Según informaciones proporcionadas
por las autoridades carcelarias a la prensa, el 4 de marzo, los presos «con protección
policial», serían «los menos pesados o primarios y ayudaron a varios
guardiacárceles en el momento del motín a escapar del resto de los reclusos recluidos en
los celdarios». Hoy, sin embargo el mismo director de cárceles se encargó de aclarar
que por que estén separados no implica que «sean menos peligrosos». Como se ve es una
más de las contradicciones de este personaje que un día dice una cosa y al poco tiempo
dice otra pensando que la gente se olvida de lo que él mismo dice.
Cuando armaron el sohw de las carpas para que la prensa dijera que ochenta presos del
celdario «pernoctaban» en ellas (por supuesto, una vez que se fue la prensa los presos
fueron llevados nuevamente a golpes a los escombros del celdario) y que los jóvenes que
mostraron en ellas denunciaban a gritos que tenían hambre y estaban siendo reprimidos...,
los presos de «seguridad» también gritaban que era mentira y que «estaba todo bien».
Los presos de «seguridad» no participaron de la rebelión del 1o. de Marzo y salieron
del celdario por que el resto de los presos lo permitieron... Y durante todo este tiempo
han recibido visitas, paquetes..., es decir, siguieron con el régimen normal de la
cárcel.
Sin embargo el 5 de mayo fueron salvajemente reprimidos. Según De Avila intentaron
«amotinarse», trataron de tomar rehenes y romper una puerta, dando a entender que
querían «fugarse»... Por TV dio nombres y detalles..., como siempre detalles que solo a
los incautos pueden convencer..., y que sin embargo, son palabra sagrada para el
Ministerio y también para algunos jueces...
Los presos con «seguridad policial»
La realidad parece ser muy distinta. En una carta que ha sido publicada por la prensa
(concretamente en LA REPUBLICA) denuncian: «Nos encontrábamos alojados en el salón de
visita 49 reclusos que no habíamos participado del motín del mes de marzo 2002; en dicho
lugar gozábamos de visita, recreo, a pesar de estar muy mal alimentados, porque aquí se
disfraza la comida cuando viene la prensa, el resto del año se come basura».
«Más allá de ello hay un grupo grande que colabora en la limpieza de los pisos del
edificio sacando escombros, hierros, e higienizando en lo posible, procurando evitar una
epidemia para los reclusos que aún se encuentran alojados allí. Como comprenderá, ello
nos genera un gran conflicto con el resto de la población penitenciaria, pues correcto o
no, es colaborar con la Policía a reparar una cárcel».
«Ya antes del referido motín (1o. de marzo) nosotros nos encontrábamos con amparo
judicial por diferencias con otros reclusos, que nos podían quitar la vida, pero a
pesar de ello nos tuvimos que salvar solos porque ese día los policías del celdario se
fueron corriendo, a excepción de uno o dos. (...) Cuando estábamos alojados en el salón
de visita se dio un problema con uno o dos reclusos y nos quebraron a palos a los 49 que
estábamos allí».
Luego dicen: «El problema fue de la siguiente manera, el médico que concurrió el día
sábado sobremedicó con sicofármacos a un preso muy nombrado. El mismo, el día domingo
5 de mayo se levantó como a las 20 horas con resaca de la sobredosis
ingerida, y al reclamar medicación se generó una discusión verbal entre el referido
recluso y dos escopeteros de custodia. Ello provocó que los custodias empezaran a los
tiros con sus escopetas en forma indiscriminada, dejándonos a los otros 48 rehenes de una
situación de la que no fuimos protagonistas ni partícipes».
La represión
«Algunos de los reclusos se pusieron como escudo el colchón con el fin de evitar ser
lastimados, o perder una vista con los cartuchos de goma que estaban disparando»... El
oficial que estaba a cargo (el nombre del mismo está en poder de LA REPUBLICA), «que nos
tiene mucho odio por algunas denuncias penales que le hicimos en San José por abusos y
corrupción, el mismo hizo tomar el salón por asalto por intermedio de más de 50
efectivos armados con escopetas, picanas, cachiporras y gas lacrimógeno».
Los denunciantes agregaron que «la consecuencia de ella son 49 reclusos muy lastimados,
uno de ellos perdió una vista, varios con quebraduras, gente con grampas en la cabeza,
costillas fracturadas y todos, pero todos, llenos de hematomas; nos pegaron hasta con
cadenas. Por si todo esto fuera poco informaron erróneamente a la prensa de que hubo un
motín, pero el mismo no existió, los policías son los que prendieron fuego al salón
porque se les fue la mano y tienen que justificar de alguna manera la gente que
lastimaron».
Desde que pasó aquella situación «nos tienen en un sótano, tres metros bajo tierra, 30
en un calabozo, 12 en otro, durmiendo en el piso al lado de un pozo negro lleno de
excremento, orín, y otras inmundicias, todos lastimados, sin atención médica, sin
permiso de bañarnos y por si fuera poco seguimos siendo maltratados como animales y a
nadie parece importarle. Por favor, publiquen todo esto, es la verdad». Siguen firmas. |