LA
REPUBLICA
2 de Julio de 2002
Un sargento amenazó a dos agentes con una escopeta descargada,
la Justicia lo dejó en Libertad
Nuevo incidente policial en Canelones: oficial amenazó a dos agentes
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| A un mes de la masacre policial que enlutó a la fuerza en
Canelones casi se desata otro baño de sangre promovido por un sargento, que recriminó a
dos agentes estar a más de 50 metros de su puesto de control. |

Hace un mes se desataba el baño de sangre en la Policía Montada de
la Costa.
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Los hechos se desencadenaron sobre la una y media de la pasada
madrugada en la ciudad de Las Piedras e involucraron a funcionarios de la Radio Patrulla
Sur, cuya base para la región está en la ciudad de La Paz. El protagonista principal de
los episodios es un sargento con más de 20 años en el instituto, según revelaron
fuentes consultadas por LA REPUBLICA.
Los informantes mencionaron que el mismo sargento tuvo un incidente el pasado mes con otro
subordinado, aunque en aquella ocasión el tema no pasó a mayores. Luego de aquel
incidente, según las fuentes, los superiores del sargento le habrían indicado que
apaciguara sus ánimos con el personal en virtud de las condiciones de trabajo que se
habían impuesto hace dos meses.
Esto significa que Radio Patrulla de todo el departamento está cumpliendo un horario de
ocho horas de servicio por 16 de descanso, iniciativa que el comando de la Jefatura de
Policía de Canelones pensaba extender a todas las unidades del departamento cuando se
desató el baño de sangre en la Policía Montada.
El asesinato de dos policías y el suicidio del agente matador se sucedió en el marco del
rechazo de los funcionarios al cambio de horario, días antes que éste comenzara a regir.
La extensión del proyecto fue frenada tras las denuncias sobre los perjuicios que esto
traería al personal, como por ejemplo la imposibilidad de realizar el servicio 222,
principal fuente de ingresos. Sin embargo los funcionarios de Radio Patrulla siguieron con
el régimen que ya se les había impuesto, a impulso del hermano del jefe de Policía,
director de Grupos de Apoyo.
Descontrol
La función del sargento en Radio Patrulla es la de "control", o sea que
vigilaba que el servicio de la unidad estuviera siendo cumplido correctamente, en cuanto a
la cantidad de vehículos, funcionarios y los puestos de permanencia.
Fue así que en la zona de las calles Calpino y Garibaldi el funcionario llegó ayer sobre
la una y media de la mañana hasta el punto en el que debería estar un vehículo con dos
funcionarios. El auto no estaba en el lugar indicado, se encontraba 50 metros más allá.
Las fuentes relataron que el sargento se dirigió a sus subordinados a quienes increpó
directamente por la falta cometida, sin "aceptar explicaciones". Siempre según
las fuentes el oficial increpó a los agentes y "mientras les gritaba les abría y
cerraba la puerta en forma violenta".
Esto, según los informantes, motivó que los agentes reaccionaran y reclamaran al
sargento por su actitud.
De acuerdo a lo narrado a LA REPUBLICA, el oficial se exasperó aun más al ver que sus
subordinados le exigían un mejor trato, abrió una de las puertas traseras y tomó la
escopeta que toda patrulla lleva consigo. Los informantes señalaron que el sargento la
acondicionó como para ser disparada, sin saber si la misma estaba o no cargada,
dependiendo esto de cada equipo que toma el turno.
Algunos la tienen pronta para efectuar cualquier eventualidad, mientras que otros la
transportan sin cartuchos.
Amenazas
La situación se extendió por breves minutos aunque generó una gran tensión, la cual
alcanzó su punto máximo cuando el sargento, según la versión narrada a LA REPUBLICA,
apoyó el arma en la cabeza de uno de los agentes, para luego hacer lo mismo contra el
pecho. Esto motivó que el agente amenazado le hiciera saber las consecuencias que esto le
traería.
La escopeta estaba descargada y el conflicto se diluyó sin más enfrentamientos que el
verbal y la intimidación realizada con el arma de fuego.
Ni bien concluyó el incidente los agentes afectados por el accionar del superior
concurrieron a la Seccional 4ª, donde radicaron una denuncia escrita.
Tras tomar conocimiento de la situación, la Justicia dispuso que el sargento fuera
emplazado a declarar en la pasada jornada frente al magistrado competente.
De acuerdo con la información recabada al cierre de la presente edición, el sargento
recuperó su libertad tras brindar testimonio. * |
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