La furia de la tormenta no descansa, y lo que ayer parecÃa una pequeña nube asediada por un azul intenso se ha tornado una grave amenaza para la seguridad de la colmena. El contenido duro y explÃcito de las quejas de los habitantes del amargo lugar no alcanza todo lo que pudiera: un solo hemisferio analÃtico y racional es lo que es, solo la mitad de una verdad insoportable pero sobrellevada con un esfuerzo que palia sin aliviar. Contactar con el cincuenta por ciento restante es una tarea dura que muchas no estaban dispuestas a encarar.
Algunas siendo engañadas y otras siendo cómplices fueron llevadas todas a Solaris, y lo que cada una llevó allà y con lo que cada una volvió de allà es algo que ni sabemos ni queremos saber. Es fácil saber a qué hora y dónde empieza La Tormenta, pero eso es lo único que se sabe de ella.