Desde el penal de "Libertad"
De
celda en celda, en los patios y planchadas..., en todos los rincones del penal de
"Libertad" los presos se han puesto a discutir sobre su situación y han
empezado a auto-organizarse. Exigen que se reconozca su organización basada en asambleas
por sector y delegados. Estos serían dos por sector o sea cuatro delegados por piso. Que
los mismos participen en todas las "charlas" que se organicen sobre la sanidad
del penal. Hoy se movilizan además en pos de que se respete el reglamento interno del
establecimiento, ya que este sería de castigo y eso implicaría que la inmensa mayoría
de los internos del penal no tendrían que estar ahí. Además exigen que los diferentes
organismos, como INACRI por ejemplo, tienen la obligación de realizar sus funciones y no
dejar enterrados a los presos en el penal. Pero sobretodo los presos quieren hablar con el
pueblo uruguayo del que se sienten y son parte. En el marco de las movilización planteada
hay enviado cartas colectivas a periodistas, como Jorge Traverso, a senadores, como Mujica
Cordano, y por supuesto a las autoridades responsables del funcionamiento carcelario.
También se han conectado y se están conectando con todos los organismos de DD.HH. Esta
es la carta abierta que 284 personas detenidas en el penal de "Libertad" envían
al Pueblo Uruguayo. |
Penal de Libertad, Enero 2002
(Esta carta ha sido firmada por cerca de 300 presos del Penal de
«Libertad»)
Carta abierta al Pueblo Uruguayo
Los internos de este Penal nos dirigimos a nuestro pueblo para
ponerlo al tanto de la situación real que hoy nos toca vivir.
En primer lugar al exponer nuestra situación actual, tenemos que hablar de muchas
y variadas situaciones, pero esta vez solo haremos una o dos puntualizaciones.
Cuando la población reclusa llega a situaciones límites (huelgas de hambre, etc.)
son decisiones que tomamos muy a pesar nuestro. Porque en definitiva siempre los más
perjudicados, en primer lugar es nuestra familia que es la que sufre toda esa angustia.
Nosotros también la sufrimos y con creces, a pesar que son las autoridades las que hacen
las declaraciones a la prensa. Quedando al final, los presos como los malos de la
película.
Las autoridades manifiestan lo siguiente: los reclusos, siempre optan por hacer
huelgas de hambre y jamás nos plantean las inquietudes que los llevan a tal situación.
Esto, es totalmente falso. Siempre que tomamos una decisión de esta índole, las
autoridades tienen conocimiento, ya que están informados de la medida que se va a tomar.
La otra puntualización que queremos hacer, es referida a la estadía en este
establecimiento. En teoría, o sea en los papeles, venimos al Penal por un período de
estudio de seis meses. En este tiempo los técnicos del ministerio del Interior (que son
policías) deberían expedirse en evaluaciones sobre la conducta general de los reclusos,
para distribuirlos a diferentes centros de reclusión. Decimos que es en teoría pues en
la práctica es todo lo contrario.
Cuando los reclusos vienen a cumplir una sanción disciplinaria (de otro penal) al
término de la misma deberían ser devueltos al establecimiento anterior. Así dice en el
Reglamento interno del establecimiento, pero en la práctica se da todo lo contrario. Nos
dejan en este establecimiento en forma definitiva, a gusto y capricho de la autoridad
competente.
No tenemos a quién preguntar, nadie nos informa nada y menos a nuestras familias
que, como decíamos líneas arriba, es la que sufre esta situación angustiosa ya que la
mayoría de las veces cuando se nos traslada es de forma sorpresiva, no se nos informa
nada. ¡¡Y pobres aquellos presos, que quieran saber su futuro destino!! La única
respuesta que reciben es golpes de toda índole, puntapiés, bastonazos, choques
eléctricos y gases. Así son los traslados de presos de un establecimiento a otro. Con
despedidas (golpes, etc.) y bienvenidas de igual manera. Cuando nuestros familiares van a
vernos se encuentran con la ingrata noticia que fuimos trasladados y a partir de ahí
continúa un peregrinaje, de una cárcel a otra, hasta que al final encuentran a sus
hijos, a sus esposos, o a sus hermanos. Los que antes, por ejemplo: si somos de Canelones
veíamos a nuestras familias dos veces por la semana vamos a verla una vez o dos al mes.
Ya que hay familias que tienen que viajar 80, 100 y 150 km o más para poder vernos. Y al
llegar a la ruta del Penal caminar algo así como 2 km. cargados con bolsos, a veces con
lluvia o con calores insoportables. Y estamos hablando de personas mayores y niños.
Pero más allá de esto, nuestras familias y nosotros pertenecemos al género
humano y no como nos pinta una pequeña parte de esta sociedad. Esa pequeña parte, que de
forma velada pide a través de la prensa, y aplicándole terrorismo verbal a la
población, de que todo lo que le pasa a nuestro país es culpa de la delincuencia. Pero
no dicen de la otra delincuencia, la de guante blanco y cuello duro. Esa delincuencia que
es la que ahoga a nuestro pueblo, es la que poco menos pide a gritos que se aplique la ley
de «gatillo fácil».
Lo que solicitamos los abajo firmantes y por supuesto los que no lo han hecho, es
lo siguiente. Que se aplique el reglamento, cumplido el castigo que seamos trasladados a
nuestros lugares de orígenes. Y también aquellos reclusos que por razones de
acercamiento familiar y de salud lo soliciten
Para terminar queremos hacer algunas aclaraciones sobre el punto disciplinario. Las
sanciones en los establecimiento carcelarios. La mayoría de ellas son arbitrarias ya que
el GP (policía) es el mismo que directa o indirectamente ha participado en nuestra
captura, limitándose este «buen señor», la mayoría de las veces a burlarse del
recluso, por decirlo de alguna manera. Las palabras son otras ya que con esta dictadura
disfrazada de democracia tienen carta blanca para hacer lo que quieran. Y si muchas veces
no se ha pasado a mayores es porque nosotros valoramos nuestras familias, ya que es
indignante que un Estado que se autoproclama democrático -y discúlpesenos la expresión-
hace gárgaras con los Derechos Humanos y tiene en forma infrahumana a ciudadanos que ese
Estado a marginado. Porque no queremos más depósitos de carne humana es que nos
movilizamos y queremos que nuestro pueblo sepa lo que pasa detrás de los muros de esta
democracia encubierta, que utiliza métodos de la dictadura pasada, en la cuál, él que
lo detenía, lo «interrogaba», lo procesaba , lo «reeducaba», y lo vigilaba. Con estos
métodos «reeducativos», ellos dicen que van a reeducar a la delincuencia que ellos
mismos inventan.
Los cerca de 300 detenidos que firmamos esta Carta y los que no lo hicieron
insistimos en que el pueblo sea informado realmente de como sufre una parte de vuestros
hijos. Porque nosotros también, somos parte del pueblo, a pesar de que nos empujan para
que seamos marginados.
Ya lo dijo el Padre de la Patria:
«Los jóvenes, deben recibir un influjo favorable en su
educación. Para que sean virtuosos y útiles a su país»
José Artigas
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