Basándonos en la experiencia de los centros sociales y los intentos de coordinadora de okupaciones que ha habido, nos planteamos cómo defender, conservar y promocionar los espacios liberados. El hecho es que difícilmente podemos pensar en una consolidación de esta experiencia, en su arraigo en los territorios metropolitanos, barrios o pueblos o ciudades sin una reflexión colectiva que se plantee la definición del lugar o no-lugar de estas experiencias en lo social, que para nosotr@s es la gran ciudad, la metrópoli. Salir de la fase resistencial, del aislamiento y una cierta impotencia frente a un ciclo que continúa repitiéndose: okupación, un periodo de actividad (y con algo de suerte efervescencia) y finalmente desalojo, desánimo y disipación hasta la próxima ocasión. Para nosotr@s el problema, en buena medida, es de autoorganización: un proceso que no se reduce a estar junt@s, a coordinarse, a defenderse en común frente a ataques esporádicos, sino una dinámica que es también de conocimiento, de reflexión, de investigación de la articulación o del papel de los espacios sociales okupados y de los colectivos de base metropolitanos, es decir, su carácter de organismos que viven en diferentes territorios de lo social, desarrollan y expresan cotidianamente formas de vida y las expresan públicamente, tratando al menos de transformar las relaciones sociales en el ámbito de sus actividades. En el marco de este reconocimiento se plantea la particularidad, así como la novedad de nuestras experiencias: nuestra acción pública o política no se separa del conflicto con la administración en torno a los temas que dan forma a la cotidianidad en la metrópoli: problemas que le suceden a la gente que pasa por la calle como la vivienda, la calidad y la gestión de los servicios fundamentales, el control y la segregación de las poblaciones, el acceso a los medios de información y comunicación, los foros de encuentro y democracia municipal de base, las prestaciones e ingresos ciudadan@s y su definición y control político… en este medio los centros sociales y colectivos metropolitanos pueden cobrar realidad y escapar al destino del ghetto o de la alucinación atrincherada de una izquierda social y radical espectadora impotente de la continua redefinición y reproducción del poder de la administración, de la degradación y el envilecimiento de las relaciones sociales y de su capacidad de cooperación, de su posible autonomía. Aferrar esta novedad nos lleva a pensar que, lo queramos o no, funcionamos o nos inmiscuimos en las redes sociales de la metrópoli, nos impone pensarnos como red de constitución alternativa. Este reconocimiento sería ya un momento precioso de autoorganización, un salto de potencia. Defender y promocionar espacios de libertad pasa entonces por desplegar la conexión de sus actividades, por expresarse e intervenir como red en todas la cuestiones que afectan a su realidad y a sus proyectos: por ejemplo, contra los desalojos; por la afirmación del valor de uso social de los centros sociales; contra los planes de ordenación urbana; por la creación y la reapropiación de medios de comunicación por parte de dinámicas autoorganizadas de lo social; por la creación de una esfera pública autogestionada desligada del Estado, etc.: un marco posible de acción política nueva en las áreas metropolitanas.

A nosotr@s nos interesa iniciar la construcción de este marco, que ahora mismo sólo puede pasar por momentos de discusión y reflexión, pero tambien de investigación y autoconocimiento. Que llevan tiempo pero son absolutamente necesarios: sin ello una hipótesis de intervención o iniciativa pública se perdería en la ambigüedad o en la repetición de experiencias pasadas. Más en concreto, nuestra idea es abrir uno o varios espacios de encuentro sobre este tipo de temáticas, abiertos a la reflexión, la investigación social y política, la formulación de proyectos e iniciativas concretas… desde ya mismo. Desde luego en la perspectiva de volcar todo esto en un conjunto de luchas comunes, de objetivos concretos en condiciones de ser realizados, en la perspectiva de dar forma y potencia al conjunto plural de centros sociales y colectivos de base metropolitanos.