Montevideo, 13 de Agosto de 2001.
Embajada de Suecia,
Distinguido Sr. Embajador de Suecia:
Por la presente me dirigo a ustedes con el fin de plantearle una serie de cuestiones
referentes a la situación que atraviesan nuestros hijos: Gerardo León Giménez García
(personnumer: 790131-0479) y Miguel Emiliano Giménez García (personnumer: 800611-0350).
Nuestros hijos nacieron en Suecia, y su única nacionalidad es la sueca ya que nunca
solicitaron ciudadanía uruguaya. Fueron injustamente detenidos y torturados por la
policía y procesados, luego los condenaron sin que halla ninguna prueba material que los
inculpe. Lo único que puede esgrimir la acusación de la fiscalía en su contra es el
resultado de las salvajes torturas a cinco jóvenes y las amenazas de muerte para que se
hicieran cargo de los delitos en la sede judicial. Y que condena la del Sr. Juez William
Corujo Guardia: los condenó a más de 7 años de cárcel. Un 50% más de tiempo del que
los podría haber condenado si es que pudiera probar los asaltos en cuestión.
El trato cruel, inhumano y degradante se mantuvo en la cárcel, en particular en el
COMCAR, en donde en los primeros tiempos de su prisión fueron objeto de brutales palizas,
y llegaron en el caso de Gerardo a inyectarlo en contra de su voluntad.
Hoy se encuentran alojados en el Penal de Libertad, la cárcel de mayor seguridad de
Uruguay.
Ahí, en los primeros tiempos pasaron de sanción en sanción y tuvieron que realizar una
Huelga de Hambre para estar juntos en una misma celda.
A Miguel en la Seccional 17 le pisaron la cabeza. En ningún momento ha sido revisado por
médicos especialistas para ver si tenía consecuencias. Hoy Miguel cada vez oye menos y
sigue sin ningún tipo de atención médica.
Ambos han ido perdiendo la dentadura, tienen problemas de piel debido al hacinamiento y la
falta de higiene en la cárcel. Y además han enflaquecido notoriamente. Es decir notamos
como se van deteriorando físicamente.
Con respecto a todos los problemas de salud que han tenido han recibido el mismo
tratamiento que se les da a todos los presos. Es decir le dan medicamentos, muchas veces
inyectables, sin ningún tipo de diagnóstico médico y por lo general no sirven para
nada.
Al mismo tiempo el personal médico les ofrece toneladas de pastillas que son simplemente
sedantes y que los vuelven adictos a la drogadicción. Muchos presos que han entrado en
ese juego, luego les retiran las pastillas y terminan «suicidados».
Paralelamente a esto en la cárcel se vive siempre una tensión permanente. El encierro, y
la falta de todo tipo de actividad manual o de esparcimiento, las drogas, el hecho de que
convivan con gente con problemas síquicos profundos (que dicho sea de paso, muestran
claramente el desprecio hacia los derechos de la gente pues es claro que gente en esas
condiciones no puede estar en la cárcel), y el hecho de que nunca se sabe cuando puede
venir una represión violenta van creando un deterioro sicológico.
En tiempos en que se hallaban en el COMCAR, varias veces los vieron superficialmente
médicos. Lo hacían para dejar registrado en planillas que eran atendidos por médicos.
Esto fue una simple maniobra de la Cárcel para mostrar ante el mundo en especial ante las
autoridades suecas que estaban siendo atendidos como corresponde a un ser humano.
La cárcel uruguaya no es un lugar donde interese rehabilitar a algún infractor para la
sociedad, son simples campos de concentración en donde los derechos más elementales del
ser humano son pisoteados sistemáticamente. Todo esto se esconde tras un doble discurso
de las autoridades de este país, que tratan de mostrar al mundo un sistema respetuoso de
los derechos de la gente, pero con carencias materiales por razones económicas. La
realidad es que el tema de los Derechos Humanos no es un problema de dinero es de simple
convicción.
La injusta prisión de nuestros hijos y sus amigos, las torturas de que fueron objeto en
la comisaría cuando fueron detenidos y luego en la cárcel, ha dado lugar a una campaña
internacional por la Libertad de los Jóvenes Presos. Hoy además de todas las actividades
realizadas, sabemos que sindicatos, Intersociales, cooperativas de viviendas, colectivos
juveniles y sociales están reclamando su libertad ante la Suprema Corte de Justicia... Y
se han expedido organismos como Amnistía Internacional, SERPAJ en marzo del 2000 planteo
su situación ante la Comisión de DD.HH. del parlamento uruguayo y en agosto del 2000 en
el marco de una visita de cárcel entrevistó a Gerardo. En fin creo, que gran parte de
esta campaña es de su conocimiento y no queremos extendernos más al respecto.
También sabemos que el caso de nuestros hijos ha estado planteado en el parlamente sueco,
en donde se planteo que estaba haciendo Suecia con respecto a los jóvenes suecos
detenidos en Uruguay.
El Juez actuante, el Ministerio del Interior pueden seguir mintiendo sobre que nuestros
hijos cuentan con ciudadanía uruguaya. Lo harán sin tener un documento que acredite esta
afirmación, lo harán violando inclusive la constitución uruguaya que es muy clara al
respecto. También podrán seguir insistiendo en que cometieron los asaltos. Lo harán sin
poder mostrar una mínima prueba material. Solo el resultado de la tortura sobre cinco
jóvenes injusta y arbitrariamente detenidos.
La única realidad es que Gerardo y Miguel son suecos. No tendrían que estar en prisión
pues no cometieron ningún delito y por supuesto no tendrían que haber sido torturados
pues la tortura es idnamisible en cualquier circunstancia.
Hoy a casi dos años de su detención, le hacemos un llamado público a vuestra
conciencia, pues pensamos que esta situación no puede seguir manteniéndose por mucho
tiempo más.
Suecia puede sacar de la cárcel a nuestros hijos e inclusive los puede llevar al reino
escandinavo. Lo único que se precisa es interés político. No hacerlo no le hace bien ni
a la democracia uruguaya que sino respecta los DD.HH. se hunde irreversiblemente en un
fango de inhumanidad brutal. Y tampoco le hace bien a Suecia, que más allá de toda su
base material y de bienestar para su pueblo su gran capital es el respeto a los derechos
del ser humano y ha sido paladín en la materia.
Al mismo tiempo, le pedimos que interceda para que Miguel sea atendido por un médico
especialista, ya que cada vez oye menos.
La cárcel no proporciona absolutamente nada a los presos. Lo único que les proporcionan
es una comida de olla, sin ningún valor proteico que si no llevamos paquetes para que se
puedan cocinar se mueren de hambre. Y hasta esto ha llegado a decir el Ministro del
Interior que esta seriamente cuestionado por falta de recursos económicos. Ni una simple
lámpara para alumbrarse o un jabón para higienizarse es proporcionado por la cárcel.
Por eso también le pedimos apoyo económico para sostener a nuestros hijos mientras se
encuentren en la cárcel. Ya que precisamos para el paquete de comestibles, medicamentos,
ropa, championes, etc.
Asimismo le informamos que Gerardo y Miguel, están organizando una Biblioteca para los
presos del Penal de Libertad. Por lo que le solicitamos si pueden colaborar con los
materiales que estén a su alcance.
Sin más, atentamente:
Lidia García
Personnumer: 541006-2268
Los Tangerinos 3752
Tel. 220 03 77 |