LA
REPUBLICA
18 de Setiembre de 2002
Regresaba de Colón con alguna mercadería, pero no quiso pagar
coima
Anciano denuncia agresión de marinero en Paysandú
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| Existe total hermetismo oficial frente a un hecho
ocurrido días atrás en el Puente Internacional Paysandú-Colón. Héctor Martínez
Brasil (70) se encuentra internado en delicado estado en la sala de cirugía del Hospital
de Paysandú, con fractura de tres costillas y probable neumo y hemotórax. |
Martínez Brasil, la víctima.
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Como tantos sanduceros en estos momentos tan difíciles por la
situación económica que atraviesa el país, Héctor Martínez Brasil, de condición muy
humilde, no dudó en cruzar el tendido del puente Paysandú-Colón para hacer rendir un
poco más su menguada jubilación.
Esta iniciativa implicaba inevitablemente recorrer a pie los 10 kilómetros de ida y
vuelta. Sus manos llagadas no fueron impedimento para soportar el peso de los tres bolsos
con mercadería que por persona permiten ingresar las autoridades a Uruguay una vez a la
semana. Cuando tomó la decisión lejos estaba en presagiar, según recordó en
declaraciones a LA REPUBLICA, que sufriría "un cobarde ataque a patadas por un
funcionario de la Prefectura".
El marinero, que no sufrió consecuencias penales, le fracturó tres costillas. En el
lecho del nosocomio, el sanducero tiene el rostro cubierto de hematomas; se lo nota
desencajado por los fuertes dolores y con una persistente fatiga debido al compromiso de
las vías respiratorias. Tiene gran dificultad para hilvanar una frase con otra, pese a lo
cual relató los dramáticos momentos que le tocaron vivir.
"Había cobrado la jubilación el día anterior y tratando de mejorar y estirar un
poco más los mangos me fui a Colón", explicó el entrevistado y agregó: "Me
quisieron coimear, el marinero que estaba ahí me pidió una cometa y yo le dije que no,
primero por que tenía muy poca plata ya que le había comprado a unas muchachas que me
ayudaron un refresco pero que de ninguna manera le daba ningún peso".
La agresión
Asegura que no terminó de expresar todo lo que pensaba decirle cuando de improvisto
sintió un dolor terrible. El hombre describió a que se debía esa sensación: "Me
pegó tan fuerte que me hizo temblar, no sé si tenía botas pero le juro creía que me
había partido al medio". El damnificado subrayó que después de recibir el ataque
"me caí al suelo fulminado, pero alcance a ver que otros marineros me levantaron y
llevaron a la Aduana; me tuvieron un rato hasta que se me pasó un poco el dolor y por mis
propios medios salí a tomar el ómnibus del recorrido".
Pero para Martínez el día no había terminado, ya que "al subir al colectivo el
chofer me empujó y me hizo caer sentado sobre la acera. En ese momento ya no daba más de
dolor cuando acertó pasar por el lugar una señora a la cual le pedí por favor llamara
alguien que me ayudara". Tras denunciar que había una persona caída pidiendo
auxilio, autoridades policiales se hicieron presente en el lugar y con la premura del caso
"me trasladaron hasta el hospital".
Finalmente explicó cuál es su intención al hacer conocer este hecho "hoy me
sucedió a mí, mañana es a otra persona, además lo pueden corroborar los médicos de
guardia, lo único que había tomado era un vaso de vino en el comercio donde efectué la
compra. Yo no estaba borracho, el chofer me tiró del ómnibus porque estaba orinado por
el tremendo dolor que estaba soportando y no me pude aguantar", agregó.
De acuerdo a la información extraoficial el hecho ocurrió el pasado 10 de setiembre,
habiendo derivado el mismo en varias actuaciones en sede judicial. También hubo detenidos
en la seccional policial y reconocimiento del "coimero" y golpeador por parte
del damnificado frente al juez actuante. Hasta el momento no se conoce resolución alguna,
como tampoco se conoce información oficial sobre lo ocurrido. * |
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