Aguantamos
Todavía...
Abril del 2002
Del Campamento de Familiares frente al Penal de
"Libertad"
Los presos en lucha picaron un legado de la dictadura:
el penal de «Libertad»
El penal de Libertad nunca debió ser creado. Lo hicieron los
verdugos de la dictadura para el aniquilamiento físico y mental de miles de presos
políticos. Esas paredes que aún en pleno verano chorrean humedad están teñida de la
sangre generosa de luchadores sociales que dieron su vida por la liberación de nuestro
pueblo. Luego vino la democracia, y se habló de que esta siniestra cárcel iba a quedar
como una muestra del horror del pasado. Sin embargo con el transcurrir del tiempo se
convirtió nuevamente en un presente del horror. Le hicieron una lavadita de cara pero la
esencia de este campo de concentración fue nuevamente revivida.
Así rodearon de alambradas patios, perímetros externos... y nuevamente el
ejército pasa a convertirse en policía con orden de tirar a matar a cualquier persona
que en sus ansias de libertad llega a pasar del otro lado del tejido...
Adentro la guardia penitenciaria, sus oficiales, sub-oficiales, con sus directores
y directores generales. Todos policías dependientes del Ministerio del Interior. Con la
única función de impedir que se fuguen las personas detenidas. Con la sagrada misión de
hacer entender a fuerza de arbitrariedades, encierro, sanciones y golpizas... que las
personas detenidas no son tales. Así la persona detenida pasa a ser un recluso que no
tiene derecho a nada. Los derechos humanos del detenido un adorno que figura en todos los
tratados nacionales e internacionales que el Estado uruguayo a suscrito. Un adorno para
quedar bien pero que en la realidad cotidiana no existe.
La alimentación pobre en vitaminas y proteínas, la atención médica
prácticamente inexistente y en manos de un intermediario (el guardia carcelario) que
dispone a su entender cuando el preso necesita ser atendido por un médico. Profesionales
de la diversas áreas de la medicina que muestran un desinterés total por la persona y
que se han convertido en un engranaje más de la máquina de destrucción mental y física
de los detenidos. Así el famoso reparto de pastillas que para lo único que sirven es
para mantener dopado al preso y los vuelve dependientes de ellas. Si los presos se
alimentan y reciben algún medicamento realmente necesario es por que los familiares con
miles de sacrificios lo resuelven.
Diariamente 20, 22 horas de encierro en las celdas, siempre y cuando no sea un día
de niebla o lluvia pues el encierro es de 24 horas... Enterrados en vida sin ninguna
chance de nada, con la amenaza siempre latente de ser sancionado y perder la salida al
patio y la visita...
Trabajo para el preso ¿Para qué? Así los detenidos se han aburrido de hacer
reclamos individuales y colectivos donde reclaman trabajar. La mayoría de las veces la
única respuesta de las autoridades es que esperen turno para las «comisiones». No hay
ninguna propuesta por parte de la cárcel que encare un proyecto de trabajo serio para los
detenidos del penal. Algunos presos que con el apoyo de sus familiares logran intentar o
desarrollar determinados trabajo manuales, chocan permanentemente con todas las
complicaciones que la cárcel les impone para ingresar materias primas para su trabajo. Y
no hablemos de qué pasa cuando sus familiares sacan sus trabajos para afuera del penal.
Posibilidades de estudio. Sucede lo mismo que con el trabajo. Son los presos y sus
familiares los que intentan que el preso avance intelectualmente. Ninguna propuesta de las
autoridades, salvo represión y oscurantismo. Así las autoridades que para lo único que
están capacitados es para dar palos y mandar a otros a reprimir, pasan a definir que
material pedagógico puede o no acceder el detenido. ¿En estas condiciones puede una
persona encerrada en una celda estudiar? ¿Para qué?, llega a preguntarse. Y además el
material gráfico está sujeto siempre a la amenaza cierta y latente que en una requisa
algún milico los destruya.
En el último tiempo, en dos oportunidades a raíz de problemas totalmente
focalizados, la respuesta fue el baleamiento a mansalva del patio lleno de presos y
también del patio de visita... Varios heridos, la mayoría de bala y algunos pocos de
perdigones. El que pedía atención médica era sancionado con 90 días de aislamiento.
Para qué seguir, si todos salvo las autoridades carcelarias que han tratado de dar
una imagen maravillosa de las condiciones carcelarias, es prácticamente unánime la
certeza de que todo este entorno configura las condiciones de un típico campo de
concentración, donde la arbitrariedad y la barbarie están a la orden del día.
La corrupción es unos de los pilares del sistema carcelario
Y como en todo campo de concentración la corrupción a la orden del día. La
cárcel es una viña para los verdugos que además de tener prisiones en condiciones
infrahumanas a los detenidos realizan suculentos negocios. Y en estos últimos días se ha
hablado mucho de celulares, drogas, etc. Y la pregunta es como ingresan. Y la respuesta
también es muy clara. No es por el lado de los familiares cuyos paquetes y persona es
revisada meticulosamente. Pero ¿es eso solamente la corrupción? Habría que preguntarse
cuanto invierte cotidianamente el estado uruguayo en alimentación, medicina,
mantenimiento general de la cárcel. Son millones y el rancho que comen los presos es un
ensopado con unos fideos y algún hueso que otro. Millones ingresan a los bolsillos de los
señores encargados de mantener el orden pues todo ese dinero invertido no se ve en la
realidad del penal. Si los familiares tienen que traer hasta las lamparitas de luz, y
cueritos para las canillas... y sin embargo el estado gasta millones en el mantenimiento
del penal. Hablan de millones y millones en lo que han gastado en reparar el penal...
Soldaron una reja acá, arreglaron cerrojos allá... unos bloques para las ventanas, un
poco de cinta aisladora para emparchar algún cable... y dicen que gastaron millones y
millones... Eso ¿qué es? ¿A quién le sirve?
Los presos dijeron basta: «No queremos vivir más así»
En las peores condiciones de aislamiento, de celda en celda, en planchadas y patios
los presos empezaron a charlar y buscar formas para defender sus derechos. Derechos
humanos tan legítimos como la de cualquier ciudadano de este país. Viva en un
asentamiento o se trate del presidente del país.
Y así elaboraron una propuesta. Que se aplique el Reglamento interno del
establecimiento, decían. Un penal de castigo no es de permanencia por lo tanto los
detenidos que por distintas razones eran castigados una vez cumplida su sanción sean
devueltos a su lugar de origen. Lo mismo pedían para los que por razones de enfermedad y
lugar de procedencia impedía el contacto con sus familias. Esta propuesta la escribieron
y se la enviaron a periodistas como Traverso, y políticos como José Mujica..., también
enviaron su propuesta a las autoridades carcelarias. Se planteaba que había que iniciar
un diálogo y que para eso los presos estaban nombrando delegados... Hubo alguna
respuesta..., Nada, ninguna salvo los baleamientos indiscriminados a patios de presos y
familiares, el endurecimiento progresivo de la condiciones de detención.
La lucha de los presos marca el fin de un sistema carcelario y abre perspectivas
de entendimiento
Y los presos se levantaron, tomaron en sus manos el penal, permitieron que todos
los presos que no estaban de acuerdo con tomar esta medida salieran del celdario,
pacíficamente y sin recibir lesiones de ningún tipo. La respuesta la vimos todos...
tanquetas, cientos de soldados, granaderos que llegaban en camiones para imponer el orden.
Así en esas condiciones se entabló un diálogo. Pudo por primera vez la prensa tener
acceso a las instalaciones del penal. Se llegó a un acuerdo, la creación de una
comisión Tripartita con la participación de los tres poderes del Estado (Ministerio del
Interior, Parlamento, Poder Judicial), que va a buscar elaborar un proyecto para analizar
el sistema carcelario. Y es esta comisión la que se compromete a que no iba a ver ningún
tipo de represalia con los detenidos. Los presos entregaron sus rehenes en perfectas
condiciones. Y luego al otro día como se había pactado luego que llegara el juez los
presos salieron al patio donde fueron contados y tomó totalmente control del penal. Los
presos habían logrado que la prensa se informara de su situación, la difundiera y a su
vez fuera también la garantía de que los acuerdos logrados se llevaran a la práctica.
La reforma carcelaria daba sus primeros pasos.
Milicos y presos frente a frente.
Sin embargo, luego que los presos ingresan al celdario, los funcionarios policiales
informan a los presos que ellos no se hacían cargo del penal y que los presos hicieran lo
que quisieran, pero que si salían del recinto iban a ser baleados.
A partir de ahí, las autoridades comenzaron a informar a la opinión pública que
los presos seguían amotinados. Se les cortó el agua, no se les proporcionaba alimentos,
eran baleados cuando intentaban tomar los bidones de agua que estaban afuera del
recinto... En varias oportunidades el penal fue baleado, helicópteros sobrevolaban la
zona y se sentían los disparos... Se estaba ambientando la masacre de los presos en
lucha. Se intentaba crear un estado de opinión pública para que al final la represión
fuera la única salida posible...
Intransigencia policial de un lado. La firmeza de presos y familiares del otro
abrió nuevamente el camino del diálogo.
Se planteo desde los familiares acampados en la ruta frente al penal la necesidad
de un encuentro con las autoridades y se ofreció la posibilidad de mediar entre presos y
autoridades. La respuesta del director del penal, hablando a nombre del director nacional
de Cárcel, fue que eso era imposible...
La difusión, la solidaridad que contaba y la firmeza de los presos en el penal...,
junto a una movilización en ascenso de las cárceles del país, empezó a abrir caminos.
Tuvieron que ir en marcha los familiares y superar la barrera policial que cortaba la ruta
hasta la puerta del penal para que ahí, recién un día después se lograra la reunión
entre el Director de Cárcel y los familiares. Se logró que dos voceros de familiares
fuera a las puertas del recinto carcelario a dialogar con los voceros de presos. Los
presos plantearon que ellos querían que fuera la comisión Tripartita y salían
nuevamente del penal. Finalmente va el Ministro del Interior, y el presidente de la
Comisión de DD.HH. del parlamento y los presos salen del celdario. Es decir nuevamente el
acuerdo es el mismo. Y lo que queda claro es que los presos no pueden permanecer más en
las condiciones en que estaban en el penal. Que iban a ser trasladados a otras cárceles
del país.
La lucha continúa.
Actualmente no tenemos contacto directo con nuestros familiares en prisión. No
sabemos en que estado pueden estar. No sabemos aún a qué cárcel van a ser
trasladados... Esta claro que de la integridad física de nuestros familiares son
responsables los integrantes de los tres poderes del Estado que integran la comisión
tripartita.
Lo que si tenemos claramente definido es que esta lucha sigue, no vamos a dejar de
movilizarnos hasta que el último preso sea sacado del penal de «Libertad».
Esta lucha es por todos los presos del país entero. Por sus derechos, para
terminar con la marginación y el exterminio a que son sometidos.
Esta lucha es por una juventud encarcelada que ha logrado encontrar caminos de
organización y lucha. Es la lucha para que los presos se organicen por delegados de piso,
sector, módulos o como se quiera llamar. Para que discutan y elaboren proyectos
colectivos. Para que esa organización sea reconocida y no se llegue a situaciones como
las que lamentablemente se vivieron y se viven en estos días.
Esta lucha desesperada de jóvenes presos marca la crisis y el descalabro total de
un sistema carcelario que para lo único que sirve es para destrozar física y
síquicamente a las personas detenidas.
Y abrió un camino a seguir. La comisión Tripartita que se comprometió a tener
periódicamente reuniones con los detenidos tiene que hacerse cargo ejecutivamente de
todas las cárceles del país. Este sistema carcelario no sirve más, hay que crear un
sistema nuevo con la participación de todos los involucrados. Y ofrecemos públicamente
nuestro aporte como familiares para participar de la manera que sea. El Motín del penal
de «Libertad» tiene que ser el comienzo de una reforma carcelaria, que va más allá del
burocratismo de mamotretos muy bien elaborados pero que nunca se llevan a la práctica.
Dejar en manos solamente del Ministerio del Interior la dirección de Cárceles es
para que todo siga igual. Es el tiempo de llevar a la práctica los acuerdos logrados como
salida del Motín.
¡¡Basta de represión a los presos del penal de «Libertad»!!
¡¡Traslado inmediato de todos los presos del penal de «Libertad»!!
¡¡Que la comisión Tripartita integrada por los tres poderes del Estado
mantenga un diálogo con presos y familiares y se haga cargo ejecutivamente de la
dirección y control de todas las cárceles del país!!
¡¡Penal de «Libertad» nunca más!!
¡¡Arriba los que luchan!!
Comisión de familiares de apoyo a los presos
en lucha del penal de «Libertad»
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