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Lavapiés es una buena muestra de que ya no sirven los referentes del Estado nacional, la pureza cultural, la lengua obligatoria de la nación, los derechos ligados a la nacionalidad... como hipótesis para habitar un espacio cualquiera de este planeta. Aun así la UE reafirma la separación, la hostilidad y el fantasma de la pureza, el bienestar, la prosperidad y la ‘diferencia’ cultural contra unas poblaciones cada vez más heterogéneas, negadas como elemento constituyente, irreversible, del espacio y la historia de nuestras ciudades. Racismo de estado (las diferentes ‘leyes de extranjería’), criminalización mediática, en la que se insinúa que la inmigración es la fuente de todos los males y penurias, amplificación distorsionada de los brotes racistas ocasionales de sectores sociales literalmente aterrorizados por un cambio social del que se les niegan u ocultan las verdaderas claves y en el cual su participación se acerca a cero. El único marco en el que parece posible pensar un mundo común, una convivencia en el planeta globalizado y continuamente redefinido por los flujos migratorios, económicos e informativos es aquél en el que cualquiera puede definirse como ciudadan@ del mundo, esté donde esté. Hablamos del derecho básico de existencia para cualquiera— sea en Singapur o Madrid (lo que implica el acceso a un ‘paquete’ de recursos suficientes para existir dignamente, entre los que hay que incluir la posibilidad de la participación, la comunicación y la decisión efectiva sobre cuanto ocurre en el propio territorio vital). Los derechos de raza o nación ya no explican nada de lo que pasa en nuestras ciudades: ni la crisis económica, ni la degradación del espacio público La deportación de Agustín Lara resulta tan absurda y arbitraria como lo son los acosos, vejaciones, controles y deportaciones cotidianas de no poc@s de l@s que viven en nuestro mismo barrio. La complejidad y la riqueza de habitar este barrio son algo muy diferente, que ninguna administración ni está en condiciones ni tiene la menor voluntad de afrontar. Nos toca crear un ‘nosotr@s’ que se oponga, con la fuerza de la creación, a este curso de las cosas, aquí en Lavapiés como en cualquier otro espacio de racismo y segregación.
¡No colaboremos con las deportaciones ¡Rompamos el espacio del miedo y la sospecha, denunciemos a los perseguidores! csoa ‘el laboratorio’ --------------------------------------«-- Volver al Indice de "Lavapiés como Experimento" «-- Volver al Indice del Archivo de Documentos «-- Volver a la Página Principal del Centro Social |