Genova e dopo?

(algunas notas después de Génova)

Agostino Petrillo
28-07-2001

[Nota: estos rápidos apuntes fueron redactados en correspondencia privada por Agostino Petrillo, miembro del colectivo genovés de apoyo a inmigrantes Città Aperta, en la semana inmediatamente posterior a los sucesos de Génova, a petición de algunos compañeros de la Universidad Nómada de Madrid. No tenían por objeto ver la luz pero su conciso y afinado resumen nos parecieron de extraordinario interés, por lo que solicitamos autorización a su autor para publicarlos.]

El movimiento anti-G8

Sale de Génova con los huesos maltrechos, y no sólo desde el punto de vista clínico. Aunque se han conseguido algunos objetivos importantes (la próxima cumbre se convoca en la Luna, la anulación mediática del acontecimiento G8, la introducción de elementos de crítica cultural y política de este tipo de gestión de los problemas mundiales), en realidad, una gestión innovadora y sin escrúpulos de la calle por parte de las fuerzas del orden ha puesto crudamente de manifiesto los límites políticos y organizativos del Genoa Social Forum, golpeándole precisamente allí donde parecía residir uno de sus puntos fuertes, en la heterogeneidad.

Se han introducido elementos de división que deben hacernos pensar sobre las formas organizativas que ha asumido el GSF.

Por supuesto, ello no quita que la manifestación del sábado 21 haya sido una de las más grandes que haya habido nunca en Italia no organizadas por fuerzas políticas oficiales y, sin duda, la enorme respuesta en la calle en la jornada del martes 24 ha dado un signo inequívoco de vitalidad del movimiento y de capacidad de reacción.

Sin embargo, me parece que ahora nos encontramos frente al problema histórico de la espontaneidad que reflexiona sobre sí misma. O el GSF logra convertirse en una incubadora de gérmenes de organización, generar estructuras discusión y de conexión menos efímeras, a la vez que el movimiento abandona su andadura "cársica", como un río subterráneo que de vez en cuando sale a la luz, para convertirse en una fuerza política real, con peso en Italia y en el mundo, o se corre el peligro de ver abortados muchos de los esfuerzos realizados.

Las manifestaciones

¿Y ahora?

Creo que hay que lamerse las heridas y pensar en el otoño, en los momentos de lucha que se preparan y en las modalidades de organización que pueden ir perfilándose. Por aquí numerosos compañeros insisten en un reforzamiento de las estructuras del GSF, con una implicación de estratos cada vez más amplios de la sociedad civil.

Personalmente, alimento una cierta perplejidad ante esta hipótesis, que a mi juicio requiere un largo trabajo político y es difícil de llevar a cabo en poco tiempo. El peligro sería volver a presentarse a una cita como la de Roma en noviembre más o menos en las mismas condiciones en las que se ha llegado a Génova. Sí se percibe que el crecimiento del movimiento no se ha visto truncado y continúa a pesar de lo ocurrido, pero, o se pone en marcha rápidamente un debate amplio y se empieza a construir algo menos frágil y menos ingenuo o corremos el peligro de encontrarnos con los habituales lobos al acecho también en la próxima cita clave.


Agostino Petrillo, del colectivo Città Aperta
Génova, 28 de julio de 2001