Los favorece el hecho de que la
situación está fuera de control, ya que el estado ruinoso en el que quedó Libertad tras
el alzamiento motiva que se encuentren en un sector aproximadamente 200 presos sin medidas
de seguridad, encerrados sin contacto con la guardia policial. Estos presos tienen dos
horas de recreo diario de mañana, cuando salen a un patio, y otro espacio durante la
tarde.
Conviven día y noche hacinados, con problemas de
higiene y salud, contexto que agita las diferencias surgidas tras el desenlace del motín
que los dejó --a diferencia de lo que pensaban-- en peores condiciones de las que
estaban. Cabe recordar que las propias condiciones fueron la causa por la que se
rebelaron.
Para la situación tras los muros, denunciada desde
varios sectores y organismos (incluso el Departamento de Estado de Estados Unidos condenó
la situación carcelaria calificándola de violatoria de los Derechos Humanos), se perfila
ahora como una solución la llegada de contenedores para alojar a los presos de Libertad y
parar esta racha homicida.
En los 136 días que van del presente año, catorce
reclusos murieron tras las rejas, un promedio de uno casi cada diez días. Siete en el
centro de reclusión maragato, cinco de ellos entre el 7 de abril y el 17 de mayo.
Otros cinco en el Complejo Carcelario de Santiago
Vázquez (Comcar), donde conviven unos 2.200 presos en una cárcel pensada para 900, lo
cual potencia las rivalidades y enfrentamientos. De estos cinco sólo uno fue suicidio.
Los dos restantes corresponden a las cárceles de
Rivera y Paysandú. En el primer caso se sospecha de homicidio y en el segundo no existen
dudas sobre que se trató de un suicidio, según quedó demostrado en la oportunidad.
El nuevo ahorcado
Como se decía anteriormente, ayer se conoció que
en el destruido Penal de Libertad fue hallado ahorcado con una sábana el quinto preso en
un lapso de cuarenta días. La víctima fue identificada como Marcelo Leonardo Alonso
Zunino. Las autoridades correspondientes estiman que se trata de un nuevo ajuste de
cuentas entre los reclusos. (Ver nota aparte.)
Extraoficialmente pudo saberse que este hombre era
compañero de causa del conocido "Marito" Soria y que fue uno de los líderes
del motín de marzo. El y Soria estaban procesados por dos homicidios: el de un ciudadano
español y otro hombre, ambos fueron víctimas de robo por parte del dúo que luego les
dio muerte.
En horas de la mañana de ayer, las autoridades
realizaron un recuento en un sector donde se encuentran 151 reclusos, notando que faltaba
uno. De inmediato la guardia realizó una inspección que culminó cuando el recluso fue
encontrado ahorcado con un trozo de sábana.
Tanto las autoridades de la Dirección Nacional de
Cárceles, como el propio ministro del Interior, Guillermo Stirling, estiman que se trata
de un nuevo ajuste de cuentas.
Por su parte, el diputado Edgar Bellomo, presidente
de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, se manifestó profundamente
preocupado por la sucesión de acontecimientos, y reclamó que "se termine de una vez
por todas con este exterminio lento pero seguro".
Al ser consultado por LA REPUBLICA, el
legislador señaló: "Más allá del delito que pudiera haber cometido el recluso
ejecutado, a nadie se le puede quitar la vida. Yo estimo que lamentablemente la situación
está fuera de control, porque resulta claro que la Dirección de Cárceles no tiene
dominio sobre lo que sucede en su área. Me consta la preocupación del ministro del
Interior por estos temas tan urgentes y dramáticos, pero lamentablemente las soluciones
demoran demasiado tiempo en instrumentarse y mientras se espera continúa el
exterminio".
Por su parte, Stirling señaló a LA REPUBLICA:
"Todo hace pensar que se trata de un ajuste de cuentas. Yo me acuerdo de las palabras
pronunciadas por el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Gervasio Guillot, en el
momento del motín del 1º de marzo cuando les decía a los presos: 'no continúen con
esta destrucción porque van a terminar matándose entre ustedes'. Y lamentablemente así
está sucediendo".
Agregó que en la próxima semana llegarán a
Libertad diez contenedores que permitirán separar los grupos y evitar estos actos de
violencia extrema.
Pelea en el Comcar
También en el Comcar se produjo un sangriento
incidente entre reclusos, que terminó con uno de ellos muerto de una puñalada y otro
herido. De acuerdo a las escasas informaciones obtenidas sobre los hechos, los incidentes
se originaron en el Módulo 2, donde se encuentran 400 procesados.
Jorge Enrique Correa Martínez, de 22 años, que
estaba procesado por hurtos, fue ultimado de una puñalada efectuada con un
"corte" casero por otro recluso, quien resultó herido en la pelea.
Sobre este último se informó que se encuentra
internado fuera de peligro y que el tema ya ha sido informado a la Justicia competente.
El mencionado Correa Martínez recibió una profunda
herida en el pecho.
Fue trasladado urgentemente a un hospital, donde a
su ingreso los médicos constataron que ya había fallecido.
Investigaciones
Mientras se acumulan muertos en las cárceles, otros
episodios vinculados a este sector de la sociedad vienen siendo investigados por la
Policía y la Justicia. El último de ellos, como se adelantara en la pasada edición,
corresponde a lo revelado por un grupo de presos de Libertad, quienes denunciaron que el
supuesto motín del 5 de mayo informado por el director nacional de Cárceles fue una
pantalla para justificar la represión desatada.
Los presos, que entregaron una carta con unas veinte
firmas a LA REPUBLICA y al Parlamento, forman parte de un grupo de 49 que se
encuentran alojados en lo que fuera una sala de visitas. Están allí por no haber
participado del alzamiento del 1º de marzo y estar amenazados de muerte por sus colegas.
Dicen los internos que a raíz de que un preso tuvo problemas con los guardia cárceles
(debido a una sobredosis de medicamentos), estos últimos desataron una represión contra
el conjunto, munidos de cadenas, gas lacrimógeno y escopetas. Después, para dar
apariencia de motín, dicen los presos que les incendiaron los colchones. Un hecho similar
fue denunciado por reclusos del Comcar, quienes en otra carta remitida en este caso a la
Comisión de Derechos Humanos de Diputados, afirmaron que el intento de fuga que las
autoridades dijeron haber abortado del 6 al 7 de marzo, no fue otra cosa que un montaje
con fines no muy claros hasta el momento.
Sobre estos hechos, Bellomo dijo que existen
similitudes entre ambos y que en el contexto de lo que viene pasando en las cárceles
encienden un llamado de alerta. En este sentido afirmó que es indispensable que las
denuncias se aclaren para establecer realmente cuál es la situación. * |