Aguantamos
Todavía...
Junio de 2003
Luchando se encenderá una luz de
esperanza sin rejas
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La situación que se vive en las prisiones es insostenible.
Denunciar que son simples campos de concentración, donde se violan sistemáticamente los
DD.HH. de las personas detenidas es insuficiente. Más aún cuando se ha llegado a un
punto dónde a los presos ni siquiera se les proporciona el alimento necesario, cuando
todos sabemos que hay epidemias de enfermedades que solo son posibles en el marco del
hacinamiento y el hambre en que sobreviven. Y por supuesto no hay asistencia médica
adecuada ni medicamentos... Es que estamos asistiendo a un genocidio que avanza día a
día... Hambre, epidemias y la muerte es lo cotidiano. El hacinamiento -que es lo único
que ministros y milicos siempre insisten como gran problema por que intentar resolverlo es
hablar de millones de dólares que irán a parar a los bolsillos de algunos corruptos- es
también una clara violación de DD.HH. y cada vez se profundiza más.
Milicos, políticos, jueces y hasta los medios masivos de comunicación..., todos hablan y
coinciden en que los DD.HH. se violan sistemáticamente en las cárceles y cuando se trata
de hablar de causas y responsabilidades..., todos miran para otro lado. Es como si los
campos de concentración fueran una maldición divina. Todos sabemos que existen, pero
nadie sabe quién o quienes son los responsables de esta situación.
Estos campos de concentración son así y al régimen actual le importa un comino lo que
suceda dentro de los muros porque la gente que ahí se encuentra prisionera son pobres.
Esté régimen que asesina gurises de hambre, que permite que nuestra gurisada se siga
envenenando de plomo, que ha condenado a gran parte de nuestro pueblo a sobrevivir en la
incertidumbre permanente de no tener un trabajo estable y bien pago, que niega el alimento
a miles de orientales, la salud, el techo..., que carajo le puede importar la juventud
pobre encarcelada...
Podríamos sumarnos al coro de los que denuncian lo inhumano de la prisión y mirar para
otro lado cuando de responsabilidades se trata; o hacer como tantos que con maderitas y
alguna murga que otra quieren insinuar que se hace algo en materia de «rehabilitación»,
o que la cárcel está cambiando por que las autoridades carcelarias actuales enfrentan la
corrupción..., pero, también nos dicen faltan medios económicos para resolver el gran
problema de las instalaciones... Nosotros preferimos hablar claro. Más allá de algún
preso que aparece en los medios agradeciendo a sus guardianes policiales que le permitan
trabajar para rehabilitarse, la realidad aparece vuelta y media. La realidad del campo de
concentración donde la gente pierde los derechos más elementales tras los barrotes. La
realidad de la corrupción en dónde no hay ninguna cárcel donde no existan milicos que
roban todo lo que pueden tanto al Estado, como a presos y familiares. La realidad que
muestra que la cárcel es un infierno y los responsables son las autoridades carcelarias y
el Ministro del Interior, y también aquellos políticos que por conveniencia de futuros
caudales electorales aceptan convivir con la tortura institucionalizada en este régimen
que se dice democrático.
No estamos para ser perritos falderos de algún politiquero o milico represor para lograr
que algún pequeño grupito de presos la pase mejor. Nos preocupa la realidad que viven
todos los presos. Nos preocupa lo insano que es la existencia de esa verdadera fábrica de
violencia y delincuencia que es la cárcel. Nos preocupa que se siga insistiendo en
mantener el fascismo cotidiano de los campos de concentración como si fuera compatible
con una sociedad que quiere ser humana. Nos preocupa que nos quieran acostumbrar a
convivir con este genocidio que día a día se va concretando...
Hoy hay necesidad de pelea en las prisiones. Canelones, Cabildo, COMCAR, el Penal..., en
todas las prisiones se busca que hacer, como enfrentar esta situación. La lucha de la
juventud encarcelada no es ajena a la lucha de nuestro pueblo, es parte de la misma bronca
contenida que busca sus formas en las barriadas más pobres de nuestra tierra.
Desde esta modesta herramienta llamamos a rodear solidariamente a los presos en lucha para
que, entre todos, encendamos realmente una luz de esperanza sin rejas. |
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