LA
REPUBLICA
27 de Diciembre de 2002
Ocupaban altos cargos en la Jefatura de Tacuarembó
Tres oficiales de Policía y un subalterno remitidos a prisión
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Un inspector mayor, coordinador
ejecutivo (tercero en el mando); un comisario inspector, a cargo de una de las
direcciones, y un comisario fueron remitidos a la cárcel en las últimas horas por
diversos delitos en torno a un mismo caso. También marchó un funcionario subalterno. Uno
de los oficiales había sido personal de confianza del hoy recluso y ex director de
Cárceles, inspector Carlos de Avila.
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Las remisiones de los funcionarios fue el resultado de un trabajo
de investigación desarrollado por la Dirección Nacional de Información e Inteligencia
(DNII), a pedido del propio magistrado letrado de Tacuarembó. El caso había comenzado
cuando se detectó un faltante de 60 botellas de whisky que habían sido incautadas por la
Policía en operativos de combate al contrabando, y depositadas a disposición de Aduana.
En su momento, el jefe de Policía de Tacuarembó, inspector Juan Angel Romero Casas,
había dicho públicamente que había remitido un informe a la Justicia con detalles de la
situación y que entonces el magistrado había pedido la intervención de la DNII. Sin
embargo, información obtenida por LA REPUBLICA indica que un funcionario comenzó a
investigar el robo del matute y se topó "con muchas trabas".
Los informantes indicaron que el investigador empezó a tener dificultades en su misión,
percibiendo que se le ocultaba información y se modificaban algunas situaciones que
hacían a la esencia de la pesquisa. Entonces decidió transmitir lo que pasaba al
magistrado, quien entonces sí decidió que Inteligencia tomara cartas en el asunto.
A poco de llegar al departamento al mando del subdirector, inspector mayor Cipollini, el
funcionario local que estaba tras el caso se reunió con sus colegas y les trazó un
panorama. Completadas una serie de indagaciones, fueron detenitos seis policías, de los
cuales cuatro fueron remitidos.
Sus cargos
En un escueto comunicado, la Jefatura de Policía dio a conocer el fallo judicial, sin
específicar ni los nombres, ni los cargos que ocupaban los efectivos. Fuentes cercanas al
comando señalaron que el faltante de las 60 botellas en sí no fue resuelto aún, por lo
que no se descartan nuevas responsabilidades penales para los ya procesados, o
eventualmente para otros.
Dijeron en este sentido que el dictamen judicial se debe a que el comisario inspector en
su momento realizó una inspección en el depósito sobre la mercadería faltante, y que
como premio les regaló a los efectivos que lo acompañaron una botella de whisky y un
cartón de cigarrillos, del propio matute.
De acuerdo a las fuentes consultadas por LA REPUBLICA, el principal responsable de la
maniobra es el comisario inspector Lapeira, quien había llegado a Tacuarembó luego que
el nuevo director de Cárceles, inspector principal Enrique Navas, lo relevara de su cargo
al frente del Centro de Recuperación Nº 2, lindero al Penal de Libertad.
Este funcionario formó parte del expediente que llevó tras las rejas a De Avila y a
otros dos jerarcas carcelarios a mitad de año, pero en la oportunidad no tuvo
consecuencias.
Sin embargo no quedó bien conceptuado y el nuevo comando "le dio salida".
"No perdió tiempo", dijo una de las fuentes consultadas, en relación a que a
poco de llegar incurrió en irregularidades.
En este sentido, las sospechas indican que el regalo que le hizo a sus colegas uniformados
era para comprar el silencio por el faltante mayor.
"Un delito de peculado en calidad de autor" fue el que se le tipificó a
Lapeira. Por su parte, el inspector mayor Moreira, un oficial que hizo su carrera en
Tacuarembó y llegó a ocupar el tercer cargo en importancia (coordinador ejecutivo),
marchó del otro lado de las rejas por "un delito de encubrimiento en calidad de
autor".
Por su parte, al comisario se lo encontró culpable de "cómplicidad en un delito de
peculado en reiteración real con un delito de omisión en proceder a denunciar delitos,
en calidad de autor". Finalmente, el integrante del personal subalterno incurrió
"en un delito de alteración de documento privado". * |
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