En los primeros minutos de la
madrugada de hoy, dos personas que se identificaron como presos del Comcar se comunicaron
con LA REPUBLICA e informaron de un motín en ese establecimiento carcelario.
Previamente y por SEÑAL 1 un preso del Penal de Libertad había advertido que
estaban en comunicación con el Comcar.
Fuentes policiales confirmaron el incidente en el
Comcar, pero agregaron que con la presencia de un destacamento de Granaderos se había
recuperado el control de la situación. En medio de versiones contradictorias, al cierre
de nuestra edición se pueden confirmar varios hechos: esta madrugada hubo un motín en el
Comcar; se concentró en los módulos 2 y 3; en ellos los presos hicieron boquetes y
además provocaron un incendio; los reclusos dicen que tomaron como rehenes a varios
policías, las autoridades niegan ese extremo. Los presos denuncian que para "retomar
el control" los Granaderos reprimieron con dureza y que quedaron varios presos
heridos, hablan de quince; los jerarcas policiales ni confirmaron ni desmintieron esta
versión.
A las 2.00 de la madrugada un equipo de LA
REPUBLICA llegó al Comcar y observó que se retiraban del lugar cuatro unidades de
Bomberos y una ambulancia. La situación, vista desde el exterior del establecimiento
carcelario, era de aparente tranquilidad.
Fuentes policiales destacaron el nivel de
organización y coordinación existente entre los presos de diferentes cárceles. Incluso
en algún momento de la madrugada se habló de levantamientos en otros establecimientos
carcelarios, lo que luego no se confirmó.
Libertad sin control
Desde que el viernes pasado, tras el motín de ocho
horas, los presos destruyeron absolutamente todo el recinto carcelario (cuando las
autoridades estaban por culminar de reparar el penal tras el motín de 1999) el
establecimiento es una ruina. Los amotinados rompieron las instalaciones de agua y luz,
como así también paredes, camas, retretes y demás.
Después de esto y tras las negociaciones con el
ministro del Interior, Guillermo Stirling, el presidente de la Suprema Corte de Justicia,
Gervasio Guillot, y el diputado Guillermo Chifflet, los presos entregaron los siete
policías que mantenían como rehenes. Los jerarcas les prometieron formar una comisión
para analizar la posibilidad de algunos traslados.
Ayer, el titular del Interior dijo a LA REPUBLICA:
"Hoy comenzará a funcionar la comisión para establecer un nexo". Se reunirá
con los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos y Gervasio Guillot para
instrumentar su implementación.
El secretario de Estado no descartó que puedan
empezar a producirse algunos reacomodamientos, pero aclaró que la totalidad es un tema
imposible. Por dos motivos: la situación de superpoblación en todas las prisiones de
Uruguay y la alta peligrosidad de los internos.
Stirling aseguró que los militares que llegaron el
viernes para reforzar el perímetro carcelario "no participarán de ninguna maniobra
para retomar el control. Se limitan a la custodia que les fue asignada en su momento y
están allí para evitar un eventual intento de fuga masiva".
Reconoció que los reclusos tienen el control y
adelantó que la única forma de destrabar la actual situación es que "abdiquen y
entreguen pacíficamente las instalaciones". El ministro sostuvo que en estas
condiciones la Policía no intentará apoderarse del penal, ya que no están dadas las
garantías para que los funcionarios retomen sus actividades. Así las cosas, los presos
de Libertad se encuentran sin salida, luego de que destruyeran el recinto diciendo que
allí no se podía estar más y procurando sus traslados.
Aproximadamente a las 18.00 horas de la víspera, el
director nacional de Cárceles, inspector principal (r) Carlos de Avila, dio una
conferencia de prensa de la cual LA REPUBLICA no fue informada, en la cual
ratificó lo expresado por Stirling a este medio.
Posteriormente el funcionario, alegando que ya
había dado la citada conferencia, se negó a recibir a LA REPUBLICA y a Tveo,
cuando dos equipos de estos medios se hicieron presentes en el penal para conocer la
situación de primera mano.
De Avila manifestó que los internos se están
armando con todo tipo de elementos y puso como ejemplo la fabricación de lanzas con las
rejas que destruyeron. Los ajustes internos ya comenzaron, según pudo saber LA
REPUBLICA: dos de los reclusos se arrojaron desde las alturas antes que los
ajusticiaran. (Ver en nota aparte.)
"A la Luna"
Ayer de tarde el canal de cable SEÑAL 1
estableció contacto con uno de los líderes de la revuelta que mantienen todavía más de
400 reclusos.
El vocero no se identificó porque dijo: "Acá
no hay líderes. Estamos todos unidos, nadie manda más ni menos".
El preso reiteró la exigencia de los centenares de
amotinados: "Que nos lleven a cualquier cárcel. Acá estamos en paz, estamos
tranquilos y sin embargo la guardia externa nos ataca a tiros. Acá, enfrente mío,
mientras hablo con usted, tengo a uno herido de bala".
El interlocutor, sin embargo, aseguró que los
supuestos baleados no revisten gravedad.
Confirmó que están sin comida, agua y luz. Dijo
también que cuando intentaron salir del celdario para buscar agua en el exterior
"jugaban a los patitos con nosotros".
El recluso amenazó a las autoridades con que si no
cumplen la exigencia del traslado, todas las demás cárceles del país se
"picarán".
"Estamos comunicados con los muchachos del
Comcar. Si la situación sigue así vamos a picar todas las cárceles y nos van a tener
que llevar a la Luna", advirtió el amotinado e insistió: "Me escuchó bien lo
que le dije. Estamos comunicados con Comcar y con Canelones". La mención a estos dos
centros radica en que en el mundo carcelario son los que más "peso" tienen
después del Penal de Libertad.
El orden está establecido por dos factores.
Libertad por el hecho de que allí se encuentran los hombres más peligrosos de Uruguay,
cuyos procesos en el mejor de los casos es por rapiña. Allí están, por ejemplo, Mario
Soria, acusado de varios homicidios (un ciudadano español y un policía entre otros),
quien el viernes negoció con los canales 4 y 12 la entrega de los rehenes. Entre otros
también están Néstor Peña Otero (cuatro homicidios), Guillén Bustamante (múltiples
rapiñas y homicidios), Cándido Díaz (integrante de la superbanda), Pierri (varias
rapiñas y líder de una de las bandas que se enfrentó al grupo de El Rambo causando
varias muertes en el penal).
Luego lo sigue el Comcar que con sus más de 2.000
internos es el mayor centro de reclusión carcelario, seguido por la cárcel de Canelones,
que en cantidad de presos tiene una situación similar a la de Libertad: unos 560.
En esta ocasión Peña Otero (uno de los líderes en
1999) no participa de la revuelta en virtud de que se encuentra hace ya casi un año en la
denominada "isla", alejado del resto de los presos junto con sus laderos.
Ese recinto se mantiene bajo control policial. * |