FEDERICO GYURKOVITS
La última de estas actuaciones se concretó en la
jornada del pasado martes, luego que el magistrado que viene sustanciando el caso
extendiera una orden de allanamiento para el Tacoma. Como primer resultado de esta
operación, y como una suerte de fusible, el director nacional de Cárceles, Carlos De
Avila, habría dispuesto el relevo del comisario a cargo del Tacoma, ubicado en la misma
estructura edilicia que la DNC.
En este contexto, el lunes pasado debieron
comparecer ante la Dirección Nacional de Información e Inteligencia, el propio director
nacional y el tercero de la estructura de Cárceles, como así también otros
funcionarios. Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron estos hechos a LA
REPUBLICA, pero descartaron que por ahora esté en juego el cargo del director.
En este sentido se explicó que las comparecencias
son a los efectos de aportar información a la causa, dada la responsabilidad jerárquica
que los indagados tienen en el tema. La inspección en el Centro de Recuperación Nº 1
(Tacoma) se circunscribió a una pieza que era habitada por un recluso, que desde la
semana pasada tras declarar en Inteligencia fue alojado en Cárcel Central.
Beneficios
De acuerdo a las fuentes consultadas por LA
REPUBLICA, este preso sería un hombre con varios antecedentes penales, el último de
ellos por homicidio. El crimen fue cometido en 1995 en el departamento de Maldonado, y la
víctima una joven muchacha que fue ultimada por el hombre como venganza por unas deudas
que el padre de ella mantenía con el criminal.
Esta persona, a pesar de su peligrosidad y de tener
una larga condena por delante, no estaba en los centros de detención de mayor seguridad,
sino que permanecía alojado en el citado lugar. En este sentido, el hombre contaría con
algunos beneficios, calificados como irregularidades a investigar, por parte de los
actuantes. En el procedimiento del pasado martes participó Inteligencia y según algunas
versiones también habrían concurrido canes adiestrados de la dirección de drogas.
Varios elementos han sido incautados en la
habitación, como documentos y una cinta de video, que podría aportar elementos de
importancia a la causa. "Se incautó todo lo que se podía", dijo una de las
fuentes.
En la pieza, se dijo, existían "lujos"
desmesurados para un homicida con al menos para 15 años más tras las rejas, como
televisión y otros electrodomésticos de confort. En la actualidad las investigaciones se
encuentran evolucionando a ritmo pausado, dada la complejidad de las denuncias.
La causa
A principios de marzo LA REPUBLICA revelaba
en exclusiva los primeros detalles sobre la situación. El inicio de las pesquisas
estuvieron en la denuncia presentada por un preso del Comcar contra el por entonces
director del mismo, Pablo Machado, por el presunto pago de coimas para arreglar traslados
desde los módulos más conflictivos a los más "light". La demanda ingresó por
el Juzgado Penal de 20º Turno (a cargo de la causa del preso denunciante), pero derivó
en el Juzgado Penal de 8º Turno. Desde entonces se han realizado una serie de
indagaciones y actuaciones, que hasta el momento no han arrojado conclusiones firmes, pero
que comenzarían a confirmar la existencia de irregularidades.
Con la comparecencia del pasado lunes, es la segunda
vez que el director de Cárceles debe prestar testimonio. La primera ante el juez y la
última ante Inteligencia. Desde que el caso llegó a esferas de la Justicia y de la
Fiscalía de la Policía en el Ministerio del Interior se han sucedido una serie de
rotaciones y relevos en el comando de las cárceles más importantes del país.
Primero fue, casi paralelamente a la presentación
de la denuncia, la retirada del Comcar del inspector Machado, quien fue designado a
Libertad, cuyo responsable pasó a cumplir funciones en Comcar. Un mes después del cambio
estalló el motín en Libertad y tras dos semanas ambos directores fueron relevados de sus
puestos. Ahora le tocó el turno al del Tacoma, lo cual habría causado cierto malestar en
la interna, ya que estaba bien conceptuado y había sido puesto por De Avila, luego que el
anterior fuera procesado hacia fines de 2001 por estar vinculado a una banda de
narcotraficantes. Esta intrincada situación se da en un contexto de suma tensión tras
los muros de las cárceles, que luego del motín en Libertad dejó al menos cuatro
muertos, tres de ellos ahorcados, en el lapso de los últimos diez días en el penal
maragato. Ninguna de las muertes está aclarada. * |