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LIBERACION ESPECIAL
Viernes 8 de setiembre de 2000
Carta de un padre al Parlamento
El caso de los jóvenes detenidos y torturados en Uruguay
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En setiembre de 1999, la
policía uruguaya detuvo en un barrio de las afueras de
Montevideo, a un grupo de jóvenes entre los que se encontraban
dos muchachos nacidos en Suecia. Todos fueron acusados y condenados a
prisión por dos robos cometidos en ese barrio y que ellos
niegan; pero no sólo eso, reiteradamente los jóvenes
han sido sometidos a torturas por parte de la policía.
Tanto el gobierno de Suecia como
Amnistía Internacional y otras organizaciones de los Derechos
Humanos han intervenido en este caso.
En marzo de este año, Luis
Giménez, padre de dos de los jóvenes, remitió
esta carta al diputado Guillermo Chifflet, presidente de la
Comisión de Derechos Humanos del
Parlamento uruguayo. |
Informe presentado el 29 de marzo del 2000
al Diputado Guillermo Chifflet
Presidente de la comisión de Derechos Humanos del Parlamento.
Montevideo, 28 de marzo del 2000.
INFORME SOBRE LA DETENCION, TORTURA Y PROCESO DE MIS
HIJOS (GERARDO LEON Y MIGUEL EMILIANO GIMENEZ GARCIA)
Y TRES JOVENES MAS (ENTRE ELLOS UN MENOR DE EDAD)
Pasadas las 21:30 horas del lunes 27 de setiembre de 1999,
fueron detenidas cinco personas en la calle Belloni y Al Paso del
Andaluz: Gerardo León Giménez García
(gráfico, 20 años), Miguel Emiliano Giménez
García (gráfico, 19 años), Alexander Montero
(changas en panadería, 18 años), Alexis Tourné
(changas, 18 años), y un joven menor de edad.
Gerardo León Giménez García (Personnumer
790131-0479) y Miguel Emiliano Giménez García
(Personnumer 800611-0350). Ambos nacieron en Estocolmo, en Huddinge
Kommunn. Ambos son ciudadanos suecos. Ninguno registra antecedente
penal de ningún tipo.
Gerardo y Miguel han participado en diversos proyectos
sociales y cooperativos que cuentan con el apoyo financiero de
Suecia. Ambos integran desde hace años la directiva en el
área juvenil del Vänskapsföreningen Sverige-Uruguay
(VSU - Asociación de Amistad Suecia-Uruguay). El VSU es una
asociación sin fines de lucro legalmente establecida en
Suecia, por donde transita el apoyo financiero de ese país a
proyectos de organismos no gubernamentales en el tercer mundo.
Gerardo junto a otros jovenes había elaborado un
proyecto cultural en el área de la informática que
implica una casa cultural de cara a los jovenes. Este proyecto
(Jóvenes ante el 2000) esta a estudio en Estocolmo.
Actualmente estaban trabajando junto con Alexander Montero y
muchísimos jovenes en un proyecto recreativo de cara al
barrio, que integraba la refacción de una piscina y una cancha
de basqueboll y fútbol cinco.
Gerardo se había planteado un taller gráfico y
una red de talleres educativos a nivel informático. Con la
idea de que al tiempo que se convirtieran en escuela de
jóvenes, producieran dando trabajo a diversos jóvenes
del barrio y de otros lugares. Este proyecto me había
planteado que lo financiara ya que estoy por recibir una
indemnización (ya aprobada por 3269 días) del gobierno
argentino por haber sido preso del P.E.N. desde que se instauró
el Estado de Sitio en Argentina y posteriormente ser expulsado del
país por los dictadores de turno.
La imprenta donde trabaja Gerardo siempre estuvo abierta a la
lucha de los de abajo. Y él mismo ha impreso diversidad de
volantes, afiches y publicaciones, estudiantiles, barriales,
sindicales, merenderos, etc, donde lo que se cobraba era el costo de
los materiales. Por eso mismo también esa imprenta en
más de una oportunidad ha sido hostigada por elementos represivos.
"SON ELLOS", DIJERON
Los jovenes estaban en la esquina conversando, tomando una
cerveza. Alexander iba a ir a casa de su madre a buscar dinero,
porque se iban a ir al Centenario a la fiesta de Peñarol. Es
entonces que llega la policía. Uno dijo por la radio: "son
ellos". Otro le pegó una patada a la botella. Se
llenó de vehículos policiales. Son detenidos, esposados
y conducidos a la Seccional 17 de Policía.
En la Seccional los interrogan por asalto a un comercio,
ubicado a dos cuadras y media del lugar donde son detenidos. El
comercio había sido asaltado por cuatro personas algunas de
ellas encapuchadas.
LOS TORTURAN: POR SER HIJOS DEL EXILIO Y POR LLEVAR EL
NOMBRE DE GERARDO Y DE LEON
A Gerardo le preguntan el nombre y cuando contesta que se
llama Gerardo León, le preguntan si eso es un nombre. Gerardo
lleva ese nombre en recuerdo de dos entrañables luchadores del
movimiento obrero uruguayo, que fueron desaparecidos por la pasada
dictadura militar. A la policía contestó Gerardo:
"Sí, es un muy lindo nombre". En ese momento
comienzan a golpearlo entre seis policías.
El joven menor de edad es golpeado y desnudado, luego traen a
Miguel también desnudo y lo empiezan a golpear delante del
menor, provocando presión psicológica sobre este. La
golpiza es especialmente ensañada al no poder lograr hacerlos
declarar los cargos que ellos les imputaban.
Entre tanto los jóvenes son incomunicados en sus celdas
donde son brutalmente golpeados, siendo arrastrados de los cabellos
hasta destrozarles la ropa que vestían.
Cabe destacar el especial ensañamiento con Gerardo y
Miguel mencionando continuamente los policías que eran
"Gringos" por constar en sus documentos que ambos son
nacidos en Suecia en tiempos de dictadura. A Miguel uno de sus
torturadores llega a pisarle la cabeza lo que le ha generado un
problema auditivo que hasta el día de hoy se mantiene y que no
ha sido tratado por ningún especialista.
Las torturas físicas y sicológicas tienen el
motivo de doblegarlos haciéndolos firmar declaraciones en que
se los inculpaban de delitos diversos con los cuales los cinco
detenidos no tenían ninguna relación.
Producto de las torturas recibidas, y sobre todo de ver como
torturaban delante de él a Miguel, incluyendo continuas
amenazas de muerte, el joven menor de edad pierde el control y acepta
firmar todo a condición que suspendan los maltratos. Luego, a
medida que iban pasando las horas, los otros jovenes fueron firmando.
Son estas declaraciones arrancadas a base de tortura las que
después son utilizadas en el juzgado como elemento probatorio,
y decisivos, ante el Juez.
Alexander fue a leer lo que querían que firmara y un
policía le dijo que él no tenía que leer nada.
Lo levantó de los pelos, le golpeó la cabeza contra la
mesa y le apretó la cabeza contra la misma, así
Alexander garabateó una firma en un papel que habían
escrito los milicos. Ninguno de ellos pudo leer lo que firmaban.
CON FOTOS RECORREN EL BARRIO
En la seccional policial se les sacan fotos y en la
mañana del 28 de setiembre de 1999 recorren el barrio
mostrando dichas fotos, y pidiendo a los vecinos que los reconozcan
como autores de algún hecho delictivo, ya que, decían,
estaban siendo buscados. Este procedimiento policial no arroja
absolutamente ningún resultado.
Es de destacar que este procedimiento prácticamente no
se utiliza desde la dictadura militar.
DE LA 17 LOS MANDAN AL JUZGADO
Esposados, incomunicados, amenazados de muerte si no
mantenían las declaraciones de seccional, en medio de un
desproporcionado despliegue de seguridad y con marcas evidentes de
haber sido salvajemente golpeados son conducidos al juzgado. El
procedimiento judicial es rápido y lleno de irregularidades.
Alexander es visto descuidadamente por un forense que dictamina a
simple vista que las marcas son de heridas viejas. El resto no es
visto por ningún forense.
Aunque solo bastaba verlos como caminaban, en el estado en que
iban para tener una idea de lo que había pasado en la
seccional. Caminando con la piernas abiertas por los golpes en los
testículos, encorvados, tosiendo por los golpes en la espalda,
Miguel que no oía casi nada... No se precisaba un
"forense" solamente alguien que no estuviera tan lleno de
fríos papeles y burocracia con un poco de sentido humano se
podía dar cuenta de qué pasaba con esos muchachos.
Luego de comparecer ante el Juez el 28 de setiembre, son
enviados nuevamente a la misma seccional policial, donde siguieron
incomunicados y permanecieron en esta situación durante 24
horas más, sumando así 48 horas. El 29 son llevados
nuevamente al Juez. El Juez W. Corujo, del Juzgado Penal de 21o Turno
los procesa y los envía a prisión (Expediente No. 0242,
iniciado el 28/9/1999). Por dos rapiñas a Miguel y Alexis. Por
rapiña a Gerardo. Por rapiña, complicidad de
rapiña y porte de arma a Alexander. El menor va a Juez de
menores acusado de rapiña.
Ese mismo día son enviados a Cárcel Central y de
ahí al Complejo Carcelario Santiago Vázquez (COMCAR),
donde llegaron tremendamente golpeados, con la ropa destrozada y
donde algunos fueron rapados. En el COMCAR fueron ingresados al
Módulo 3.
En total permanecieron 72 horas incomunicados.
El mismo 29 de setiembre el padre de Gerardo y Miguel firma en
el mostrador del Juzgado un formulario para que actué un
abogado en su defensa. Luego cuando el abogado tenia que participar
en los interrogatorios en ese mismo mostrador le rompen en cuatro
pedazos el formulario pues habían declarado ante abogado de
oficio, cuando en realidad tenían que preguntarle a los
detenidos si ellos aceptaban ese abogado. Este trámite hace
que no se le de el cese al abogado de oficio y cuando se logra que
entre otro abogado a defenderlos el plazo para apelar había
expirado. Se le pidió al Juez que ampliara este plazo. Esto
fue negado.
Cuando logramos que tomara el caso la Dra. Lilián
Curbelo Podestá, inmediatamente pidió médico
forense para Gerardo y Miguel. Lo que se concreta el 5 de octubre.
LOS ACUSAN DE RAPIÑAR UN ALMACEN
A los cinco muchachos se los acusa del asalto a un
almacén que queda exactamente a dos cuadras y media de donde
son detenidos. Además a tres de
ellos se los acusa de asaltar un bar que queda también
a dos cuadras y media de donde son detenidos pero en la
dirección contraria. Los dos comercios quedan sobre Belloni.
Resulta que estos muchachos que son muy conocidos en el barrio
que conocen como la palma de su mano toda esa zona, una zona
además que cuenta con terrenos despoblados, donde tienen
también la posibilidad de ir a la casa de cualquiera de sus
innumerables amigos, o a las suyas propias... según la
policía asaltan el almacén y se van a dos cuadras y
media a tomar cerveza... Es como que si fueran enfermos mentales ¿No?
Incluso un policía de radio patrulla afirma que cuando
iba en el patrullero a atender la denuncia del almacén
asaltado ve al pasar a esta barra de muchachos. Va recibe la
denuncia, vuelve en la misma dirección y los detiene.
Los cinco muchachos detenidos (incluido el menor) son acusados
de rapiñar el almacén. Todos conocen el almacén
y a su propietario, por ser clientes y vecinos. Por eso lo describen,
y como el propietario estaba "muy nervioso" la
policía no realiza ningún careo.
Cuando son detenidos la policía no les encuentra nada
arriba que los asocie con los asaltos. Afirma la policía que
encuentra cerca de donde están algunas cosas: un revolver 32
con dos balas, una pistola de plástico, un cuchillo, y un
bolso con mercaderías. La plata que tenían encima no
llegaba a los doscientos pesos. Ya en la Seccional a Gerardo le
muestran una especie de capucha y le dijeron esta es tuya.
El comerciante asaltado denuncia el robo de unos 12.000 pesos
entre plata y mercadería. Según la policía
recuperaron todo. Sin embargo la plata no aparece y la
mercadería tampoco. Lo único que mostraron fue una
calculadora, una botella de vino, una cerveza, unas golosinas, unos
vintenes en plata, un revólver y un cuchillo, y también
una pistola de plástico que según el denunciante nadie
habría esgrimido.
Esa pistola de plástico aparece en las declaraciones
firmadas a fuerza de una brutal paliza como esgrimida por más
de un muchacho.
Alexander en la declaraciones forzadas queda como
"campana" ya que vive muy cerca del almacén y es
conocido por el almacenero desde que nació. Es así que
la policía resuelve rápidamente el asalto a un
almacén y detiene toda una banda con campana y todo.
Es importante agregar que Gerardo y Miguel tienen personas que
estuvieron con ellos prácticamente hasta unos momentos antes
de su detención.
TAMBIEN LOS ACUSAN DE RAPIÑAR UN BAR
Esta vez según la policía son tres los asaltantes.
En las declaraciones forzadas tres muchachos reconocen el
lugar, a los comerciantes (Alexis, Miguel y Alexander). Reconocen a
una pareja de comerciantes. Estos detalles de lugar y
composición física de los comerciantes (al igual que en
el almacén) estos muchachos los sabían porque
frecuentaban el Bar, Gerardo y el menor no podían darlos ya
que nunca fueron a ese lugar.
Sin embargo una señora (comerciante) afirma que ella
nunca fue robada.
Es una rapiña que aparece con días distintos y
horas diferentes, que finalmente queda establecida el 23 de setiembre
a las 21 horas por el comerciante que va a declarar al Juzgado el 29
de setiembre de 1999.
Dice que le robaron unos cien y pico de pesos.
Es una rapiña que no tenía ningún tipo de
denuncia realizada.
En el reconocimiento que se realiza el comerciante afirma que
Alexander, Miguel y Gerardo son muy parecidos y que alguno puede ser.
Estos tres muchachos son bastantes diferentes físicamente
entre sí.
Es importante aclarar que Miguel, Gerardo y Alexander tienen
personas que pueden atestiguar donde estaban y qué estaban
haciendo en el momento en que se realizaba esta rapiña
EL MOTIVO DE LOS "ROBOS"
A todos estos muchachos la policía los presenta como
muchachos de la calle, abandonados a su suerte, marginados como
tantos jovenes de nuestro país. Desesperados que salen a robar
vintenes "porque tienen hambre", y tan ignorantes que no se
les ocurre otra cosa que "hacer un asalto" e irse a esperar
a la policía a dos cuadras y media.
Sin embargo atrás de todos ellos hay una familia
trabajadora y ellos mismos lo son y además participan en
actividades que tratan de crear un espacio juvenil y elevar la
calidad de vida de otros jovenes.
En el caso de Gerardo y Miguel trabajan en una imprenta que es
también propiedad de ellos. Y en más de una
ocasión han usado esa infraestructura para realizar
actividades específicas de ellos mismos. Son ciudadanos
suecos, podían ir y venir (y así lo han hecho) a
Suecia. Recibir becas de estudio de ese país. En fin acceder a
un nivel de vida muy distinto. Ellos han preferido quedarse
aquí. Se sienten y son uruguayos y quieren vivir y luchar
aquí como cualquier joven de nuestro país.
LA POLICIA HACE TIEMPO QUE HOSTIGA A LA MUCHACHADA
Hace tiempo que la policía rastrilla la zona. Han
recorrido la zona hasta camuflados en camionetas de fábricas
de pastas, en autos viejos, en vehículos oficiales...
correteando muchachos. Quieren que no anden en grupos. Que circulen
de a uno. Esto ha generado una tirantes muy grande entre la
muchachada y la represión.
Han tratado de que en las avenidas no circulen grupos de
muchachos, los han ido corriendo hacia adentro del barrio... Nuestra
casa es un lugar abierto a la gente de pueblo y en especial a los
jovenes y en más de una oportunidad hubo que discutir con la
policía ya que querían detener a un grupo de jovenes en
el portón de nuestra casa, y hasta llegaban a gritarles que
salieran a la calle así los detenían cuando
hacían un fueguito en el terreno de nuestra casa. Es que a la
muchachada la quieren mansa, pasiva, que no se interesen por nada...
LA REPRESION NO ES NUEVA PARA NOSOTROS
En el caso de nuestra familia y su entorno hace tiempo que la
policía nos hostiga. No nos referimos a la dictadura con sus
persecuciones, cárceles, tortura y exilio.
Hablamos de este período democrático.
El 1o. de mayo de 1992 cuatro compañeros fuimos
detenidos. La policía copó sin ninguna orden de
allanamiento cuatro casas y nuestra imprenta (donde editábamos
"El Orejano" del cual yo era redactor responsable), con el
pretexto de una simple llamada telefónica anónima. Tres
barriadas fueron sorprendidas por el tremendo despliegue policial con
personal de civil armados a guerra. Nos acusaron en Jefatura de
colocar la bomba a Sanguinetti, al compañero Hugo Cores y de
una voladura a un puente en Minas. Antes en las primeras horas de ese
1o. de mayo habían robado un auto propiedad de uno de los
compañeros detenidos. En Jefatura afirmaban que en ese auto
había indicios de explosivo.
El auto no había sido robado de nuestra vivienda sino
de la casa de un vecino electricista que al darse cuenta de lo
sucedido en la madrugada lo empezó a buscar y realizó
la denuncia en la Seccional. Es así que mientras en Jefatura
hablaban del auto y sus explosivos el auto ya lo estaba buscando la
policía de la 18. Finalmente aparece en la Seccional del Sauce
y por supuesto no tenía absolutamente ningún indicio de explosivo.
La televisión decía que en los allanamientos
habían sido requisadas armas de guerra y granadas. Todo era
mentira. Fue una tremenda provocación. Las bombas había
y hay que buscarlas en ambientes policiales y militares. Las granadas
y armas de guerra fueron parte del delirio policiaco. La rapidez e
intensidad de la movilización de cientos de compañeros
impidió que esto prosperara. Nos tuvieron que soltar. Antes
nos pasaron al "manyamiento" para ver si algún
gerente de "los bancos asaltados en los últimos
tiempos" tuviera alguna pequeña duda y así armar
un expediente.
Fue una brutal provocación a un grupo de luchadores
sociales libertarios que mantienen posturas de principios y no les
interesa escalar políticamente. Si no hubiera habido una
rápida movilización de compañeros de los
más diversos sectores del campo del pueblo hubiéramos
sido chivos expiatorios del accionar terrorista de esos comandos paramilitares.
Luego de eso nos tuvimos que acostumbrar a vivir con:
teléfonos intervenidos; con seguimientos ostensibles algunas
veces y otras no; con agresiones a algunos compañeros; con
bolazos que se largan a correr; robos que no roban nada salvo
documentación; baleamientos de compañeros; con autos
que perdían direcciones o que aparecían con el cableado
cambiado y se incendiaban como me pasó con un auto de mi
propiedad; amenazas de bombas (y hasta tengo un proceso pues en una
oportunidad en que amenazaron a la casa de mi madre de que nos iban a
colocar una bomba salgo armado a la calle y entonces... me detiene la
policía), etc.
Este proceso en que están involucrados directamente mis
hijos es parte de esta represión selectiva. Por eso lo
golpearon al mayor por llamarse Gerardo León, por eso se
ensañaron tanto con los "gringos". Por eso andaban
con fotos recorriendo el barrio. Por eso arman toda esta
acusación que realmente es un atropello policial y una farsa judicial.
EL BARRIO PIDE LIBERTAD PARA LOS MUCHACHOS
Ante la gravedad de los hechos en el barrio se comienza a
hablar de la
situación de los presos. El apoyo a los muchachos es
total. Es así que se comienza una recolección de firmas
que reclaman la libertad de los muchachos ya que su acusación
se basa en confesiones arrancadas bajo tortura. Cientos de firmas
reclaman LIBERTAD.
EN SUECIA SE DENUNCIA ESTA ATROPELLADA POLICIAL
Cuando logramos tener contacto directo con los muchachos. Que
nos explican lo sucedido, las acusaciones y sobretodo el trato
totalmente inhumano al que fueron sometidos, enviamos un informe al
VSU en Suecia.
El VSU envía un comunicado de prensa a los distintos
medios y plantea ante el gobierno sueco lo sucedido.
Los padres de Gerardo y Miguel (ambos fuimos refugiados
políticos en Suecia en tiempos de dictadura y desde hace
años contamos con ciudadanía sueca) enviamos una carta
a la Embajada Sueca en Buenos Aires planteando la situación.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia el 21 de
octubre de 1999 envió un fax a la Embajada Sueca en Buenos
Aires para que recabe información sobre la situación de
mis hijos.
Desde Buenos Aires la Embajada sueca responde con un fax del
Ministerio de Relaciones Exteriores del Uruguay, Dirección
General para asuntos Políticos, donde plantea que la
cancillería curso un pedido de informes al Ministerio del
Interior. Dicho Ministerio informa que mis hijos fueron detenidos y
procesados por el señor Juez Letrado de Primera Instancia en
lo Penal del 21o turno (Miguel por dos rapiñas y Gerardo por
una); también afirma que el procedimiento ha sido totalmente
regular y que no hubo ninguna violación a los derechos humanos.
Esta respuesta del Ministerio es totalmente falsa. Mis hijos
fueron torturados física y sicológicamente y esto es
una gravísima violación de los derechos humanos.
El procedimiento fue el de una policía que arma
cualquier cosa y que no repara en usar cualquier truco para confundir
a familiares y amigos con tal de poder encarcelar a un grupo de muchachos.
En cuánto a las rapiñas. Mis hijos no realizaron
ninguna rapiña. No hay nadie que los reconozca y si hubiera
habido careo con todos los comerciantes asaltados se hubiera aclarado
desde el comienzo mismo. Pero la policía afirmó que un
comerciante estaba tan nervioso que no podía reconocer a los
"asaltantes". Si hubiera existido ese careo podría
haberlos reconocido como clientes y vecinos y no como asaltantes.
Si mis hijos firmaron una declaración que los inculpaba
cuando fueron en primera instancia al Juzgado es por que iban
presionados y amenazados de muerte por la policía. Sobre ellos
pesaba la amenaza (cierta) de volver a la comisaría y no
sabían que les podía volver a pasar. Y lo mismo que le
dije al Juez Corujo en la carta que le envié el 11 de febrero
del 2000 lo repito ahora: Si usted nunca hubiera estado preso; si
usted siendo chico la policía a punta de metralleta lo
levantara de su cama por que iban a buscar a su padre; si usted
conociera a parientes y amigos que fueron asesinados o torturados; si
usted supiera que su abuelo se salvó de morir antes en una
sala de torturas por que otro compañero logró
practicarle una traqueotomía con una simple gillette..., y si
usted se encontrara aislado, totalmente incomunicado y hubiera sido
arrastrado por los pasillos de una comisaría, golpeado en todo
el cuerpo, desnudo, amenazado de muerte, sintiendo los gritos de
dolor de su hermano y amigos..., quién sabe de qué se
podía hacer cargo, por que la verdad que el sistema les
mostró una "máquina" que tenía que
estar extirpada desde hace mucho tiempo en este país y el
mundo entero.
LA CARCEL Y EL PROCESO JUDICIAL
10/11/1999. A raíz de la fuga de un grupo de presos se
desata una tremenda represión en el Módulo 5. Hablar de
los gases que dispararon para el Módulo 3 es como hablar de
una represión "buena" si comparamos de la manera con
que la policía la emprendió con cerca de 300 presos del
Módulo 5.
Noviembre de 1999. Alexis es trasladado al Módulo 1 del COMCAR.
7/12/1999. Se realiza una Audiencia Judicial. En ella declaran
dos policías (quienes los detienen), un comerciante, y los
cuatro procesados. Otro comerciante citado no se presenta por
encontrarse enfermo (cabe destacar que se trata del comerciante que
en setiembre afirmo que no estaba en condiciones de reconocer a los asaltantes).
Es de destacar que en los interrogatorios participó
activamente el Juez Corujo, responsable de la causa.
En sus declaraciones los cuatro acusados niegan las
acusaciones y plantean que fueron obligados bajo tortura a firmarlas
y que bajo amenaza de muerte de la policía fueron obligados a
mantenerlas en el Juzgado. En sus declaraciones dieron detalles
precisos de la tortura e incluso descripciones físicas de los
torturadores. También dan nombres de personas que pueden
atestiguar donde estaban en momentos de los asaltos que se les imputan.
El comerciante en el careo y en la declaración afirma
que ni Miguel, ni Gerardo, ni Alexander son los asaltantes.
En su declaración el comerciante afirma que nunca
realizó la denuncia de dicho asalto y que desconoce como se
enteró la policía (Esto es importante ya que en el
memorándum policial y en las declaraciones que de la seccional
17 se mandan al Juzgado esta "rapiña" aparece con
días y horas diferentes; además según la
policía son dos los comerciantes asaltados lo que es negado
por uno de ellos).
También declaran dos policías de radio patrulla,
quienes no dan datos que los incriminen, agregan que la hora de ellos
es exacta (al preguntarles por la hora de detención) pues
figuran detenidos antes que se realizara la rapiña.
Luego de la audiencia en el traslado hacia el COMCAR, en el
Tacoma (una cárcel) Gerardo y Miguel son apaleados por varios policías.
21/12/1999. El abogado de Alexis presenta en el Juzgado
volante y planilla donde se recaban firmas. El juez Corujo
envía documentos a la Suprema Corte de Justicia.
2/2/2000. La Fiscalía retira el expediente para fijar
su acusación. Tiene un mes hábil para responder.
9/2/2000. Luego de un incidente entre presos y policías
en donde es rodeado el COMCAR en el marco de un despliegue de
seguridad desproporcionado, en la requisa posterior en el
Módulo 3 Gerardo y otros presos son apaleados por
policías de la fuerza antimotines. Les rompen las cosas que
tenían, les roban los comestibles, los dejan sin agua y luz...
11/2/2000. Luis Giménez envía una carta al juez
Corujo (se adjunta fotocopia). La carta la recibe el juez el 15 de
febrero y pasa a formar parte del expediente.
26/2/2000. Gerardo es apaleado por varios policías
antimotines. Además de apalearlo salvajemente le inyectan en
contra de su voluntad (la inyección lo deja sedado). Los
efectos de la paliza y la droga los sentirá durante días.
29/2/2000. Alexander Montero, junto con otros presos, es
salvajemente apaleado por fuerzas de la policía
antimotín. Es conducido esposado, desnudo y a palos hasta los
calabozos del Módulo 5. Los policías prendieron fuego
los colchones y demás pertenencias de los presos.
Lo sancionan con 85 días de incomunicación.
3/3/2000. La fiscal Elsa Mabel Machado de Saravia entrega el
expediente fijando su posición. Según la Fiscalía
la acusación ya está cerrada pide: 7 años y 1
mes para Gerardo; 7 años y 4 meses para Alexander; 8
años para Miguel y Alexis.
Su alegato se basa en la confesión hecha bajo tortura
(desconociendo la audiencia del 7 de diciembre de 1999) y en el
memorándum policial.
Es interesante recalcar que afirma que en la pena que pide la
fiscalía tiene en cuenta como atenuantes: minoría
máxima; carencia de antecedentes; no hubo resistencia al
arresto y confesión. O sea que si no "considerara"
estos atenuantes ¿cuántos años quiere que
estén presos estos muchachos?.
3/3/2000. Gerardo y Miguel son traslados al Módulo 5.
13/3/2000. Alexander es conducido a Forense. A pesar del
tiempo transcurrido se constatan varias heridas que comprueban la
gravedad de la paliza que recibió, esto queda registrado en el
expediente judicial.
20/3/2000. Cuando se hallaban encerrados en la celda, Miguel y
otro preso son gaseados.
22/3/2000. Visto como están las cosas, la denuncia de
los hechos es presentada ante SERPAJ y otros organismos de derechos humanos.
27/3/2000. Junto a cientos de presos del COMCAR y de otras
cárceles emprenden una huelga de hambre pacífica en
demanda de un petitorio reivindicativo de los presos sociales.
28/3/2000. Todos los presos que participan de la Huelga de
Hambre tienen la visita suspendida por tiempo indeterminado. Por los
medios masivos de comunicación se insiste en una refriega
entre presos del Módulo 5 y policías, que habría
ocurrido el 26 de marzo.
En los próximos días se va a pedir un audiencia
con todos los testigos de la defensa, además del comerciante
que no declaró el 7 de diciembre.
Pasada la audiencia la defensa tiene que presentar un alegato
y el juez tendría unos noventa días hábiles para expedirse.
En estos meses que han pasado hemos visto tantas barbaridades
en el trato a presos y familiares, tanto manoseo, tantos atropellos,
tanta represión... Hemos asistido a un proceso judicial que en
otros países (Suecia, por ejemplo) no tendría
ningún tipo de lugar... Hemos visto en nuestros hijos y sus
amigos la amargura de vivir en la injusticia, en la inseguridad
permanente... Y cada día que empieza no sabemos a qué
atenernos y cuando vamos a visitarlos después de soportar todo
el manoseo que se hace a los familiares no sabemos realmente con
qué nos vamos a encontrar o si algún oficial
inventó algún nuevo "motín" y los
mataron a palo. Encerrados, tratando de inventar cualquier cosa para
hacer una manualidad, hacinados, calmándose el dolor de muelas
con simples aspirinas por que si tienen la "suerte" que los
vea un "dentista" lo más factible es que terminen
con Sida... Miguel que hay veces oye y otras veces no, reclamando
atención médica desde hace tiempo (prácticamente
desde que ingresó al COMCAR) y no ha recibido ningún
tipo de asistencia... Esperando "requisas" donde piquetes
de uniformados les van a robar todo, a romper las pocas cosas que
dejan entrar como "valores", a dejarlos sin agua, sin luz y
apalearlos por que a ellos se les ocurre... Por eso es que vamos a
denunciar esta situación en todos lados (dentro y fuera de
fronteras) ya que constituye una gravísima violación de
los derechos más elementales del ser humano.
LUIS GIMÉNEZ
CI. uruguaya 1.391.039-7
Personnumer sueco 550924-3050
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Tel. 094 30 14 23
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