El principio activo del hachís cura en ratas el cáncer cerebral más letal
Un equipo de Madrid logra el hallazgo
El principio activo del hachís y la marihuana -el tetrahidrocannabinol, o THC- es capaz de curar en ratas de laboratorio el tipo más invasivo y mortal de cáncer cerebral, el llamado glioblastoma, según ha demostrado un equipo del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid dirigido por Manuel Guzmán. Los tratamientos actuales contra ese tumor son muy poco eficaces, por lo que, según Guzmán y otros científicos, es de rigor planear un ensayo clínico para probar ese compuesto en pacientes humanos.
Los resultados exactos, que se presentaron en la revista técnica Nature Medicine, se resumen así : los investigadores utilizaron ratas con glioblastomas muy avanzados -en algunos casos ocupaban hasta una cuarta parte del volumen craneal- y les inyectaron el principio activo de la marihuana directamente en el cerebro, durante una semana.
Todas las ratas que no recibieron el THC murieron a los pocos días. De las que recibieron el compuesto, un tercio se curó: el tumor resultó erradicado, y los animales siguen vivos y sanos incluso un año después de acabar el tratamiento. En otro tercio, el tumor se redujo y la vida se prolongó. En el tercio restante, el tratamiento no funcionó.
El director del equipo científico se siente obligado a añadir: "No hay ninguna evidencia, ni epidemiológica ni de otro tipo, de que fumarse un porro tenga el menor efecto sobre el desarrollo de los tumores cerebrales".
Guzmán recuerda que los experimentos se han hecho mediante inyecciones directas del cannabinoide al tejido cerebral. Cuando la droga se fuma, la cantidad que puede llegar a las células cancerosas es probablemente menor, ya que los tumores están "encapsulados", y son sólo relativamente accesibles a las sustancias que les llegan desde la sangre.
EHNE denuncia la entrada de ganado hormonado
El sindicato afirma que ya ha llegado a pequeños mataderos
Marta Agirrezabala, secretaria general de EHNE, explicó que «en las últimas tres semanas hemos detectado la entrada de terneros provenientes de Irlanda y cebados con hormonas y corticoides, que están siendo sacrificados en distintos mataderos». Además, esta carne se está vendiendo a 490 pts/kg, «a precios más bajos que nuestros costes de producción», matizó.
Además de la escasa calidad de la carne que está entrando en Euskal Herria, Agirrezabala destacó la presión que ejerce en los ganaderos vascos la introducción de la misma, ya que «echa por tierra el precio de la carne de calidad que se produce aquí».
Al parecer, resulta fácil detectar ganado hormonado, sólo por el aspecto que presenta. Los animales que son tratados con hormonas, corticoides y antibióticos ofrecen un aspecto mucha mas redondeado, hinchado. Esta alteración en sus cuerpos se debe a la retención de líquidos que sufren.
En cuanto al aspecto que presenta la carne hormonada es más rosado que la que no ha sido previamente manipulada. Además este tipo de carne en el momento de cocinarla desprende bastante agua, a consecuencia de la retención de líquidos que sufre el ganado.
«El quebrantahuesos se está recuperando»
Extractos de una entrevista a Rafael Heredia que es coordinador para el Plan de Recuperación del Quebrantahuesos del Ministerio de Medio Ambiente.
La evolución que a sufrido la población de quebrantahuesos en los últimos 14 años ha sido positiva. La población ha pasado de 33 parejas en 1985 a las 77 que hay ahora, por lo que no sólo se ha extendido en el área de distribución que se conocía, sino que ha habido colonizaciones nuevas, sobre todo, en el extremo occidental de los Pirineos.
Una de las principales causas de mortalidad del quebrnatahuesos son los venenos como la estricnina u otros venenos utilizados en la agricultura. Otra amenaza importante, es la caza ilegal de desaprensivos, ya que cada año, al menos, hay un ejemplar que muere por esta causa. A esto hay que unir la colisión con tendidos eléctricos aéreos.
Por su parte, la construcción de grandes infraestructuras, aunque no causan su muerte directa, provocan efectos en el fracaso reproductivo y producen cambios muy grandes en su hábitat. Incluso pequeñas infraestructuras generan este efecto, como por ejemplo, la construcción de pistas.
Por ello Rafael Heredia considera uncontrasentido que desde la Administración se promuevan planes de recuperación del quebrantahuesos y, a la vez, se potencien grandes infraestructuras, como por ejemplo, el embalse de Itoitz o la autovía transpirenáica.