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PRIMER DÍA: MILITARISMO
La Semana de Lucha Social comienza con una marcha al complejo químico-militar de La Marañosa.
 Imágenes del día
Esta mañana ha comenzado "oficialmente" la III edición de la Semana de Lucha Social de Madrid con la VI Marcha a "La Marañosa". Un comienzo muy poco espectacular, la verdad.
Unas 70 personas recorrieron a media mañana el centro de la localidad de Getafe, en cuya periferia se ubica el complejo químico militar de La Marañosa, un siniestro lugar donde se investiga con armamento nuclear, químico y biológico y se fabrica diverso material antidisturbios. La de hoy era la sexta marcha, organizada con el objetivo de cerrar definitivamente estas instalaciones militares que dependen de forma directa del ministerio de defensa. La marcha de este año que, al igual que la pasada edición, se enmarca dentro de las actividades de la Semana de Lucha Social, ha reunido en esta ocasión menos participantes que en ediciones anteriores. Ha habido muchas pancartas y se han realizado y leído interesantes textos antimilitaristas. Sólo faltaba un poco más de gente.
Una enorme pancarta donde la figura tachada de un buzo nuclear representaba "La Marañosa" que nosotros queremos encabezó la manifestación por Getafe, que con gritos como "Gastos militares para fines sociales", "Osa, osa, osa, cerrar La Marañosa" y la "consigna de batalla", "Siete días de lucha social", llegó hasta el ayuntamiento de la ciudad. Allí se leyó un escrito donde se advierte a la población de Getafe de los peligros que entraña tener un "monstruo" como La Marañosa tan cerca de la localidad ante la sorpresa de l@s escasos paseantes que se encontraban en ese momento en el lugar. Este comunicado aparece al final de la noticia.
Después de la lectura de este primer texto l@s manifestantes se desplazaron hasta las inmediaciones de La Marañosa en un autobús alquilado para la ocasión por la organización de los "Siete Días" (es decir, la asamblea Rompamos el silencio). Hubo algun@ que se hizo los 8 kilómetros que separan Getafe del complejo militar andando (como los años anteriores, donde todo el mundo lo hacía), a pesar del implacable sol que acompañó a l@s antimilitaristas durante toda la jornada. El grueso de marchistas , tras descender del autobús, decidió esperar a l@s aguerrid@s compañer@s que venían andando. Se hallaban ya en la carretera local que conduce a las instalaciones militares, a un kilómetro de éstas más o menos. Durante la espera, l@s manifestantes recibieron la visita de dos aburridos y pesadísimos guardias civiles que, al considerar intolerable que se cortara una carretera por donde pasa un vehículo cada tres horas (la de La Marañosa) solicitaron la filiación a una persona para hacerle responsable de este acto de "flagrante ilegalidad". Nadie se identificó y tras fingir un repliegue de la manifestación hacia el interior del arcén de la carretera, finalmente la pareja represiva nos dejó en paz. Poco después llegaron l@s caminantes y la marcha se reanudó hasta completar los metros que quedaban para llegar a la instalación militar. Ésta, como se completa en la documentación anexa, se halla en el Parque Regional del Sureste, una zona protegida, de alto valor ecológico que posee incluso varias especies en peligro de extinción. Por desgracia, quienes no padecen este peligro de extinción son nuestras fuerzas represivas, que en su versión de guardias civiles (5 todo terrenos) y vigilantes jurados nos esperaban tras las rejas de la puerta de La Marañosa. La manifestación acabó en este lugar con la lectura de un segundo texto, dirigido especialmente a "nuestros inseparables vigilantes", únicos espectadores de la manifestación antimilitarista. Tras gritarles los lemas correspondientes, la marcha retrocedió sobre sus pasos hasta llegar a un pinar donde se realizó una agradable y animada comida. Después, la mayoría de la gente se desplazó a un lugar vecino donde se llevó a cabo una interesante ruta guiada de contenido ecológico e histórico a través del parque regional del Sureste . Esta zona posee unas características de gran riqueza, desde el punto de vista medioambiental e histórico. La intención era llegar hasta unas antiguas trincheras de la guerra civil pertenecientes al frente del Jarama (uno de los que más duró a lo largo de toda la guerra). El camino fue largo, con muchísimo calor y con unas acompañantes muy particulares llamadas garrapatas. Una vez que llegamos al cerro nos esperaban con ambiente de la época: con canciones de la guerra y con banderas ondeantes al viento . Nos explicaron con mapas de situación la batalla del Jarama y los avances fascistas y republicanos en aquellos días de febrero del 36. La vista era preciosa y mereció la pena llegar hasta allí, aunque casi nos achicharramos por el sol que picaba sin clemencia. Se leyeron poemas anónimos, de Miguel Hernández, de Rafael Alberti y de César Vallejo. Una tarde agradable, pero calurosa .
Madrid. UPA. 25/6/00.
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