El Mercadillo

En las fosas marinas fueron quedando la angustia y la desesperación de un viaje incierto.

Lo tienen crudo, las corrientes democráticas passan paralelas a su rumbo y si de viento se tratase, suerte tendremos si no nos lo venden un día envasado y nos lo tomaremos con ondas.

Ahora estrenar es moderno y la modernidad moda ¿Hostias! Estoy hecho un lío... Bueno, no problem, pediré la brújula a mis colegas de navegación.

A bordo la gente anda algo aturdida, el fondo marino se confunde con el desierto y los marineros miran perplejos la linea de flotación.

Fuegos de artificio, planos de metroycompás y carteles luminosos en oasis de mentiras.

Ecológicas campañas para salvar el mar de personajes estigmatizados por el gran Good Look que no han buceado en su puta vida a excepción de los retratos con Ulises antes de botarle para California.

Las nieblas de las profundidades son densas y al levantarse difuminan mensajes de bombillas municipales de segundas pascuas creando una tibia y uniforme atmosfera, alguna chispa conecta los neones y ya tienen la suya propia.

Manos a la obra. Trabajar y compartir, chispas, paletas, carpinteros y fontaneros, lo mismo para un roto que para un descosido, hartos de estar sobradamente puteados pasan de las fosas abisales, se lo montan por su cuenta y son capaces de rentabilizar su iniciativa.

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