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LA REPUBLICA
18 de Mayo de 2002


Quinta víctima en Libertad por los ajustes de cuentas tras el motín de marzo

Reaparecieron los ahorcados

 

Pasaron 29 días desde la última aparición misteriosa de un recluso ahorcado en Libertad. Desde el 7 de abril al 16 de mayo son cinco los reclusos que fueron asesinados bajo esta modalidad, en lo que se supone son ajustes de cuentas tras el motín iniciado el 1º de marzo de 2002.

 

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Así quedó el Penal de Libertad tras el motín de marzo, donde aún conviven unos 200 presos; en 40 días cinco fueron ahorcados por sus compañeros.

El hecho de que se mantenga el modo de eliminación --calificada como exterminio por el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento-- revela que los asesinos quieren dejar bien claro que estos hechos se enmarcan en una misma causa.

Los favorece el hecho de que la situación está fuera de control, ya que el estado ruinoso en el que quedó Libertad tras el alzamiento motiva que se encuentren en un sector aproximadamente 200 presos sin medidas de seguridad, encerrados sin contacto con la guardia policial. Estos presos tienen dos horas de recreo diario de mañana, cuando salen a un patio, y otro espacio durante la tarde.

Conviven día y noche hacinados, con problemas de higiene y salud, contexto que agita las diferencias surgidas tras el desenlace del motín que los dejó --a diferencia de lo que pensaban-- en peores condiciones de las que estaban. Cabe recordar que las propias condiciones fueron la causa por la que se rebelaron.

Para la situación tras los muros, denunciada desde varios sectores y organismos (incluso el Departamento de Estado de Estados Unidos condenó la situación carcelaria calificándola de violatoria de los Derechos Humanos), se perfila ahora como una solución la llegada de contenedores para alojar a los presos de Libertad y parar esta racha homicida.

En los 136 días que van del presente año, catorce reclusos murieron tras las rejas, un promedio de uno casi cada diez días. Siete en el centro de reclusión maragato, cinco de ellos entre el 7 de abril y el 17 de mayo.

Otros cinco en el Complejo Carcelario de Santiago Vázquez (Comcar), donde conviven unos 2.200 presos en una cárcel pensada para 900, lo cual potencia las rivalidades y enfrentamientos. De estos cinco sólo uno fue suicidio.

Los dos restantes corresponden a las cárceles de Rivera y Paysandú. En el primer caso se sospecha de homicidio y en el segundo no existen dudas sobre que se trató de un suicidio, según quedó demostrado en la oportunidad.

El nuevo ahorcado

Como se decía anteriormente, ayer se conoció que en el destruido Penal de Libertad fue hallado ahorcado con una sábana el quinto preso en un lapso de cuarenta días. La víctima fue identificada como Marcelo Leonardo Alonso Zunino. Las autoridades correspondientes estiman que se trata de un nuevo ajuste de cuentas entre los reclusos. (Ver nota aparte.)

Extraoficialmente pudo saberse que este hombre era compañero de causa del conocido "Marito" Soria y que fue uno de los líderes del motín de marzo. El y Soria estaban procesados por dos homicidios: el de un ciudadano español y otro hombre, ambos fueron víctimas de robo por parte del dúo que luego les dio muerte.

En horas de la mañana de ayer, las autoridades realizaron un recuento en un sector donde se encuentran 151 reclusos, notando que faltaba uno. De inmediato la guardia realizó una inspección que culminó cuando el recluso fue encontrado ahorcado con un trozo de sábana.

Tanto las autoridades de la Dirección Nacional de Cárceles, como el propio ministro del Interior, Guillermo Stirling, estiman que se trata de un nuevo ajuste de cuentas.

Por su parte, el diputado Edgar Bellomo, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, se manifestó profundamente preocupado por la sucesión de acontecimientos, y reclamó que "se termine de una vez por todas con este exterminio lento pero seguro".

Al ser consultado por LA REPUBLICA, el legislador señaló: "Más allá del delito que pudiera haber cometido el recluso ejecutado, a nadie se le puede quitar la vida. Yo estimo que lamentablemente la situación está fuera de control, porque resulta claro que la Dirección de Cárceles no tiene dominio sobre lo que sucede en su área. Me consta la preocupación del ministro del Interior por estos temas tan urgentes y dramáticos, pero lamentablemente las soluciones demoran demasiado tiempo en instrumentarse y mientras se espera continúa el exterminio".

Por su parte, Stirling señaló a LA REPUBLICA: "Todo hace pensar que se trata de un ajuste de cuentas. Yo me acuerdo de las palabras pronunciadas por el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Gervasio Guillot, en el momento del motín del 1º de marzo cuando les decía a los presos: 'no continúen con esta destrucción porque van a terminar matándose entre ustedes'. Y lamentablemente así está sucediendo".

Agregó que en la próxima semana llegarán a Libertad diez contenedores que permitirán separar los grupos y evitar estos actos de violencia extrema.

Pelea en el Comcar

También en el Comcar se produjo un sangriento incidente entre reclusos, que terminó con uno de ellos muerto de una puñalada y otro herido. De acuerdo a las escasas informaciones obtenidas sobre los hechos, los incidentes se originaron en el Módulo 2, donde se encuentran 400 procesados.

Jorge Enrique Correa Martínez, de 22 años, que estaba procesado por hurtos, fue ultimado de una puñalada efectuada con un "corte" casero por otro recluso, quien resultó herido en la pelea.

Sobre este último se informó que se encuentra internado fuera de peligro y que el tema ya ha sido informado a la Justicia competente.

El mencionado Correa Martínez recibió una profunda herida en el pecho.

Fue trasladado urgentemente a un hospital, donde a su ingreso los médicos constataron que ya había fallecido.

Investigaciones

Mientras se acumulan muertos en las cárceles, otros episodios vinculados a este sector de la sociedad vienen siendo investigados por la Policía y la Justicia. El último de ellos, como se adelantara en la pasada edición, corresponde a lo revelado por un grupo de presos de Libertad, quienes denunciaron que el supuesto motín del 5 de mayo informado por el director nacional de Cárceles fue una pantalla para justificar la represión desatada.

Los presos, que entregaron una carta con unas veinte firmas a LA REPUBLICA y al Parlamento, forman parte de un grupo de 49 que se encuentran alojados en lo que fuera una sala de visitas. Están allí por no haber participado del alzamiento del 1º de marzo y estar amenazados de muerte por sus colegas. Dicen los internos que a raíz de que un preso tuvo problemas con los guardia cárceles (debido a una sobredosis de medicamentos), estos últimos desataron una represión contra el conjunto, munidos de cadenas, gas lacrimógeno y escopetas. Después, para dar apariencia de motín, dicen los presos que les incendiaron los colchones. Un hecho similar fue denunciado por reclusos del Comcar, quienes en otra carta remitida en este caso a la Comisión de Derechos Humanos de Diputados, afirmaron que el intento de fuga que las autoridades dijeron haber abortado del 6 al 7 de marzo, no fue otra cosa que un montaje con fines no muy claros hasta el momento.

Sobre estos hechos, Bellomo dijo que existen similitudes entre ambos y que en el contexto de lo que viene pasando en las cárceles encienden un llamado de alerta. En este sentido afirmó que es indispensable que las denuncias se aclaren para establecer realmente cuál es la situación. *


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