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"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo aje-no a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido cond-icionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simple-mente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatori-os, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañe-rxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."

[comunicación directa]


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CÓMO DETENER EL AVANCE DE UN MOVIMIENTO
Tras varios años de ausencia de lucha organizada en las prisiones del estado español, a finales del 99 surgió, desde diversos aislamientos, una propuesta de lucha colectiva que pretendía extenderse y coordinarse por todos los centros de exterminio de este país. En un principio se hizo un llamamiento a las personas, grupos, colectivos y organizaciones sensibles contra la humillante realidad penitenciaria, para que desde el exterior, se solidarizasen con la lucha que se pretendía iniciar. Poco a poco la voz de nuestr@s compañer@s pres@s, fue rompiendo el cerco de los muros del silencio y de la vergüenza que los aislan y consiguieron que su voz y su lucha, superase las artificiales fronteras estatales, creando todo un movimiento de solidaridad activa internacional, a través del cual se difundieron sus más elementales reivindicaciones:

- Cierre del FIES (Ficheros de Internos en Especial Seguimiento) y de los aislamientos.
- Cese de la dispersión.
- Libertad para l@s enferm@s terminales o incurables
- Libertad para las personas que han cumplido más de 20 años de condena
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Txapeos (huelgas de patio), y ayunos de fin de semana, fueron las primeras acciones que secundaron un@s 400 pres@s en más de 20 prisiones de todo el estado. Hasta esos momentos toda protesta contra el sistema penitenciario, se había quedado limitada a la denuncia individual, técnica o administrativa. Con el planteamiento colectivo de lucha, se daba un importante paso en el compromiso para una posible organización informal de resistencia contra el exterminio dentro de las prisiones y para despertar la aletargada conciencia dentro y fuera de las prisiones; y lo que es todavía aún más importante, para demostrar con la acción, que el movimiento de lucha, no necesita de grandes organizaciones si hay deseo y que la dirección de esta lucha, no tenía por qué venir de fuera hacia dentro, sino que en todo caso, desde el interior de las prisiones, con sus comunicados, opiniones, propuestas y debates, l@s compañer@s pres@s podían tomar un papel decisivo y abrir nuevos espacios de lucha, que podían tener su continuidad también en la calle.

Día a día, el movimiento de resistencia y solidaridad activa fue creciendo, lentamente pero con decisión, y tras los primeros problemas con organizaciones de apoyo de corte más legalista, se pudo superar con cierta dignidad muchas de las dificultades y obstáculos que fueron saliendo al paso; tanto es así, que el propio estado y sus mediáticos esbirros, empezaron a silenciar o criminalizar toda acción en solidaridad y en apoyo a la lucha colectiva de l@s pres@s. Entre esas acciones, sólo coparon los medios de desinformación, el envío de 7 paquetes bomba (3 de ellos eran simulados y sin ninguna carga explosiva) a diversos periodistas, medios de desinformación o dudosas ONG's que habían participado activamente en la desinformación y en la criminalización de todo el movimiento. Ninguno de estos paquetes llegó a estallar, pues todos fueron detectados antes de llegar a su destino final. Es precisamente en este contexto, y justo en el momento en que se estaba planteando una propuesta de huelga de hambre indefinida, que podría significar un paso cualitativo en la lucha colectiva, y preparando una reunión de individualidades para llevar a cabo desde el exterior una coordinación más efectiva; cuando se prepara un criminalizador montaje policial, en el que son detenidas dos personas y se intenta hacer lo propio con una tercera, que estaba y sigue, en paradero desconocido. Tras unos días de interrogatorios, Eduardo y Fani, l@s compañer@s detenid@s, son puestos en libertad;

Eduardo con fianza y cargos, y Fani con cargos, pero sin fianza. Ante esta decisión, la respuesta criminalizadora del poder mediático y político, no se hizo esperar y se inventaron una inexistente alarma social, con falacias tan miserables, como que se dejaban en libertad a "peligrosos terroristas". A estas burdas mentiras, añadieron nuevas y fantásticas invenciones, fabricando un falso historial "delictivo" de ambos y argumentando que en su estancia en prisión, l@s dos compañer@s habían sido adiestrados a fabricar artefactos explosivos, por los propios presos de ETA. Todo este montaje mediático policial, consiguió que Eduardo volviese a ser detenido y encerrado en el aislamiento del FIES, de la prisión de Soto del Real. Para dar imagen
de espectacularidad, fuentes policiales inventaron la desarticulación de una célula anarquista que participaba en una peligrosa trama organizativa internacional, en la que se juntaban terroristas, delincuentes y anarquistas, y que estaba dirigida desde la prisión por tres compañeros presos de los más activos: Claudio Lavazza, Gilbert Ghislain y Santiago Cobos. En mi opinión la elección de estas personas, de interior y exterior, no es ni mucho menos una cuestión
de azar, sino que posiblemente haya sido sugerida desde algún oscuro despacho de esta "Santa Inquisición", que es el Ministerio del Interior, en esa ocasión bajo el mandato de Mayor Oreja.

El anarquista Claudio Lavazza, ya fue anteriorente calificado como líder y cerebro de un grupo de expropiadores de bancos que fueron detenidos en Córdoba. Claudio se atrevió a asumir la responsabilidad de las dos muertes de dos policías municipales en legítima defensa y eso le convirtió automáticamente en objetivo del odio de la institución policial y penitenciaria.

Gilbert Ghislain, compartiendo encierro y un destacado activismo en la lucha junto a Claudio, mereció la misma atención y tratamiento que él. Santiago Cobos, un incansable rebelde al que el sistema no ha conseguido doblegar con su constante brutalidad y aislamiento, fue objeto de una especial represión. Como no pudieron acabar con su resistencia por el maltrato físico, dirigieron su cruel estrategia represiva hacia la parte más emotiva: su compañera sentimental. De ahí, y sobretodo del reconocido compromiso individual de Estefanía (Fani) con la lucha, quiero intuir que surje su detención. Y siguiendo con las intuiciones, también quiero imaginar que la detención y posterior encarcelamiento de Eduardo, parte de una de esas ilógicas y ciegas razones del totalitarismo capitalista, en la que no puede entender como un joven que proviene del seno de una familia "acomodada", puede acabar militando con l@s que luchan contra el estado, el capital y la injusticia, pues esta última es la única manera de hacer "justicia" del estado y capital. Lamentablemente, entre los grupos, organizaciones o individualidades que participamos en la lucha contra las prisiones o nos solidarizamos con l@s compañer@s pres@s, no tuvimos la suficiente capacidad de reacción que se requiere en situaciones de este tipo, sino que por el contrario, se produjo una intensa sensación de pánico, que provocó una importante desbandada.

El miedo es justificable, sobretodo cuando no es posible racionalizarlo y es ahí cuando, el instinto de supervivencia se sobrepone a todo; en esta ocasión en la mente de casi tod@s estaba el hecho de que si habían detenido a Eduardo y Fani, podían hacerlo con cualquier otra persona que participase de la misma lucha, pues no importaba lo que se estaba haciendo o lo que se había hecho, sino lo que los esbirros del poder decían que habíamos hecho. La elección de estos tres compañer@s, ha sido tan ciega como dirigida; ciega porque no necesitaban tener prueba alguna y dirigida, porque nadie puede negar que en sus diferentes dinámicas, tod@s ell@s llevaban un alto
compromiso con la lucha, que lamentablemente, en algun@s, ha tenido que ser reconocido por la represión de nuestros propios enemigos. A Eduardo se le han abierto causas en 4 Juzgados de la Audiencia Nacional por la colocación de diversos artefactos y asaltos a consulados italianos o a intereses griegos, en ciudades en las que ni tan siquiera ha estado nunca (Madrid, Valencia, Zaragoza y Burgos). Todos los jueces que llevan estas causas, a excepción de la jueza Mª Teresa Palacios (titular del juzgado nº 3), han decretado su puesta en libertad hasta el juicio, pero es precisamente la decisión de esa jueza la que mantiene a Eduardo en prisión. No hay ni tan siquiera una sola prueba que señale a Eduardo como autor del envío de esos paquetes; ni las pruebas de escritura, ni la de huellas, ni la del ADN de la saliva, ni tan siquiera las intervenciones telefónicas a las que le sometieron o una misteriosa pólvora mutante (en cantidad y en estado) que supuestamente encontraron en su casa, así como las pilas de uso cotidiano, no son pruebas que lo puedan señalar, pero la "justicia" está hoy por hoy tan entregada a la imagen de efectividad del Ministerio del Interior, que no sólo se han manipulado perversamente las pruebas, sino también los derechos más elementales de este falso estado de derecho, en el que ya no tiene cabida la presunción de inocencia, sino la afirmación de culpabilidad ante una "justicia" que prefiere permanecer profundamente ciega ante la evidencia. Pero ante todo nosotr@s estamos mucho más cieg@s que el propio poder, pues el envío de paquetes bomba a semejantes depredadores de lo social nos debería de hacer reflexionar acerca de muchas cuestiones y sobretodo sobre que, las marionetas del poder, no son tan inaccesibles como pretenden, y que por el contrario, nosotr@s, e independientemente de la actividad o el activismo que desarrollemos, podemos ser tremendamente vulnerables, ya que no necesitan ni motivos, ni llevar un ataque directo contra cada un@ de nosotr@s, sino que pueden dirigirlo de manera selectiva hacia una de las partes y bloquear al resto, lanzando a la sociedad disidente el claro mensaje de que por toda resistencia se paga un alto precio de libertad; con lo que se aisla socialmente a un movimiento al que no se le deja otra salida que una mayor radicalización, que será el perfecto argumento para legitimar su persecución y brutal represión, hasta su casi total control y definitiva extinción. Otra de las críticas que sería fácil de plantearse, es cierto individualismo nihilista "estético" y unas elementales faltas de convicción y de capacidad para el debate, tan necesarias para mantenernos firmes y superar nuestros prejuicios personales, como para dar una respuesta consecuente a todo intento de criminalización y represión contra una lucha plenamente legítima. El estado nos asesina, a nosotr@s y a nuestr@s herman@s, y además impone nuestro silencio. Ahora y siempre somos nosotr@s l@s que debemos de determinar nuestro grado de compromiso o de complicidad con el sistema que decimos combatir, y la diferencia es bien clara en ocasiones como esta; porque dentro de la gran diversidad de opiniones, ideas o planteamientos, ante unos hechos específicos, sólo puedes estar con los que gritan o con los que amordazan y con los que con su silencio, indiferencia o ignorancia participan en complicidad con el crimen del estado-capital. Es cierto que hay muchas luchas abiertas y la participación activa en todas ellas es imposible, pero no es menos cierto que la prisión tiene mucho que ver, y de forma muy directa, con todas las luchas reales contra este sistema y con el grado de compromiso que se ha adquirido en cada una de estas luchas. No es una cuestión de métodos, sino de objetivos más elementales o vulnerables para el sistema y este sistema, como toda dictadura o totalitarismo democrático o "revolucionario", se fundamenta en estructuras de terror y miedo contra el avance "no controlado" de las libertades, y la prisión es uno de sus más claros argumentos intimidatorios; es una amenaza constante sobre todas nuestras cabezas y, lo que es aún peor, sobre nuestras conciencias. Y esta amenaza se ha materializado concretamente contra Eduardo, pero indirectamente contra tod@s nosotr@s y por ello, la lucha por la libertad de Eduardo cobra un especial sentido, porque es una garantía de libertad a disentir, a cambiar el estado de las cosas, a enfrentarse abiertamente al sistema del único pensamiento posible.

Eduardo consciente de su compromiso, el día 26 de Abril inició una huelga de hambre que concluyó el día 1 de Mayo, un día por cada mes de encierro y otro día en recuerdo de l@s trabajadores/as asesinad@s en los hechos del 1 de Mayo de1886 en Chicago y en apoyo a las reivindicaciones en la convocatoria que hacía la CNT. El 24 de Mayo, por fin Eduardo fue a declarar ante la jueza Mª Teresa Palacios y ante la posibilidad de que tras esta circunstancia, siga manteniendo su total desprecio ante el derecho a la presunción de inocencia, se convocó una jornada de lucha de 30 días, que se iniciaba el 16 de Junio, en los que manifestar públicamente y en la calle, la solidaridad con Eduardo y l@s otr@s compañer@s represaliad@s, Fani y Jose, y reclamar la retirada de cargos y sus legítimos derechos a la libertad.

La campaña internacional de solidaridad, nos ha acercado las primeras movilizaciones en países como Austria, Grecia, Canadá, o en ciudades como Praga, Amsterdam, Estocolmo o Londres. Pese a todo, la respuesta a nivel nacional no ha pasado de ser tímida y pese a todo, la jueza ha decretado su permanencia en prisión hasta que se lleve a cabo un juicio, ante el que Eduardo se puede enfrentar a una petición de condena de 15 años de prisión. Todo movimiento que se precie como tal, no puede olvidar a sus prisioner@s y ahora como siempre, la lucha por la libertad de nuestr@s compañer@s y la lucha contra las prisiones es una de las formas más directas de combatir al sistema, porque en ellas se experimentan todos los mecanismos de control y represión social, así como de explotación y esclavitud laboral, tanto como de elemental educación en el "miedo" a las jerarquías o de experimentación científica con seres humanos; cuyas experiencias trasladarán después, con mayor o menor sutilidad, al ámbito social. En definitiva, el sistema se consolida, evoluciona y perfecciona mucho más, cuanta más capacidad tenga para deshumanizar y exterminar la inadaptación y la disidencia, y los centros penitenciarios siempre han sido grandes complejos de exterminio y de reeducación para el capital. Su demolición es un elevado acto de justicia natural y humana y nuestro compromiso con la lucha contra el sistema, pasa inevitablemente por no dejar en el olvido la situación de las prisiones y la de las personas que se han convertido en rehenes del sistema por enfrentarse abiertamente a él.

RETIRADA DE CARGOS Y LIBERTAD PARA L@S COMPAÑER@S REPRESALIAD@S:
EDUARDO, FANI Y JOSE