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Carta abierta al Embajador de Suecia
Esta carta tiene que recorrer el
mundo entero...
Ya no hay ningún argumento que pueda esgrimir el Estado uruguayo para tratar de
mostrar un sistema carcelario donde estén garanizados los DD.HH. Ya de nada sirven los
informes tan escuetos como mentirosos que durante el tiempo que se encuentran en prisión
nuestros jóvenes han enviado a las autoridades suecas. Ya no bastan las reuniones en
oficinas pulcras donde han visto a nuestros jóvenes, en el COMCAR o en el Penal. La
realidad está a la vista..., basta mirar las horas y horas de filmaciones que realizaron
los diferentes canales de TV y que han recorrido el mundo...
Hoy las razones de Estado tienen que ser dejadas de lado..., las autoridades suecas
no pueden ser cómplices de la barbarie y el fascismo que cotidianamente soportan los
presos sociales en Uruguay, y entre ellos: Gerardo y Miguel.
Y tampoco pueden argumentar razones judiciales para mantenerlos encerrados, cuando
incluso un Juez -el único que realizó una investigación de los hechos- ha llegado a la
conclusión: que los cuatro muchachos son inocentes de la cargos que se les imputan; que
se está ante un caso armado a fuerza de tortura y presión policial; y que este proceso
está violando la Constitución de la República Oriental del Uruguay.
Y que no vengan con esa historia de que jóvenes que nacieron en el exilio, que
fueron declarados "apátridas" por dictadores de turno en Uruguay, hoy son
solamente uruguayos; cuando, en realidad, la única ciudadanía que cuentan es la sueca.
Y por supuesto, cuál es el argumento para estigmatizarlos, trasladarlos a la
Tablada mientras informaban a la prensa que los presos trasladados eran los delincuentes
más peligrosos del país.
Hoy se trata de movilizarnos para rodear de solidaridad a Gerardo y Miguel. Que
sepan las autoridades de este país que esos jóvenes encerrados e incomunicados en los
calabozos de la Tablada no están solos..., que somos miles y miles los que
mancomunadamente estamos tejiendo una red solidaria para limar los barrotes con los que
injustamente los tienen prisioneros, y lograr su libertad. |
Montevideo, 9 de marzo de 2002.-
Sr. Embajador de Suecia
PRESENTE:
Nos dirigimos a Ud. y por su intermedio al pueblo sueco y su gobierno para
expresarle nuestra más profunda preocupación por la suerte de nuestros hijos: Gerardo
León Giménez García (personnumer 790131-0479) y Miguel Emiliano Giménez García
(personnumer 800611-0350). Ambos son ciudadanos suecos, integrantes de la directiva
juvenil del V.S.U. (Colectivo sin fines de lucro legalmente establecido en Suecia) y su
sola presencia en las cárceles uruguayas muestra la farsa de lo que en este país se
denomina justicia. Para lograr la libertad de la injusta prisión a que son sometidos se
esta desarrollando una Campaña Internacional. Es así que miles de personas, organismos
de DD.HH, centrales sindicales, asociaciones políticas, culturales juveniles..., es decir
colectivos de las más diversas áreas del esfuerzo humano, desde 28 países han tejido
una red de solidaridad para que se respeten los DD.HH. y lograr su libertad.
Los hechos acaecidos en el Penal de «Libertad», han demostrado de forma tajante y
no dejan lugar a dudas que las condiciones de detención a las que eran sometidas las
personas detenidas eran francamente las de un campo de concentración. Queda claramente
comprobado a través de las imágenes de todos los canales de TV, del cúmulo de
testimonios irradiados por las diferentes radios y por las páginas de la prensa escrita,
que la barbarie y el desprecio absoluto de los DD.HH. eran prácticas constantes en ese
centro carcelario.
Las personas detenidas habían planteado la necesidad de establecer un diálogo con
las autoridades y en ese sentido habían elaborado una propuesta sostenida con la firma de
284 presos del Penal de «Libertad». Esto se refleja en las diferentes cartas colectiva
enviadas a periodistas como Traverso, políticos como José Mujica, y por supuesto a todas
las autoridades carcelarias.
Nunca recibieron una respuesta. O mejor dicho la respuesta la podemos ver reflejada
en los baleamientos indiscriminados del patio abarrotado de presos y del patio de
familiares, con su secuela de heridos de bala y sanciones de 90 días de aislamiento para
los que pedían atención médica.
Los presos en lucha tuvieron que tomar en sus manos el recinto penitenciario para
que sus razones fueran escuchadas. Lograron que por primera vez la prensa accediera a lo
más profundo de ese infierno carcelario llamado Penal de «Libertad». Demostrando en
forma irrefutable en qué condiciones se encontraban los detenidos.
Se logró mediante el diálogo salir pacíficamente de esta situación. Se creó
una Comisión Tripartita integrada por los tres poderes del Estado (Ministerio del
Interior, Comisión de DD.HH. del parlamento uruguayo, Suprema Corte de Justicia) que
garantizaba la integridad física de los presos asegurando que no iban a sufrir
represalias, y se comprometía públicamente a elaborar una política carcelaria con
reuniones periódicas con voceros de los detenidos. Por su parte los presos entregaban el
personal policial que se encontraba en su poder en perfectas condiciones físicas, lo que
fue ampliamente documentado por los distintos medios de prensa. Como resultado de esa
negociación el sábado en presencia del Juez se entregó el celdario. Los presos fueron
contados y la autoridades carcelarias tomaron plenamente el control del Penal.
Sin embargo, cuando los presos ingresan al celdario son encerrados y los
funcionarios policiales les informan que adentro del celdario hicieran lo que quisieran,
pero el que saliera sería baleado. Paralelamente las autoridades comienzan a informar a
los diferentes medios de prensa que los presos se encontraban amotinados. Nos les
proporcionaban agua, alimentos, les cortaron la energía eléctrica, e inclusive lo
informaron públicamente a la prensa. Informaron incluso que hacían uso de la fuerza para
impedir que algunos presos intentaran fugarse cuando en realidad los presos eran baleados
cuando intentaban conseguir tomar bidones de agua... Intentaban así, crear las
condiciones ante la opinión pública para masacrar a los presos en lucha.
Finalmente, la difusión de lo que estaba sucediendo que ya nadie podía silenciar,
la movilización solidaria de las diferentes cárceles del país con su secuela de
represión (como ejemplo en el COMCAR en una requisa sumamente violenta más de 40 presos
son apaleados) y mediante la mediación de familiares se logra salir de esta situación.
Nuevamente la fórmula es la misma y se restablece el pacto con la Comisión Tripartita.
Hoy nuestros hijos han sido traslados a la Tablada, junto a otros 30 presos.
Algunos medios han informado y lo han demostrado a través de imágenes televisivas que
los presos han sido apaleados al ingresar.
También hemos tenido acceso a informes de diputados que integran la Comisión de
DD. HH. del parlamento uruguayo donde se denuncian casos de presos que han sido torturados
por su participación en el Motín.
Por otro lado, sabemos la existencia de varios presos que se encuentran heridos de
diversa magnitud. Sus familiares aún no saben a ciencia cierta a que atenerse.
También estamos en contacto con familiares de detenidos que aún permanecen en el
predio del Penal de «Libertad». Algunos confinados en sótanos y la mayoría a la
intemperie. Y por supuesto la incertidumbre sobre la suerte de sus familiares sigue siendo
incierta.
Por lo tanto solicitamos que es imperioso que el gobierno sueco solicite un informe
sobre lo sucedido y que personal diplomático se apersone a las celdas en que se
encuentran nuestros hijos para constatar y asegurar la integridad física de Gerardo y
Miguel. Y al mismo tiempo se lleven a la práctica todos los mecanismos legales
internacionales para que Gerardo y Miguel vayan a la tierra en que nacieron: Suecia.
Creemos que esto es de vital importancia ya que los compromisos asumidos por las
autoridades han sido rotos en más de una oportunidad. Y por otro lado no puede ser que
como resultado de esta situación el infierno en vida a que eran sometidos las personas
detenidas en el Penal de «Libertad» se reproduzcan en la Tablada y que el pisoteo
sistemático de los DD. HH. siga siendo la práctica constante.
Sr. Embajador, desde ya le informamos que esta carta se la hemos de enviar al
parlamento y gobierno sueco. Así como la haremos pública y trataremos de difundirla en
Uruguay, Suecia y el mundo entero para que el pueblo sueco sepa que dos jóvenes suecos
injustamente encarcelados (y ya no solo lo decimos nosotros -sus familiares-, los
abogados, los vecinos que los conocen y las miles y miles de personas que reclaman su
libertad, sino que incluso un Juez -Dr. Ricardo Harriague en el Tribunal de Apelaciones
realizó una investigación de los hechos y llegó a la conclusión que se estaba ante una
caso de torturas, que los cuatro jóvenes implicados en los hechos eran inocentes y que el
hecho de seguir adelante con su prisión estaba violando la Constitución de la República
Oriental del Uruguay) han estado viviendo entre ratas, en condiciones infrahumanas...,
pero que en su corazón anida toda la rebeldía y dignidad humana de aquellos que en
época de dictadura resistieron el fascismo en este penal, la misma dignidad humana del
pueblo sueco que en los momentos más duros del oscuranstismo fascista en el continente
latinoamericano nos recibió y rodeo de solidaridad. Que todos se enteren que en
condiciones totalmente desfavorables, rodeados de tanquetas y cientos de soldados y
policías, entre disparos de armas de fuego, sin alimentos, sin agua... estos jóvenes
junto a 347 presos del Penal de «Libertad» han librado una lucha por la dignidad humana
y el respeto de los Derechos Humanos.
Se despide Atte.
Luis Giménez
Personnumer 550924-3050
Lidia García
Personnumer 541006-2268
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