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"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo aje-no a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido cond-icionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simple-mente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatori-os, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañe-rxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."

[comunicación directa]


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CONCENTRACION INTERNACIONAL DE APOYO A MUMIA ABU-JAMAL
VIERNES 17 AGOSTO 19:00 Pca St. Jaume

¡NO PODEMOS ESPERAR!

Mumia Abu-Jamal, es un periodista afroamericano que fué condenado a muerte en el año 82, bajo la acusación de haber dado muerte a un policía y después de un fraudulento juicio cargado de irregularidades, indefensión y pruebas y testimonios falsos. Después
de tantos años luchando por el presente, Mumia ha sobrevivido a 19 años sin futuro y a tres intentos de asesinato. El primero, la noche de autos, y posteriormente a dos órdenes de ejecución. El hecho más que probado de su inocencia, no es suficiente motivo para el gobierno de los EE.UU. y sus políticos fascistas, porque para ese engendro llamado "justicia", no tienen ningún interés los hechos, sino lo perjudicial que se puede ser para el sistema, para el globalizado estilo de vida norteamericano. Mumia es un peligro porque es un periodista que no ha vuelto la espalda a la realidad de su comunidad; una realidad que siempre se silencia, se simula y se refugia en las capas sociales más desprotegidas. La pobreza, el hambre, el racismo, la brutalidad policial, la corrupción de las instituciones económicas, políticas y sociales, ..., han sido objeto de su acertada crítica, poniendo al descubierto y denunciando la gran farsa democrática: la limitación de libertades. Mumia es también un peligro, porque es de ascendencia africana y porque un negro se ha atrevido a alzar su voz contra una sociedad de institucionalizada supremacia racial blanca. Mumia, además, es un peligro por sus convicciones políticas, porque ha tenido la osadía de enfrentarse contra la segregación racial y luchar por la igualdad de derechos y la autodeterminación de su comunidad afroamericana.
Mumia ha demostrado en numerosas ocasiones y con infinidad de pruebas, que no es autor del crimen que le imputan, pero eso a la justicia americana, a los jueces, a los fiscales, a los políticos o a las corruptas agencias federales de la policía, no les importa nada. Lo único que persiguen es asesinar a Mumia para callar su voz. Lo único que pretenden, es consumar un nuevo crimen más contra la humanidad con total impunidad. A Mumia, sólo le otorgan los mismos derechos que tuvieron tod@s l@s herman@s african@s que fueron secuestrad@s, raptad@s, asesinad@s o esclavizad@s en esa tierra llamada los EE.UU. de América; esa tierra paradigma de las libertades y las democracias, es la mayor prisión que existe hoy en este mundo llamado libre; un mundo que se ha construído bajo los mayores genocidios que se conocen en la historia de la humanidad. Al inacabado exterminio de sus pobladores autóctonos, los pueblos de las naciones nativas de norteamérica, hay que añadir la de tod@s aquell@s que intentaron resistirse a las plantaciones de algodón, a las mazmorras del estado o a su tradicional fascismo. Como dijo un conocido Juez de la Suprema Corte, los negros no tienen ningún derecho que el hombre blanco deba de respetar. Sólo entendiendo este elemental principio, podremos comprender como aún hoy en día, es posible encontrar en nuestra sociedad, una grotesca fotocopia de la norteamericana, a muchas personas malviviendo en las calles y en la indigencia, porque no se les reconoce su derecho a vivir con dignidad sin tener que ser devueltos a los países de orígen, peor que una mercancía en mal estado. La inmigración sólo es un problema para las enfermas mentes que sustentan el racismo institucional del país. La inmigración, no es ningún problema sino un derecho irrenunciable de todo ser humano. Un@s tienen que irse de sus comunidades a la fuerza y otr@s son llevad@s por la fuerza, pero en ningún caso, son considerad@s como personas como las demás. Mumia denunció con pasión el racismo institucional y la corrupción de la sociedad norteamericana que le tocó vivir y por la que le pretenden asesinar. Hablamos de integrismos ajenos, de dogmatismos y totalitarismos extranjero, precisamente para ocultar los nuestros. A Mumia lo llamaron "negro", como si esa condición fuese una peligrosa enfermedad a erradicar. A Mumia lo llamaron "radikal", para legitimar cualquier abuso e injusticia, porque precisamente hoy l@s "radikales" son como las brujas de antaño, como l@s loc@s de remate de siempre o como l@s salvajes que se deben y pueden exterminar por nuestro bien social. "Negro" y "radikal", no es una condición racial o un determinado compromiso político, sino un estigma de la culpabilidad que se debe eliminar para evitar descubrir en esas condiciones, todos nuestros desmanes. A Mumia lo pretenden ejecutar, porque su lucidez
ha dado vida a una brillante cultura de la resistencia, que se extiende y que se atreve a levantarse contra este sistema del único pensamiento único.
Este viernes 17 de Agosto, en la sala de los juzgados de Justicia Criminal de Philadelphia, se va a llevar a cabo una audiencia para determinar si se admiten las pruebas de la inocencia de Mumia que tan perversamente fueron ocultadas, o si por el contrario, se desestiman y lo ejecutan. No podemos dejar de nuevo en manos de esta "justicia", y esperar a que haga lo que hasta ahora no ha hecho. Debemos de reclamar con la fuerza de la verdad de nuestra convicción, la libertad para Mumia Abu-Jamal.