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LA REPUBLICA
23 de Noviembre de 2002


El diputado socialista defendió a Lariz y sostuvo que es un "hombre de trabajo"

Chifflet: "Vasallaje voluntario ante un gobierno extranjero"

El diputado del Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), Guillermo Chifflet, calificó de "enorme arbitrariedad" la decisión del gobierno de expulsar al ciudadano vasco Lariz Iriondo. chifflet.gif (17537 bytes)
Chifflet criticó duramente la expulsión del ciudadano vasco.

El legislador, miembro de la Comisión de DDHH de la Cámara de Representantes, sostuvo que la decisión se debe a un "acuerdo político" entre el presidente Jorge Batlle y su par español José María Aznar y definió la actitud del gobierno como "vasallaje". Chifflet habló de ocultamiento a la familia de Lariz Iriondo e incluso de "montaje de pruebas falsas".

­Usted fue contactado por la familia del ciudadano vasco Lariz Iriondo y realizó una serie de gestiones. ¿Qué información recogió?

­Lo digo con toda honestidad, no pensaba encontrarme ante una ilegalidad tan flagrante como la que acaba de cometer el Presidente de la República. Lo ocurrido en las últimas horas resulta, según lo que he podido informarme hasta el momento y confirmar, extremadamente grave. Narro los hechos: a las tres de la tarde se me informó que el ciudadano Lariz Iriondo había sido liberado por la jueza que entendía en su causa. Según pude informarme directamente por el abogado defensor del ciudadano vasco el Poder Judicial no había hecho lugar a la extradición y lo había dejado en libertad.

Como el liberado no aparecía, su señora, que es uruguaya, casada con Lariz Iriondo, luego de recibir con alegría la noticia de la libertad comenzó a alarmarse. Se comunicó conmigo y creo que con algún otro integrante de la Comisión de DDHH de la Cámara de Representantes, inquieta por la desaparición de su esposo.

Como extraoficialmente se había dicho que había sido llevado a Buenos Aires, personalmente nos comunicamos con nuestra embajada en Argentina para saber si Lariz Iriondo había sido enviado allí. En la embajada uruguaya en Argentina me atendieron con mucha deferencia y me pasaron toda la información que en ese momento tenían, todavía no habían confirmado los hechos.

Yo les agradecí, pero ya por mi lado había podido adelantar en la información. Paralelamente el abogado fue informado que al ser liberado Lariz Iriondo sería llevado al juzgado Penal de 17º Turno. El abogado concurrió a dicho juzgado y comprobó que allí ni siquiera se lo esperaba. Continuó las averiguaciones y recogió la versión de que habría sido conducido al Aeropuerto. Mientras tanto ni la señora, ni familiares, ni amigos de Lariz Iriondo podían despejar lo que había sucedido.

Entonces nos pusimos en contacto con el secretario general de la Presidencia de la República, doctor Lago, quien no tenía noticia alguna, ni la más mínima información, ni había pasado por sus manos decreto alguno. Con todo me dijo que iba a averiguar. Poco después, el propio doctor Lago tuvo la amabilidad de informarme, para mi asombro, que había un decreto del doctor Batlle para la expulsión de Lariz Iriondo.

Yo no conozco todavía los fundamentos del decreto, típico de tiempos sombríos. Me resulta inhumano que no se haya informado de nada a la señora de Lariz Iriondo. La esposa del ciudadano vasco desconoce cuál será el destino final de esta persona, que es, lo digo con conocimiento, un hombre de trabajo, con casi 14 años de residencia en nuestro país y casado con una uruguaya, circunstancia que impide la expulsión.

­¿Qué valoración tiene de esos hechos que usted narra?

­Personalmente debo lamentar esta gravísima arbitrariedad. La considero una medida que marca una distancia abismal entre los decretos de Batlle y Ordóñez, no sólo referidos a los extranjeros que vivían en el país, sino a expulsados de otras latitudes, que no habían participado por cierto en juegos florales, a quienes recibía en nuestro país. De ayer a hoy a cambiado mucho, en nuestro país y en los genes de algunas familias.

Debo decir con tristeza e indignación por cierto que en las horas en que la familia de Lariz Iriondo nos informaba con angustia de la desaparición de esta persona, hasta tuve la intención de llamar a la Comisión para la Paz. Porque allí hay abogados por cierto, que el Presidente podía haber consultado antes de cometer esta arbitrariedad, que oscurece todavía más su gestión.

­¿Usted cree que en esta decisión del gobierno uruguayo pesa algún tipo de acuerdo político?

­Mi impresión es que el presidente Batlle habló hace poco con el presidente español (José María Aznar) y allí se acordó esto. Se reunieron hace poco en Dominicana. Aquí hemos incurrido en arbitrariedades que vienen de tiempo atrás. En algún expediente según consta y se conoce en los medios del foro judicial, se interroga a algunos de los ciudadanos vascos, que luego quedaron en el Uruguay, porque no tenían culpa alguna, de la siguiente manera: "Vosotros habéis estado en esta circunstancia". Es decir, hablando en segunda persona del plural, cosa que no hago yo, ni el ministro del Interior, ni el Presidente de la República y eran interrogatorios policiales.

Estamos ante una situación de vasallaje voluntario ante un gobierno extranjero que no reconoce la independencia del país vasco y genera una situación difícil. Esta es una conducta que no dignifica el país, que le hace muy mal.

Esto no significa que yo justifique ninguna metodología de ETA ni de ningún otro grupo. Esto lo digo porque en los informativos de Buenos Aires se está diciendo que la persona que se envió desde Uruguay es un asesino de policías. Eso no solo fue juzgado en otra oportunidad y se negó la acusación porque no había pruebas, sino que tampoco está probado en este expediente.

­Lariz Iriondo fue procesado por el delito de "asociación para delinquir" y ese delito se configuró porque según la Policía y el expediente judicial tenía en su casa material que hablaba de la preparación de atentados en Uruguay y en España

­Sí y este ciudadano sería tan ingenuo, que habiendo sido detenido y procesado una vez y luego liberado, tenía ese casete en su casa expuesto a allanamientos. El mismo me lo desmintió y me dijo que "ese casete que dicen que estaba en mi casa me lo han puesto". Todos sabemos que eso puede pasar y es lo más lógico y además, nadie tiene esos materiales en su casa. Todos sabemos además que los ciudadanos vascos que están en Uruguay no hacen atentados ni en España ni en ningún otro lado.

­¿Lariz Iriondo le dijo a usted que no tenía disquete ni casete en su casa como afirma la Policía?

­El no tenía ninguna duda de que iba a quedar en libertad porque eso era absolutamente falso y no tenía nada en su casa.

­¿Usted está afirmando que esto es parte de un acuerdo político y que incluso se montaron pruebas?

­No tengo dudas de eso. Desde hace mucho tiempo viene montándose esto, contra una persona de trabajo, a cuyo restaurante iban destacados dirigentes políticos y casado con una uruguaya y con muchos años de residencia en nuestro país. Como he dicho, el Presidente debía haber consultado con algunos abogados de la Comisión para la Paz que sobre estos hechos seguramente tendrán una opinión jurídica más clara sobre esta decisión. *

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