Hasta dentro de unos quince días La Tablada no recibirá al resto de los
reclusos que aguardan alojamiento transitorio, mientras se ultiman las obras de
refacción.
Al mismo tiempo, la proyectada nueva cárcel de máxima
seguridad con capacidad para 600 presos que tendría un costo de 25 millones de dólares
quedará en suspenso por este año. "Ello fundamentalmente se debe al tema
económico, dado que surgió este gasto imprevisto después del motín", explicó el
ministro del Interior, Guillermo Stirling.
Como alternativa se procederá sí a la construcción de la
cárcel metálica que tendría un costo de 4,3 millones de dólares y será el alojamiento
definitivo de los presos de máxima seguridad.
En La Tablada, mientras tanto, permanece el primer grupo de
32 reclusos y las autoridades estiman que no antes de 15 días el establecimiento estará
en condiciones de recibir a los restantes 150 que serán temporalmente ubicados allí. El
recientemente designado como subdirector de Libertad, el comisario inspector Washington
Lemos, es quien tiene a su cargo la dirección de La Tablada por los seis meses que dure
el funcionamiento de este centro como prisión alternativa.
DESAFECTADA. El motín de cuatro días en el Penal de
Libertad, que terminó destruyendo casi por completo las instalaciones del pabellón
principal, firmó la sentencia de la hasta entonces penitenciaría de máxima seguridad.
Esa sentencia costó al Estado un millón trescientos mil dólares. Ya se había invertido
en la refacción del Penal 2,3 millones de dólares, tras los motines de 1994, 1999 y
2000.
En el mismo predio se levantará la nueva cárcel de acero,
construida a partir de módulos de metal que tendrán un total de 200 celdas con capacidad
para tres reclusos cada una. El alto grado de seguridad y duración que ofrecen la
construcción permitiría dotar al complejo penitenciario de una solución a largo plazo
para solucionar el alojamiento de los presos de máxima seguridad.
El Ministerio del Interior estudia las ofertas realizadas
por dos empresas estadounidenses especializadas en la construcción de cárceles por
módulos. El costo global de la obra alcanza a los cuatro millones trescientos mil
dólares. Los técnicos de las empresas estiman que el tiempo de instalación de los
módulos no será mayor a los dos meses, aunque insumirá más tiempo los trabajos de red
sanitaria y electricidad. A ello se debe sumar la construcción de un galpón anexo, por
lo que se estima en seis meses la totalidad de la obra.
VISITAS. Ayer el diputado Guillermo Chiflet trasladó al
ministro del Interior la inquietud de los familiares de reclusos que participaron del
motín, quienes solicitan una primera visita después de la crisis.
Según un rumor que había llegado a oídos de los
familiares, las visitas no se normalizarían antes de los seis meses que tomara la
construcción de la nueva cárcel en Libertad. Dicha versión fue totalmente desmentida
por el ministro Stirling, quien respondió al diputado Chiflet que las visitas se
reanudarán apenas se complete la refacción de La Tablada para recibir a los 150 reclusos
que restan trasladar allí.
Este y otros temas serán abordados por la comisión
tripartita que se reunirá el próximo fin de semana para continuar trabajando en el tema
carcelario.