stop star wars

Nace el movimiento de los desobedientes

movimiento de los desobedientes

     La reunión nacional de coordinación del Laboratorio de la Desobediencia Social, que tuvo lugar el sábado 12 de enero del año 2002 en Bolonia al lado del Teatro Polivalente Ocupado, con la participación de centenares de personas que, en toda Italia, han llevado la voz de la mayor parte de las realidades desobedientes nacionales y locales, ha decidido la superación de la forma asumida hasta hoy de la experiencia lanzada durante el encuentro de Social Forum en Florencia, en octubre del 2001, cuando el Laboratorio mismo se constituyó por los ex-Tute Bianche, los Jóvenes Comunistas, los centros sociales de la ex-Carta de Milán, la asociación “Ya Basta”, los y las desobedientes de la Red No Global Campanien y la Red R.A.G.E de Roma, sobre la base de la experiencia del Estadio Carlini y la desobediencia civil organizada durante las jornadas de Génova contra el G-8.

     La síntesis del profundo debate entre las diferentes voces presentes en Bolonia estuvo representada por la decisión común de transformar el “Laboratorio de los Desobedientes” en “Movimiento de los Desobedientes”, en el interior del general “movimiento de movimientos” que continua desarrollando la contestación de la globalización neoliberal y la oposición a la Guerra Global Permanente, militar, económica y social.

      El Movimiento participará como tal, en primer lugar, en la asamblea nacional de Social Forum en Roma, el 18 y el 19 de enero, primera cita ineludible de la Desobediencia, y luego en la jornada del 20 de enero en Génova, con ocasión de los seis meses el asesinato de Carlo Giuliani.

      Con esa transición, las realidades agrupadas hasta ahora en el Laboratorio Nacional han decidido transferir el “logo” Desobedientes (y por tanto la plena e incondicionada legitimidad de representarse como tales, valorizando así como riqueza la diversidad de opiniones) a todos esos sujetos que, en todas partes y de todas las maneras posibles, quieran practicar la Desobediencia. Es el fruto del balance extraído de la experiencia de todos estos meses, que han visto la extensión constante de las prácticas desobedientes a las subjetividades y las fronteras del conflicto social más diversas y heterogéneas, desde la contribución masiva al éxito de la manifestación nacional contra la guerra del 10 de noviembre del 2001en Roma, hasta la afirmación conjunta de un nuevo ciclo de luchas de los trabajadores inmigrantes y nativos contra la ley infame Bossi-Fini, desde la explosión del movimiento estudiantil contra el proyecto Moratti, hasta la cita en los “Estados Generales de la Enseñanza” en la capital el 20 de diciembre pasado.

      En particular, la primera jornada de la Desobediencia Social, el 17 de noviembre del 2001, consiguió una difusión importante de acciones y una diseminación de trayectos desobedientes sobre los frentes más diferentes y sobre todo el territorio nacional, al hilo de las consignas “construir conflicto buscando el consenso” y “con la humanidad contra la dominación, violar las leyes injustas”. La experiencia del Laboratorio de la Desobediencia social ha producido, además, un vasto eco mediático y una reverberación del mensaje hasta contextos políticos y sociales muy alejados de las realidades promotoras. Surge, pues, una doble necesidad: por un lado, garantizar la continuidad de la extensión de un empleo social de la desobediencia como palanca para abrir espacios al conflicto y a una sociedad alternativa al poder, y, por otro, determinar los trayectos y los terrenos de verificación de la radicalidad efectiva y la eficacia de las prácticas asumidas por los diferentes sujetos en sus respectivos territorios.

      La decisión de los/as Desobedientes de expresarse como movimiento entre los movimientos, buscando en esa forma política los niveles necesarios y adaptables de unidad de un movimiento lo más amplio posible contra el neoliberalismo y la guerra, es también consecuencia de una lectura común de la fase que se ha abierto después de Génova en julio del 2001 y el 11 de septiembre. La Guerra Global Permanente se presenta como una elección constituyente de una nueva disposición del orden del dominio, en medio de una crisis aguda de las políticas neoliberales y del ciclo capitalista de los últimos diez años. Desde el 11 de septiembre, pues, hemos asistido a un desplazamiento total de los poderes y sus instrumentos, así como de las subjetividades y las redes sociales que expresaban el conflicto contra ellos, después de haber revelado activamente la misma crisis a partir de Seattle, alcanzando unas dimensiones sin precedentes de la misma línea de contestación en Génova. Es justo partir de los depósitos de esa experiencia, en particular, en Italia, del “movimiento de movimientos” que, a pesar del estrecho margen que cabe entre la dominación capitalista imperial y la aventura terrorista de un fundamentalismo religioso y regional, no solamente no ha interrumpido su acción, sino que se ha convertido en el vector de la resistencia a la guerra, incluso y sobre todo en los frentes económicos y sociales.

      Sobre el plano global, la Guerra Global Permanente muestra su tendencia a la multiplicación, regenera el fundamentalismo y agudiza las opresiones: en primer lugar, la que golpea al pueblo palestino, que ha visto transformarse la ocupación en masacre pura y dura dentro del verdadero régimen de apartheid creado por el gobierno israelí de Sharon. Pero hay otra realidad, ligada muy íntimamente a ésta en el marco global de los desplazamientos y las reestructuraciones antes esbozado. La revuelta social en Argentina ha cerrado el 2001 y abierto el 2001, imponiendo la expulsión de Domingo Caballo, agente del FMI y del Banco Mundial, y la renuncia de cuatro presidentes en algunas semanas: ha inaugurado, pues, el año con un signo opuesto al que buscaba aparentemente la movilización total de la potencia imperial tras el 11s. Se quiso rectificar la crisis neoliberal en un contexto estratégico como el que se inscribe en el proyecto de los Acuerdos para el Libro Comercio de las Américas, pero ahora irrumpe la urgencia de transformación radical que esta ya presente de manera contagiosa y en la que podemos detectar características de espontaneidad y protagonismo de multitud de necesidades sociales.

      Los/as Desobedientes contemplan por tanto el inminente Segundo Foro Social de Porto Alegre como una ocasión de contraste entre los distintos movimiento sociales que, local y globalmente, interpretan esa coyuntura sobre el terreno del conflicto. Una ocasión que no debe ser desperdiciada en una pasarela de representaciones generales supuestas o con propuestas de síntesis de mínimos expuestas al intrusismo, en el desarrollo del “movimiento de los movimientos”, de hipótesis de gobierno moderado de la globalización neoliberal ya tocada por la crisis y, en buena parte, responsables o cómplices de la escena actual de exclusión y reducción de los derechos de todos los sujetos sociales subalternos y de las multitudes expropiadas del mundo. En esa cita, los/as Desobedientes se proponen contribuir sobre todo en la profundización del contraste y de la comunicación entre prácticas del movimiento y de insubordinación social.

      En Italia también, los/as Desobedientes vinculan la necesidad de garantizar la expresión continua de la naturaleza material del movimiento contra el neoliberalismo y la guerra: precisamente la del “movimiento de movimientos”. Por el contrario, es evidente que la ofensiva y, al mismo tiempo, los índices de paroxismo de la fórmula del Gobierno Berlusconi, se inscriben en el marco de la reestructuración de las políticas neoliberales y que, por tanto, la oposición, que convoca esa ofensiva, debe ser interpretada como un profundo soplo de aire, ante todo social. Es también evidente la exigencia de determinar los sectores en los que organizar las relaciones entre los movimientos, con el fin de realizar el mejor contraste político posible y poder desarrollar campañas conjuntas y asegurar así para el futuro la posibilidad de convocar fechas unitarias de enorme importancia: en el primer caso, se hace urgente una intervención eficaz en la jornada de huelga confederal del sector y la escuela pública, ya esbozada por las iniciativas del sindicalismo de base, como forma de generalización del conflicto y de su plataforma, así como “nuevo” acontecimiento central de socialización y lucha. Los/as Desobedientes quieren hacer públicas las temáticas de la renta básica, como instancias comunes de trabajo, del no trabajo y la cooperación de saberes puestos a trabajar, que en conjunto habitan la dimensión de la precariedad.

      Es necesario también revelar y valorizar la capacidad de las redes locales del movimiento y de los Social Forum -mientras no degeneren en meras fórmulas de relaciones entre aparatos políticos- de construir nuevos espacios públicos de participación: en ese sentido hace falta no solamente hacer una reflexión, sino en concreto experimentar sobre un plan de iniciativas para un nuevo municipalismo que pueda recoger y verificar las sugerencias que ofrece el modelo de presupuestos participativos, vinculándolo al nivel más elevado posible con el movimiento. Pero también hay que combatir cada deriva hacia una cristalización burocrática sobre el plano de la organización. Por el contrario, la acción de las redes sociales y la pluralidad de las prácticas y de los discursos del movimiento deben abrir un camino más amplio, no sólo a causa de las razones objetivas impuestas por la inauguración de la época del Euro, sino también porque, a partir de la centralidad de la producción de subjetividad y en el espíritu de una experimentación práctica sobre objetivos comunes, emerge la necesidad de desarrollar una dimensión europea del movimiento.

      Como la potencia principal expresada en Génova, y luego también durante este largo otoño de oposición a la guerra militar, económica y social, es la de “hacer sociedad”, es preciso continuar por ese camino o bien intensificar la diseminación de relaciones alternativas e iniciar un éxodo colectivo hacia la producción de subjetividades capaces de ruptura con la organización de dominio del capital, a la altura de su crisis y de los desafíos que resultan de su reestructuración. Los/as Desobedientes nacen de ese impulso; y por esa razón, para ofrecer la mejor contribución posible a esa prospectiva, se presentan como movimiento entre los movimientos. De manera coherente con esa firma de “movimiento entre movimientos” y tras elaborar la positiva experiencia cultural de la convergencia entre prácticas, llevada a cabo en los momentos más elevados del trayecto de la Desobediencia, el Movimiento de los/as Desobedientes excluye toda modalidad de organización sobre la base de una “línea”: se organiza sobre la práctica y la capacidad de todos los sujetos que se reconocen en ese movimiento de atravesar sobre la base de su acción los propios lugares políticos, sociales y culturales. La instancia de ligazón del Movimiento de los/as Desobedientes debe representarse como Agencia de Comunicación, entendida como comunicación social de la desobediencia, como comunicación cultural e informativa y como comunicación política.

El Movimiento de los Desobedientes determina algunas campañas de acción para lo próximos meses:

  • 1) Por la redistribución y la reapropiación del salario y a propósito de las luchas comunes de trabajo y no trabajo en el contexto de la precariedad, estableciendo una relación estrecha con las redes de organización de los precarios y los parados presentes sobre el territorio nacional, con relación a la jornada del 15 de febrero y con la perspectiva de acción a nivel europeo y de un entrelazamiento con el movimiento estudiantil, a partir de los objetivos y los recorridos fijados por la Red de Estudiantes en Movimiento, contribuyendo a la intensificación de las iniciativas sobre las temáticas de la renta básica y la crítica de la propiedad intelectual.
  • 2) Por la intervención en las luchas de los inmigrantes y a su lado por los derechos de ciudadanía, a partir de la manifestación nacional del 19 de enero y en relación con las indicaciones de las distintas coordinaciones y del Foro Social de Inmigrantes, para abrir enseguida un frente de acción contra los Centros de Internamiento de Inmigrantes.
  • 3) Por la solidaridad y la diplomacia desde abajo contra el sistema imperial de guerra, sobre todo al lado de la lucha del pueblo palestino y de los movimientos pacifistas israelíes, contra el régimen de apartheid de Sharon, organizando la presencia masiva de los /as Desobedientes en una iniciativa unitaria en los territorios ocupados la próxima Semana Santa.
  • 4) Por la batalla contra los Organismos Modificados Genéticamente y las patentes, organizando la movilización contra la cumbre de la FAO en Roma en junio.
  • 5) Por la batalla a favor de la legalización y el libre empleo de estupefacientes, apoyando la acción de Movimiento Anti-Prohibicionista.
ˇPAZ!
ˇJUSTICIA!
ˇDIGNIDAD!

ˇDESERTAR DE LA DOMINACIÓN!
ˇDESOBEDECER AL MANDO!
ˇLA LUCHA CONTINUA!


Italia, Europa, Planeta Tierra, Enero 2001, primer mes del segundo año de la Guerra Global

volver a paremos la guerra