Anarquía en Libertad y comenzaron las venganzas
El Penal de Libertad, que está en manos de los
reclusos, permanecía anoche a oscuras y sin agua, y era imposible al cierre de esta
edición saber qué sucedería en el correr de las próximas horas.
Una cosa es clara: en el interior "todo es un
caos" y en cualquier momento "puede comenzar una matanza entre los propios
reclusos, cobrándose viejas cuentas", comentaron anoche a LA REPUBLICA
guardias carcelarios, que desde el momento del motín permanecen aún vigilando el lugar.
Ayer dos reclusos se tiraron desde uno de los pisos
de arriba, escapando "desesperadamente" de otros internados que intentaron
darles muerte. Uno de éstos incluso fue herido con un corte antes de lanzarse al vacío.
Si bien las heridas no fueron graves debieron ser
atendidos por el servicio médico del penal y puestos a resguardo en una de las salas de
visita.
En ese lugar se encontraban anoche 70 presos,
mientras otros cincuenta estaban alojados en la barraca.
Según se dijo a LA REPUBLICA, quienes están
recluidos en estos dos lugares son los menos pesados o primarios y "ayudaron" a
varios guardiacárceles en el momento del motín a escapar del resto de los reclusos
recluidos en los celdarios.
La situación es extremadamente delicada.
Ayer cuando los funcionarios llevaron la comida a
los presos, éstos les lanzaron las pesadas puertas de hierro arrancadas durante el
motín, provocando momentos de angustia y desconcierto entre los funcionarios. Pero anoche
a última hora los presos estaban pidiendo pan y comida.
La situación "empeorará seguramente en las
próximas horas, ya que 500 individuos sin luz, agua, sin camas y sin lugar donde estar,
porque todo lo destrozaron, pueden provocar situaciones límite, que será difícil de
controlar", se aseguró a LA REPUBLICA.
Más si se tienen en cuenta las armas de las que se
están proveyendo (lanzas con rejas), según lo manifestado por el director de cárceles.
(Ver nota central).
Fatiga
Lo visible en el rostro de los funcionarios del
Penal de Libertad era el cansancio acumulado durante estos tres últimos días.
Estos están desde el viernes en el lugar y debieron
sortear momentos difíciles, de angustia y aún no han sido relevados.
"Estamos durmiendo sobre los bancos y nos hemos
perdido el servicio 222 que para nosotros significa una gran ayuda, y para colmo aún no
nos han pagado el salario", comentaron a LA REPUBLICA.
Anoche estaban llegando funcionarios desde el
departamento de Rivera que, se nos dijo, "venían haciendo dedo". * |