¡El racismo está en todas partes! Una cosa es combatir el racismo de los/las demás (de la sociedad, del Estado…), y otra cosa es combatir el racismo en sí, el racismo interiorizado. ¡Cuestionemos la supremacía blanca! Las palabras no son suficientes, la teoría no destruye el racismo, el clasismo, el sexismo. Son necesarios actos visibles y públicos.
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