Estos jóvenes han sido condenados
por el Juez William Corujo a más de 7 años de prisión por delitos que no cometieron.
Este juez no tuvo en cuenta en absoluto a ningún testigo de la defensa. Tampoco que no
fueran reconocidos como asaltantes por ninguno de los comerciantes involucrados en dos
ruedas de reconocimiento y que además la descripción física aportada por los mismos no
concuerda con ellos. Que no portaban armas en el momento de su detención. Y que las armas
encontradas cerca de donde son detenidos no tienen sus huellas digitales. Que tampoco
aparecen las cosas que los comerciantes han declarado que le han sido robadas. En fin hay
todo un cuadro de evidencias materiales que si se tienen en cuenta indican que estos
jóvenes no participaron en los ilícitos, al punto que ni siquiera le interesó al juez
establecer con claridad el lugar y la hora de detención de los mismos.
La únicas "pruebas" surgen de declaraciones forzadas a fuerza de tortura en la
seccional 17 de policía y en la presión y amenazas de muerte por parte de los mismos
policías para que se declararan culpables en el Juzgado.
Aún así el Juez los procesó en setiembre de 1999 y en setiembre del 2000 los condenó a
penas que -si se les hubieran comprobado los delitos que se les imputan- superan en más
de un 50% de tiempo de prisión para delitos de esa naturaleza.
Desde el primer momento de estos sucesos el Ministerio del Interior -a través de
Relaciones Exteriores- le ha mentido a Suecia; también lo ha hecho el Juez. No nos
referimos solamente a la versión de los hechos del proceso y sobre que no había
violación de DD.HH., que, por supuesto, era todo mentira. Desde el primer momento han
negado la ciudadanía sueca a Gerardo y Miguel y han dicho que son ciudadanos uruguayos. Y
esto es mentira, según la Constitución uruguaya estos jóvenes no son ciudadanos legales
uruguayos. La única ciudadanía que poseen es la sueca.
Y no solamente el proceso ha sido un fraude, sino que las condiciones de detención no
garantizan en absoluto los derechos humanos de estos jóvenes ni de ninguna persona que se
encuentre en prisión. Están presos en condiciones francamente inhumanas: hacinados en
celdas que fueron hechas para menos gente y hoy están abarrotadas; en celdas que se
inundan o que tienen los desagües tapados; turnándose para dormir en el piso en las
frías noches de invierno; sin posibilidad de realizar actividades manuales de ningún
tipo con acceso a literatura que es prácticamente nulo; recibiendo una pésima
alimentación; con una atención médica que no existe (y aquí les podemos decir que
estando estos jóvenes en el COMCAR asistieron encerrados en su celda, sin que pudieran
hacer absolutamente nada, como gente pedía en las noches médico y luego aparecían
muertos al otro día al abrir las puertas del celdario -no hablamos de un caso, ya son
varios-), etc. Desde que dos de ellos han sido trasladados al Módulo 5 del COMCAR han
permanecido encerrados muchas veces días enteros, con un régimen que sigue siendo de
seguridad, aunque al Módulo estén ingresando los presos primarios.
Y a toda esa situación que viven los presos en el COMCAR hay que agregarle las tremendas
palizas que han recibido -sobre todo en los primeros tiempos- por parte de la guardia
carcelaria. Fueron apaleados el mismo 7 de diciembre cuando en audiencia judicial
declararon que eran inocentes de los delitos que se les imputaban y que habían sido
torturados. Y luego cada vez que sucedía algo en el COMCAR eran salvajemente apaleados.
Al punto que familiares y amigos que los han ido a ver han visto las marcas de las botas
de los coraceros marcadas en el cuerpo de estos muchachos. Además de golpearlos a Gerardo
luego de una brutal paliza llegaron a inyectarlo en contra de su voluntad para dejarlo
sedado. Alexander fue salvajemente apaleado, los coraceros le quemaron las pertenencias y
desnudo y a golpes fue conducido a los calabozos del 5 donde permaneció 85 días
sancionado. A Miguel que tiene problemas respiratorios varias veces que pidió médico fue
gaseado y por supuesto nunca fue atendido seriamente del oído, ya que desde que fue
detenido tiene problemas auditivos, pues en la seccional 17 estando desnudo y esposado uno
de los torturadores le pisó la cabeza....
Es decir que acá tenemos que establecer dos cosas que van quedando claras. En el proceso,
que es un fraude, hubo un ensañamiento brutal que ha dictaminado esa condena que a nadie
se la están dando. Y el ensañamiento represivo se mantiene también en la prisión con
un trato especialmente duro para con estos jóvenes. Y a lo que se los condena no es
solamente a años de prisión, sino a una penuria permanente en esos campos de
concentración que son las cárceles uruguayas.
El 6 de diciembre del 2000 Gerardo, Miguel y 3 presos más son trasladados al Penal de
Libertad. La cárcel más dura del país. Es así que luego de una requisa general al
Módulo 5, estos jóvenes son trasladados. Y hay que remarcar que son apaleados por la
oficialidad y la guardia interna del Módulo 5 del COMCAR.. Además del traslado los
sancionan con 45 días de aislamiento.
Los mismos oficiales que dieron orden de trasladarlos y apalearlos tratan de mezclarlos en
determinadas situaciones que puedan generar nuevas causas judiciales o lo que vemos que
están intentando es que se generen problemas con la población carcelaria lo que pone en
riesgo sus vidas.
En el tiempo que han permanecido presos en el COMCAR además de todo lo que hemos descrito
(y que es una pálida muestra de una realidad de barbarie) los han encerrado con gente con
problemas síquicos (que por otra parte la sola presencia de esas personas enfermas en una
cárcel y sin ningún tipo de tratamiento médico, muestran hasta que punto es el
desprecio a la gente y sus derechos que tienen los responsables de este sistema
jurídico-represivo). Más de una vez se turnaban con los otros presos para que estas
personas no se quitaran la vida...
Ahora alguien se puede preguntar ¿Porqué tanto ensañamiento? Es que estos jóvenes se
han atrevido a denunciar un sistema de abuso y destrucción de la personalidad humana. No
solamente por la tortura en la seccional 17. No solamente por que se atrevieron a decir
que no habían cometido los delitos cuando todo el mundo se hacer cargo de todo en los
Juzgados. No solamente por que denunciaran las situaciones de detención. Hablaran con
organismos de DD.HH. Han generado, desde el primer momento el apoyo solidario de un barrio
que no los abandona. Se han ido convirtiendo en un símbolo de una juventud que hoy se la
trata de criminalizar. Habla la prensa de ellos, sus fotos y sus denuncias recorren liceos
y facultades, los sindicatos, los barrios, de boca en boca los jóvenes del país se han
ido enterando de lo que está pasando... los muros de Montevideo y del interior del país
reclaman su libertad... Y la denuncia de su situación y su lucha trasciende fronteras...
Por que de alguna manera lo que esta planteado en esta lucha no es un problema de un grupo
de jóvenes aislado. Sino que por el contrario hace a la realidad que se vive diariamente
en el país.
Son jóvenes (Gerardo y Miguel), miembros de un colectivo sueco el VSU con el cual
trabajaban en tareas sociales aquí en Uruguay.
Este país tiene problemas sociales muy profundos. No hay trabajo y con las políticas que
se implementan cada vez menos va haber. Los jóvenes son los más golpeados en todos los
órdenes. No tienen perspectivas de ningún tipo y hay una brutal campaña de los medios
masivos de comunicación, impulsada de arriba como que estamos en presencia de una
generación perdida. La solución, parece que encontraron, es esencialmente represiva: se
criminaliza la juventud. Se llena de policías las calles y se tratan de crear redes en
los barrios para apoyar a la policía. Y es común ver retenes policiales parando jóvenes
en cualquier parte de la ciudad, sobre todo en la zona sub-urbana. Los problemas reales,
las urgencias reales de trabajo, techo, salud, educación... son escamoteadas tras un
manto que se llama seguridad ciudadana... Mientras tanto todos los días se va la gente
del país, a cualquier lado, a tratar de vivir un poquito mejor...
Y en este tema de la seguridad y la criminalización de la juventud estos jóvenes presos
meten el dedo en la llaga. No son criminales, son jóvenes que -a su manera y como
podían- luchaban en las calles por una vida mejor y hoy en la cárcel luchan -en otras
condiciones- por el respeto que se merecen todas las personas detenidas.
Y hay otro problema de fondo que también explica el ensañamiento represivo. Es como si
fuera "ley fundamental", se llama: impunidad represiva. La dictadura dejo mucha
basura en la sociedad uruguaya. Tal vez, la peor de ellas es la impunidad. No solamente
por que todos los violadores de derechos humanos no han sido castigados, lo que ya de por
sí es gravísimo. Sino que dejó todo un andamiaje que hoy a nivel judicial -por ejemplo-
es decisivo. Podemos hablar de "garantías" en los tribunales cuando toda esta
generación -salvo excepciones- se formó en la injusticia de la dictadura. Y el aparato
represivo, los que pergeñan que hacer y cómo, con los servicios de seguridad del Estado
son los que se formaron en épocas de dictadura y reproducen esa idea de que son un ente
superior de la sociedad y que la gente de a pie es algo inferior que no tiene ningún
derecho a nada. Y el sistema carcelario ha sido inamovible y si lo comparamos con lo que
sucedía antes de la dictadura ha empeorado. Y es claro que esto no tiene absolutamente
nada que ver con un régimen que -se dice- se basa en el respeto de los derechos de la
gente. Por que sino como explicar las barbaridades que suceden en las cárceles del
país... Y estos jóvenes han puesto el dedo en la llaga de esta sociedad, se atrevieron a
denunciar tortura y torturadores... Algo que no es ninguna novedad en el país, pero que
no hay que decirlo hay que soportarlo silenciosamente y en privado...
Si a esto le agregamos la corrupción en policía, en los juzgados, en la cárcel...
Porque todo se arregla con plata, con influencias.. en las comisarías no importa lo que
haya hecho, se entra y se sale si hay plata o se acuerdan determinados
"trabajos" con la policía; en los juzgados se arregla antes del proceso o luego
para que se muevan los expedientes, sino hay "arreglo" con el juez o el fiscal
hay con los que manejan los expedientes y es lo mismo; en la cárcel, hay infiernos en
vida para los pobres y hoteles para los que manejan influencias o dinero... Y acá
también estos jóvenes han puesto el dedo en la llaga, no hubo "arreglo", hubo
lucha.
En todas estas cosas que hablábamos anteriormente nos muestran una realidad de injusticia
esencial que queda escondida en los noticieros policiales y en las querellas judiciales.
Este sistema que ha consagrado la impunidad para los represores del pueblo y ninguno de
ellos ha ido tan siquiera a declarar sobre los crímenes de la dictadura; que, por otro
lado, a los delincuentes de guantes blancos los trata como señores y nunca van a pisar un
infierno carcelario y si la cosa es muy complicada tienen cárceles de lujo para ellos;
donde todos mienten: los grandes comerciantes cuando abultan lo que les han robado para
cobrar suculentos seguros -y decimos grandes, por que el comercio minorista apenas
sobrevive como para andar pagando seguros; donde la "tranza" está instaurada y
la mafia criolla hace sus negocios con policías, jueces y lo que sea; donde nadie se
explica muchas veces lo que sucede con determinados procesos judiciales y la única
explicación es el "arreglo";... en estas condiciones, evidentemente hay que
preguntarse: ¿Ha alguien le importa la Justicia? y sobre todo ¿Con que autoridad moral
puede este sistema encerrar a alguien en la cárcel?. Y por supuesto a la luz de esto
queda claro también el ensañamiento represivo con estos jóvenes que luchan desde la
cárcel.
Este país es el reino del doble discurso. Se habla de transparencia en la acción
policial. Se han detenidos policías por corrupción. Se insiste en que si se hacen
denuncias sobre violación de DD.HH. el Ministerio investigará y actuará. Sin embargo la
realidad es otra. La denuncia de estos jóvenes, que es una de tantas, pero que ha
trascendido y que se ha logrado mantener en el tiempo, se afirma que no ha sido presentada
en tiempo y en forma. Y no solamente se ha presentado en los tribunales, se le han dado
todos los elementos al parlamento, al Ministro del Interior y hasta al presidente Jorge
Batlle se le ha pedido una entrevista para tratar este tema. Y no solamente están los
planteos de los jóvenes presos; de los familiares; de los abogados; del VSU; sino
también de los organismos de DD.HH -como Amnistía Internacional, la C.N.A. o los pedidos
de informes y visita de cárcel de SERPAJ-; la preocupación del Presidente de la
Comisión de Derechos Humanos del Parlamento uruguayo -Diputado Guillermo Chiflet-; las
cartas de protesta de diferentes partes del mundo, etc., etc. Sin embargo aún no se han
enterado oficialmente de las denuncias que cada vez más gente sostiene...
Compañeros:
Los muchachos podemos ser, somos todos... Quedarnos pasivos ante esta injusticia y pisoteo
de los derechos del ser humano nos convierte en cómplices de la barbarie.
Compañeros, mucho sacrificio, mucha sangre derramada costó a nuestro pueblo lograr un
poco de libertad... A la barbarie, a la prepotencia, a la impunidad represiva hay que
ponerle un freno.
Hay que luchar. Hasta ahora hemos expuesto nuestras razones, la de los muchachos, la un
barrio que los reclama... nos han respondido sistemáticamente con la razón de la fuerza.
Hay que llegar hasta el último rincón de nuestra tierra. Que todos sepan. Que ningún
político pueda decir: "yo no sabía"...
Hay que organizar la pelea por la justicia y la libertad. Todos podemos hacer algo.
Reproducir un volante, escribir un muro, juntar finanzas para la pelea o para los paquetes
de los presos, firmar reclamando la libertad de los jóvenes y el respeto a los tratado
internacionales sobre derechos humanos,... plantear esta lucha en cuánto organismo de
pueblo exista, en todos los partidos políticos y organismos para que los dirigentes digan
si están de acuerdo con la tortura y si no lo están que expliquen porque andan
balconeando mientras a la gente del pueblo la destrozan en las cárceles del país... A
todos esos, que dos por tres hablan por la TV o la prensa grande, de
"democracia" y "convivencia pacífica" hay que reclamarles que hagan
algo para parar esta siembra de violencia que están haciendo los de arriba.
Que quede claro que todo los que les pueda suceder a estos jóvenes hay responsables:
jueces, milicos y ministros.
Llamamos a todos los compañeros a movilizarse a lo largo y ancho del país en la
solidaridad y la pelea por la libertad de los Muchachos Presos. A los compañeros de
Suecia, España, Italia, Francia, Alemania, Argentina, Brasil, Argelia, Estados Unidos o
Australia... a todos, a movilizarse para tender una gran cerco de solidaridad que los
rodee y rompa los barrotes de la prepotencia y el verdugueo. |