En 2011, tres personas fueron detenidas en el estado español por orden del comisario de la Brigada de Investigación Tecnológica, Manuel Vázquez. Durante los días siguientes, la policía iniciaba un monólogo de humor involuntario, que se convirtió en una carrera sin fondo para intentar convencer a la ciudadanía de que habían capturado a los líderes de #anonymous España (lideres “funcionales”, eso sí). Los portavoces de la policía, grandes conocedores del mundo de internet (con sus “ataques de denegación de auxilio” y su “cuatrochan”), se cubrieron de gloria… y es que, independientemente de la labor del Brigada y de que estos tres arrestados fueran culpables o inocentes, la policía hizo un ridículo tan vergonzante vergonzoso como internacional.
Lo que la policía no parece haber entendido es que #anonymous no trabaja con células, ni es una organización jerárquica. La red permite que lo que llaman “células” sean de una persona; tú, yo, o el vecino. Independientes y que toman sus propias decisiones. Y que #anonymous no es un grupo de hackers (es un grupo de gente variopinta), ni todos los que apoyan #anonymous apoyan los ataques a páginas web y, finalmente, que activista en internet no es sinónimo de delincuente.
De nada sirvió que la Junta Electoral Central, cuya página web fue atacada en 2011, dijera que los daños ascendieron a 700 euros. La Fiscalía pide para los tres acusados penas de más de cinco años de cárcel por supuestos daños continuados y pertenencia a grupo criminal, y multas que van de los 4.200 a los 5.600 euros. Y aunque luego se retractaran en las redes sociales, en la rueda de prensa policial se les relacionó con ETA y Al-kaeda, por si lo anterior parecía poco.
Pero obviamente, decir que habían pillado a tres personas que tenían en casa un servidor de chat y caretas de V de Vendetta quedaba feo. Así que la carrera sigue, y ya vamos con que los arrestados “tenían intención de” publicar datos de políticos y policías en, atentos y atentas, “foros pro-etarras”. La policía pre-crimen, una vez más en acción.
Lo importante en este caso parece ser criminalizar un movimiento en vez de dilucidar si tres personas son criminales o no. Lo importante es anunciar al viento que han capturado a la cúpula de un movimiento sin cúpula y mostrar una careta en plan trofeo como si fuese la copa que dan al campeón mundial de los idiotas.
Finalmente, en marzo de este año nos enterábamos de que Manuel Vázquez, el comisario encargado de la investigación/montaje policial, era ascendido al cargo de Jefe Superior de la Policía en Galicia, en recompensa a este y otros tantos teatrillos policiales.
Lo venimos diciendo en cada programa, y los mandos policiales lo confirman diariamente:
Sin privacidad, no hay libertad!!
En el programa de este mes, gritamos “Mucha policía, poca encriptación (literalmente):
Editorial: Hablamos de montajes policiales, y las graves consecuencias para quienes los reciben. Estrenamos cuña: Gritemos hasta desgañitarnos, “Mucha policía, poca encriptación”!! Y sí, sabemos que se dice cifrado y no encriptación, pero por favor, permitidnos una pequeña licencia poética… 😉 Noticias: El activista Lauri Love en problemas por no desvelar sus claves de descifrado Estados Unidos quiere que el FBI pueda registrar en remoto cualquier dispositivo electrónico
Patente estúpida del mes: Apple se lo pone fácil a los policías Software libre: Entrevistamos a Xose, de la plataforma de contenidos formativos (y mucho más) Agodidáctica. Sección ocasional: Analizamos las sucesivas Operaciones Araña, y cuestionamos el vago concepto de “Enaltecimiento del terrorismo”. Teatrillo: En un control de carretera, dos guardias civiles paran a los vehículos que van pasando… Casi todos van con la puerta trasera abierta!! Basado en el texto “En principio… fue la línea de comandos“, de Neal Stephenson. Música que suena en este programa: En el calabozo de Radio Almaina han actuado Sean Wheel, The Clash, Dead Kennedys, Hechos contra el decoro, Soziedad Alkohólika, Chicharrica y Eskorbuto.