OCTUBRE
Setiembre del 2000
Prisión y torturas para cinco jóvenes
La democracia mira para otro lado...
Pasadas las 21:30 hs. del lunes 27 de setiembre de 1999, fueron detenidas cinco
personas en la calle Belloni y Al Paso del Andaluz: Gerardo León Giménez García
(gráfico, 20 años), Miguel Emiliano Giménez García (gráfico, 19 años), Alexander
Montero (changas de panadería, 18 años), Alexis Tourné (changas, 18 años), y un joven
menor de edad.
Gerardo León Giménez García y Miguel Emiliano Giménez García, ambos nacieron en
Estocolmo, en Huddinge Kommunn. Ambos son ciudadanos suecos. Ninguno registra antecedente
penal de ningún tipo.
Gerardo y Miguel han participado en diversos proyectos sociales y cooperativos que cuentan
con el apoyo financiero de Suecia. Ambos integran desde hace años la directiva en el
área juvenil del Vänskapsföreningen Sverige-Uruguay (VSU - Asociación de Amistad
Suecia-Uruguay). El VSU es una asociación sin fines de lucro, legalmente establecida en
Suecia, por donde transita el apoyo financiero de ese país a proyectos de organizaciones
no gubernamentales en el tercer mundo.
Gerardo junto a otros jovenes había elaborado un proyecto cultural en el área de la
informática, que implica una casa cultural de cara a los jovenes. Este proyecto (Jóvenes
ante el 2000) esta a estudio en Estocolmo.
Actualmente estaban trabajando junto con Alexander Montero y muchísimos jovenes, en un
proyecto recreativo de cara al barrio, que integraba la refacción de una piscina y una
cancha de basqueboll y otra fútbol.
Gerardo había proyectado un taller gráfico y una red de talleres educativos a nivel
informático. Con la idea de que al tiempo que se convirtieran en escuela de jóvenes,
produzcan dando trabajo a numerosos jóvenes del barrio y de otros lugares.
La imprenta donde trabajaba Gerardo siempre estuvo abierta a la lucha de los de abajo y
él mismo ha impreso diversidad de volantes, afiches y publicaciones estudiantiles,
barriales, sindicales, merenderos, etc., donde lo que se cobraba era el costo de los
materiales. Por eso mismo también esa imprenta en más de una oportunidad ha sido
hostigada por elementos represivos.
"Son ellos", dijeron.
Los jóvenes estaban en la esquina conversando, tomando una cerveza. Alexander iba a ir a
la casa de su madre a buscar dinero, porque se iban a ir al Centenario a la fiesta de
Peñarol. Es entonces que llega la policía. Uno dijo por la radio: "son ellos".
Otro le pegó una patada a la botella. Se llenó de vehículos policiales. Son detenidos,
esposados y conducidos a la Seccional 17 de Policía.
En la Seccional los interrogan por asalto a un comercio, ubicado a dos cuadras y media del
lugar donde son detenidos. El comercio había sido asaltado por cuatro personas algunas de
ellas encapuchadas.
Hasta aquí la historia.
Según nos cuenta Luis (Giménez), padre de Gerardo y Miguel, quien se encuentra entre los
lectores de nuestro periódico y es uno de los compañeros que con mayor regularidad
encontramos en los ámbitos donde se desarrolla nuestra militancia, todos los gurises
fueron torturados para que se responsabilizaran del robo. Después de varias golpizas, los
cinco accedieron a firmar una confesión (la que no se les permitió leer). A tres de
ellos se les culpó además por otra rapiña ocurrida algunos días antes.
Después de esto fueron recluidos en el COMCAR, donde aún hoy se encuentran, a casi un
año de los acontecimientos arriba narrados. Llegaron allí tremendamente golpeados, con
las ropas destrozadas y por si fuera poco, algunos fueron rapados.
Luis nos dice que para abril de este año, la abogada que ha tomado su caso presentó un
escrito ante el juez pidiendo la absolución o en su defecto que se llame a los testigos
de la defensa. La solicitud se basa en que sus declaraciones fueron firmadas bajo
condiciones de tortura, de futuros apremios físicos, de que existen certificados forenses
que ratifican el tratamiento violento del cual fueron objeto, en que los damnificados por
las rapiñas no los identifican a ellos, y varios elementos más.
Y también nos cuenta que la solidaridad y el respaldo no se hizo esperar, puesto que
cientos de vecinos de su barrio han firmado una declaración exigiendo su libertad
inmediata. Miles de afiches y volantes se han distribuido por la ciudad, y ya han
comenzado los ecos en el exterior. La embajada sueca resolvió nombrar un abogado para
realizar una visita de cárcel junto con la cónsul. Desde la VSU de Estocolmo y de
Argentina, y desde otras organizaciones en numerosos países se envían cartas de
solidaridad y se exige la libertad de los muchachos, entre las que se destacan las
llegadas desde Suecia, España, Francia, Italia, Alemania, EE.UU., Brasil y como ya
dijimos, Argentina.
Para terminar nos dijo algo muy cierto. "Esto que está sucediendo con estos
muchachos le puede ocurrir a cualquiera: a sus hijos, sus amigos, a usted mismo... No se
puede convivir con la tortura, con los atropellos, con las cárceles convertidas en campo
de concentración. Aceptar que se sigan pisoteando los derechos humanos nos retrotrae a la
barbarie del fascismo... Estos muchachos no están desaparecidos: no son Machado que los
"suicidaron" en un obscuro calabozo de una comisaría; no son Morroni y los
demás compañeros asesinados a balazos en el Filtro; no son "El Coco"
secuestrado y asesinado por un racimo de uvas; estos muchachos están vivos, están tras
las rejas y hay que liberarlos. Hay que apoyar la Campaña Internacional por la Libertad
de los Muchachos Presos."
Y tiene razón.
Si quieren comunicarse con Luis Giménez, lo pueden hacer en Tanjerinos 3752, o al
teléfono 094 301 423.
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