¿bioqué?
En el Īltimo libro de Toni Negri y Micalet Hardt: Imperio, se analiza
lo que ellos llaman biopoder, que viene a ser el poder que lo controla
todo, hasta cuando estornudas, por encima de cualquier definición
de Estado y desde lo más cotidiano, de aqui deduzco lo que
el texto quiere decir con antagonismo biopolítico es que lo
tenemos tan claro que hasta cuando nos hacemos "borilles"
con los mocos estamos haciendo antagonismo.
Otra cosa es el debate sobre el hecho de que ese hacer "borilles"
tenga o no que ser una producción articulada con otras producciones
y dotada de una estrategia que nos lleve de derrota en derrota hasta
la "borilla" final.
Porque hay quien sostiene que por mucho que hablemos de "biopolíticas",
o sea de políticas que fundamentalmente producen modos de vida,
administrando y vendiendo las dichosas diferencias, por mucho que
esa biopolítica esté presente en casi todos los ámbitos
de lo cotidiano, no por ello, cualquier acto cotidiano de leve desobediencia
o meada fuera de tiesto se convierte automáticamente en un
acto de resistencia política...hay que hilar fino ahí.
Fundamentalmente porque no se trata de decir, siguiendo a Foucault,
que "la ley y el orden" se han vuelto cotidianos y normalizadores,
muy cierto por lo demás, sino de advertir hasta qué
punto el orden se reproduce en la proliferación de las diferencias,
en su administración y venta, en cómo lo "alternativo"
es precisamente el campo del que se obtienen las claves de lo que
serán los sectores de mercado más pujantes y no sólo
hablamos de musiquillas.
Lo que está claro es que tanto el capital como la multitud
que se le opone juegan su juego en el campo de los modos de vida,
o de los modos de hacer más bien, en tanto que muy amenudo
no se trata de sistemas de vida completos sino de pequeños
sistemas fragmentarios, mínimas lógicas, colecciones
de juicios de valor, de pre-juicios, a través de los cuales
se establecen comunidades, tribus, bandas ... o sectores de mercado.
Si caricaturizamos procesos muy complejos, la cosa es más o
menos así: las multitudes funcionan construyendo pequeños
universos autónomos de producción de sentido, de valor
y de goce (sean "raves", hiphop o rumba), el capital los
"descubre" y hace lo que sabe hacer: intenta reprodurcirlos
con derechos de autor, venderlos y por supuesto desarmarlos políticamente
en lo que de amenazador para el mercado mismo tenga. Parte de ese
juego, por cierto, estaba bien presente en el planteamiento del Prêt
a Revolter o de los New Kids on the black block...
Quedémonos de momento con la importancia de esos pequeños
modos de vida, ya sean vendibles como motos o núcleos de resistencia.
Porque de cualquier modo esas unidades, esos modos, no son nada nuevo:
lo que en muchas partes, fuera de la tradición hegemónica
de las BBAA, se ha venido llamando
arte popular o folklore ha consistido en la reproducción de
objetos o conductas que se emplazaban dentro de repertorios pre-establecidos
y siempre variantes de posibilidades formales y relacionales, así
los palos en el flamenco, los ragas en la musica india etc...Estos
"modos" ofrecían un marco para la creación
colectiva e individual, relacionaban la producción "artística"
con las vidas de las gentes a través de esos "modos de
relación" que las piezas concretas actualizaban y recreaban.
La mayoría del arte producido en la mayoría de las culturas
es "modal" en el sentido de que parte de, trabaja con y
se concreta en "modos de relación", posibilidades
de encajar y construir situaciones.
La pregunta ahora es si los extremos se pueden tocar, si las
prácticas que han aprendido de las vanguardias y que derivan
del agotamiento de las BBAA pueden funcionar como prácticas
modales, es decir, si de ellas se pueden derivar herramientas de percepción,
comprensión e intervención sobre las diversas realidades
de cada cual.
Para entendernos, se trata que de la experiencia estética no
se extraiga una boquiabierta sensación de virtuosismo, o una
especie de seca moraleja, sino claves concretas paradesarrollar modos
de relación, y hacerlo de modo autónomo.
Y entender la necesidad política de esa virtualidad modal del
arte, justo ahora cuando el capitalismo ha extendido al máximo
su imperio precisamente en el territorio concreto de los modos de
vida, de las pequeñas diferencias aislables y vendibles.
¿Seremos capaces de producir trabajos que sean inmediatamente
apropiables, que construyan modos de relación o que ayuden
a entender en que medida tal o cual modo se nos está vendiendo
ya agusanado?...¿seremos capaces de generar trabajos como si
de diferentes tipos de herramientas se tratara, de diferentes "softwares":
habra trabajos que sean navegadores, antivirus, maquetadores...?