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HIJOS DEL PUEBLO
Agosto del 2001


Hoy la lucha nos convoca:
Liberar a Gerardo y Miguel presos en el Penal de «Libertad», Alexander y Alexis presos en el COMCAR

El Cónsul uruguayo de Barcelona, en su respuesta a las cartas que distintos organismos y mucha gente le enviaba reclamando la libertad de los jóvenes presos entre otras cosas decía lo siguiente: «...el Estado uruguayo conoce sus obligaciones internacionales y en tanto estado democrático no promueve ni tolera, sea por acción u omisión que responsables de malos tratos permanezcan sin castigo». Y más adelante agregaba: «que el Estado uruguayo apoya el trabajo de los defensores de derechos humanos...». Conceptos similares han sido la respuesta que en diferentes partes del mundo han dado a la gente que protesta por la prisión de nuestros jóvenes.
Quieren mostrar al mundo una imagen idílica del Uruguay. Sin embargo todos sabemos que la realidad es muy diferente. En realidad Uruguay es el reino de la impunidad represiva. Es el «aguantadero» de los terroristas de Estado, los que en tiempos de dictadura no dudaron en secuestrar, asesinar, torturar, violar, robar y desaparecer a los luchadores sociales y a traficar con los hijos de nuestros compañeros como si fueran un «botín de guerra». Los mismos que durante décadas impusieron la paz de los sepulcros en nuestra tierra, los mismos que convirtieron los cuarteles en cárceles y centros de tortura..., para ellos la mayor impunidad. Es que, los de arriba están en deuda con ellos: Porque en definitiva, así, desarrollando una guerra «sucia» contra nuestro pueblo los de arriba siguieron manteniendo su poder y su sistema basado en la explotación y opresión del hombre por el hombre.
Eso es impunidad, la de ayer, la de hoy. Pero la impunidad es mucho más que eso. Hoy nuevamente arremeten contra el pueblo. Hoy no visten de verde, no se llaman Fuerzas Conjuntas, etc., sino que, con el apoyo tácito de prácticamente toda la clase política instrumentan nuevas leyes represivas, invierten millones en aumentar y tecnificar el aparato represivo que hoy es policial. Y sin declaraciones oficiales nuevamente lanzan una «guerra» contra el pueblo. Contra los jóvenes más pobres de nuestra sociedad. Y nuevamente la práctica de la tortura, el asesinato impune, las cárceles convertidas en centros de aniquilamiento físico y mental de los prisioneros es una realidad..., es decir el pisoteo sistemático de los derechos del ser humano. Y por si fuera poco cuentan con un sistema jurídico-represivo que se ha convertido en una verdadera máquina de proceso sumario de los jóvenes de abajo.
Es que aquí también, como en todo el mundo «globalizado» hay un pueblo «útil» y un pueblo «inútil», que sobra, que está demás. El pueblo útil es el que produce y consume y lo explotan descaradamente los capitalistas. Trabaja en condiciones insalubres y percibe míseros salarios. Pero también hay un convidado de piedra, es toda esa masa de gente que «sobra» que los burgueses no los necesitan ni como explotados. Esa masa de gente sin trabajo que está obligada a vivir en condiciones infames y miserables condenada al hambre y a la falta de perspectivas de todo tipo. Para esa gente y sobre todo los jóvenes -que cada vez son más- lo único que ofrece el sistema es la represión. Y para ellos es fundamentalmente la represión, el «gatillo fácil», la cárcel y la tortura.
Y la impunidad, siempre la impunidad para los verdugos y los burgueses. Para ellos no hay cárcel. Y cuando algún burgués mete la mano en la lata de alguna empresa estatal o privada no se habla de «rapiña» u otra figura penal..., son simples «malversaciones» que no acarrean más que alguna que otra molestia, y si la cosa es un poco complicada tienen «cárceles» de lujo para estos señores. Esto también es la impunidad: Hoteles para los ricos y infiernos en vida para los pobres.
Pero también hay un manto de silencio cómplice que cubre a la impunidad, que es lo que permite el pisoteo sistemático de los DD.HH. Esos planteos tan en boga de tantos políticos, que nos quieren convencer que «no conviene», «no sirve», hablar de estas «cosas», que hay que esperar que «calce» (?)..., en definitiva aceptar las barbaridades represivas. Todas estas concepciones dividen la lucha, aislan las luchas concretas.
Mientras sucede todo esto y con un cinismo total se lamentan y se ponen histéricos por unos huevos sobre un símbolo de la represión. Y se horrorizan por acciones de lucha de nuestra gente y tratan de sembrar miedo en una especie de «cazas de brujas» del peligro subversivo, anarquista.
Y en un mismo acto buscan la punta del «terrorismo internacional». Los que han predicado la globalización, los que han insistido tanto en que había que entrar a un mundo globalizado, se quejan por que entramos de la única manera que podemos entrar: desde abajo y peleando. Por eso la lucha en Génova no nos es indiferente. Por eso la lucha del pueblo argentino está presente en nuestra tierra, como está Chiapas... y toda la lucha contra el capitalismo a escala internacional.
La mundialización del sistema que no es otra cosa que la globalización de la injusticia y la represión implica necesariamente la resistencia a escala global. Por eso luchas concretas en diferentes partes del mundo se dan la mano, por que el enemigo es el mismo: el capitalismo. La lucha es la misma: por lograr un mundo mejor. Y la respuesta que ofrece el poder del privilegio a esa lucha es la misma: represión, cárcel, tortura... Por eso en Sergelstorg, una plaza de Estocolmo, en Suecia, el 31 de julio se inició una huelga de hambre que al tiempo que se solidarizaba con la lucha de los compañeros piqueteros argentinos, reclamaba la libertad de los presos por luchar contra el capitalismo de argentina, Chiapas, Turquía, Génova, Gotemburgo... y por Gerardo y Miguel presos en el Penal de «Libertad» y Alexander y Alexis en el COMCAR.
Esta acción concreta, en el caso nuestro, se inscribe en el marco de una campaña internacional por la libertad de los jóvenes presos; que empezó en la celdas del COMCAR y en la barriada de Manga. Se suma a las diferentes actividades de denuncia y protesta que se han llevado adelante en 15 países además del nuestro. Una campaña que integra la lucha de Amnistía Internacional y otros organismos de DD.HH. denunciando lo que aquí sucede. Una campaña que va en ascenso y que no ha de cesar hasta lograr su cometido: la libertad de los jóvenes presos y el respeto a los DD.HH., que hoy son pisoteados. Esta campaña además de cartas de protesta de personas y organismos de DD.HH., sociales, juveniles, sindicales, políticos, etc. se ha expresado en jornadas de lucha como en México en marzo de este año, o el 14 de diciembre del 2000 en ocasión del traslado de los jóvenes suecos al Penal de Libertad en una marcha y nota de protesta ante la embajada uruguaya en Argelia organizada por el «Comité de Jóvenes Argelinos (TIZI-OUZOU) de Apoyo a los Jóvenes de Uruguay», en actos en España, Argentina, o en marchas como la del 24 de agosto del año pasado, o la del 4 de julio en Suecia... También se ha expresado en interpelaciones parlamentarias en Suecia, y en los diferentes pedidos de informes oficiales que ha realizado el gobierno sueco a través de su embajada...
Luchamos por la libertad de estos jóvenes libertarios injustamente detenidos; jóvenes que lo único que los mantiene en prisión es la impunidad de la represión, pero esta lucha es mucho más profunda. En la cárcel nos hemos encontrado con jóvenes que al igual que nuestros muchachos no tendrían que estar en ella, que han sido «empaquetados» por la policía y ahí andan de planchada en planchada. Y también nos hemos encontrado con la cruda realidad de los presos del hambre. En general jóvenes de prácticamente todos los gremios que han salido a buscar el puchero para ellos y su familia que los patrones y el Estado les negaba y que se han estrellado contra los barrotes del COMCAR, Canelones o el Penal de «Libertad»... Por eso no podemos permanecer ajenos a las justas reivindicaciones de los presos sociales y al mismo tiempo reivindicamos como útil y necesaria la organización de presos y familiares.
Y es también la lucha contra la represión a toda esa juventud, que el sistema capitalista marginaliza y criminaliza. Por eso llamamos a resistir la represión policial y la criminalización de la juventud desde cada lugar donde trabajamos, estudiamos o habitamos.

¡¡Libertad para todos los presos políticos!!
¡¡Arriba los que luchan!!


Comité por la Libertad de los Muchachos Presos
www.muchachos.cjb.net
E-mail: elorejano73@hotmail.com
E-mail: vsu@spray.se
Tel. 094 30 14 23


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