Así rodearon de alambradas patios,
perímetros externos... y nuevamente el ejército pasa a convertirse en policía con orden
de tirar a matar a cualquier persona que en sus ansias de libertad llega a pasar del otro
lado del tejido...
Adentro la guardia penitenciaria, sus oficiales, sub-oficiales, con sus directores y
directores generales. Todos policías dependientes del Ministerio del Interior. Con la
única función de impedir que se fuguen las personas detenidas. Con la sagrada misión de
hacer entender a fuerza de arbitrariedades, encierro, sanciones y golpizas... que las
personas detenidas no son tales. Así la persona detenida pasa a ser un recluso que no
tiene derecho a nada. Los derechos humanos del detenido un adorno que figura en todos los
tratados nacionales e internacionales que el Estado uruguayo a suscrito. Un adorno para
quedar bien pero que en la realidad cotidiana no existe.
La alimentación pobre en vitaminas y proteínas, la atención médica prácticamente
inexistente y en manos de un intermediario (el guardia carcelario) que dispone a su
entender cuando el preso necesita ser atendido por un médico. Profesionales de la
diversas áreas de la medicina que muestran un desinterés total por la persona y que se
han convertido en un engranaje más de la máquina de destrucción mental y física de los
detenidos. Así el famoso reparto de pastillas que para lo único que sirven es para
mantener dopado al preso y los vuelve dependientes de ellas. Si los presos se alimentan y
reciben algún medicamento realmente necesario es por que los familiares con miles de
sacrificios lo resuelven.
Diariamente 20, 22 horas de encierro en las celdas, siempre y cuando no sea un día de
niebla o lluvia pues el encierro es de 24 horas... Enterrados en vida sin ninguna chance
de nada, con la amenaza siempre latente de ser sancionado y perder la salida al patio y la
visita...
Trabajo para el preso ¿Para qué? Así los detenidos se han aburrido de hacer reclamos
individuales y colectivos donde reclaman trabajar. La mayoría de las veces la única
respuesta de las autoridades es que esperen turno para las «comisiones». No hay ninguna
propuesta por parte de la cárcel que encare un proyecto de trabajo serio para los
detenidos del penal. Algunos presos que con el apoyo de sus familiares logran intentar o
desarrollar determinados trabajo manuales, chocan permanentemente con todas las
complicaciones que la cárcel les impone para ingresar materias primas para su trabajo. Y
no hablemos de qué pasa cuando sus familiares sacan sus trabajos para afuera del penal.
Posibilidades de estudio. Sucede lo mismo que con el trabajo. Son los presos y sus
familiares los que intentan que el preso avance intelectualmente. Ninguna propuesta de las
autoridades, salvo represión y oscurantismo. Así las autoridades que para lo único que
están capacitados es para dar palos y mandar a otros a reprimir, pasan a definir que
material pedagógico puede o no acceder el detenido. ¿En estas condiciones puede una
persona encerrada en una celda estudiar? ¿Para qué?, llega a preguntarse. Y además el
material gráfico está sujeto siempre a la amenaza cierta y latente que en una requisa
algún milico los destruya.
En el último tiempo, en dos oportunidades a raíz de problemas totalmente focalizados, la
respuesta fue el baleamiento a mansalva del patio lleno de presos y también del patio de
visita... Varios heridos, la mayoría de bala y algunos pocos de perdigones. El que pedía
atención médica era sancionado con 90 días de aislamiento.
Para qué seguir, si todos salvo las autoridades carcelarias que han tratado de dar una
imagen maravillosa de las condiciones carcelarias, es prácticamente unánime la certeza
de que todo este entorno configura las condiciones de un típico campo de concentración,
donde la arbitrariedad y la barbarie están a la orden del día.
La corrupción es unos de los pilares del sistema carcelario
Y como en todo campo de concentración la corrupción a la orden del día. La cárcel es
una viña para los verdugos que además de tener prisioneros en condiciones infrahumanas a
los detenidos realizan suculentos negocios. Y en estos últimos días se ha hablado mucho
de celulares, drogas, etc. Y la pregunta es como ingresan. Y la respuesta también es muy
clara. No es por el lado de los familiares cuyos paquetes y persona es revisada
meticulosamente. Pero ¿es eso solamente la corrupción? Habría que preguntarse cuanto
invierte cotidianamente el estado uruguayo en alimentación, medicina, mantenimiento
general de la cárcel. Son millones y el rancho que comen los presos es un ensopado con
unos fideos y algún hueso que otro. Millones ingresan a los bolsillos de los señores
encargados de mantener el orden pues todo ese dinero invertido no se ve en la realidad del
penal. Si los familiares tienen que traer hasta las lamparitas de luz, y cueritos para las
canillas... y sin embargo el estado gasta millones en el mantenimiento del penal. Hablan
de millones y millones en lo que han gastado en reparar el penal... Soldaron una reja
acá, arreglaron cerrojos allá... unos bloques para las ventanas, un poco de cinta
aisladora para emparchar algún cable... y dicen que gastaron millones y millones... Eso
¿qué es? ¿A quién le sirve?
Los presos dijeron basta: «No queremos vivir más así»
En las peores condiciones de aislamiento, de celda en celda, en planchadas y patios los
presos empezaron a charlar y buscar formas para defender sus derechos. Derechos humanos
tan legítimos como la de cualquier ciudadano de este país. Viva en un asentamiento o se
trate del presidente del país.
Y así elaboraron una propuesta. Que se aplique el Reglamento interno del establecimiento,
decían. Un penal de castigo no es de permanencia por lo tanto los detenidos que por
distintas razones eran castigados una vez cumplida su sanción sean devueltos a su lugar
de origen. Lo mismo pedían para los que por razones de enfermedad y lugar de procedencia
impedía el contacto con sus familias. Esta propuesta la escribieron y se la enviaron a
periodistas como Traverso, y políticos como José Mujica..., también enviaron su
propuesta a las autoridades carcelarias. Se planteaba que había que iniciar un diálogo y
que para eso los presos estaban nombrando delegados... Hubo alguna respuesta..., Nada,
ninguna salvo los baleamientos indiscriminados a patios de presos y familiares, el
endurecimiento progresivo de la condiciones de detención.
La lucha de los presos marca el fin de un sistema carcelario y abre perspectivas de
entendimiento
Y los presos se levantaron, tomaron en sus manos el penal, permitieron que todos los
presos que no estaban de acuerdo con tomar esta medida salieran del celdario,
pacíficamente y sin recibir lesiones de ningún tipo. La respuesta la vimos todos...
tanquetas, cientos de soldados, granaderos que llegaban en camiones para imponer el orden.
Así en esas condiciones se entabló un diálogo. Pudo por primera vez la prensa tener
acceso a las instalaciones del penal. Se llegó a un acuerdo, la creación de una
comisión Tripartita con la participación de los tres poderes del Estado (Ministerio del
Interior, Parlamento, Poder Judicial), que va a buscar elaborar un proyecto para analizar
el sistema carcelario. Y es esta comisión la que se compromete a que no iba a ver ningún
tipo de represalia con los detenidos. Los presos entregaron sus rehenes en perfectas
condiciones. Y luego al otro día como se había pactado luego que llegara el juez los
presos salieron al patio donde fueron contados y tomó totalmente control del penal. Los
presos habían logrado que la prensa se informara de su situación, la difundiera y a su
vez fuera también la garantía de que los acuerdos logrados se llevaran a la práctica.
La reforma carcelaria daba sus primeros pasos.
Milicos y presos frente a frente.
Sin embargo, luego que los presos ingresan al celdario, los funcionarios policiales
informan a los presos que ellos no se hacían cargo del penal y que los presos hicieran lo
que quisieran, pero que si salían del recinto iban a ser baleados.
A partir de ahí, las autoridades comenzaron a informar a la opinión pública que los
presos seguían amotinados. Se les cortó el agua, no se les proporcionaba alimentos, eran
baleados cuando intentaban tomar los bidones de agua que estaban afuera del recinto... En
varias oportunidades el penal fue baleado, helicópteros sobrevolaban la zona y se
sentían los disparos... Se estaba ambientando la masacre de los presos en lucha. Se
intentaba crear un estado de opinión pública para que al final la represión fuera la
única salida posible...
Intransigencia policial de un lado. La firmeza de presos y familiares del otro abrió
nuevamente el camino del diálogo.
Se planteo desde los familiares acampados en la ruta frente al penal la necesidad de un
encuentro con las autoridades y se ofreció la posibilidad de mediar entre presos y
autoridades. La respuesta del director del penal, hablando a nombre del director nacional
de Cárcel, fue que eso era imposible...
La difusión, la solidaridad que contaba y la firmeza de los presos en el penal..., junto
a una movilización en ascenso de las cárceles del país, empezó a abrir caminos.
Tuvieron que ir en marcha los familiares y superar la barrera policial que cortaba la ruta
hasta la puerta del penal para que ahí, recién un día después se lograra la reunión
entre el Director de Cárcel y los familiares. Se logró que dos voceros de familiares
fuera a las puertas del recinto carcelario a dialogar con los voceros de presos. Los
presos plantearon que ellos querían que fuera la comisión Tripartita y salían
nuevamente del penal. Finalmente va el Ministro del Interior, y el presidente de la
Comisión de DD.HH. del parlamento y los presos salen del celdario. Es decir nuevamente el
acuerdo es el mismo. Y lo que queda claro es que los presos no pueden permanecer más en
las condiciones en que estaban en el penal. Que iban a ser trasladados a otras cárceles
del país.
La lucha continúa.
Actualmente no tenemos contacto directo con nuestros familiares en prisión. No sabemos en
que estado pueden estar. No sabemos aún a qué cárcel van a ser trasladados... Esta
claro que de la integridad física de nuestros familiares son responsables los integrantes
de los tres poderes del Estado que integran la comisión tripartita.
Lo que si tenemos claramente definido es que esta lucha sigue, no vamos a dejar de
movilizarnos hasta que el último preso sea sacado del penal de «Libertad».
Esta lucha es por todos los presos del país entero. Por sus derechos, para terminar con
la marginación y el exterminio a que son sometidos.
Esta lucha es por una juventud encarcelada que ha logrado encontrar caminos de
organización y lucha. Es la lucha para que los presos se organicen por delegados de piso,
sector, módulos o como se quiera llamar. Para que discutan y elaboren proyectos
colectivos. Para que esa organización sea reconocida y no se llegue a situaciones como
las que lamentablemente se vivieron y se viven en estos días.
Esta lucha desesperada de jóvenes presos marca la crisis y el descalabro total de un
sistema carcelario que para lo único que sirve es para destrozar física y síquicamente
a las personas detenidas.
Y abrió un camino a seguir. La comisión Tripartita que se comprometió a tener
periódicamente reuniones con los detenidos tiene que hacerse cargo ejecutivamente de
todas las cárceles del país. Este sistema carcelario no sirve más, hay que crear un
sistema nuevo con la participación de todos los involucrados. Y ofrecemos públicamente
nuestro aporte como familiares para participar de la manera que sea. El Motín del penal
de «Libertad» tiene que ser el comienzo de una reforma carcelaria, que va más allá del
burocratismo de mamotretos muy bien elaborados pero que nunca se llevan a la práctica.
Dejar en manos solamente del Ministerio del Interior la dirección de Cárceles es para
que todo siga igual. Es el tiempo de llevar a la práctica los acuerdos logrados como
salida del Motín.
Basta de represión a los presos del penal de «Libertad».
Traslado inmediato de todos los presos del penal de «Libertad».
Que la comisión Tripartita integrada por los tres poderes del Estado mantenga un diálogo
con presos y familiares y se haga cargo ejecutivamente de la dirección y control de todas
las cárceles del país.
Penal de «Libertad» nunca más.
Arriba los que luchan |