LL- ¿Que motiva esta medida de
huelga de hambre de familiares del ex Penal de Libertad y La Tablada?
LG- Nosotros estamos movilizados, es una huelga de hambre por tiempo indeterminado contra
la represión. Como salida de la rebelión de los presos -que se llamó el motín de
Libertad- hubo un acuerdo con tres poderes fundamentales del Estado: una comisión
tripartita donde están involucrados el Ministerio del Interior, el Parlamento a través
de la Comisión Derechos Humanos y el Poder Judicial, la Suprema Corte de Justicia. Hubo
un acuerdo de elaborar una política carcelaria basada en el respeto de los DDHH de toda
la sociedad, con la participación incluso de los delegados de los presos. Por otro lado,
el tema central inmediato era que no iba haber represión ni represalia de ningún tipo y
eso no se está cumpliendo. Lo que sí sabemos (es que) la represión se ha desatado en
toda su intensidad, tanto en La Tablada como en el Penal. Nosotros seguimos con el informe
de Chifflet que incluso ingresó a La Tablada, de los abogados que han podido entrar a La
Tablada -en realidad el abogado que ha ingresado a La Tablada es la abogada de Gerardo y
Miguel (Giménez, los muchachos suecos presos injustamente), y realmente la situación
ahí es muy complicada. Hasta el día de hoy, por lo menos, había unos noventa y pico de
presos -habían trasladado 16 al Penal. La situación era de colapso sanitario, está todo
inundado; los presos están de 4, 6, 8 por celda con un balde para hacer sus necesidades.
Se está cocinando en un medio tanque con leña en el patio, que ese no es el problema
porque los pobres muchas veces están obligados a cocinar así, sino que el tema central
es que la comida es un desastre y que incluso había denuncias de que la orinaban y la
defecaban. Una represión muy salvaje, pero eso no es solamente la represión en La
Tablada.
Por otro lado el tema de los presos enfermos, incluso portadores de HIV; incluso el caso
de uno que ya lo tenemos registrado y que estamos tratando de que sea internado lo más
rápidamente en un hospital, con una herida desde el día del motín, sangrando y
conviviendo con los otros presos, que eso incluso podía generar infecciones de todo tipo;
y además el hombre se estaba cangrenando. Y por otro lado el gran tema de la tortura, no?
Creo que fue clara la denuncia de Chifflet cuando plantean los presos con los que dialoga,
que en definitiva esos presos conocían las palizas, los golpes, incluso la picana
portátil, todo ese tipo de represión la habían sufrido, pero que los gritos de terror
que se escuchaban en La Tablada eran mucho más que eso: eran de picana eléctrica u otro
tipo de tortura. En realidad, La Tablada ha sido un gran centro de tortura, de represión
muy a fondo, donde en un primer momento llevan (a) los que ellos pensaban que eran la
organización o los agitadores del motín -con una idea que era largarle a la población
para asustar- que eran los delincuentes más peligrosos y todo eso; y en realidad no es
así. En realidad en esa primera caravana de 32 presos digamos, iba mucha gente primaria,
incluso en esos mismos 32 iban Gerardo y Miguel, que extraoficialmente -si bien
oficialmente no han sido acusados de nada, ni siquiera han ido a declarar ante el juez-
los han acusado como los ideólogos del motín. En definitiva, la represión esa es una
represión a una organización asamblearia, de delegados de presos que se organizó y que
ha sido muy combativa; que logró en definitiva sus objetivos en cuanto a escrachar
nacional e internacionalmente lo que es la cárcel uruguaya, fundamentalmente el Penal de
Libertad. Las horas y horas de grabación que circularon por el mundo -si bien acá fueron
censuradas- sí salió un tema que era central -todo el mundo vio- el acuerdo que se hizo
porque fue grabado y está archivado y lo vio todo el pueblo uruguayo. Todo el que vio
televisión vio cuál era el acuerdo, no? El escrache fue brutal, desde el punto de vista
de cuáles eran las condiciones de vida de la gente que configuraba el típico campo de
concentración, en donde los DDHH eran pisoteados sistemáticamente. Pero por otro lado
también se desnuda y se va al fondo con la corrupción, donde los presos incluso
mostraban celulares en la mano cuando dialogaban, era justamente para descalabrar todo. El
motín de alguna manera pone fin a un sistema, lo pone al desnudo y termina finalmente
destruyendo el Penal de Libertad, que en definitiva para nosotros es una acción
completamente legítima. La destrucción o «el picado» como dicen los presos, fue
cumplir con una deuda que teníamos todos, nuestro pueblo, nosotros todos, todos los que
hemos luchado contra la dictadura; y era uno de los símbolos vivientes de la dictadura.
Queda mucha cosa por picar aún de la dictadura, el tema de la impunidad... Pero en
definitiva, esas cosas había que terminarlas de una vez. El Penal de Libertad ya fue, no
existe más y eso es una obra que lo hicieron presos sociales y políticos, organizados
asambleariamente.
LL- Impunidad que sigue campeando, verdad?. La prueba está en toda la lucha que ha
salido a luz, con el motín por ejemplo.
LG- Por supuesto. Más allá de la impunidad de los terroristas de Estado, la impunidad
sigue existiendo en toda su intensidad. Los dos personajes -siniestros personajes- que
ponen al frente de la Tablada y del Penal son viejos violadores de DDHH, incluso el caso
más claro que ya tenemos toda la historia, es el caso del Director del Penal, que incluso
es una de las figuras que está involucrado en el secuestro de la nieta de Gelman y todo
eso. Por otro lado, el otro personaje, Lemos, también es un viejo personero de la
dictadura, que ha estado ejerciendo, (que) siguió desarrollando sus servicios en
Jefatura, y que en todo este período ha desarrollado toda la práctica de la tortura y
todo eso desde Jefatura, y hoy se encuentra al frente de La Tablada. Entonces, digamos, la
impunidad tiene que ver; por un lado los personajes que plantea, por otro lado el tema del
«gatillo fácil»; un tema donde se empieza a ambientar por decreto el tema del «gatillo
fácil» con todo lo que eso implica.
LL- Hay un desprecio total por la vida humana.
LL- Hay un desprecio total por la vida humana y se refleja además en la tremenda
represión que se ha desatado, no?. Estamos hablando de una represión -estamos
prácticamente a un mes y días del motín- y desde que salieron los presos lo que han
tratado es de desintegrar la organización, a partir de una tremenda represión. Los
presos han sido apaleados una vez que están esposados, hay casos de torturas denunciadas
incluso en el Parlamento, confirmadas plenamente por la Comisión de DDHH del Parlamento;
la visión incluso que daba Chifflet cuando entraba a La Tablada y que lo ha dicho
públicamente. Nosotros insistimos. Tenemos un montón de elementos de información, más
allá de lo que plantea la Comisión de DDHH. Pero nos parece que el informe es suficiente
para mostrar la realidad y es indiscutible. Entonces, Chifflet ha dado una visión -creo
que lo sabe toda la sociedad- dantesca, no? Como que uno al ingresar a La Tablada estaba
ingresando a un gran hospital de campaña luego de una batalla. Presos esposados, con la
cabeza vendada, tirados en un colchón en el piso inundado, otros parados, con un brazo
quebrado, o sea, la visión típica de lo que es un hospital de campaña luego de una
batalla en una guerra de tipo convencional, vamos a decir. Todo eso es consecuencia de la
represión. Una represión que se ha agudizado mucho más y es muchísimo más violenta y
más dura, pues no es solamente la acción disciplinaria o la represión de tipo cada vez
que la gente se rebela -que eso siempre digamos la represión va junto con la rebelión, o
la rebeldía de la gente, o sea siempre hay una lucha permanente- pero en este caso están
tratando de quebrar una organización y no lo han podido hacer. Los presos a esa
represión le han respondido colectivamente desde el Penal de Libertad y desde La Tablada
con huelgas de hambre, que se levantaban al lograr comunicarse con el exterior, sobretodo
cuando iba la Comisión de DDHH y ese tipo de cosas. Cosa que todo lo que sucediera fuera
público.
Nosotros el lunes (1o. de abril) iniciamos una huelga de hambre y en el Penal y Tablada
también iniciaron la huelga de hambre, como respuesta a un par de cosas: los presos hoy
hacen la huelga de hambre respondiendo a los que estaban planteando los Directores, que
firmaran sanciones de 90 días de aislamiento. Se negaban a firmarlas y por otro lado, el
personaje este siniestro que hablábamos que está al frente del Penal de Libertad, le
planteó a los presos que el que se rebelara iba a ser ejecutado sin ningún tipo de
clemencia. Los presos ante eso decretaron huelga de hambre, largaron una carta pública.
Esa carta se entregó al Parlamento, se va a difundir públicamente a todos los medios y
se está tratando -incluso ya de alguna manera se ha difundido- y por otro lado,
nuevamente va a tener que ir la Comisión de DDHH ahí. Nosotros iniciamos esta huelga
ocupando la Catedral de Montevideo. El lunes pasado a las cinco de la tarde ingresamos y
ocupamos la Catedral. Eso fue registrado por la prensa, incluso ha circulado
internacionalmente. Eso originó toda una discusión con las autoridades eclesiásticas,
un diálogo, un intercambio de ideas. Fue una charla muy larga, en donde la Iglesia al
final se comprometió -y de alguna manera lo está haciendo- a mediar en este conflicto.
Sabemos que han tomado contacto con la Comisión, incluso han hablado con el Ministro, han
hecho la recorrida de hablar con diferentes diputados, senadores, están en eso. El
planteo que están llevando y creemos que es importante que sea así, que acá la única
salida es que cese la represión y que las madres puedan ver a sus hijos; ese es el
planteo. Nosotros en aras de eso, para dejarles las manos libres, salimos de la Catedral y
seguimos la medida en la calle. Queríamos dejar claro que esto no ha sido un conflicto
con la Iglesia, sino (que) para nosotros era importante ocupar la Catedral como una manera
de que tuviera trascendencia internacional. Si nosotros no lográbamos que la Iglesia
mediara o tomara una posición en ese sentido íbamos a estar ahí adentro, pero en aras
de la mediación estamos acá en la calle. Esta huelga va a seguir hasta las últimas
consecuencias, vamos a ver que resulta de todo esto. Sabemos que el Ministro está muy
duro... Se dicen miles de cosas: «gatillos fácil» por un lado, del gobierno; el
Ministro que dice que van a estar ahora sancionados hasta diciembre. La realidad es que
nosotros preguntamos: ¿y la Comisión Tripartita? están integrados los tres poderes
fundamentales del Estado uruguayo. También están los tres partidos parlamentarios:
¿qué piensa el Frente Amplio? ¿Qué piensan los blancos? ¿Qué piensan todos los
involucrados a nivel político? Van a tener que definirse. ¿Por qué decimos que van a
tener que definirse? Y porque acá lo que saltó es un tema profundo.
LL- ¿Vinculado a esto, hay problemas de fondo?
LG- Es mucho más que un simple tema carcelario. Si uno ve lo que sucede en definitiva con
la juventud, con los pobres que son los que nos importan -porque los otros nacen en cuna
de oro y se preparan para ser los dueños del poder y la riqueza de este país-, pero la
juventud pobre que es la que nos interesa son la inmensa mayoría en la cárcel. Son la
inmensa mayoría en las filas de los desocupados, son la inmensa mayoría en la gente que
se suicida en nuestro país -en un país que está alcanzando los primeros índices de
suicidios en el mundo-, también son la inmensa mayoría en los psiquiátricos y son la
inmensa mayoría jóvenes que se van del país. La deserción a nivel estudiantil es
altísima (en) nuestras barriadas pobres. Y por otro lado, es clarísimo que cuando hablan
de las estadísticas, que piensa la población sobre tal tema, tal otro, sobre seguridad,
los jóvenes y sobretodo los pobres no son tenidos en cuenta para nada, no existen. Hay
como una percepción a nivel de (la) juventud que pasa a ser casi como una especie de idea
fuerza o algún valor ideológico, algo en ese plano; la juventud te plantea que la
juventud no tiene futuro. Y bueno, de alguna manera, en el Penal de Libertad, en las
condiciones más adversas, esa muchachada -porque este es el motín , es la rebelión de
los jóvenes encarcelados- de alguna manera se organizaron asambleariamente y a través
delegados y decidieron pelear este presente; con toda la dureza que eso implicaba y
asumiendo todas las consecuencias de su acción. Una acción que ha tratado de ir al fondo
de un sistema carcelario inhumano y degradante. La propuesta de todo ese movimiento
juvenil prisionero -que por otro lado, la mayoría de los presos sociales en el país son
consecuencia directa del hambre, de la desocupación con la que este régimen somete a
nuestro pueblo- no son muy distintas a las demandas que podemos tener fuera de la jaula
chica, en la calle. Se habla de trabajo, la necesidad del estudio. En definitiva estamos
hablando de las mismas cosas, sólo que unos encerrados y otros afuera.
Creo que esto fue una rebelión de jóvenes, de alguna manera marca realmente un camino.
Se enfrentó realmente el sistema, se logró objetivos, el Penal de Libertad no existe
más, no lo van a poder hacer más. No solamente por la destrucción sino el hecho de
reivindicar la acción, es decir, esto no es solamente la obra de 4 locos, que se pusieron
a picar. Se hizo porque había que hacerlo, y porque la acción es legítima, y porque de
alguna manera hay que terminar con los versos. Toda esa historia de los dobles discursos
con que se maneja el Estado. Dicen una cosa, hacen otra. Hacen gárgaras de DDHH pero en
realidad los pisotean sistemáticamente y la represión y la impunidad es la realidad.
Entonces, las cosas hay que llevarlas a la práctica. La rebelión de los presos lleva a
la práctica eso y por otro lado generaliza un conflicto y larga un mensaje que ha
prendido mucho en la realidad carcelaria, que tiene (estas) características. El caso de
COMCAR, el caso de Canelones. Fue una lucha muy dura en los días de motín y que de
alguna manera se generó toda una lucha solidaria en toda la gente presa del país. Por
eso hubo movilizaciones de Rivera hasta Montevideo, a lo largo de todo el país.
Por otro lado, los presos se empezaron a organizar, por asambleas, por colectivos; surgen
a partir de un hecho concreto, de una explosión, no es un trabajo tan elaborado, pero de
alguna manera eso es la realidad. En el COMCAR, el Ministerio y la Comisión Tripartita no
tuvo más remedio que legalizar la asamblea de los presos. Ahora, formalmente está
legalizada, en la práctica está recontra reprimida, pero la asamblea funciona y los
delegados funcionan. La represión es muy dura; por ejemplo el último día del apagón
que se cortó toda la luz en la ciudad, justo ese había una reunión de los delegados y
aprovecharon para entrar en la oscuridad y masacrarlos con las fuerzas de choque; incluso
quedó gente herida, contusos. Y después ha habido un montón de provocaciones y
enfrentamientos, pero en definitiva la asamblea sigue funcionando y los delegados siguen
funcionando. La organización asamblearia y de delegados sigue funcionando aún en La
Tablada y en las condiciones del Penal, con una represión al mango y por cierto se va a
seguir fortaleciendo cárcel por cárcel. Hay dos tipos de soluciones que se pueden
ambientar de arriba: o dan marcha atrás en la política de deshumanización y represión
o la única manera de romper todo ese movimiento es a través de una represión
generalizada. No lo pueden hacer; cuesta mucho. Por otro lado ese movimiento, precisa todo
el apoyo del movimiento popular, todo el apoyo de los jóvenes, todo lo que se pueda
acumular, porque a esta altura esa lucha hay que librarla en la calle.
Lo único que se le ha ocurrido al régimen, es ante esa realidad, que perdieron la
cárcel de máxima seguridad, se quedaron sin el Penal de Libertad, es toda la historia
del «gatillo fácil» y los cajones de lata para construir una super cárcel. Nosotros
hemos planteado, y ya se lo hemos planteado a Bellomo y a la Comisión de DDHH e incluso
lo estamos haciendo en la prensa: el Estado uruguayo no tiene que gastar un mango más en
cárcel. Acá no se precisan más policías ni cárcel. Acá lo que se precisa es trabajo.
Esos millones de dólares que quieren invertir en esos cajones de lata -que más tarde o
más temprano van a generar la misma situación, de alguna manera u otra van a terminar en
la misma situación porque lo que está planteado es que esta política no camina más,
por lo menos en la cárcel no camina más- que esos millones se inviertan en proyectos
cooperativos. El Estado tiene montón de tierras improductivas. Que ponga esos capitales,
esos millones de dólares para desarrollar proyectos cooperativos en el marco de cientos
de presos liberados que puedan resolver el tema de su trabajo y su familia. Nada de mano
de obra esclava; trabajo digno y autogestionado. Por supuesto que el Estado controle, que
desarrolle lo que tenga que hacer, que participen las ONG, que participen también todos
los voluntarios que quieran participar del movimiento popular, incluso las organizaciones
sociales, como manera de que sea un control efectivo de esa realidad productiva que
podría resolver por lo menos en parte, el trabajo y la vida de cientos de presos que
están condenados a vivir en esas condiciones y que están condenados si salen a volver a
la cárcel nuevamente porque no les queda otra que delinquir. Esa propuesta concreta creo
que hay que hacerla y el tema en definitiva para nosotros es eso; hoy por hoy la
movilización esta de la huelga es concreto, como todas las que vamos a seguir haciendo.
La Tripartita tiene que cumplir el acuerdo, no puede haber represión, van a tener que
discutir con los delegados (de los presos) y hay que parar todo ese proyecto de seguir
manteniendo los campos de concentración, porque el Penal de Libertad lo planteó
clarísimo, no camina más. |