ESTE JUEVES (10:00 h.) Y ESTE SÃBADO (14:00 h.): Entrevistamos a uno de los cuatro reyes magos que realizaron una protesta en el centro comercial (Txingudi) de Irún el pasado dÃa 5 de enero. Para protestar contra el consumismo salvaje y las grandes infraestructuras que exige este sistema devorador. Y manifestar su rechazo al capitalismo y denunciar las brutales consecuencias sociales y ambientales del desarrollismo que nos impone destructivas infraestructuras como el TAV.
CARTA DE LOS REYES MAGOS:
Querido consumidor/a,
Hoy, por fin 5 de enero, tras una larga y pausada travesÃa, hemos llegado un año más desde el lejano Oriente… viniendo a detenernos a este “parque comercialâ€, Txingudi. Muchas han sido las novedades y cambios con las que nos hemos encontrado, algunas buenas, sÃ, pero la mayorÃa no tanto. Seremos sinceros: la imposición de adaptarse a la vida moderna, a su ritmo frenético y a todos los nuevos desplazamientos que ello exige, nos resulta cada vez más asfixiante e insensata. Cada vez son más las autopistas, polÃgonos industriales, trenes de alta velocidad… que obstaculizan nuestro camino, y menos las personas que nos encontramos por el trayecto. Personas con quien poder tratar, que no estén encerradas en su coche o en sus cacharros electrónicos –alguien que disponga de tiempo para detenerse y hablar.
En este sentido, hemos decidido pararnos en un mega centro comercial como éste porque entendemos que este tipo de centros de consumo y ocio son un claro ejemplo de las exigencias insaciables de esta sociedad y del dÃa a dÃa que generan: movilidad forzada en vehÃculo privado, consumo acelerado de mercancÃas desechables, relaciones de usar y tirar en un espacio cada vez más homogeneizado. Como abogamos por un dÃa a dÃa basado en la cercanÃa, tanto en nuestras relaciones de consumo y producción como en las relaciones personales, reivindicamos a su vez la necesidad de paralizar en lo posible el normal funcionamiento de los flujos mercantiles que niegan a las personas el control sobre medios y fines, necesidades y deseos.
Es preciso aclarar que esta acción de desobediencia no pretende ir contra ti, sino dejar de perpetuar el encierro en esta jaula de la abundancia mercantil, hacerlo salir del monólogo, reivindicar la posibilidad de decir no a lo que ni queremos ni necesitamos, resistir.
Porque creemos que no basta únicamente con aceptar resignadamente los excesos y contradicciones –de la polución al embrutecimiento—que la sociedad de la abundancia genera, vemos legÃtimo recurrir a la desobediencia frente a esta normalidad, a fin de cuestionar a los intereses económicos que la reproducen.
DESOBEDIENTZIA ETA EKINTZA ZUZENA!
DESARROLLISMOARI STOP!