
partidos y a su clase política, imponiéndoles sus
agendas y profundizando el despojo de los pueblos.
Ante el
sometimiento del estado mexicano los intereses del gran capital,
hemos llegado a la conclusión de que no podemos solicitar
el reconocimiento de derechos a un estado que ante nuestros ojos
ha perdido toda legitimidad. Hoy aquí le gritamos al
estado mexicano que impugnamos toda su corrupción , todo
su sistema político de partidos, y todas sus legislaciones
que no obedecen al interés del pueblo, que cuestionamos
todo su modelo de desarrollo, su sistema racista y discriminador,
y rechazamos su política de exterminio y represión
contra los pueblos, comunidades y personas cuyo único
delito es defender la vida.
Por lo tanto declaramos:
1.-
Seguiremos ejerciendo nuestra autonomía en los
hechos.
2.- Ratificamos La Sexta Declaración de la
Selva Lacandona y reivindicamos la Otra Campaña como un
espacio de articulación de las luchas indígenas con
los otros sectores que se mantienen en resistencia contra el
modelo neoliberal y su política de exterminio. Exigimos la
liberación de todos los presos políticos del país,
en particular la liberación inmediata de todos los
aprehendidos en San Salvador Atenco y la región de
Texcoco.
3.- Exigimos la retirada inmediata de las
policías y cuerpos represores del Estado de la región
de San Salvador Atenco, pero también de todas las otras
regiones del país donde se mantiene el control militar y
policiaco para hostigar y amedrentar a todos los pueblos y
comunidades que luchan por la defensa de su territorio y sus
formas de vida.
4.- Repudiamos los asesinatos de los
compañeros Javier Cortés, muerto por las policías
que reprimieron al pueblo de San Salvador Atenco, el compañero
Concepción Gabino, de la comunidad indígena de
Cuzalapa, que luchaba por la defensa de la tierra en la región
de Manantlán, Jalisco, y el compañero Faustino
Acevedo de San Blas Atempa, en el Istmo de Tehuantepec, cuando se
dirigía a esta comunidad para participar en los trabajos
de este cuarto Congreso.
5.- Repudiamos también la
violación de todas las compañeras aprendidas en San
Salvador Atenco, por parte de los policías y la violencia
sistemática y fascista que ejerce el Estado contra todas
las mujeres que con su trabajo están reivindicando las
luchas de resistencia y dignidad a lo largo y ancho del
país.
6.- Llamamos al fortalecimiento de todas las
regiones del Congreso Nacional Indígena y a la celebración
frecuente y periódica de reuniones de articulación:
reflexión, acción y propuestas.
7.-
Rechazamos todas las leyes con las que el Estado pretende
despojarnos, legitimar la entrega del país e imponer
controles que restringen la acción de pueblos y
comunidades y le dan manga ancha a las empresas transnacionales
para devastar y apoderarse de la riqueza material y espiritual de
nuestros pueblos y de todos los mexicanos.
8.- Rechazamos
los programas de gobierno que instrumentan las leyes mencionadas
y que pretenden dividir a las comunidades.
9.-
Reforzaremos los mecanismos de comunicación entre las
diferentes regiones y comunidades del Congreso Nacional
Indígena.
10.- Reforzaremos y haremos eficaces los
mecanismos de solidaridad y compromiso con las luchas de todas y
cada una de las comunidades, organizaciones y pueblos
indígenas.
11.- Como punto último de nuestra
declaración impugnamos al Estado mexicano y llamamos a
todos los pueblos, comunidades y organizaciones indígenas
y a todos los sectores oprimidos a conformar un frente amplio
anticapitalista que impulse un proceso que conduzca hacia una
Nueva Constitución y otra forma de gobierno que permita el
reconocimiento de nuestros derechos y una sociedad justa, libre y
democrática.
N’Donhuani-San Pedro Atlapulco,
territorio hñahñu del Alto Lerma, a seis de mayo de
2006.
POR LA RECONSTITUCIÓN INTEGRAL DE NUESTROS
PUEBLOS
NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN
NOSOTROS
CONGRESO NACIONAL INDÍGENA
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