CÓMO DETENER EL AVANCE
DE UN MOVIMIENTO
Tras varios años de ausencia de lucha organizada en las
prisiones del estado español, a finales del 99 surgió,
desde diversos aislamientos, una propuesta de lucha colectiva
que pretendía extenderse y coordinarse por todos los
centros de exterminio de este país. En un principio se
hizo un llamamiento a las personas, grupos, colectivos y organizaciones
sensibles contra la humillante realidad penitenciaria, para
que desde el exterior, se solidarizasen con la lucha que se
pretendía iniciar. Poco a poco la voz de nuestr@s compañer@s
pres@s, fue rompiendo el cerco de los muros del silencio y de
la vergüenza que los aislan y consiguieron que su voz y
su lucha, superase las artificiales fronteras estatales, creando
todo un movimiento de solidaridad activa internacional, a través
del cual se difundieron sus más elementales reivindicaciones:
- Cierre del FIES (Ficheros de Internos en
Especial Seguimiento) y de los aislamientos.
- Cese de la dispersión.
- Libertad para l@s enferm@s terminales o incurables
- Libertad para las personas que han cumplido más de
20 años de condena
-
Txapeos (huelgas de patio), y ayunos de fin
de semana, fueron las primeras acciones que secundaron un@s
400 pres@s en más de 20 prisiones de todo el estado.
Hasta esos momentos toda protesta contra el sistema penitenciario,
se había quedado limitada a la denuncia individual,
técnica o administrativa. Con el planteamiento colectivo
de lucha, se daba un importante paso en el compromiso para
una posible organización informal de resistencia contra
el exterminio dentro de las prisiones y para despertar la
aletargada conciencia dentro y fuera de las prisiones; y lo
que es todavía aún más importante, para
demostrar con la acción, que el movimiento de lucha,
no necesita de grandes organizaciones si hay deseo y que la
dirección de esta lucha, no tenía por qué
venir de fuera hacia dentro, sino que en todo caso, desde
el interior de las prisiones, con sus comunicados, opiniones,
propuestas y debates, l@s compañer@s pres@s podían
tomar un papel decisivo y abrir nuevos espacios de lucha,
que podían tener su continuidad también en la
calle.
Día a día, el movimiento de resistencia
y solidaridad activa fue creciendo, lentamente pero con decisión,
y tras los primeros problemas con organizaciones de apoyo
de corte más legalista, se pudo superar con cierta
dignidad muchas de las dificultades y obstáculos que
fueron saliendo al paso; tanto es así, que el propio
estado y sus mediáticos esbirros, empezaron a silenciar
o criminalizar toda acción en solidaridad y en apoyo
a la lucha colectiva de l@s pres@s. Entre esas acciones, sólo
coparon los medios de desinformación, el envío
de 7 paquetes bomba (3 de ellos eran simulados y sin ninguna
carga explosiva) a diversos periodistas, medios de desinformación
o dudosas ONG's que habían participado activamente
en la desinformación y en la criminalización
de todo el movimiento. Ninguno de estos paquetes llegó
a estallar, pues todos fueron detectados antes de llegar a
su destino final. Es precisamente en este contexto, y justo
en el momento en que se estaba planteando una propuesta de
huelga de hambre indefinida, que podría significar
un paso cualitativo en la lucha colectiva, y preparando una
reunión de individualidades para llevar a cabo desde
el exterior una coordinación más efectiva; cuando
se prepara un criminalizador montaje policial, en el que son
detenidas dos personas y se intenta hacer lo propio con una
tercera, que estaba y sigue, en paradero desconocido. Tras
unos días de interrogatorios, Eduardo y Fani, l@s compañer@s
detenid@s, son puestos en libertad;
Eduardo con fianza y cargos, y Fani con cargos,
pero sin fianza. Ante esta decisión, la respuesta criminalizadora
del poder mediático y político, no se hizo esperar
y se inventaron una inexistente alarma social, con falacias
tan miserables, como que se dejaban en libertad a "peligrosos
terroristas". A estas burdas mentiras, añadieron
nuevas y fantásticas invenciones, fabricando un falso
historial "delictivo" de ambos y argumentando que
en su estancia en prisión, l@s dos compañer@s
habían sido adiestrados a fabricar artefactos explosivos,
por los propios presos de ETA. Todo este montaje mediático
policial, consiguió que Eduardo volviese a ser detenido
y encerrado en el aislamiento del FIES, de la prisión
de Soto del Real. Para dar imagen
de espectacularidad, fuentes policiales inventaron la desarticulación
de una célula anarquista que participaba en una peligrosa
trama organizativa internacional, en la que se juntaban terroristas,
delincuentes y anarquistas, y que estaba dirigida desde la
prisión por tres compañeros presos de los más
activos: Claudio Lavazza, Gilbert Ghislain y Santiago Cobos.
En mi opinión la elección de estas personas,
de interior y exterior, no es ni mucho menos una cuestión
de azar, sino que posiblemente haya sido sugerida desde algún
oscuro despacho de esta "Santa Inquisición",
que es el Ministerio del Interior, en esa ocasión bajo
el mandato de Mayor Oreja.
El anarquista Claudio Lavazza, ya fue anteriorente
calificado como líder y cerebro de un grupo de expropiadores
de bancos que fueron detenidos en Córdoba. Claudio
se atrevió a asumir la responsabilidad de las dos muertes
de dos policías municipales en legítima defensa
y eso le convirtió automáticamente en objetivo
del odio de la institución policial y penitenciaria.
Gilbert Ghislain, compartiendo encierro y un
destacado activismo en la lucha junto a Claudio, mereció
la misma atención y tratamiento que él. Santiago
Cobos, un incansable rebelde al que el sistema no ha conseguido
doblegar con su constante brutalidad y aislamiento, fue objeto
de una especial represión. Como no pudieron acabar
con su resistencia por el maltrato físico, dirigieron
su cruel estrategia represiva hacia la parte más emotiva:
su compañera sentimental. De ahí, y sobretodo
del reconocido compromiso individual de Estefanía (Fani)
con la lucha, quiero intuir que surje su detención.
Y siguiendo con las intuiciones, también quiero imaginar
que la detención y posterior encarcelamiento de Eduardo,
parte de una de esas ilógicas y ciegas razones del
totalitarismo capitalista, en la que no puede entender como
un joven que proviene del seno de una familia "acomodada",
puede acabar militando con l@s que luchan contra el estado,
el capital y la injusticia, pues esta última es la
única manera de hacer "justicia" del estado
y capital. Lamentablemente, entre los grupos, organizaciones
o individualidades que participamos en la lucha contra las
prisiones o nos solidarizamos con l@s compañer@s pres@s,
no tuvimos la suficiente capacidad de reacción que
se requiere en situaciones de este tipo, sino que por el contrario,
se produjo una intensa sensación de pánico,
que provocó una importante desbandada.
El miedo es justificable, sobretodo cuando
no es posible racionalizarlo y es ahí cuando, el instinto
de supervivencia se sobrepone a todo; en esta ocasión
en la mente de casi tod@s estaba el hecho de que si habían
detenido a Eduardo y Fani, podían hacerlo con cualquier
otra persona que participase de la misma lucha, pues no importaba
lo que se estaba haciendo o lo que se había hecho,
sino lo que los esbirros del poder decían que habíamos
hecho. La elección de estos tres compañer@s,
ha sido tan ciega como dirigida; ciega porque no necesitaban
tener prueba alguna y dirigida, porque nadie puede negar que
en sus diferentes dinámicas, tod@s ell@s llevaban un
alto
compromiso con la lucha, que lamentablemente, en algun@s,
ha tenido que ser reconocido por la represión de nuestros
propios enemigos. A Eduardo se le han abierto causas en 4
Juzgados de la Audiencia Nacional por la colocación
de diversos artefactos y asaltos a consulados italianos o
a intereses griegos, en ciudades en las que ni tan siquiera
ha estado nunca (Madrid, Valencia, Zaragoza y Burgos). Todos
los jueces que llevan estas causas, a excepción de
la jueza Mª Teresa Palacios (titular del juzgado nº
3), han decretado su puesta en libertad hasta el juicio, pero
es precisamente la decisión de esa jueza la que mantiene
a Eduardo en prisión. No hay ni tan siquiera una sola
prueba que señale a Eduardo como autor del envío
de esos paquetes; ni las pruebas de escritura, ni la de huellas,
ni la del ADN de la saliva, ni tan siquiera las intervenciones
telefónicas a las que le sometieron o una misteriosa
pólvora mutante (en cantidad y en estado) que supuestamente
encontraron en su casa, así como las pilas de uso cotidiano,
no son pruebas que lo puedan señalar, pero la "justicia"
está hoy por hoy tan entregada a la imagen de efectividad
del Ministerio del Interior, que no sólo se han manipulado
perversamente las pruebas, sino también los derechos
más elementales de este falso estado de derecho, en
el que ya no tiene cabida la presunción de inocencia,
sino la afirmación de culpabilidad ante una "justicia"
que prefiere permanecer profundamente ciega ante la evidencia.
Pero ante todo nosotr@s estamos mucho más cieg@s que
el propio poder, pues el envío de paquetes bomba a
semejantes depredadores de lo social nos debería de
hacer reflexionar acerca de muchas cuestiones y sobretodo
sobre que, las marionetas del poder, no son tan inaccesibles
como pretenden, y que por el contrario, nosotr@s, e independientemente
de la actividad o el activismo que desarrollemos, podemos
ser tremendamente vulnerables, ya que no necesitan ni motivos,
ni llevar un ataque directo contra cada un@ de nosotr@s, sino
que pueden dirigirlo de manera selectiva hacia una de las
partes y bloquear al resto, lanzando a la sociedad disidente
el claro mensaje de que por toda resistencia se paga un alto
precio de libertad; con lo que se aisla socialmente a un movimiento
al que no se le deja otra salida que una mayor radicalización,
que será el perfecto argumento para legitimar su persecución
y brutal represión, hasta su casi total control y definitiva
extinción. Otra de las críticas que sería
fácil de plantearse, es cierto individualismo nihilista
"estético" y unas elementales faltas de convicción
y de capacidad para el debate, tan necesarias para mantenernos
firmes y superar nuestros prejuicios personales, como para
dar una respuesta consecuente a todo intento de criminalización
y represión contra una lucha plenamente legítima.
El estado nos asesina, a nosotr@s y a nuestr@s herman@s, y
además impone nuestro silencio. Ahora y siempre somos
nosotr@s l@s que debemos de determinar nuestro grado de compromiso
o de complicidad con el sistema que decimos combatir, y la
diferencia es bien clara en ocasiones como esta; porque dentro
de la gran diversidad de opiniones, ideas o planteamientos,
ante unos hechos específicos, sólo puedes estar
con los que gritan o con los que amordazan y con los que con
su silencio, indiferencia o ignorancia participan en complicidad
con el crimen del estado-capital. Es cierto que hay muchas
luchas abiertas y la participación activa en todas
ellas es imposible, pero no es menos cierto que la prisión
tiene mucho que ver, y de forma muy directa, con todas las
luchas reales contra este sistema y con el grado de compromiso
que se ha adquirido en cada una de estas luchas. No es una
cuestión de métodos, sino de objetivos más
elementales o vulnerables para el sistema y este sistema,
como toda dictadura o totalitarismo democrático o "revolucionario",
se fundamenta en estructuras de terror y miedo contra el avance
"no controlado" de las libertades, y la prisión
es uno de sus más claros argumentos intimidatorios;
es una amenaza constante sobre todas nuestras cabezas y, lo
que es aún peor, sobre nuestras conciencias. Y esta
amenaza se ha materializado concretamente contra Eduardo,
pero indirectamente contra tod@s nosotr@s y por ello, la lucha
por la libertad de Eduardo cobra un especial sentido, porque
es una garantía de libertad a disentir, a cambiar el
estado de las cosas, a enfrentarse abiertamente al sistema
del único pensamiento posible.
Eduardo consciente de su compromiso, el día
26 de Abril inició una huelga de hambre que concluyó
el día 1 de Mayo, un día por cada mes de encierro
y otro día en recuerdo de l@s trabajadores/as asesinad@s
en los hechos del 1 de Mayo de1886 en Chicago y en apoyo a
las reivindicaciones en la convocatoria que hacía la
CNT. El 24 de Mayo, por fin Eduardo fue a declarar ante la
jueza Mª Teresa Palacios y ante la posibilidad de que
tras esta circunstancia, siga manteniendo su total desprecio
ante el derecho a la presunción de inocencia, se convocó
una jornada de lucha de 30 días, que se iniciaba el
16 de Junio, en los que manifestar públicamente y en
la calle, la solidaridad con Eduardo y l@s otr@s compañer@s
represaliad@s, Fani y Jose, y reclamar la retirada de cargos
y sus legítimos derechos a la libertad.
La campaña internacional de solidaridad,
nos ha acercado las primeras movilizaciones en países
como Austria, Grecia, Canadá, o en ciudades como Praga,
Amsterdam, Estocolmo o Londres. Pese a todo, la respuesta
a nivel nacional no ha pasado de ser tímida y pese
a todo, la jueza ha decretado su permanencia en prisión
hasta que se lleve a cabo un juicio, ante el que Eduardo se
puede enfrentar a una petición de condena de 15 años
de prisión. Todo movimiento que se precie como tal,
no puede olvidar a sus prisioner@s y ahora como siempre, la
lucha por la libertad de nuestr@s compañer@s y la lucha
contra las prisiones es una de las formas más directas
de combatir al sistema, porque en ellas se experimentan todos
los mecanismos de control y represión social, así
como de explotación y esclavitud laboral, tanto como
de elemental educación en el "miedo" a las
jerarquías o de experimentación científica
con seres humanos; cuyas experiencias trasladarán después,
con mayor o menor sutilidad, al ámbito social. En definitiva,
el sistema se consolida, evoluciona y perfecciona mucho más,
cuanta más capacidad tenga para deshumanizar y exterminar
la inadaptación y la disidencia, y los centros penitenciarios
siempre han sido grandes complejos de exterminio y de reeducación
para el capital. Su demolición es un elevado acto de
justicia natural y humana y nuestro compromiso con la lucha
contra el sistema, pasa inevitablemente por no dejar en el
olvido la situación de las prisiones y la de las personas
que se han convertido en rehenes del sistema por enfrentarse
abiertamente a él.
RETIRADA
DE CARGOS Y LIBERTAD PARA L@S COMPAÑER@S REPRESALIAD@S:
EDUARDO, FANI Y JOSE
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