El Uruguay se encuentra hundido en
un pozo del que no aparecen salidas visibles. Las sucesivas políticas económicas basadas
en mantener el privilegio y el poder de unos pocos ha sembrado el hambre y la desolación
como nunca antes a nivel del pueblo.
Las chimeneas dejaron de humear y a los capitalistas no les interesa encenderlas nunca
más. Hoy no precisan grandes masas de trabajadores para acrecentar su capital. Así,
condenados a la desocupación miles y miles de trabajadores y sus familias son condenados
al hambre y necesidades de todo tipo.
Hoy es común ver en pleno centro de Montevideo a la gente durmiendo en la calle, a los
jóvenes haciendo malabarismo en cualquier esquina para conseguir un méndrugo de
alimentación.
Todas las secuelas de la miseria y la pobreza se han acrecentado en el país.
Prostitución, tráfico de niños. de órganos...
Los niveles educativos han descendido y aumenta la deserción de jóvenes al estudio y
también el analfabetismo.
La salud y el techo, elementales derechos del ser humano, han pasado a ser casi un
privilegio.
Es que hoy tener un trabajo que te permita tener un mísero salario es como ser un
privilegiado.
De arriba insisten que la solidaridad ya fue que hoy hay que pasar por encima de
cualquiera y salvarse como sea, individualmente.
Pobreza y miseria abajo mientras por la TV y prácticamente todos los medios de difusión
nos hablan de una sociedad de consumo, donde nos ofrecen los más suntuosos artículos.
Mientras tanto, el que puede se va. Son miles y miles los orientales que van a buscar un
futuro en otras tierras.
Mientras la desocupación crece, aumenta vertiginosamente el aparato represivo policial.
No hay plata según los ministros y presidentes de turno para la educación, la salud o un
simple cuartelillo de bomberos en la zona norte, sin embargo aumentan los efectivos
policiales, las armas, los recursos de todo tipo destinados a controlar y reprimir. Han
llegado al colmo de la aberración: cerraron un hospital de Salud Pública para
convertirlo en cárcel. Los sectores más castigados son los jóvenes. Para ellos es todo
ese aparato represivo. Para amansarlos y volverlos corderos que se dejen llevar mansamente
al matadero sin protesta, sin lucha. Que se mueran amontonados con los ojos abiertos y sin
molestar...
Y con la complicidad de prácticamente toda la clase política, no solo los efectivos
policiales y sus recursos crecen, también aumentan las penas de prisión para los
infractores y arman todo un código en donde la vida humana tiene categorías diferentes y
por supuesto la del policía es de primera clase.
Por otro lado se quiere dividir a la gente, en los barrios, entre "buenos" y
"malos". Tratan de montar comisiones y redes de alcahuetería y delación donde
los "buenos ciudadanos" llamen a la policía por la simple sospecha de que
"pueda suceder algo".
Hoy la tortura
es una realidad
Más allá de las mentiras del Ministro y sus alcahuetes la tortura es el método central
de "interrogatorio" en los ámbitos policiales. Tortura que se la quiere hacer
pasar como una cosa normal para el trato del "delincuente" o "el
pichi" como dicen. Tortura que se ceba especialmente sobre los jóvenes más pobres
de nuestra tierra. Se tortura para que la gente firme y se aprenda el libreto de memoria
que hay que ir a repetir al juzgado para así iniciar procesos y llenar estadísticas de
casos resueltos.
Se desnuda a los presos, se los golpea durante horas y horas, usan cachiporras para no
dejar marcas, usan el gas, la picana portátil y la fusta con picana...., en algunos casos
los han llegado a colgar durante horas... y no queremos hablar de los abusos sexuales de
tantos jóvenes en esas noches de encierro en las comisarías..., podríamos enumerar un
montón de métodos de interrogatorios, de ese "espíritu" que se vive en las
comisarías y que hace declarar a los delincuentes que según el Ministro Stirling es tan
efectivo que habría que mantener la permanencia en comisarías más de 24 horas así
todos "hablan"... Y no hablemos de las presiones policiales sobre los testigos,
porque habría que hacer un libro...
Todo es un gran cuento
Y aclaremos lo de las 24 horas en comisaría y luego al Juzgado es parte del cuento de
esto que aquí en Uruguay llaman "Justicia". Te envían claro está al Juzgado
dentro de las 24 horas..., pero el juez te puede enviar nuevamente a la comisaría si las
cosas no calzan como dice la policía, y así una y otra vez hasta que la gente es
procesada. Si no te envían a la misma seccional te envían a Jefatura y ahí lo que te
espera es peor...
Así funcionan las cosas, lo saben miles y miles de jóvenes que han pasado por las
comisarías detenidos a la salida de un baile o porque iban divirtiéndose por la calles
de Montevideo, caminando por que tener para el boleto es un privilegio en las barriadas
populares...
Si te "enganchan" en algo, o por que tienen que dar los números de hechos
delíctivos resueltos te pueden procesar sin que tengas absolutamente nada que ver con los
hechos que te imputan. Los milicos lo saben y muchas veces ellos mismos te lo dicen
mientras se ríen... vos vas para el COMCAR y ellos aumentan méritos en su "carrera
policíaca"...
Pedir forense en el Juzgado es al santo botón, casi todos los partes de esos médicos
terminan luego de narrar las huellas visibles de golpes en los cuerpos de los detenidos
como que pueden ser "autoinfrigidos"..., por lo tanto la policía no es
responsable de eso. Y además hay un dicho que es muy común entre los abogados y en todos
los que trabajan a nivel judicial: "la policía sabe pegar muy bien" y tratan de
no dejar marcas...
Todo esto que es una realidad más grande que una casa lo saben todos: ministros,
políticos, milicos, fiscales, jueces, abogados, etc... sin embargo el sistema funciona.
Se montan los procesos y se llenan papeles y papeles donde se decide la vida y muchas
veces la muerte de las personas. Se sigue el juego de un sistema que quieren hacer creer
que es justo y que todas las personas somos iguales ante la ley..., cuando todo es un gran
cuento.
Los campos de concentración
La tortura, el trato cruel inhumano y degradante se continúa en las cárceles del país.
Cárceles que son verdaderos campos de concentración donde a nadie se lo condena a tanto
tiempo de prisión sino a una muerte diaria y cotidiana. Y aquí también versos y más
versos adornan esta realidad. Hablan de centros de rehabilitación. ¿Rehabilitación para
qué? ¿Cómo? En realidad lo único que se intenta es lograr la sumisión total del
presidiario. Doblegarlo al punto que acepte mansamente las idioteces más grandes que se
les ocurra a los que por el poder de las armas los mantienen prisioneros. Doblegarlos para
que terminen siendo unos chupamedias de los uniformados y de los "señores de la
sociedad". Es decir quebrarlos física y síquicamente, convertirlos en una piltrafa
humana que antes de pensar y actuar pidan permiso para hacerlo.
Ahí en las cárcel te espera: el frío invernal en esas celdas sin ningún tipo de
abrigo; el encierro en celdas insalubres con water deteriorados, muchas veces viviendo a
obscuras porque no tienes ni siquiera una lamparita para iluminarte; el hastió de no
hacer nada de nada; el hambre; la falta de atención médica
-porque el que define si precisas o no médico es un carcelero-; las palizas a bastonazos,
la picana o la fusta con electricidad; los gases; los escopeteros con sus balas de goma;
las palizas en los traslados; las sanciones por el menor motivo que te deja sin patio, sin
visita; las requisas conde te roban lo poco que tienes y te rompen o destrozan lo que te
dejan; los jeringasos sin tu consentimiento; el hacinamiento -en algunas cárceles- que no
te dejan espacio físico; la superexplotación si logras ser un "privilegiado"
que conseguís algún trabajo por que trabajas durante todo el día por unos vintenes que
te los pagan con meses de atraso; las garroteadas indiscriminadas, donde te pueden caminar
por encima los "cascudos", te pueden orinar encima a vos o tu comida como lo han
hecho en muchas ocasiones; que te quieran hacer creer que sos un número y no ya un ser
humano con nombre y apellido; el infierno en vida en definitiva mientras permanentemente
te insisten que sos un "recluso" y no tienes derecho a nada... Y te espera,
también, el manoseo de tus seres más queridos, tus familiares, te espera el hambre
también para ellos y el manoseo de la corrupción que está hasta los tuétanos del poder
judicial y policial de este país, donde para lograr lo mínimo sino tienes plata para
arreglar marchastes...
La represión no es casual
No es ninguna casualidad estás cárceles y esta represión policial ensañada con la
juventud y las zonas más pobres. No es ninguna casualidad que en una especie de
"gatillo fácil" te puedan matar en una esquina o a la salida de una baile. No
es casual que al mínimo problema en algunos barrios pobres enseguida lleguen los
coraceros a reprimir. Es una manera de mantener a raya a gente que está
"demás", que sobra en "la sociedad"... a toda esa gente que no la
precisan los patrones y el Estado ni siquiera como explotados. Sobran y además son muchos
y saben que -como ellos mismos lo dicen- no hay futuro ¿y si salen a pelear
colectivamente ese futuro que pasaría con este sistema de opresión?
Por lo tanto la "biaba" en comisaría, la cárcel como centro de exterminio de
los infractores y el hecho de que a cualquier joven le puedan pegar un tiro en cualquier
calle del país, o lo puedan reventar o mandar a reventar los señores comerciantes del
Paso Molino o de La Unión, algún bodeguero o chacrero... es parte de una política no
escrita de defensa del privilegio y el poder. Para los burgueses y sus esbirros siempre
valieron más las porquerías materiales que la vida humana y hoy es eso exclusivamente lo
que les importa.
La represión aumenta
la violencia
Ministros, políticos, y grandes comerciantes, quieren arreglar todo con represión...
hasta el ejército quieren lanzar a las calles. Sin embargo estos señores tan custodios
de la paz y el orden y tan amantes de las leyes son conscientes que la violencia en las
calles tiene un origen social, pero resolverlo es cuestionar el poder y el privilegio de
los de arriba... por lo tanto hay que reprimir.
Y ahí están los datos que ofrece el mismo ministerio del Interior. Desde que empezaron
con todo ese plan de "seguridad ciudadana". Desde que aumentaron efectivos y
armamentos para las fuerzas policiales, desde que aumentaron las penas de prisión..., lo
que lograron es que aumentara la violencia. Es que para resolver las consecuencias de un
problema que es social hay que atender las causas mismas. Y eso pasa por trabajo,
educación, techo..., en fin, una vida digna de ser vivida para todo nuestro pueblo.
Para burgueses y represores
la impunidad es total
Piden represión y al final de cuentas hay que preguntarse: ¿Con que autoridad moral
puede alguien pedir represión cuando los grandes asesinos, violadores de hombres mujeres
y niños, torturadores, ladrones y traficantes de los hijos de los compañeros
desaparecidos... los que impusieron la paz de los sepulcros en nuestra tierra y durante
años y años convirtieron los cuarteles en cárceles y centros de torturas hoy están
impunes; muchos de ellos revistan en las FF.AA. y policiales y han sido y son ascendidos
por los sucesivos gobiernos de turno? ¿Qué autoridad moral hay en esta sociedad donde la
impunidad es total para los verdugos del pueblo? ¿Qué autoridad moral hay en esta
sociedad cuando los grandes ladrones de guantes blancos cuentan con la mayor impunidad? Y
si la cosa es muy evidente tienen hoteles de lujo para estos señores.
Se horrorizan de los delitos de propiedad. Si sumamos todo lo que han robado las personas
que se encuentran presas en todas las cárceles del país es una porción minúscula de
todo lo que han robado de la empresas públicas y privadas los señores burgueses que por
supuesto ellos no "rapiñan" ni hurtan ellos hacen simples
"malversaciones". Y no comparemos con el saqueo armado que hicieron los milicos
cuando ocupaban toda la escena política en tiempos de dictadura. Y no hablemos de como
nos meten diariamente las manos en los bolsillos los patrones y el Estado a todos los que
vivimos de nuestro trabajo.
Como se ve hay una injusticia esencial en esto que se llama o quieren hacernos creer que
es la Justicia. Lo hemos dicho en los Tribunales y a los responsables del Poder Judicial
la justicia no puede ser un simple formalismo que solo sirva para que la impunidad de los
torturadores sea preservada. Si hay justicia que la vara que mida sea pareja y no siempre
ampare a burgueses y represores, sino no hay justicia. Por eso lo hemos afirmado y lo
sostenemos públicamente: La Justicia No Existe.
Liberar a los Muchachos
Hoy luchamos por Gerardo, Miguel y sus compañeros, rodeados del apoyo de un barrio y la
solidaridad internacional. Luchamos por su libertad. Porque son jóvenes que han sido
injusta y arbitrariamente detenidos. Porque fueron torturados en la seccional 17 y en la
cárcel. Porque son jóvenes libertarios que luchaban en las calles por una vida mejor con
los jóvenes de su entorno y en la cárcel siguen luchando por los derechos de todas las
personas detenidas y por mejorar las condiciones carcelarias. Porque el proceso, ha sido
un fraude donde lo único que le ha importado a jueces y fiscales es dejar bien parada a
la policía de la 17. Porque les han negado hasta su personalidad de jóvenes trabajadores
y porque han llegado al descaro de que cuando nacieron eran apátridas para el Estado
uruguayo porque eran hijos del exilio, pero ahora para mantenerlos presos contraviniendo
las normas internacionales dicen que son uruguayos. Luchamos por su libertad por que los
milicos los acusan de rapiña sin ningún tipo de pruebas materiales, pero estos jóvenes
son los que los acusan de torturadores y violadores de derechos humanos. Y si han sido
condenados no fue por la acusación de los milicos sino que lo que condenó el Juez
William Corujo Guardia fue la lucha contra la impunidad y la defensa de los derechos del
ser humano. Por lo tanto son prisioneros de conciencia en esta "democracia"
uruguaya.
Los DD.HH.
deben ser respetados
Pero esta lucha es mucho más profunda. Casos de jóvenes como ellos injustamente
detenidos hay montones en las cárceles uruguayas. Jóvenes "empaquetados" por
la policía, que no cuentan con medios y ni siquiera cuentan con una "defensa
legal", con abogados de oficio, que en su mayoría, nunca apelan y solo cumplen el
formalismo para que se pueda decir: la justicia funciona bien. Muchos de estos jovenes
entran a la cárcel y salen en un féretro y a nadie le importa.
Y también nos hacemos eco de las justas reivindicaciones de los presos sociales. Por que
nunca creímos ni vamos a creer ahora en gente de primera y de segunda. Todas las personas
por el simple hecho de ser seres humanos tienen derechos inherentes que deben ser
respetados. No es como dicen algunos carceleros ustedes son reclusos y no tienen derecho a
nada. O como dicen otros los "pichis" o "ratas de penitenciaría"...,
son gente, son personas que por una razón u otra -la mayoría como consecuencia directa
de la vida miserable a que nos condena este sistema de explotación y opresión del hombre
por el hombre- han transgredido normas que los únicos que si tienen que respetarlas son
los de abajo, porque para los ricos y los milicos corren otras reglas y cuando no hay más
remedio hay otras "cárceles" esas sí de lujo.
Por lo tanto creemos que la organización de los presos y los familiares son herramientas
útiles y necesarias para la defensa de sus derechos y que pueden ser un puente para que
se establezca un diálogo necesario con el pueblo todo por que estos muchachos presos -y
decimos muchachos por que la mayoría no sobrepasan los 25 años- son parte de nuestro
pueblo y ellos lo saben.
Creemos que los derechos humanos no se puede encarar en términos parciales. Esas ideas de
que para defender los derechos de alguien este tiene que presentar una especie de carnet
de afiliación a algún organismo o partido son altamente nocivas. Toda la gente tiene
derecho a ser tratada como gente. Y los organismos de derechos humanos tienen que pelear
por los derechos de todos y sino se prestan a ser usados por los poderosos de turno.
Tenemos que reclamar el respeto de los Derechos Humanos en todos sus aspectos, y exigir
que el Estado uruguayo no convierta en letra muerta todos los tratados internacionales que
ha suscrito al respecto.
A resistir, aquí y ahora,
la represión
Al mismo tiempo llamamos a todos los compañeros, a todos los jóvenes, de todos los
barrios a aunar esfuerzos para enfrentar la represión. A la criminalización de la
juventud y la represión policial hay que enfrentarla desde cada barrio, desde cada lugar
donde trabajamos, estudiamos o habitamos.
Por eso lo hemos dicho antes y lo reafirmamos ahora: |
