EL REINO DE LA CUCARACHA (ESPANHA)

Me encuentro en estos momentos escribiendo desde una inmunda mazmorra, la que ocupo a consecuencia de los que así mismo se definen como demócratas, del departamento FIES del centro de reclusión y exterminio de Villanubla (Valladolid), o lo que es lo mismo, el feudo del fascismo desde aquel fatídico día del año 39 en que los llamados nacionales y acaudillados por Franco, tomaron el poder. Nada ha cambiado desde que el personaje en cuestión murió en la cama de un hospital plácidamente. Sí, han cambiado los nombres, pero su régimen se ha perpetuado hasta nuestros días. Días que para este que escribe,
han sido once años de aislamiento constante, un calco uno del otro.

Once años en los que los racistas, hipócritas, chulos y mercenarios que gobiernan las instituciones de este país, no me han permitido ni tan siquiera comunicar y abrazar a los miembros de mi familia.Los jueces dictan autos estimando peticiones que les solicito y las direcciones de los diferentes centros por los que he pasado, en especial este de Villanubla, vulneran con un descaro propio del fascismo racista más reaccionario. Nos intentan, o os intentan, vender que estos lugares de desolación y exterminio físico y psíquico, son centros de rehabilitación; y yo os digo que no, y lo
digo por experiencia propia, pues dicha rehabilitación, reinserción o como quieran llamarla, es negada rotunda y sistemáticamente con sanciones injustificadas, sumarios salidos de los archivos "SS ACAIP", sumarios en muchos casos sin peso ante un tribunal que se llama a sí mismo de Justicia , sumarios que aniquilan vidas con más años de cárcel y aislamiento. Torturados y ajusticiados por el poder despótico de los que gobiernan las administraciones bajo las que nos encontramos apalastados por su bota fascista. Imaginaos por un momento que además de robaros la vida, les nieguen a los vuestros el derecho de mitigar de vez en cuando vuestra soledad con sus visitas y su amor. ¿Odiaríais?, ¿pediríais venganza?. Estoy seguro que sí, pues todo aquel que se sienta vivo y que por su venas corra sangre, soñará con ello. Aguantas, les pides el derecho que te ampara según sus leyes y ellos sonríen cual Judas Iscariote y te niegan cualquier derecho, aunque sus leyes terrenales escritas, digan que han de cumplirse ciertos preceptos legales. Pero allí arriba, en sus sillones mullidos y en sus despachos, se sienten dioses; están por encima del bien y del mal, y practican el terrible juego que es el de jugar su partida de ajedrez con piezas humanas; peones en sus manos.

Me niego a ello, mi corazón de rebelión continúa y constantemente no me permite que mi vida pase a ser una pieza de su tétrico juego.Cuando la cultura del terror y el asesinato, el aislamiento y las torturas, se convierte en el símbolo, en la bandera de un estado despótico, ¿qué legitimación puede tener ese estado, tanto para la población que representa, como para sus socios capitalistas?. No hay ley que legitime los desmanes de un estado, al menos escritas y aprobadas, pero se legitiman unos estamentos a otros, se tapan y la mano izquierda lava a la mano derecha. ¿Quién sacará tanta podredumbre del poder reinante?. Si no lo hacemos por nosotros mismos y con el apoyo del pueblo concienciado con nuetsra lucha, estamos perdidos de antemano, abocados al fracaso.

Y una vez más en el "corazón" de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, se ha asomado la sinrazón. Ahora no les ha bastado con denegarme el taslado a Melilla, sino que, y a modo de castigo supremo (por su cercanía a Dios), me trasladan al centro de exterminio de Jaén, donde ya permanecí anteriormente recluído 3 años.

Razón no encuentro para una vuelta atrás en mi régimen, puesto que si ésta prisión de Villanubla es represiva, no digamos la de Jaén. No quiero ni pensar lo que allí me voy a encontrar. ¿No hay segunda oportunidad para mí?. ¿Por qué?. ¿Quizá mi condición de bereber?, ¿de extranjero que no da su brazo a torcer?. El racismo está patente en los corazones y el ánimo de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y de todo lo que la rodea. No perdonan el hecho de que uno haya sido joven y un poco alocado. Te lo guardan como acero forjado en sus corazones racistas y represivos. No hay un ápice de humanidad en sus actuaciones hacia mí.

Vuelta a empezar desde cero amig@s. Jaén nuevamente y la lucha no cesa, no hay respiro pero tampoco voy a implorar. ¡Eso jamás!.

YUMA (Farid)

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