en el solar
del labo los domingos
son rojos
en construcción
abajo
construir
comer
hablar
encontrar
okupar
abajo
El solar es un espacio vacío.
Entramos en un espacio vacío cuando no tenemos uno propio, uno propio que no es nuestro, uno propio para hacerlo de todos. Entramos en un espacio vacío para hacerlo nuestro (o sea mío, tuyo, de él, de ella...). Buscamos huecos donde hacer, huecos donde encontrarse y pensar colectivamente, donde construir espacios y donde construir comunidad. Porque somos lo que hacemos, y es mucho lo que podemos hacer, y lo que queda...
El solar no es sólo un solar,
el solar es un lugar (y no el único),
es una situación de expulsión y precariedad, es el fruto de un proceso, y en él nos instalamos para resistirnos a esa situación, a ese proceso, para construir otras situaciones posibles, para continuar, para iniciar, para reconstruir procesos de comunidad y de vida.
El solar de la calle Olivar es un símbolo, es la imagen de los solares que siguen vacíos, de las casas que siguen vacías, de la nada y el abandono, de la expulsión, de los desalojos, de la especulación, del silencio y connivencia de la administración, de la nueva morfología urbana que se impone arrolladora en forma de rehabilitación, de mercado inmobiliario, de cultura museística, de despojo de espacios sociales, de precariedad.
Pero el solar también es otra cosa,
es todo lo que podamos hacer en él, para expulsar lo que representa, para expulsar el vacío, la precariedad, la soledad. Para construir proyectos que son cooperación, sociabilidad, comunidad e intervención sobre el territorio.
tira de la carrtilla
El solar es un experimento. Un experimento sobre los espacios y un experimento sobre nuestras vidas y sus condiciones. Para hacer del vacío, de la debilidad, condiciones fuertes de encuentro, resistencia a la expulsión constante, a la movilidad, una investigación sobre los espacios sociales y sobre nosotras. El solar es el presente. Un presente del que nos apropiamos y sobre el que producimos encuentro, espacios colectivos, comunicación y desde el que imaginamos futuros posibles.
El solar es un experimento.
Un experimento sobre los espacios
un experimento sobre nuestras vidas y sus condiciones
Para hacer del vacío
de la debilidad
condiciones fuertes de encuentro

resistencia a la expulsión

constante
a la movilidad,
una investigación sobre los espacios sociales y sobre nosotras.
El solar es el presente
Un presente
del que nos apropiamos
y sobre el que producimos encuentro,
espacios
colectivos,
comunicación
y desde el que imaginamos
futuros posibles
un presente del que apropiarse y desde el que producir, construir, imaginar
De la confluencia entre el planteamiento del Laboenelexilio y la intervención en forma de estructura de Santiago Cirugeda, es desde donde partimos.
Así que tenemos espacio, una estructura, deseos e ideas que conjugar, ganas de encontrarse y todo lo que se nos ocurra... ¿participamos?
abajo
los domingos rojos