El centro de Madrid se convierte en una fiesta de reivindicación popular
Agencia UPA 18/6/99
Como ya se había anticipado, este viernes 18 de junio se está desarrollando en Madrid y en concordancia con
muchas otras ciudades del planeta lo que se ha venido a denominar internacionalmente " Reclama las Calles",
consistente en la salida de diferentes grupos de acción social a la calle a reclamar su existencia mediante acciones
de protesta y carnaval en el corazón de la economía mundial, coincidiendo con la reunión del G-8 ( los 8 países
más industrializados del mundo).
En Madrid además, el "Reclaim the streets" ha coincidido con el séptimo día de acciones de la Semana de lucha
social
y esto es lo que hasta el momento ha ocurrido (21:30 horas en la Península Ibérica):
A las 4 de la tarde una música distinta comenzaba a oirse en algún lugar de la ciudad: la plaza de Lavapiés
comenzaba a llenarse de gente al ritmo de tambores y gaitas. Una hora después, las 200 personas que allí se
encontraban tomaron el metro con destino Puerta del Sol tal y como vienen haciendo los últimos días, sin pagar
billete, ante la mirada estupefacta de los guardias jurados. La comitiva se bajó en Sol, sin dejar en ningún momento
de corear consignas en pro del transporte gratuito y los Siete días de lucha social. A la salida del suburbano, un
numeroso grupo de policías antidisturbio les esperaba, ocupando la Puerta del Sol y algunas calles adyacentes.
El grupo, en cuya cabeza se situó un enorme dragón multicolor, se encaminó hacia la Plaza de Callao, generando
un auténtico pasacalles de denuncia contra el lujo, la miseria y la exclusión social, apareciendo como centros de los
ataques los grandes almacenes que se hallan en este trayecto (El Cortes Inglés, la FNAC;…). Ya en Callao, la
gente se fue agrupando, a la expectativa de una acción en un centro comercial que finalmente no pudo llevarse a
cabo, debido al enorme dispositivo policial, que impedía el paso a todos los accesos del edificio.
Mientras esto sucedía (o más bien no sucedía) varios grupos de personas se encargaban de cortar las calles que
llevan el tráfico a la Plaza "tomada", colocando pancartas de lado a lado de la vía pública. En el corte de tráfico de
la vía más conflictiva, la calle Preciados, el conductor de un autobús urbano cruzó en la calzada su vehículo con el
objeto de interrumpir la circulación y permitir colocar la pancarta a l@s compañer@s. Pronto el territorio okupado
quedó delimitado por telas que decían cosas como "Reclama las calles: el coche devora la ciudad" , "Bajo las
calles está la playa", "El transporte "público" existe, son los coches oficiales de l@s altos cargos" (en boca de
metro) o "Frente a la ranciedad municipal, pluralidad subversiva". Además de los ya tradicionales tambores, un
camión de la organización de la Semana de Lucha trajo la música en forma de cientos de decibelios que
comenzaron a salir a través de unos potentes altavoces . Tanto la policía como l@s viandantes no salían de su
asombro ante inaudito espectáculo. Con los primeros, finalmente se ha negociado la permanencia pacífica en la
plaza tomada y desde las seis de la tarde cada vez más gente acude al lugar, much@s atraid@s por la música y el
colorido que se puede apreciar en este espacio "liberado" temporalmente. Personas disfrazadas han realizado
varias representaciones teatrales y bailes de diferente tipo: dos jóvenes hacían de "Euro-Rappel" y
"Euromís-Fuster", repartiendo cartas de un Eurotarot, adivinando el oscuro futuro que nos presenta la Europa del
capital. Acompañando a las euromagas, otro europersonaje hacía rodar un enorme Euro por la calle golpeando en
su recorrido a l@s asombrad@s ciudadan@s que pasaban por el lugar.
Al mismo tiempo se improvisaba un tendedero que ahora atraviesa la plaza y está lleno de ropa de todos los
colores, como signo de que, al menos por hoy, la plaza, la calle, lo público es como nuestra propia casa, un lugar
donde nos movemos con libertad. Un sector se divertía con juegos tradicionales como la comba, mientras otro
"pinchaba" una boca de riego y empezaba, vía manguera, a mojar a l@s acalorad@s concentrad@s de la plaza.
La fuente que hace las veces de centro de este espacio se convirtió, gracias a una preparada escenografía en un
océano, lugar donde fue arrojado posteriormente, entre risas y bromas, Enrique de Castro, el cura de la parroquia
de San Carlos Borromeo (Entrevías), un@ de l@s detenid@s de los días precedentes en la Semana de Lucha
Social.
En estos momentos la plaza permanece okupada, vigilada ahora de forma más que relajada por los antidisturbios
y decenas de personas bailan al son de la música que en principio no cesará hasta altas horas de la madrugada.
Teatro, malabares, música y alguna que otra sorpresa completará el Reclama las calles madrileño . Por ahora,
podemos decir que el objetivo de este día de lucha en Madrid ya se ha cumplido: tomando la calle, rompiendo el
silencio.
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