LA
REPUBLICA
23 de Diciembre de 2002
Diputado Bellomo: "Lo primero y urgente es el conocimiento
de la verdad"
¿Dónde operó la base Arenal?
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| Las revelaciones del agente de la dictadura Mario
Ronald Barreiro Neira publicadas ayer por LA REPUBLICA, provocaron un gran impacto. El ex
agente de los servicios militares sostuvo que participó de un grupo paramilitar
denominado "Gamma", que funcionaba en una base conocida como "Arenal",
de la que no quiso informar su ubicación, pero sí señaló que allí fue cremado el
cuerpo de la maestra Elena Quinteros. |

Barreiro Neira es ahora el preso 94.148 en una cárcel de
Brasil.
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El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de
Representantes, Edgar Bellomo (Encuentro Progresista-Frente Amplio), dijo que jamás
renunciará a que en algún momento se pueda hacer justicia por los de delitos de lesa
humanidad durante la pasada dictadura. Las palabras de Bellomo fueron en referencia a la
entrevista al agente de la dictadura Mario Ronald Barreiro Neira publicada en la pasada
edición de la LA REPUBLICA. Barreiro admitió haber participado de un grupo paralimitar y
dio datos sobre varios casos de violación a los derechos humanos.
"En primer lugar, por más que haya pasado el tiempo no deja de ser espeluznante
revivir a través del relato de uno de sus protagonistas lo que fue aquella época
terrible. La segunda reflexión que me surge es cuántos testimonios como este será
posible lograr, y a la vez cuántos testimonios ya perdimos porque algunos de los
protagonistas por distintas razones ya no están más", comenzó diciendo el diputado
de la Alianza Progresista.
"Yo digo cuánto tiempo más tendremos que esperar o seguir esperando para llegar a
la verdad y a la vez con calma y firmeza una decisión a la que nosotros jamás
renunciaremos y es que en algún momento se pueda hacer justicia. Y quiero precisar
justicia y no revancha, porque le vamos a otorgar a todos estos asesinos y delincuentes
las garantías que ellos no le dieron a nadie."
La confesión del teniente Tamús
En una entrevista publicada ayer por LA REPUBLICA, el ex agente de los servicios militares
Mario Ronald Barreiro Neira sostuvo que participó de un grupo paramilitar denominado
"Gamma", que funcionaba en una base conocida como "Arenal" para
realizar operaciones que derivaron en muertes y desapariciones durante la dictadura
militar. Barreiro Neira, cuyo alias era teniente Tamús en la acción clandestina de
Estado, afirmó haber participado de diversas operaciones ilegales incluso antes del golpe
de Estado.
El agente de la dictadura prefirió no hacer mención a los operativos en que participó,
por temor a no estar comprendido en la Ley de Caducidad debido a su condición de civil.
Barreiro Neira, quien está actualmente preso por tenencia de armas y robo en una cárcel
de máxima seguridad a sesenta quilómetros de Porto Alegre, inició su carrera en la
Juventud Uruguaya de Pie (JUP) cuando estudiaba en el Liceo Bauzá. Luego fue reclutado
por la AID, agencia oficial del gobierno de los Estados Unidos, para la que sirvió en
tareas de infiltración política. También ingresó al grupo paramilitar de ultraderecha
Garra 33, para finalmente ser reclutado como agente del grupo Gamma, grupo que según su
testimonio no estaba bajo el mando de la policía ni de las fuerzas armadas, sino del
propio gobierno y operó hasta reinstaurada la democracia. Barreiro Neira era conocido en
los ámbitos de los servicios de la dictadura como el "Teniente Tamús" y entre
otras graves revelaciones identificó a un médico forense de iniciales C.M de haber
envenenado el vino que mató a la esposa de Mario Heber.
También dijo a LA REPUBLICA que en determinado momento se desató una interna en los
servicios en la que hubo intentos de asesinar a José Nino Gavazzo.
Como parte de las tareas paramilitares que desarrollaba en el grupo Gamma, Barreiro
reconoció haber participado en la "Operación Escorpión", haciendo seguimiento
y escuchas telefónicas al ex presidente brasileño Joao Goulart, finalmente asesinado. De
esa forma tuvo conocimiento de los contactos realizados por Goulart entre el gobierno
uruguayo y el embajador de Venezuela, Frank Becerra, cuando Elena Quinteros fue
secuestrada de la embajada de Venezuela.
Barreiro se negó a decir dónde quedaba esa "Base Arenal", en la que aseguró
fueron cremados los restos de Quinteros. El ex paramilitar dijo que a la maestra "la
llevaron de un lado para el otro hasta que se dio la desgracia de que vino a fallecer.
Entonces hubo que cremar el cuerpo y eso fue hecho. Ahí el servicio secreto tuvo una
participación activa porque era el único que tenía un horno para cremar". Según
Barreiro, los militares quisieron instalar otro horno de cremación en la "Base
Marta", ubicada en la calle Amado Nervo, donde operaba otro grupo especial comandado
por el capitán Ricardo Medina Blanco. Indicó que además de las bases conocidas
"hubo otras" aunque él supo de la existencia de una base Valparaíso, que
creía cercana a la estación de trenes, y de las bases Lima Zulú, que dirigía el
comisario Hugo Campos Hermida en Lezica; el "300 Carlos" en el Batallón 13 de
Infantería". * |
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