LA
REPUBLICA
16 de Setiembre de 2002
Un preso muere cada 13,4 días en las cárceles
uruguayas
Continúa el "exterminio"
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El próximo jueves se reúne la
Comisión Tripartita sobre la situación carcelaria, para evaluar y analizar el estado de
las propuestas realizadas a principios de agosto. Uno de los temas será el de las
reiteradas muertes tras las rejas.
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Desde el cuatro de enero y hasta el 12 de setiembre al menos 19
presos perdieron la vida, lo cual significa un ritmo de un deceso cada 13,4 días. Los
crímenes y las enfermedades son las principales causas. Esta situación ha llevado a que
el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Diputados, Edgar Bellomo, reiterara
en declaraciones a LA REPUBLICA que "las cárceles uruguayas son un exterminio".
El legislador hizo hincapié en el hecho de no atribuir intencionalidades en este
concepto, pero remarcó que "por la vía de los hechos es lo que está pasando",
al tiempo que indicó que no parece haber soluciones mediatas para esta realidad. Hay dos
situaciones claras que se advierten como detonantes de lo que está ocurriendo.
Por un lado, las cifras se vieron incrementadas de manera abrupta con los asesinatos
seriales ocurridos entre abril y mayo en el Penal de Libertad, luego del motín de marzo y
en el marco de una investigación judicial que derivó a fines de junio en el
procesamiento de la cúpula carcelaria.
El otro aspecto, constatado especialmente a partir del 9 de agosto, tiene que ver con la
atención sanitaria en las prisiones. Desde entonces, y hasta el 12 de setiembre,
fallecieron cinco presos, cuatro de ellos alojados en el Comcar y el restante, el último
en morir, en La Tablada. Las causas están relacionadas básicamente con cuadros
infecciosos y patologías neumológicas.
Emergencia
Desde el motín de 1999 que tuviera como rehén a Yuri Gramajo, la situación sanitaria
intracarcelaria fue catalogada de emergencia. En aquel entonces se propusieron posibles
soluciones, ninguna de ellas llevada a la práctica. A fines del año pasado la
Presidencia organizó un seminario taller en el Edificio Libertad sobre la realidad
carcelaria, en el cual las autoridades reconocieron los graves problemas existentes.
Fuentes consultadas por LA REPUBLICA dijeron que si las personas que no están presas
enfrentan graves dificultades para atenderse, principalmente en el sistema público, qué
puede esperarse para aquellos que están recluidos. En aquel entonces la directiva del
Hospital Penitenciario dijo que era muy difícil trabajar con esta población, y que si no
fuera trágico sería cómico estar al frente de un organismo que ni siquiera tiene un
espacio físico establecido.
Por la vía de los hechos el Hospital Saint Bois funciona como centro asistencial para
reclusos, de ahí que la mayoría de las muertes ocurran en ese centro, donde también son
asistidos los individuos cuyas dolencias o lesiones no pueden ser tratadas en sus
establecimientos de reclusión.
Durante el último motín los presos y sus familiares insistieron con el tema sanitario,
el cual fue puesto nuevamente bajo el rótulo de emergencia. El 8 de agosto la Comisión
Tripartita -Suprema Corte de Justicia, Parlamento, Ministerio del Interior- que comenzó a
trabajar luego del alzamiento en búsqueda de soluciones presentó sus propuestas.
El informe incluía estos dos párrafos, tal como informara LA REPUBLICA en su
oportunidad: "Existen graves problemas de hacinamiento que aumentan los focos de
tensión y obstaculizan posibilidades de distribución y atención de los internos,
multiplicando, además, riesgos para la salud"; "en cuanto a los problemas de
salud se destaca el hacinamiento, la falta de higiene ambiental y personal, la carencia de
respuestas inmediatas a las solicitudes de asistencia reclamadas por internos o sus
familiares, insuficiencia y falta de medicamentos, y problemas de alimentación".
Evaluación
El próximo jueves el ministro del Interior participará de la reunión evaluativa a
realizarse en el Parlamento sobre el tema carcelario y las propuestas realizadas. Bellomo
reconoció el esfuerzo que vienen realizando las autoridades, pero sostuvo que "a
pesar de esto la realidad no sólo no cambia sino que las cárceles se convierten en
campos de exterminio".
Hasta el momento, y desde el 8 de agosto, una sola medida se ha implementado, relacionada
con el relevamiento ambiental de las prisiones. Ya fueron visitados el Penal de Libertad y
La Tablada, este último el pasado miércoles.
El trabajo está a cargo de jerarquías y técnicos del Ministerio de Salud Pública.
Se aguardan los resultados de dichas instancias, las cuales referirán a las condiciones
de los establecimientos de reclusión, no así al estado de salud de los internos, lo cual
quedará para más adelante, según las fuentes consultadas, aunque sin fecha a la vista.
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